La Psicofisiología de la salud en México: un enfoque transdisciplinario.
Psychophysiology of health in Mexico: a transdisciplinary approach

Resumen

El presente trabajo describe el surgimiento de la Psicofisiología como rama transdisciplinar del comportamiento humano que involucra la interacción entre diversas áreas como Psicología, Fisiología, Ingeniería y Bioquímica. La psicofisiología se encarga de explicar la conducta humana a partir de la relación entre los estímulos ambientales y las respuestas emocionales y fisiológicas, por lo que se evalúan diferentes ritmos, como son la temperatura periférica, la variabilidad de la frecuencia cardiaca, la sudoración, la respiración entre otras. Sin embargo, los antecedentes de la psicofisiología nos permiten comprender que la medición de las diferentes respuestas fisiológicas evolucionó desde la evaluación de distintas condiciones hasta la intervención en problemas de salud. Con el paso del tiempo, la psicofisiología ha ganado terreno en el área de la salud, convirtiéndose en una herramienta eficaz en el proceso de la prevención e identificación de diferentes desordenes que tienen relación con el estrés físico y mental. Además, permite diseñar intervenciones no invasivas que coadyuvan en el tratamiento de diversos padecimientos crónicos y agudos, y que mejoran la calidad de vida.


Palabras clave: Transdisciplinar, psicofisiología, conducta, calidad de vida, psicología de la salud.

Abstract

This paper describes the emergence of Psychophysiology as a transdisciplinary branch of human behavior that involves the interaction between different areas such as Psychology, Physiology, Engineering and Biochemistry. Psychophysiology is responsible for explaining the behavior of the human being from the relationship between stimuli of the environment, emotional and physiological responses, so it is different responses are evaluated such as change in peripheral temperature, variability Heart rate, sweating, breathing and other responses. However, the antecedents of psychophysiology allow us to understand that the measurement of the different physiological responses evolved from the evaluation of different conditions until health problems intervention. Over time, psychophysiology has gained ground in the area of health, becoming an effective tool in the processes of the prevention and identification for different disorders that are related with a physical and mental stress. It also allows to design non-invasive intervention to contribute to the treatment of diverse acute and chronic diseases, and improve the quality of life.


Keywords: Transdisciplinary, psychophysiology, behavior, quality life, health psychology

Introducción

La psicofisiología frecuentemente opera fuera de las fronteras de las disciplinas tradicionales. Busca dar sentido a la relación entre lo que se piensa, se siente y se hace con aquello que el cuerpo refleja fisiológicamente. Por tanto, se basa en entender los procesos psicológicos a partir de la medición de la respuesta fisiológica del cuerpo. Para conocer cómo se interpreta la respuesta psicofisiológica es preciso encontrar el correlato o indicador del proceso psicológico correspondiente a los diferentes cambios fisiológicos. Para ello, se precisa un conocimiento básico del funcionamiento del sistema nervioso humano (1).

Las respuestas psicofisiológicas medidas con dispositivos tecnológicos pueden ser de 2 formas: continua  en el tiempo durante la exposición a un estímulo, como cuando se escuchan las noticias en la radio; o bien tónica, que sucede en un momento específico del estímulo, por ejemplo, en el momento en que un individuo ve la imagen de un hombre asesinado en las noticias en televisión. En ambos casos, se debe partir de un nivel de funcionamiento referencial o línea base (baseline) que se altera en el momento preciso en que se presenta el estímulo (2).

Con el surgimiento de las nuevas tecnologías que permiten el estudio minucioso del funcionamiento del sistema nervioso central (SNC) se ha incrementado el interés por comprender el funcionamiento cerebral y su relación con la conducta. La evaluación de factores biológicos de riesgo en un vasto grupo de alteraciones de la conducta humana, así como las investigaciones bioquímicas y el diagnóstico por imágenes (Resonancia Magnética Cerebral, Tomografía por emisión de positrones con estudios de flujo sanguíneo y metabolismo cerebral), permiten progresar hacia nuevas perspectivas de la psicología (3).

Los procesos biológicos influyen de manera sistemática sobre el comportamiento y la experiencia, por ello el primer paso seguido por los teóricos es analizar  los sistemas biológicos para determinar qué son y cómo funcionan. Las personas poseen semejanzas y diferencias anatómicas, biológicas y fisiológicas. Por ejemplo, todos los seres humanos contamos con la misma estructura básica y funciones del sistema nervioso y endócrino, sin embargo, las mismas estructuras y áreas de estos sistemas responden de forma más o menos activa en distintas personas, enfatizando la individualidad de las respuestas periférica y central (4).

Antecedentes teóricos de la psicofisiología

La psicofisiología tiene un enorme pasado pero un nacimiento reciente, se trata de una idea vieja en la que anatomía, fisiología y bioquímica cerebral y sus interrelaciones se postulaban como las candidatas más prominentes para explicar la génesis del comportamiento humano. Desde que el hombre comenzó a experimentarse a sí mismo como un objeto de su propia conciencia,  ha tenido una noción intuitiva de sus cambios corporales relacionándolos con su estado de ánimo, sentimientos,  frustraciones y emociones. Quienes se dedican al estudio de estos aspectos de dualidad del funcionamiento humano muestran una preocupación científica-filosófica a través del curso de la historia intelectual (5).

La Psicofisiología, también denominada psicobiología o psicología fisiológica, es una disciplina científica que se deriva de la psicología y la fisiología. Forma parte de un grupo de disciplinas que se reúnen bajo el nombre de neurociencias y tiene como propósito entender cómo se interrelacionan los diferentes elementos del Sistema Nervioso (SN) para originar el comportamiento. Incluye el estudio del SN desde el punto de vista estructural, químico, fisiológico y patológico (6). Por otra parte, la psicofisiología se fundamenta en las bases biológicas de la conducta y está dedicada al conocimiento de los mecanismos cerebrales que soportan la conducta humana, la experiencia y la conciencia (3).

Los antecedentes históricos inmediatos de la psicofisiología nos remiten al nacimiento de la psicología y la fisiología. En primer lugar, la psicología es un área del conocimiento científico que surge a finales del siglo XIX, como una disciplina independiente de la filosofía. La creación, por parte de Wilhelm Wundt, del primer laboratorio de psicología experimental en la ciudad de Leipzig (Alemania), en el año de 1879, se considera como el nacimiento de la psicología científica. Según consideraba Wundt, la psicología tenía como objeto de estudio a la conciencia; mientras que la fisiología se dedicaba al estudio de la actividad funcional de los órganos. Por otro lado, la fisiología es una disciplina bastante antigua, tiene algunos miles de años y nace estrechamente vinculada con la anatomía. Se considera a Hipócrates (420 a.C.) como el primero en realizar sistematizaciones coherentes de los conocimientos en fisiología. Aristóteles puso énfasis en la relación entre la estructura y la función corporal. Posteriormente, en el siglo II D. C., Claudio Galeno empleó experimentos para probar las funciones del cuerpo y los procesos físico-químicos que tienen lugar en los organismos vivos durante la realización de sus funciones vitales. Por lo tanto la fisiología estudia actividades tan básicas como la reproducción, el crecimiento, el metabolismo, la respiración, la excitación y la contracción, dentro de las estructuras celulares, tejidos, órganos y sistemas orgánicos del cuerpo (6).

Surgimiento de la Psicofisiología

Podemos rastrear el inicio de la psicofisiología hasta los albores de la II Guerra Mundial cuando los psicólogos se involucraron en el desarrollo de armas y equipo de protección personal. En esta etapa se aplicó el conocimiento y metodología provenientes de la psicología experimental al diseño y evaluación de sistemas de armas, y se desarrollaron términos para describir dicha actividad, tales como psicología experimental aplicada, psicología de la ingeniería, ingeniería de los factores humanos o ingeniería humana. En 1939 se realizó lo que se considera el primer estudio psicofisiológico sobre la tensión de pilotos durante el vuelo. Estudios posteriores realizados en la década de los 50´s trabajaron con registros de la tensión muscular ocular para el desarrollo de dispositivos de aterrizaje (7).

El inicio de la investigación psicofisiológica se remonta al estudio del condicionamiento operante del sistema nervioso autónomo (SNA), que desafiaba la idea tradicional de que tanto las emociones como las respuestas autonómicas eran procesadas “inconscientemente” y sólo eran controladas a través del condicionamiento clásico (8). El involucramiento de las áreas gubernamental, universitaria y de investigación junto con el desarrollo tecnológico para la adquisición y procesamiento de señales electrofisiológicas, así como el surgimiento de la biocibernética promovieron el auge de la Psicofisiología en Norteamérica en la década de los 70´s. En Europa el enfoque de la investigación psicofisiológica se dirigió a los efectos fisiológicos producidos por el estrés físico y mental que generaban los ambientes laborales. Este tópico continua siendo tema de interés en el campo de la Psicofisiología en los escenarios laborales y en el área de la salud, sobre todo en el estudio de la prevención e identificación de desordenes relacionados con el estrés.

La psicofisiología y su impacto en México

En nuestro país, el desarrollo de la medicina llevó un curso de 4 siglos (del XVI al XIX) con el patrón europeo, y a partir de la segunda mitad del siglo XX comenzó el patrón norteamericano, pero siempre con un retraso más o menos considerable, más aparente sobre todo en la iniciación y en el desarrollo de la investigación biomédica como una actividad profesional reconocida. La primera institución mexicana dedicada a la generación de nuevos conocimientos médicos fue el Instituto Médico Nacional, fundado en 1888, seguido por el Instituto Patológico, en 1899, que surgió del Museo Anatomo-Patológico, creado cuatro años antes (9).

En los inicios del siglo XIX se iniciaron las cátedras de microbiología, fisiología y farmacología, en la Escuela Nacional de Medicina, pero en estas la enseñanza era puramente teórica pues no había laboratorios para realizar prácticas o para investigar. En cambio, en el Instituto Patológico había una sección clínica y también laboratorios de anatomía, histopatología, fisiología experimental y bacteriología; este último se transformó posteriormente en el Instituto Bacteriológico. Ambas estructuras se convirtieron, por ley emitida en 1905, en institutos nacionales, y ambas desaparecieron, por decreto del presidente Carranza, en 1914 (9).

La emergencia de la investigación biomédica profesional en México a partir de la década 1930-1940 registra, además de los esfuerzos de personajes pioneros como Isaac Ochoterena, Eliseo Ramírez y Maximiliano Ruiz Castañeda, dos episodios que marcaron su formalización definitiva:

1.- La llegada a nuestro país de un grupo numeroso de distinguidos médicos, biólogos y humanistas españoles, parte de la diáspora republicana obligada por la guerra civil en la Madre Patria.

2.- El 18 de marzo de 1939 se inauguró el Instituto de Salubridad y Enfermedades Tropicales (ISET), planeado para el estudio de problemas de salud pública prioritaria en México, que fue la primera institución dedicada a la investigación biomédica que se abrió en nuestro país desde la clausura del Instituto Patológico, en 1914, o sea 25 años después.

Soberón divide la evolución de la investigación biomédica en tres etapas: 1) de 1939 a 1950, caracterizada por la creación de 9 instituciones que prácticamente iniciaron esta actividad en México; 2) de 1950 a principios de 1960, en la cual se consolidan los grupos que se formaron en las instituciones creadas anteriormente; y 3) de mediados de 1960 a 1983  en que se crearon 27 nuevas instituciones que realizan investigación biomédica, 11 entre 1960 y 1970 y 16 de 1970 a 1983.

Desde el punto de vista de la investigación biomédica, ya es posible reconocer en la medicina a tres tipos diferentes de profesionales: 1) el médico clínico, que no realiza investigación sino que se dedica a la medicina asistencial 2) el investigador biomédico, que sólo trabaja en la generación de nuevos conocimientos, y 3) el investigador clínico, que combina las dos actividades. En algunos países desarrollados, hay un número más o menos importante de investigadores biomédicos que no han estudiado medicina pero ostentan doctorados en disciplinas afines como bioquímica, fisiología, zoología, psicología, morfología, etc (10).

La Psicofisiología en México surge a la mitad del siglo XX, tras el desarrollo de la investigación en neurociencias básicas, la creación de institutos de salud como  el Instituto Nacional de Neurología y Neurocirugía (INNN), el desarrollo de la investigación lingüística y la atención de niños con necesidades especiales. A finales de los 30´s un grupo de refugiados españoles, discípulos de Ramón y Cajal, subsidiados por la Fundación Rockefeller, crean el primer Laboratorio de Estudios Médicos y Biológicos en la antigua Facultad de Medicina de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM); que en 1941 se convertiría en el Instituto de Investigaciones Biomédicas. La investigación en psicofisiología en nuestro país surge formalmente en 1949 cuando Efrén del Pozo estableció el primer Laboratorio de Fisiología en la Facultad de Filosofía y Letras de la misma universidad (10,11).

En 1950 Raúl Hernández Peón fue bastión del desarrollo de la investigación en el campo de la neurofisiología en nuestro país, lo que dio lugar al surgimiento de un grupo formado por Augusto Fernández Guardiola, Carlos Guzmán Flores y Víctor Alcaraz. Este grupo se encontraba interesado en investigar mecanismos neurofisiológicos de la atención. Sus resultados impactaron tanto, que, alcanzaron el reconocimiento nacional e internacional, además, establecieron relación con INNN y la UNAM. Se creó una línea de investigación sobre mecanismos del aprendizaje por Héctor Brust Carmona estos formaron grupos de investigación de renombre internacional sobre la misma línea y otros en el área clínica (12).

Las líneas de investigación psicofisiológica se han cultivado principalmente dentro de la UNAM en el Instituto de Investigaciones Biomédicas, en la Facultad de Medicina, en la Facultad de Psicología y más recientemente en el Instituto de Fisiología Celular. Grupos de psicólogos interesados en aspectos biológicos se encuentran también laborando en el Instituto Mexicano de Psiquiatría Dr. Ramón De la Fuente, el Instituto Mexicano de Neurología y Neurocirugía, y en el Cinvestav (13).

La psicofisiología en el área de la salud

El principal problema con el que se encuentra la orientación psicosomática consiste en la demostración del vínculo de unión entre una variable psicológica con características subjetivas e intangibles y una disfunción, trastorno o enfermedad, con características físicas, tangibles y observables (14).

Los trastornos psicofisiológicos se conciben como aquellos que presentan una clara evidencia de enfermedad orgánica pero, en las cuales una proporción significativa de sus determinantes son de índole psicológico, caracterizados por la existencia de síntomas físicos o disfunciones en varios órganos del cuerpo que involucran al sistema nervioso autónomo, somático y órganos afines: circulatorio, respiratorio, digestivo entre otros. Las principales manifestaciones son cutáneas, urinarias, endócrinas, osteomusculares, gastrointestinales, cardiovasculares, respiratorias, inmunológicas y psicosexuales (15).

Una de las alternativas de atención desde el campo de la psicofisiología se proyecta a través de la intervención con retroalimentación  biológica (RAB) que se fundamenta en el enfoque biopsicosocial de la enfermedad. La RAB es un proceso que permite a un individuo aprender a modular su actividad fisiológica con el objetivo de mejorar su salud y rendimiento. Requiere de instrumentos que midan actividad fisiológica como ondas cerebrales, función cardíaca, respiración, actividad muscular y temperatura periférica de la piel. Estos instrumentos “retroalimentan” de forma rápida y precisa al usuario. La presentación de esta información, con frecuencia en combinación con cambios en el pensamiento, la emoción y la conducta, apoya a la consumación de los cambios psicológicos deseados. Con el tiempo, estos cambios pueden perdurar sin el uso continuo de un instrumento (16).

El uso de la tecnología RAB proporciona datos en tiempo real y momento a momento, sobre uno o más aspectos fisiológicos de los pacientes ayudándoles a desarrollar consciencia y regulación del estado fisiológico más eficientes (17). La terapia basada en este tipo de tecnologías representa uno de los principales métodos terapéuticos no invasivos, coadyuvantes en la atención de diversos problemas de salud física y/o mental (18). Entre las enfermedades más comunes tratadas con RAB destacan  hipertensión,  ansiedad y otras condiciones médicas exacerbadas por el estrés.

En el año 2001 la Task Force de la Asociación de Psicofisiología y Bioretroalimentación y la Sociedad para la Regulación Neuronal establecieron los criterios para evaluar el nivel de eficacia de las intervenciones psicofisiológicas desde el paradigma de medicina basada en evidencia. Existen 5 niveles de eficacia basada en evidencia para estas intervenciones: 1) Sin apoyo empírico, 2) Eficacia posible, con apoyo de al menos un estudio empírico apoyado en una prueba estadística de poder, 3) Eficacia probable, apoyado en diversos reportes empíricos replicados que demuestran eficacia, 4) Eficacia, le evidencia proviene de diversos experimentos que cumplen con criterios estrictos de investigación y 5) Eficacia y especificidad, los datos estadísticos de investigación corroboran la eficacia del tratamiento, por encima de otras alternativas. Entre las enfermedades que muestran evidencia con tratamiento psicofisiológico entre los niveles 3 y 5 destacan incontinencia urinaria, ansiedad, TDAH, dolor crónico, dolor de cabeza, hipertensión, diabetes, insomnio, entre otras (18).

La necesidad de contar con profesionales de la salud debidamente capacitados en el campo de la RAB, que cuenten con la preparación académica y entrenamientos adecuados es muy importante (19). El establecimiento de un programa de capacitación cuyo objetivo primordial sea certificar a los profesionales que cumplan con los estándares de educación y entrenamiento en RAB, y recertificar aquellos cuyo conocimiento evolucione a través del tiempo mediante un programa de educación continua, resulta primordial en nuestro contexto de salud debido al creciente interés internacional en la investigación y práctica de la RAB (20).

Conclusiones

Desde 1940, el desarrollo de la investigación biomédica profesional ha sido paralelo al desarrollo del país. México gasta cerca del 0.3% del PIB en ciencia y tecnología, a pesar de que la UNESCO recomienda que los países en desarrollo inviertan el 1.5% de sus respectivos PIBs en este renglón. Nuestro país cuenta con 0.5-1.0 investigadores por cada 10,000 habitantes, mientras en Japón hay 46 y en los E.U.A. hay 60 (21). La psicofisiología aplicada en el área de la salud está relacionada con procedimientos no invasivos que buscan disminuir el uso de fármacos y con ello el gasto público en salud. Por ejemplo, en padecimientos como el dolor de cabeza específicamente neuralgias craneales, migraña y dolor facial,  la aplicación de la RAB se utiliza desde los 60´s para evaluación diagnóstica diferencial. Nuestro país posee una fuerte escuela psicofisológica cuyo origen puede rastrearse hasta los laboratorios de psicofisiología de los investigadores pioneros más prestigiados del mundo (p. e.  Walter Cannon y Santiago Ramón y Cajal). Sin embargo, la proyección de los resultados de las investigaciones psicofisiológicas hacia la solución de problemas nacionales de salud pública es todavía insuficiente. En un contexto de promoción de la salud pública en constante desarrollo, es importante implementar programas de tratamiento transdisciplinario cuyo objetivo principal este dirigido hacia la prevención de la enfermedad y la promoción de la salud, el bienestar y la calidad de vida. La implementación de programas de intervención psicológica, fundamentados en el campo de la medicina basada en la evidencia, con dispositivos tecnológicos no invasivos y de bajo costo contribuyen a la reducción del gasto público por medio de programas que fomentan el establecimiento de hábitos saludables.

Referencias

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21.     Pérez-Tamayo R. La investigación biomédica en México. Gac Méd Méx. 2004;140:5.


[a] Maestro en Ciencias Biomédicas, investigador en el área de Psicofisiología del Área Académica de Psicología del Instituto de Ciencias de la Salud de la Universidad Autónoma del Estado de Hidalgo.

[b] Alumna del 4º semestre del Área Académica de Psicología del Instituto de Ciencias de la Salud de la Universidad Autónoma del Estado de Hidalgo.

[c] Profesor de tiempo completo del Área Académica de Psicología del Instituto de Ciencias de la Salud de la Universidad Autónoma del Estado de Hidalgo.

[d] Profesora de tiempo completo del Área Académica de Enfermería del Instituto de Ciencias de la Salud de la Universidad Autónoma del Estado de Hidalgo.

Correo de Contacto: psic.jesusfh@hotmail.com

 

El presente proyecto se realizó gracias al financiamiento PRODEP 1176 "Regulación del estrés y su relación con el rendimiento académico y la salud emocional en población universitaria".