Personal de enfermería con cansancio emocional: Una muestra del hospital general de Tulancingo, México.
Nursing staff with emotional exhaustion: A sample of Tulancingo’s General Hospital, in Mexico

Resumen

Las formas de trabajo en las instituciones hospitalarias hoy en día resultan diferentes a las de hace unos años; actualmente el personal de enfermería en particular, se encuentra en contacto directo con los pacientes y usuarios de los servicios de salud aunado a otras actividades administrativas, lo que complica su propia salud, detonando riesgos como el cansancio emocional y agotamiento laboral. Esto a su vez tiene consecuencias en la calidad del desempeño laboral y la forma de atención ambulatoria, motivo para la presente investigación.
Objetivo.- Identificar la prevalencia de cansancio emocional como uno de los factores vinculados con agotamiento laboral presente en la atención ambulatoria que ofrece el personal de Enfermería en el Hospital General de Tulancingo.
Metodología.- Estudio observacional de diseño transversal descriptivo, con una muestra de 123 enfermera del Hospital General de Tulancingo, en Hidalgo México.
Resultados.- De la muestra encuestada, el 95% es de género femenino, con edades entre los 21 y 60 años y un promedio de 34 años; con respecto al agotamiento laboral, las prevalencias fueron en los ejes: a) cansancio emocional con 82%, y b) despersonalización alta con 94%. El personal de enfermería trabaja en los turnos: matutino, vespertino, nocturno A, nocturno B y turno especial; la mayoría se identifica plenamente con su organización y participa en su puesto de trabajo así como en su entorno más cercano, siendo capaces de organizar, decidir y estar dispuestos a aceptar responsabilidades.
Conclusiones.- De acuerdo con los resultados, se sugiere implementar acciones que disminuyan la presencia de cansancio emocional en el personal de enfermería, a partir de estrategias como la rotación de personal, pues con ello se mejoraría su eficiencia y eficacia, lo que también se observa como un área de oportunidad para la prevención de agotamiento laboral.


Palabras clave: Cansancio emocional, cuidado ambulatorio, personal de enfermería.

Abstract

Forms working in hospitals today are different from those of years ago; actually, nurses are in particular in contact directly with patients and users of health services together with other administrative activities, complicating their own health, detonating risks such as emotional exhaustion and burnout. This in turn has implications for the quality of work performance and how to outpatient care, reason for this investigation.
Objective.- To identify the prevalence of emotional exhaustion as one of the factors associated with this job burnout in ambulatory care provided by the nursing staff in the Tulancingo’s General Hospital.
Methods.- observational study descriptive cross-sectional design with a sample of 123 nurses at General Hospital of Tulancingo, in Mexico.
Results.- In the survey sample, 95 % is female, aged between 21 and 60 years and an average of 34 years; with respect to job burnout , the prevalence were in the base: a) emotional exhaustion with 82 % , and b) 94% high depersonalization. Nurses working in shifts: morning, afternoon, evening A, B and especially night shift; most fully identifies with the organization and participate in their jobs and in their immediate environment, being able to organize, decide and be willing to accept responsibility.
Conclusions.- According to the results, it is suggested to implement actions that reduce the presence of emotional exhaustion in nurses, from strategies such as staff turnover, as this efficiency and effectiveness would be improved, which also seen as an area of opportunity for preventing burnout and all those psychological risk factors.


Keywords: Emotional exhaustion, ambulatory care, nursing staff.

Introducción

La fatiga emocional es considerada como una respuesta natural ante ciertas circunstancias, es un mecanismo de auto conservación que se activa de manera automática, en el momento en que no somos capaces de controlar nuestros niveles de depresión, ansiedad o estrés [1].En sí misma, la fatiga se refiere a un cansancio extremo o debilidad generalizada, que comúnmente se manifiesta de forma tanto física como emocional; se trata de un cansancio emocional o agotamiento que suele venir asociado con sentimientos de angustia, estrés y depresión. Sin embargo, a un nivel más completo, se muestran problemas de atención y la sensación de que los pensamientos se van ralentizando cada vez más [2].
Otra de sus definiciones, muestra al agotamiento emocional como una respuesta al estrés, un sistema que nuestra mente pone en marcha cuando no puede asimilar las situaciones que está viviendo. Para desencadenar el agotamiento emocional, solo hace falta un contexto estresante; además, comparte algunos síntomas similares al trastorno depresivo, como son la falta de motivación, apatía, tristeza, desánimo, baja autoestima y amplia desvalorización. Sin embargo, los síntomas del agotamiento emocional son evidentes a nivel físico [3].

Entre las investigaciones más representativas en cuanto a temas de Burnout, se encuentran la de Martínez [4] en México, y la de Cabrera y Cols [5]. En el primer caso, se encontró que el agotamiento emocional fue mayor en hombres que en mujeres (63.4% vs. 24%), y tanto en subescalas como en escala global hubo una correlación negativa con la edad. Ahora bien, en la segunda investigación se encontró que hubo 94% de mujeres (la mayoría), y de los encuestados, el 42% trabajaba en turno matutino; así mismo, de este grupo de población que trabaja por la mañana, 40% de ellos presentó agotamiento emocional, 32% despersonalización y 50% desinterés por el trabajo [4].

Otra investigación sobre Burnout y sus factores, se realizó en el IMSS (Instituto Mexicano del Seguro Social, en el Hospital La Raza por Hernández Vargas [6]; se contó con una muestra de 109 enfermeras de la Ciudad de México quienes respondieron el cuestionario Maslach Burnout Inventary (MBI) en una prueba auto administrada. Con esta prueba se midió el agotamiento emocional y la despersonalización. Sin embargo, el principal referente que genera estos estudios tiene que ver con lo efectuado a finales de los años 70’s y principios de los 80’s, pues se proponen dimensiones clave de análisis para el Burnout, según literatura referida por Hernández [7].

La primera dimensión es a) cansancio emocional.- definido como desgaste, pérdida de energía, agotamiento y fatiga, que pueden manifestarse de forma física, mental o como una combinación de ambos; la segunda dimensión es b) despersonalización.- que pone de manifiesto un cambio negativo en las actitudes y respuestas hacia otras personas, sobre todo con los beneficiarios del propio trabajo, acompañado de un incremento en la irritabilidad y una pérdida de la motivación hacia el mismo. Y finalmente, la tercera dimensión, c) sentimiento de realización personal.- el cual supone una serie de respuestas negativas hacia uno mismo y a su trabajo, típicas de la depresión, moral baja, así como evitación de relaciones de todo tipo: interpersonales y profesionales, así como baja productividad, incapacidad de soportar presión, además de una pobre autoestima [5].

Este planteamiento del fenómeno, claramente protagonizado por Maslach y Jackson, considera el Burnout como respuesta, principalmente emocional y sitúa los factores laborales e institucionales como condicionantes y antecedentes. De esta forma, la respuesta emocional pasa a ser considerada no como una variable del Burnout, sino como la propia definición del fenómeno. Aún con ciertas limitaciones teóricas sobre el planteamiento del problema, lo que se puede afirmar que es que el modelo propuesto por Maslach y Jackson es el que mayor atención ha encontrado [8]

Ahora bien, en el terreno de la salud, los profesionales de la enfermería se caracterizan por mantener una interacción muy directa y de confianza con los usuarios del servicio; las actividades que desarrollan requieren un compromiso personal, por lo que es importante trabajar con los aspectos más intensos del cuidado del paciente (sufrimiento, ira, frustración, miedo y muerte). Estas situaciones, combinadas con un contexto laboral de estrés, donde el ambiente muestra predisposición a presentar un desgaste profesional y con ello desarrollar actitudes y sentimientos desfavorables para el profesional como para la persona que recibe el servicio. Este conjunto de actitudes y sentimientos son conocidos como "síndrome de Burnout", o "síndrome del quemado por estrés laboral asistencial" [6].

En el campo clínico, se puede reconocer el estrés en profesionales de la salud en ambiente hospitalario desde distintas vertientes: entre colegas de trabajo se muestran hostiles e irritables, y el hecho del tiempo de retraso para identificar dicha hostilidad, habla de que es una consecuencia de la sobrecarga laboral, generando problemas en las personas afectadas. Otra forma de reconocer el estrés es durante los cursos de capacitación, pues cuando se toca el tema sale a relucir alguna anécdota particular de algún departamento en el terreno laboral. Y en situaciones menos frecuentes, la inquietud por investigar sobre el tema del Burnout lleva a que se apliquen encuestas para identificar su presencia en personal del hospital, como es el caso del presente estudio. Debido a las casusas presentadas de manera repetida en el Hospital General de Tulancingo se establece una línea específica de estudio que identifique y separe al cansancio emocional, de los factores para estrés y agotamiento laboral.

Objetivo de la investigación

Identificar la prevalencia de cansancio emocional como uno de los factores vinculados con agotamiento laboral presente en la atención ambulatoria que ofrece el personal de Enfermería en el Hospital General de Tulancingo.

Justificación

Los estudios a nivel mundial sobre estrés y Burnout son frecuentes, sin embargo no todos están específicamente dirigidos a población de profesionales de la enfermería [9] pues de forma recurrente se refieren a la prevalencia de estrés y las propuestas de enfrentarlo; en este caso particular se propuso el estudio de una muestra de personal de enfermería que trabaja en tres tipos de turnos y que atiende a pacientes ambulatorios en un Hospital público en la zona centro sur de México, para considerar propuestas de mejora continua en el procedimiento de atención que proporciona el enfermero.

Según la literatura[4], la presencia de Burnout en profesionales del equipo de salud puede ser factor de riesgo para desarrollar enfermedades coronarias, hipertensión arterial, disturbios emocionales y psicológicos entre otros, de ahí la importancia de mantener actualizada la supervisión psicológica de los cuidadores y de quienes atienden al paciente ambulatorio en el sector de hospitales públicos, comenzando primero por un diagnóstico del cansancio emocional del personal de enfermería.

Método

Para la realización de esta investigación se utilizó la metodología cuantitativa [10] con observación no participante y un diseño transversal prospectivo con investigación observacional analítica y por supuesto, no intrusiva, ya que no modifica las conductas de los colaboradores encuestados; y para el análisis de los datos se utilizó estadística descriptiva con pruebas no paramétricas.

Como parte de la logística del estudio, se contó con recursos humanos (una investigadora, dos encuestadores capacitados, tres capturistas y un analista de datos), como recursos físicos se contó con: hojas blancas, lápices, lapiceros, computadora, tinta e impresora; finalmente, también se usaron recursos financieros, dado que fue una investigación autofinanciada, contando con la infraestructura del Hospital General de Tulancingo, cuyos administradores dieron las facilidades de acceso y uso de los espacios, así como la gestión para lograr aplicar las encuestas durante la finalización de horarios de trabajo de los participantes.

Para la aplicación se repartieron las encuestas en un formato de fácil acceso y comprensibilidad para lograr que fueran pruebas auto administradas al personal de enfermería dentro del Hospital General de Tulancingo (Ver Imagen 1), buscando la proximidad entre los cambios de turno y durante un periodo de tres semanas de trabajo.

 

Figura 1. Hospital General de Tulancingo

 

También se recopiló información general de la institución y sus diversos departamentos, ya que el personal se encuentra distribuido por tipo de servicio; además se revisaron los instrumentos, se escogió uno de ellos, y se siguió una fase de pilotaje del instrumento en un grupo selecto de otros profesionistas de la salud, tal como lo indica la literatura referente a la metodología de la investigación [11]; posteriormente se realizó la fase de campo para aplicar las encuestas durante tres semanas, debido a los turnos y a la accesibilidad de los participantes. La obtención de los datos fue a partir del instrumento Maslach Burnout Inventary (MBI), que mide tres de las dimensiones del estrés laboral, en una aplicación auto administrada, guiada por encuestadores y con escala de respuestas abiertas, que posteriormente se convirtieron a datos numéricos.

Desde el punto de vista ético previo al estudio se solicitó la autorización del Director del Hospital General de Tulancingo, Hidalgo. Se solicitó la participación voluntaria del personal de enfermería; manteniendo la confidencialidad de la información; Al respecto de la ética en investigación, en la Ley General de Salud de México [12], dentro del capítulo V existe el apartado para salud ocupacional.

Para la revisión de la información se realizó en primer lugar por un conteo de encuestas y verificación de respuesta en cada documento aplicado; posterior a ello se seleccionaron las que tuvieron la totalidad de respuestas y se procedió a la codificación y captura de los datos. Luego se realizó un sondeo que permitiera limpiar la base de datos generada en el programa de software elegido para este fin: SPSS versión 21, donde se corrieron los comandos específicos para generar gráficas de secuencias y porcentajes de los resultados, así como las pruebas estadísticas requeridas: frecuencia, porcentaje, mediana, intervalos de confianza y correlaciones específicas, como puede notarse en la sección de resultados.

Resultados

Se tomaron en cuenta las variables demográficas: sexo, edad, estado civil, departamento de servicio, turno, escolaridad y tipo de contrato. Del total de la muestra de participantes (n=123), se encontró que 93% de ellas son de sexo femenino y el 7% de sexo masculino; el promedio de edad fue de 34 años, con una edad mínima de 21 años, y un máximo de 60 años. El intervalo con mayor frecuencia fue el de 26 a 30 años, con 26%.

La prevalece el estado civil soltero, con 47%, siendo el Servicio de Consulta Externa el que mayor personal de enfermería concentra, con una prevalencia del 30%, seguida del Servicio de Enfermería en Hospitalización con 25% y luego el Servicio de Enfermería en Emergencias y Enfermedades Críticas con 21%, para continuar con el 20% de personal en Servicio de Enfermería en Centro Quirúrgico y de la Central de Equipos y Esterilización (CEYE), finalizando con 4% de personal en el Servicio de Enfermería en Atención de la Promoción y Prevención.

Con respecto al departamento de servicios en el que se desempeñan los profesionales de enfermería participantes en el estudio, se clasificó en los siguientes: el departamento de Enfermería para Consulta Externa cuenta con 30% de personal encuestado, mientras que el departamento de Enfermería para pacientes en Hospitalización arrojó un 24.5% de enfermeros; luego, el departamento de Enfermería para Emergencias y Áreas críticas, 21% de personal de enfermería, en tanto que el departamento de Enfermería para Centro Quirúrgico, Recuperación y Central de Esterilización contó con 20.5% de personal, y finalmente, el departamento de Enfermería para la Atención Preventiva y promocional con 4% de personal. Como se podrá notar, el mayor número de personal de enfermería se encuentra en el departamento de Consulta Externa, mientras que el departamento con menor afluencia de personal de Enfermería se encuentra en la Prevención y Promoción, teniendo entre otras actividades, la de Planificación familiar.

Por otra parte, también se preguntó acerca del turno en que labora el personal, en donde los datos encontrados demuestran que de los 123 participantes (n=123), 35 personas (28%) laboran en el turno matutino, 32 personas (26%) tienen un turno vespertino, mientras que 22 personas (18%) trabajan en turno nocturno B, 21 personas (17%) tienen turno especial, y finalmente 13 personas (11%) tienen turno nocturno A. En cuanto al tipo de contrato, las prevalencias se distribuyeron de manera que 35% del personal (43 personas) son de base, 32% del personal (40 personas) se encuentran ahí por contrato (honorarios, programas SS), mientras que el 31% (38 personas) son homologados y 2% (2 personas), son personal eventual.

Al revisar la variable tipos de problemas laborales, como el cambio de turno o la carga laboral, se obtuvieron los siguientes resultados: con respecto a los problemas con presencia más usual, prevalece la carga laboral con 79%, seguido de la unificación de criterios con 42%; mientras que la recepción de servicio con 22% es una de las situaciones que también genera problemas, así como la rivalidad por conocimientos, con 13% de prevalencia.

Ahora bien, con respecto a la variable principal de esta investigación, sobre cansancio emocional en personal de enfermería, los resultados arrojan un 82% de cansancio bajo, un 15% medio y solo 3% de los participantes muestran cansancio alto (Figura 2).

 

Figura 2. Cansancio Emocional en Personal de Enfermería, Tulancingo 2014.

 

Dentro de estos datos encontramos que cansancio emocional tiene una media x=11.54 (I.C. 95%=10.01-13.24), con DE= 9.14 y α=0.82.
Otra de las dimensiones encontradas en el estudio fue la despersonalización, medida en la misma escala que la anterior, y cuyos resultados arrojan una prevalencia del 94% con baja despersonalización, un 5% para aquellos con despersonalización media, y solamente 1% con alta despersonalización. También se encontró una media x= 2.73 (I.C. 95%= 2.01-3.40), con DE= 4.07 y α= 0.36. De igual forma, también se observó la dimensión de realización personal, donde los resultados muestran solo dos niveles de la escala, con una prevalencia de 82% para el personal que seleccionó la respuesta de realización personal alta, y con una prevalencia del 18% para el personal que seleccionó la respuesta de realización personal media (Gráfica 2). Agregando los valores de la media x=40.04 (I.C. 95%= 38.55-41.25), y DE=6.59, con un α=0.59.

 

Figura 3. Porcentaje de la dimensión Realización Personal en el profesional de Enfermería.

 

En este sentido, hay que considerar que para cumplir con los criterios indicados, el diagnóstico de Síndrome de Burnout debe contener en las primeras dos dimensiones, la de Cansancio emocional y la de Despersonalización, con puntuaciones altas, combinadas con el nivel bajo en la dimensión de Realización Personal. Cabe hacer mención que al momento de revisar los datos proporcionados por los participantes del estudio, ninguno mostró la combinación de las dimensiones tal como lo señalan los criterios, razón por la que en esta población no se puede identificar si el Síndrome de Burnout [13], es un factor de riesgo o un factor protector para la salud, dado que ni siquiera se encuentra presente.

Para comprobar los resultados, se revisaron todos los elementos del instrumento proporcionado a los participantes y se realizó la prueba binomial para una muestra, obteniendo 0.071 puntos con una significancia de 0.05% entre las variables problema dentro del trabajo: unificación de criterios y rivalidad por conocimientos, siendo una variable importante dentro de la investigación.

Por otra parte, con respecto a las tres dimensiones que conforman el Síndrome de Burnout, se encontró que ninguno de los encuestados tiene como diagnóstico dicho Síndrome; razón por la que se presentan por separado las prevalencias de cada una de las dimensiones que lo conforman, obteniendo resultados de interés particular.

Es el caso de la dimensión cansancio emocional, se encontró una prevalencia de 82% del personal con nivel bajo de cansancio emocional, un 15% con cansancio emocional medio y un 3% con cansancio emocional bajo (Tabla 1), siendo los servicios de Consulta Externa y Hospitalización los más altos.

 

Tabla 1. Porcentaje del nivel de cansancio emocional, por departamento de servicio de Enfermería, Tulancingo 2014.

Porcentaje Promoción y Prevención Consulta Externa Centro Quirúrgico CEYE Emergencias y E. Críticas Hospitalización Total
CE BAJO 2% 22% 17% 19% 22% 82%
CE MEDIO 2% 6% 2% 2% 3% 15%
CE ALTO 0% 2% 1% 0% 0% 3%
TOTAL 4% 30% 20% 21% 25% 100%

Siguiendo esta línea, los resultados arrojan con respecto a la dimensión despersonalización, una prevalencia de 94% del personal de Enfermería con baja despersonalización sobre todo en los Servicios de Consulta Externa y Hospitalización, mientras que un 5% presentan despersonalización media principalmente en Consulta Externa, y 1% del personal cuenta con alto nivel de despersonalización, encontrándose presente en el Servicio de Emergencias y Enfermedades Críticas. (Tabla 2).

 

Tabla 2. Porcentaje del nivel de despersonalización, por departamento de servicio de Enfermería, Tulancingo 2014

Porcentaje Promoción y Prevención Consulta Externa Centro Quirúrgico CEYE Emergencias y E. Críticas Hospitalización Total
CE BAJO 4% 28% 19% 19% 24% 94%
CE MEDIO 0% 2% 1% 1% 1% 5%
CE ALTO 0% 0% 0% 1% 0% 1%
TOTAL 4% 30% 20% 21% 25% 100%

Y por otra parte, con respecto a la dimensión de realización personal, los resultados obtenidos muestran una prevalencia de 82% en realización personal alta, y un 18% de realización personal media, siendo el Servicio de Enfermería en Consulta Externa y los Servicios de Centro Quirúrgico, Central de Equipos y Esterilización (CEYE) y el de Emergencias y Enfermedades Críticas, los que tienen personal de Enfermería con más alto nivel de realización personal.

Conclusiones

En la sociedad actual, una gran parte del tiempo diario es dedicado a realizar una actividad dirigida a ganar dinero, ya que constituye una parte importante de la propia identidad. La falta de reconocimiento en el profesional de enfermería quizás es una parte importante de mencionar, los cambios constantes de jefes inmediatos, la falta de integración en forma directa o indirecta del profesional, la demanda laboral y no menos importante la percepción del profesional; son cuestiones poco percibidas o restándoles valor por jefes inmediatos teniendo como consecuencia la apatía, falta de compromiso así como poca valorización del trabajo realizado por parte del profesional de enfermería.

En el caso del personal de enfermería del Hospital público de Tulancingo, durante el periodo de aplicación del instrumento Inventario de Burnout de Maslach, no se encontró riesgo de padecer Síndrome de Burnout por parte del personal de la institución, quedando libre de padecimiento ya que no existe asociación entre la realización personal y el servicio de atención donde se desempeña el profesional de enfermería.

Así mismo, se puede decir que el cansancio emocional, en el profesional de Enfermería, en general es bajo, con casi 85% de población ubicada en esta prevalencia, aunque en el servicio de Consulta Externa y el de Centro Quirúrgico existe un 2% con Cansancio emocional alto, lo cual pone en alerta a las autoridades correspondientes para establecer estrategias de prevención contra el Burnout; y con respecto a la despersonalización, con casi 95% de prevalencia con baja despersonalización, solo destaca el 1% de alto cansancio emocional encontrado en el área de Enfermería en Emergencias y Enfermedades Críticas, lo que podría trazar una línea de relación entre el tipo de servicio y el cansancio emocional percibido.

Un factor importante al que hay que poner atención es la realización personal, ya que más del 80% de la población muestra una alta prevalencia de este tipo de realización, y ninguno de los encuestados expresó baja realización personal, lo cual podría estar relacionado con el tipo de trabajo que desempeña en el campo de la enfermería, específicamente en los Servicios de Consulta Externa, Centro Quirúrgico (que en este caso incluye Pediatría y Ginecología), así como el de Enfermería en Emergencias y Enfermedades Críticas, pudiendo establecer un patrón de relación entre aspectos específicos que dichos departamentos de servicio le ofrecen al profesional de Enfermería, más como estímulo que como obstáculo o factor estresante para la realización de su trabajo. Con esta información se favorece la implementación y seguimiento de estrategias como la rotación de personal para evitar que se presente el Síndrome de Burnout, además de que los datos aquí mostrados representan un área de oportunidad para la prevención.

Referencias bibliográficas

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[a] Maestra en Ciencias en Enfermería. Enfermera del Hospital General de Tulancingo. Hidalgo, México. barcasber@hotmail.com

[b] Maestra en Ciencias de la Salud Pública. Docente en el Área Académica de Medicina. Instituto de Ciencias de la Salud, Universidad Autónoma del Estado de Hidalgo. Pachuca, Hidalgo, México. claudia_solano@uaeh.edu.mx

[c] Doctora en Enfermería. Docente del Área Académica de Enfermería. Universidad Autónoma del Estado de Hidalgo. Pachuca, Hidalgo, México. gloriasol_20@yahoo.com.mx

[d] Médico Cirujano, Maestro en Salud Pública. Director General Adjunto de Planeación de Infraestructura, Dirección General de Planeación y Desarrollo en Salud, Secretaría de Salud Federal, México. luis.diazp@salud.gob.mx

[e] Médico Cirujano Especialista. Director del Instituto de Ciencias de la Salud, Universidad Autónoma del Estado de Hidalgo. Pachuca, Hidalgo, México. josem@uaeh.edu.mx

[f] Maestra en Ciencias Computacionales, Docente del Área Académica de Enfermería. Universidad Autónoma del Estado de Hidalgo. Pachuca, Hidalgo, México. rosario_barrera@uaeh.edu.mx

Correo de correspondencia: rosariobarrerag@yahoo.com.mx