Salud y sociedad: cuando la explicación biológica no alcanza

Resumen

Las enfermedades y los problemas de salud son fenómenos que afectan a las personas de cualquier lugar, aunque no siempre en el mismo grado o de la misma manera. Son procesos biológicos más antiguos que la humanidad. Tan antiguos como la vida misma porque es un atributo de ella. Salud y enfermedad son expresiones de relaciones cambiantes entre los diversos componentes del cuerpo y entre el cuerpo mismo y el medio en el que se desarrolla. Como fenómeno biológico, la causa de la enfermedad pertenece al reino de la naturaleza, pero en el hombre la enfermedad tiene además otra dimensión: la social. En ninguna parte existe la enfermedad como naturaleza pura, sino que siempre está mediatizada y modificada por la actividad social y por el medio cultural que esa actividad crea.

Palabras clave: Salud, Enfermedad, Sociedad.

Abstract

Diseases and health problems are a phenomen on that affects people every where, not always in the same degree the same way though. Both of them are biological process older than humanity.As old as life it self since it is an attribute. Health and disease are expressions of changing relationships between various components of the body and the body it self and the environment in which it operates. As a biological phenomenon, the cause of the disease belongs to the realm of nature while in the human the disease has another dimension: social. Disease as pure nature is now here but is always mediated and modified by the social activity and cultural environment that creates it.

Keywords: Health, Disease, Society.



Durante la disertación acerca de las dimensiones de la salud y la enfermedad hemos encontrado varias propuestas que parecen ir más allá de lo simplemente biológico. Para comenzar, referiremos que los sistemas médicos de todo grupo humano son sistemas culturales simbólicos a partir de los cuales podemos analizar las respuestas sociales a la enfermedad en término del significado. Prácticamente en todos los grupos sociales existen tres instancias de atención: el sector profesional o hegemónico, -en el caso particular del presente escrito, este radica en la biomedicina, el sector no oficial, también llamado subordinado donde se encuentran los practicantes “tradicionales” y el sector popular donde es posible ubicar desde los remedios caseros o consejos de familiares y conocidos.

A partir de la construcción sociocultural de la salud, una parte de los términos involucrados en la enfermedad conducen a la identificación de los modos de significación intersubjetiva por los cuales los procesos de salud enfermedad son identificados, designados, tipificados y vivenciados por las personas, a través de representaciones y prácticas sociales enmarcadas por la dinámica de institucionalización y legitimación social. Desde la perspectiva histórico social es posible manejar las instancias a partir de las cuales, la sociedad produce sus malestares (sickness) lo cual está dentro de lo objetivo de la enfermedad (disease) y subjetiva del padecimiento (illness). Para definir lo anterior, debemos entender que dentro de la distinción epistemológica entre malestar (sickness), enfermedad (disease) y padecimiento (illness) cada categoría y la relación entre ambas deben ser entendidas como construcciones culturales, modelos explicativos y no una entidad natural. La enfermedad no se refiere necesariamente a un estado objetivo, sino a su categorización –así como la del padecimiento– también influido por el contexto social, histórico y político. El modelo biomédico no construye la enfermedad a partir de un cuerpo homogéneo de conocimientos, con una racionalidad científica poseedora de una total consistencia interna, tanto en términos teóricos como en su práctica clínica y de investigación. Por lo que es posible considerar al malestar (sickness) como un puente de socialización entre el padecimiento (illness) y la enfermedad (disease).

En otro sentido, se han llevado a cabo reflexiones que construyen una realidad no sólo simbólica acerca del proceso salud enfermedad sino otra que involucra a la biología humana en estrecha relación con su parte social.

Algunos profesionales no médicos anteponen el nombre de su vocación con el prefijo en la medicina como una avocación aplicada, que postula el aportar conocimientos y experiencia para mejorar el ejercicio de la medicina, ya que se comprende que la enfermedad no sólo es un desequilibrio en la biología sino un constructo de la mente y que se refleja a partir de la cultura y que las enfermedades que identifican los sistemas de atención de los problemas de salud son tan válidas como las de la biomedicina a partir del punto de vista de quien las padece. La importancia de lo anterior recae en el hecho de repensar algunos términos como síndromes de filiación cultural. Esto motiva a realizar una incesante búsqueda por redefinir algunos conceptos y enriquece a la vez, la discusión teórica que está lejos de acabar.

Es a partir de esta visión que se propone definir a la enfermedad no necesariamente como lo que la clínica hegemónica denomina entidades nosológicas. Por el contrario como parte de las abstracciones que hace la mente humana para clasificar los signos y síntomas de la enfermedad en categorías taxonómicas. En ellas hay una continuidad entre el agente causal, la lesión anatomopatológica y las manifestaciones clínicas. Así se identifican como enfermedades a la disentería, a la influenza o al tétanos. El médico se apoya en el concepto de enfermedad para hacer sus diagnósticos, etiquetar a sus pacientes, buscar el tratamiento adecuado y establecer un pronóstico.

En cambio, el padecer es la manera en que cada individuo sufre las alteraciones de su salud, de acuerdo con su individualidad biológica, psicológica y sociocultural. Por ejemplo, la diarrea que padece un niño indígena hñahñu del Valle del Mezquital, cuya familia consta de siete miembros, que su manutención se basa en la milpa familiar y que se atiende con un curandero, será muy diferente a la de un niño noruego cuyos padres tienen estudios de posgrado, trabajan en grandes empresas transnacionales y que gozan de los servicios de seguridad social de su país. Dentro de la abstracción que hace la mente del médico, la enfermedad y su lesión anatómica puede ser la misma o muy parecida, pero el padecer es totalmente diferente.

El problema de salud, está entendido como las alteraciones que la persona percibe en su cuerpo de manera tanto subjetiva como objetiva y que califica como una desviación en su salud (independientemente de la definición de salud, para la mayoría de las personas, el estar sano, representar estar libres de molestias y desempeñar su vida de manera habitual) [1]. Generalmente cuando se presenta un problema de salud, se busca ayuda médica (que está representado en cualquier persona que se dedique a atender los problemas de salud y cuya capacidad para ello sea reconocida y respaldada por el grupo social).

El estudio de la manera y concepción de cómo las enfermedades afectan a los grupos humanos y de la forma en que dichos grupos reaccionan ante la enfermedad suministra un campo fundamental para la aplicación del conocimiento y de las técnicas de investigación en salud [2]. En este sentido, pueden distinguirse, al menos, cuatro aspectos susceptibles de análisis. En primer lugar, las enfermedades no son uniformes ni azarosas en su incidencia, sino más bien se observa que son más o menos comunes entre los distintos grupos sociales. El estudio de estas distribuciones diferenciales de la enfermedad, a partir del conocimiento de la estructura social y de los diferentes modos de vida de las personas, es factible aproximarnos a conocer las claves relativas de la naturaleza y causas de la enfermedad. En segundo lugar, las personas tienden a considerar el hecho de la enfermedad desde las perspectivas de su propia cultura, y basándose en parte de estas perspectivas suele responder ante la enfermedad con modos previsibles. En tercer lugar, la sociedad crea una serie de instituciones para tratar sistemáticamente aquellas enfermedades que aparecen en su grupo. Estas instituciones pueden ser relativamente simples o altamente complejas como los actuales centros hospitalarios. En cuarto lugar, podemos afirmar que el tratamiento médico de la enfermedad incluye algo más que la simple aplicación del conocimiento médico por medio de instituciones. En nuestra sociedad las instituciones que proporcionan asistencia médica están apoyadas por muchas más organizaciones tales como las de asistencia sanitaria, que han surgido como el propósito para una terapéutica efectiva. Por estas razones, todos son temas factibles de abordar desde un análisis interpretativo de la salud ya que la distribución de las enfermedades en la sociedad, de las perspectivas culturales de la enfermedad y de las formas de mantenimiento de la salud, de los roles, actitudes y valores que surgen de la organización social para enfrentar a la enfermedad.

La ecología humana demuestra que la salud y la enfermedad no constituyen simples estados opuestos, sino diferentes niveles de adaptación del organismo al ambiente en el que vive y que los mismos factores que fomentan esta adaptación pueden actuar en sentido contrario produciendo la inadaptación que representa a la enfermedad. La enfermedad puede aparecer como resultado de unas intricadas influencias entre el hombre y su medio. El alimento que toma, el aire que respira, los rasgos genéticos con los cuales nace, la tensión física y mental a la cual se encuentra sometido. Así, todo influye para determinar si estará sano o enfermo. Queda claro que la medida de la salud no es la utópica ausencia de toda enfermedad sino la capacidad de desenvolverse con eficiencia dentro de un cierto ambiente. En este cambio constante, la buena salud entraña un proceso de adaptación continua de virus, bacterias, priones, hongos y parásitos a los estímulos, presiones y problemas que desafían diariamente a la humanidad. De acuerdo a lo anterior, el estudio de la salud y la enfermedad no pueden realizarse en la persona ni en la población de manera desintegrada sino deberá verse como un todo integrador. Un problema de salud deja de ser individual y se convierte en colectivo a partir de que su solución se convierte en una estrategia socialmente organizada.

Consideraciones Finales


Estimar que la salud es sólo una característica biológica o social no es adecuado, puesto que se reduce únicamente a una parte de lo que puede representar este proceso. La noción de la salud de una persona implica, entre otros, ideas en la variación y desadaptación. Por tanto, no puede afirmarse que la salud sea el estado de ausencia de enfermedad ni viceversa. Salud y enfermedad son considerados como dos grados extremos de la variación biológica, son resultado del éxito o del fracaso del organismo para adaptarse física y socialmente a las condiciones de su ambiente. De acuerdo a esta concepción, la noción de salud puede ser remplazada por un estado compensado o de equilibrio dinámico. En el estado de compensación, el organismo tiene la posibilidad fisiológica de incluir una agresión externa en tal forma que quede limitada y no alcance a provocar el desequilibrio percibido como enfermedad. De esta manera la noción de salud es también reflejo de capacidades orgánicas de tolerancia de compensación y de poder de adaptación. Al contrario cuando se pasa a un estado patológico se expresa un desequilibrio, una descompensación, una desadaptación una intolerancia a agentes agresores externos sean éstos de cualquier naturaleza, ya sea biológica o sociocultural. La noción de descompensación implica, que los diversos mecanismos por los cuales el organismo habría podido contrarrestar la agresión actúan de manera negativa amplificando los fenómenos patológicos. Por tanto, es posible juzgar que la concepción de normalidad y anormalidad, de la salud y la enfermedad, implica un conjunto complejo de procesos, biológicos y sociales, los cuales integran un sinnúmero de elementos de la biología, fisiología, ecología, antropología, sociología y la dimensión económica en donde están insertas las personas que conforman al grupo social en cuestión, así es posible estimar que la noción de salud y enfermedad que cada persona experimente estará acorde a los elementos biosociales totales que conformen el estimado de la vida humana.

[1] Un ejemplo de problema de salud, lo vemos con el embarazo, el cual en sí mismo no es una enfermedad, sin embargo, la persona embarazada puede percibir molestias, riesgos y alteraciones en su vida cotidiana. <<

[2] En este sentido, es importante mencionar que los conceptos de enfermedad han variado de acuerdo al grupo social y época que se pretenda estudiar. <<