Factores de riesgo que predisponen a padecer hipertensión arterial en mayores de 20 años
Risk factors predesposing To hypertension in people over 20 years old

Resumen

En México en el año 2000 la prevalencia informada de hipertensión arterial sistémica entre los 20 y 69 años fue del 30.05%, es decir más de 15 millones de mexicanos, en dicho grupo de edad. Lamentablemente el 61% de los hipertensos detectados en la encuentra nacional 2000, desconocieron ser portadores del mal, situación que es de extrema importancia ya que, en general, en México el paciente acude al médico cuando ya han transcurrido varios años desde el inicio de su hipertensión y probablemente ya habrá en su mayoría algún grado de daño a órganos blancos. De acuerdo a la Organización Mundial de la Salud (OMS, 2013) a nivel mundial, uno de cada tres adultos tiene hipertensión arterial, este trastorno causa aproximadante la mitad de todas las defunciones por accidente cerebrovascular o cardiopatía. Se considera que este problema fue la causa directa de 7.5 millones de defunciones en el 2004, lo que presenta el 13% de la mortalidad mundial. Si no se controla, la hipertensión puede provocar un infarto al miocardio, un ensanchamiento del corazón y a la larga una insuficiencia cardiaca.


Palabras clave: mortalidad, prevención, complicaciones, estudios, Vito de Atotonilco.

Abstract

In Mexico in 2000, the reported prevalence of hypertension between 20 and 69 years was 30.05%, ie more than 15 million Mexicans in this age group. Unfortunately 61% of hypertensive detected in 2000 is national, disowned be carriers of evil, a situation that is extremely important because, in general, in Mexico the patient comes to the doctor when several years have passed since the beginning of his hypertension and probably already mostly some degree of damage to target organs. According to WHO globally, one in three adults has high blood pressure, this disorder causes about half of all deaths from stroke or heart disease. It is considered that this problem was the direct cause of 7.5 million deaths in 2004, which has 13% of global mortality. If left uncontrolled, hypertension can lead to myocardial infarction, an enlargement of the heart and eventually heart failure, which is why the importance of talking about this subject in this way to raise awareness.


Keywords: mortality, prevention, complications, studies, Vito Atotonilco

 

Introducción

Las Enfermedades Crónicas, el diagnóstico inoportuno, mal apego al tratamiento, así como la falta de seguimiento y control de las mismas tiene consecuencias devastadoras, tal es el caso de las complicaciones de la Hipertensión Arterial, que de acuerdo con OMS (2013) uno de cada tres adultos del mundo tiene hipertensión.

Por todas las complicaciones y las manifestaciones, así como los cambios fisiológicos que representa la hipertensión arterial, hacen necesario provocar un continuo control de la enfermedad, la prevención permite impactar positivamente en la disminución de la tasa de morbilidad por este padecimiento, de aquí la importancia de determinar los factores de riesgo para padecer dicha enfermedad.

Por lo antes mencionado, la pregunta de investigación es: ¿Cuáles son los factores de riesgo que predisponen a padecer hipertensión arterial en mayores de 20 años?

Los factores de riesgo son aquellas variables de origen Biológico, Físico, Químico, Psicológico, Social y  Cultural Que influyen más frecuentemente en los futuros candidatos a presentar una enfermedad (Guadalajara, 1997).

La posibilidad de que una persona desarrolle presión alta se le conoce como factor de riesgo y el conocimiento de éste o estos factores de riesgo son claves para prevención, manejo y control de la hipertensión arterial (Huerta, 2001).

La hipertensión arterial (HTA) es una enfermedad crónica de etiología multifactorial y que se caracteriza por el aumento sostenido de las cifras de presión arterial (PA), ya sea sistólica (PAS), diastólica (PAD) o ambas, por encima de los valores considerados normales (Bertomeu & Morillas, 2003).

La HTA duplica el riesgo de cardiopatía isquémica, muerte súbita y enfermedad vascular periférica. La enfermedad hipertensiva afecta al 25%-35% de la población adulta, llegando a alcanzar por encima de los 65 años al 50% de la población y en mayores de 80 años a un 75% (Saban & Sánchez, 2012).

El 95% de las hipertensiones que observamos en la clínica no tienen una etiología definida, constituyen la llamada hipertensión arterial esencial, también denominada primaria o idiopática, mientras que el 5% son secundarias a diversas causas entre las que destacan por su frecuencia las inducidas por drogas o fármacos (Bertomeu y Morillas, 2003).

 En México en el año 2000 la prevalencia informada de hipertensión arterial sistémica entre los 20 y 69 años fue del 30.05%, es decir más de 15 millones de mexicanos, en dicho grupo de edad. Lamentablemente el 61% de los hipertensos detectados en la encuentra nacional 2000, desconocieron ser portadores del mal, situación que es de extrema importancia ya que, en general, en México el paciente acude al médico cuando ya han transcurrido varios años desde el inicio de su hipertensión y probablemente ya habrá en su mayoría algún grado de daño a órganos blancos (Rosas et al., 2004).

En realidad, la HTA debe considerarse un síndrome en el que la elevación de la tensión arterial es solo uno de sus componentes, al que se agregan alteraciones lipídicas, disfunción endotelial, tendencia protrombótica, resistencia a la insulina e intolerancia a la glucosa, cambio en la estructura y función del ventrículo izquierdo, alteraciones en la reserva funcional renal y reducción de la compliance arterial (Argente, 2010).

De acuerdo con la OMS (2013), el límite para definir a un paciente como hipertenso, es ≥ 140 mm Hg en la presión sistólica y/o una elevación ≥ de 90 mm Hg en la diastólica (Rosas et al., 2004).

Los factores de la hipertensión arterial esencial (HTA) son obesidad, ingesta elevada de alcohol, ingesta elevada de sal (>6 gramos), edad y sexo, sedentarismo, estrés, ingesta baja de potasio e ingesta baja de calcio (Macías et al., 2003).

Otros factores asociados con mayor riesgo de desarrollar hipertensión arterial son: Hijos de hipertensos, Hijos de obesos, PA limítrofe, Edad ≥50 años, Alteraciones metabólicas (dislipidemia, resistencia a la insulina, diabetes, hiperuricemia), Bajo peso al nacer, Taquicardia en reposo (>85 latidos/minuto), Raza negra, Región geográfica y Bajo nivel socioeconómico (Zanchetti, 2001).

 

La obesidad ha sido ampliamente reconocida como un factor de riesgo para el desarrollo de HT. El mecanismo por el cual la obesidad y la distribución de la grasa a nivel abdominal provocan un mayor riesgo de HTA no es conocido. Se ha observado que la pérdida de peso se correlaciona con una disminución de las cifras de presión arterial (Macías et al., 2003).

 

La resistencia a la insulina es un trastorno metabólico que se manifiesta por una reducción en la utilización de la glucosa en el musculo esquelético periférico. El hecho de que ciertos grupos étnicos no presenten asociación entre la resistencia a la insulina y la hipertensión significa probablemente, que están participando tanto mecanismos genéticos como ambientales. No todos los individuos que presentan resistencia a la insulina son hipertensos y la mayoría de los hipertensos no obesos no presentan resistencia a ella. Sin embargo ambas alteraciones se presentan juntas con una frecuencia mucho mayor de lo que se esperaría por azar (Macías et al., 2003).

En estudios epidemiológicos han establecido una relación entre el consumo de alcohol y la HTA, en ambos sexos y para todos los tipos de bebidas alcohólicas. Estudios randomizados muestran que la reducción del consumo de alcohol disminuye los niveles de presión arterial en pacientes hipertensos en tratamiento farmacológico como en aquellos que no reciben tratamiento. Se han descrito varios posibles mecanismos por los que el alcohol media su efecto en la presión arterial:

 

 

El consumo excesivo de alcohol se relaciona con un aumento de la presión arterial, asi como arritmias cardiacas y miocardiopatía dilatada (Macías et al., 2003).

 

La ingesta excesiva de sal induce a la hipertensión por aumento del volumen sanguíneo y de la precarga, lo cual eleva el gasto cardiaco (Macías et al., 2003).

Edad y sexo. La prevalencia de HTA en el varón aumenta progresivamente hasta la década de los 70  en que se mantiene o aún se reduce ligeramente. En mujeres el incremento mayor se produce en la década de los 50, aumentando progresivamente hasta la década de los 80 (Macías et al., 2003).

Sedentarismo. Varios estudios han demostrado que el ejercicio regular y la actividad física se asocian con niveles menores de presión arterial y menor prevalencia de HTA. El ejercicio físico previene y restablece las alteraciones en la vasodilatación dependiente del endotelio que aparecen con la edad (Macías et al., 2003).

El estrés es un estimulante evidente del sistema nervioso simpático. Los individuos hipertensos y los que probablemente presentaran hipertensión sufren mayor estrés o responden al de una manera diferente.  Existen estudios que avalan que las personas expuestas al estrés pueden desarrollar hipertensión más frecuentemente que quieres no lo sufren (Macías et al., 2003).

La ingesta baja de potasio (K) en la dieta puede ser un factor para el desarrollo de HTA y de accidentes cerebrovasculares. Posiblemente el K  desempeña un papel en la prevención de la HTA, pero es improbable que sea tan importante como otros factores, los suplementos de K tienden a disminuir la presión arterial en pacientes hipertensos (Macías et al., 2003).

El calcio (Ca) participa en numerosas funciones orgánicas, incluyendo la conducción de los impulsos nerviosos, la contracción muscular, la coagulación y la permeabilidad de las membranas celulares. Existen varios estudios que han documentado reducciones significativas de la presión arterial con los suplementos de Ca (Macías et al., 2003).

Tabaquismo puede elevar de forma transitoria, la presión arterial. El uso crónico del tabaco no se ha asociado con un incremento de la incidencia de HTA. Los fumadores habituales, generalmente tienen niveles más bajos de presión arterial que los no fumadores. El tabaco se debe evitar en la población en general, y en hipertensos en particular, ya que aumenta marcadamente el riesgo de enfermedad coronaria y parece estar relacionado con la progresión hacia insuficiencia renal (Macías et al., 2003).

En una minoría de casos existen indicios de una etiología identificable productora del cuadro de hipertensión arterial secundaria (Argente, 2010). Las causas principales son:

 

Renales: se engloban en dos grandes grupos. El primero esta originado por un factor isquémico producido por una estenosis de la arteria renal o sus ramas y el segundo está definido por las nefropatías parenquimatosas (Argente, 2010).

Cardiovasculares: se circunscriben a la presencia de una coartación de aorta, una malformación en el desarrollo del aparato vascular (Argente, 2010).

Medula suprarrenal: se genera por la presencia de un tumor secretor de catecolaminas ubicado en ese órgano (Argente, 2010).

Corteza suprarrenal: es tanto la secreción exagerada de glucocorticoides como de mineralocorticoides o ambas a la vez, pueden ocasionar cuadros de hipertensión arterial secundaria (Argente, 2010).

Iatrogénicas: los fármacos pueden ser responsables del cuadro (Argente, 2010).

 

El bajo nivel socioeconómico y educacional favorece el desarrollo de la hipertensión, y contribuye a que se la reconozca y se la trate menos (Cangiano, 1994). Es necesario que los gobiernos, las asociaciones médicas y los organismos no gubernamentales vinculados con el cuidado de la salud inicien o refuercen medidas de alcance poblacional (The National High Blood Pressure Education Program Working Group, 1993).

Evaluación diagnóstica

La hipertensión arterial es una enfermedad controlable, de etiología múltiple, que disminuye la calidad y expectativa de vida. La PA parece relacionarse en forma lineal y continua con el riesgo cardiovascular (Stamler et al., 1989), aunque esta relación puede variar en distintas poblaciones (Van den Hoogen et al., 2000).

Los procedimientos diagnósticos deben ser encaminados a establecer los niveles de presión, identificar las posibles causas de hipertensión secundaria y evaluar el riesgo cardiovascular total al investigar otros factores de riesgo, daño a órganos blanco, enfermedades concomitantes o condiciones clínicas acompañantes [Rosas et al., 2004].

Los procedimientos diagnósticos implican: Determinaciones repetidas de la presión arterial,  Historia clínica, Exploración física, Exámenes de laboratorio y gabinete, algunos de los cuales deben ser considerados como rutina en todo paciente con presión arterial elevada (Rosas et al., 2004).

El tratamiento no farmacológico de la hipertensión arterial comprende medidas idénticas a las de su prevención primaria y secundaria, con diferencias en el rigor con que se instrumentan, según cada paciente. Consisten en disminuir el peso corporal si está aumentado, consumir menos sodio y más potasio, practicar regularmente ejercicios aeróbicos, beber menos alcohol y dejar de fumar. El cumplimiento ideal de estas medidas permitiría disminuir la PA sistólica en 5-10 mm Hg, que equivalen al descenso promedio que se obtiene con la monoterapia medicamentosa (Stamler, 1997).

Material y métodos

Descriptivo, ya que sólo se analiza la información obtenida y se reporta, así como Pro-lectivo por la obtención de la información por medio de encuestas.

 Se realizara un estudio observacional descriptivo transversal en 100 personas mayores de 20 años de la comunidad de Vito de Atotonilco

Resultados

Se espera detectar en los estratos de edad joven el problema de la hipertensión arterial, esto derivado de las hipótesis respecto a obesidad y su asociación epidemiológica con hipertensión y con diabetes

Conclusiones

Se requiere la implementación de talleres de educación para la salud donde se busque concientizar respecto a factores de riesgo para hipertensión arterial y sus enfermedades asociadas.

Existe correlación entre el aspecto cultural, estilos de vida y la hipertensión arterial

Referencias

Argente, H. & Álvarez, M. (2010). Semiología Medica: fisiopatología, semiotecnia y propedéutica. Buenos Aires: Medica Panamericana. 

Bertomeu, M. & Morillas, P. (2003). Criterios y sospecha de la HTA. Monocardio , 5 (3), 177-196

Cangiano JL. (1994). Hypertension in hispanic americans. Cleveland Clinic Journal of Medicin, 61 (5), 324-350.

Guadalajara, B.J.F. (1997). Cardiología. México: Méndez Editores.

Huerta, B. (2001). Factores de riesgo para la hipertensión arterial. Instituto Nacional de Cardiología, 71 (1), 1-3.

Macías, C. & Lázaro, E. (2003). Etiología y fisiopatología de la hipertensión arterial. Monocardio, 5 (3), 141-147.

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Rosas, M., Pastelin, G., Martinez, J., Bertomeu, M & Morillas, P. (2004). Criterios de sospecha y diagnóstico de la HTA secundaria. Monocardio, 74 (3), 134-157.

Saban, J. & Sánchez, O. (2012). Control global del riesgo cardiometabolico. Madrid: Ediciones Díaz de santos.

Stamler, J. (1997). The intersalt study background, methods, findings and implications. The American Journal of Clinical Nutrition, 65 (2), 626-642.

Stamler, R., Stamler, J. & Gosch F. (1989). Primary prevention of hypertension by nutritional hygienic means. Journal of the American Madical Association, 262 (13), 1801-1807.

The National High Blood Pressure Education Program Working Group. (1993). Report of primary prevention of hypertension. Archives of Intenal Medicine, 153 (2), 186-208.

Van den Hoogen, P., Feskens, E. & Nagelkerke N, (2000). For the seven countries study group. The relation between blood pressure and mortality due to coronary heart disease among men in different parts of the world. The New England Journal of Medicine, 342 (1), 1-8.

Zanchetti, A. (2001). Consenso Latino Americano sobre hipertension arterial. Journal of Hypertension, 6 (2),4-5.

 

Correo de Correspondencia: yanet_6593@hotmail.com

[a] Estudiantes de la Licenciatura de Médico Cirujano del Área Académica de Medicina [ICSa – UAEH] Instituto de Ciencias de la Salud Universidad Autónoma del Estado de Hidalgo México.

[b]Profesora Investigadora de Tiempo Completo del Área Académica de Medicina [ICSa – UAEH] [Asesor del proyecto]. Instituto de Ciencias de la Salud Universidad Autónoma del Estado de Hidalgo México.

[c] Profesor Investigador de Tiempo Completo del Área Académica de Medicina [ICSa – UAEH] Instituto de Ciencias de la Salud Universidad Autónoma del Estado de Hidalgo México [Director del proyecto].