Infidelidad: Proceso natural del ser, realidad social y sufrimiento garantizado

Resumen

Estas líneas nos permiten conocer aportes teóricos y prácticos del fenómeno social de la infidelidad, aportes -desde la familia, sociedad, religión, ciencia y género entre otros- que guían y afectan a los sujetos en su cotidianidad.

Las investigaciones que se han realizado en el tema, nos permiten cuestionarnos y profundizar sobre la vigencia de la monogamia o la continuidad de la simulación del fenómeno de análisis, ya que comúnmente el ser humano sufre alguna vez en su vida el fenómeno social de la infidelidad.


Palabras clave: Infidelidad, sufrimiento, monogamia, fenómeno social.

Abstract

These lines let us know the theoretical and practical contribution about the infidelity social phenomenon, contributions – since family, society, religion, science and gender among others – that guide and affect to the subjects on their quotidian life.

The investigations that have been done about the topic, let us ask ourselves and go deep about the monogamy validity or the phenomenon of analysis simulation continuity, since commonly the human being suffers at certain point of the life the infidelity social phenomenon.


Key words: Infidelity, suffering, monogamy, social phenomenon.

¿Problemática o realidad social?

La infidelidad se considera un crimen en algunas sociedades y el castigo es muy amplio: desde la separación de la pareja hasta la lapidación en público. La infidelidad es en muchas ocasiones un tabú, pero es muy practicada en todas las clases sociales. No se habla abiertamente, no se profundiza en el tema, pero está presente en la vida de millones de parejas -reyes, políticos, artistas y población común-.

Una problemática o realidad social detectada es la amplitud y vaguedad con que se maneja el concepto de la infidelidad. La laxitud de la definición se debe particularmente a que el Estado, la Iglesia y la ciencia definen el “fenómeno social” -si se me permite el término-, con múltiples paradigmas; es decir, cada quien desde su postura. Y no existe una definición aceptada mundialmente porque el tema es inmensamente complejo de entender.

Otro punto que me gustaría mencionar con respecto a la problemática o realidad social de la infidelidad es la recurrencia del tema en el consultorio. Por ejemplo, recuerdo un caso –de muchos-: Un paciente, “Z”, narró que al llegar a casa después de su jornada de trabajo, encontró a su pareja manteniendo relaciones sexuales con otro. “Z” quedó tan confundido que al paso de los meses perdió su trabajo, se separó y se enfrascó en el vicio del alcohol, lo que llamamos “microsuicidio”.[i] El enojo, la rabia y, por consecuencia lógica, el sufrimiento lo cegaron hasta perder todo: familia, trabajo, casa y amigos. La adicción al alcohol por la infidelidad lo consumió.

El tema de la infidelidad es muy amplio, pero en este ensayo –uno de tres-, sólo se consideran las problemáticas mencionadas previamente. Particularmente el concepto. No se pretende gestar uno, definir los castigos, ni dar soluciones mágicas a las personas que lo padecen. La intención radica en mostrar que la infidelidad es una realidad social que está presente en todas las clases sociales, que tiene un concepto muy ambiguo y que condenarla sería como escupir al cielo, porque me llega a la mente el dicho popular que reza: “No digas que de esa agua no has de beber, porque te puedes atragantar”.

 

Justificación de las líneas

La justificación de escribir y profundizar en el tema, sienta sus bases en tres puntos. El primero de ellos consiste en que el fenómeno social de la infidelidad es un problema que no es abordado correctamente en algunos rubros. La proliferación de expertos en la materia es una problemática que se ha visto incrementada en años recientes. La infidelidad se ha convertido en moneda corriente. En los medios impresos, en la radio, en la televisión y por supuesto en internet, se trata el caso de la manera más cotidiana, y en la mayoría de las ocasiones se presentan opiniones sin sustento sólido, sin ningún trabajo teórico ni empírico en la materia, aun así, las personas que hacen los comentarios se autonombran expertos.

No se pretende criticar algún artículo en especial, ni suponer que los argumentos presentados en esta primer parte del ensayo son mejores. La intención al mencionar la falta de profesionalismo y ligereza con que se trata el tema, se debe a que la gente que ha vivido la infidelidad, muchas veces cree en este tipo de “expertos”[ii] y al final queda aún más confundida; es decir, en muchas ocasiones el tema se trata sin el respeto y la importancia adecuada.

Un segundo punto que avala la justificación del tema radica principalmente en el sufrimiento que produce la infidelidad en la pareja. El incidente es un tabú que no se puede compartir tan fácilmente, y cuando se hace o se descubre, sus consecuencias son catastróficas. El infiel tiene un sentimiento de culpa que lo quema por dentro y la pareja se siente herida hasta lo más íntimo de su ser. El incidente no es nada fácil de superar en la relación de pareja ya que socialmente es muy condenado. Al infiel se le marca y castiga sin piedad, sin saber las razones que lo llevaron a cometer el acto.

La tercera justificación que incita a realizar estos ensayos se centra en mostrar la ambigüedad de la definición del tema, porque mientras para la Iglesia es condenado, para la ciencia es un acto innato; y el Estado, por su parte, no define su postura, si lo hace, normalmente es de acuerdo a su conveniencia política, no de la problemática. Estas posiciones crean confusión en la población y no permiten comprender que la infidelidad es en muchas ocasiones un proceso natural del ser, una realidad social que garantiza sufrimiento en la relación de pareja, es un acto que debe de considerarse detalladamente antes de realizarlo, o aceptar que la monogamia está llegando a su fin y es imposible para muchos seres humanos.

La infidelidad desde los cuatro puntos cardinales: religión, estado, cultura y ciencia

Definir y acuñar el concepto de infidelidad es pecar de soberbia y contradecir lo expresado previamente. No se pretende crear un concepto de la infidelidad porque el fenómeno social es infinitamente profundo de estudiar. Una de las muchas respuestas a la complejidad del concepto es que se trata de una problemática social y el ser humano es lo más complejo de indagar. Las causas de la infidelidad en la pareja son infinitas y cada una requiere de su propio proceso de análisis.

En el consultorio se trabaja muchas veces el “sufrimiento del ser”, y algunos procesos son muy difíciles de explorar, pero la diferencia con la infidelidad es que ésta se vive en el “aquí y ahora”. Cuando se entera de la infidelidad, la persona se desmorona en lo más profundo de su ser, muy probablemente por los constructos que le han sido introyectados desde su contexto familiar. En los siguientes párrafos, se pretende mostrar el escenario que la sociedad le ha construido a la infidelidad, para ello se abordarán los conceptos que presentan la Religión, la cultura, el Estado y la ciencia.

La torre de la religión

Una parte muy amplia de la religión cristiana condena la infidelidad. Por ejemplo, La Biblia narra la ocasión en que el profeta Moisés subió al monte Sinaí y recibió de manos de Dios dos tablas de piedra que contenían diez mandamientos. El sexto mandamientos dice: “No cometerás adulterio” Ex 20, 14; Dt 5, 17. Inclusive consideran adulterio el simplemente mirar a una mujer: “Habéis oído que se dijo: ‘No cometerás adulterio’. Pues yo os digo: Todo el que mira a una mujer deseándola, ya cometió adulterio con ella en su corazón” Mt 5, 27-28.

Algo difícil de entender es que uno de los diez mandamientos condena la infidelidad, pero una parte de la población de aquella época hacía caso omiso de la “orden de Dios”.  Tiempo después -cuando Jesús predicaba- el fenómeno social continuaba. Para sostener el argumento, recordemos un pasaje de La Biblia:

“Los maestros de la ley y los fariseos llevaron una mujer que había sido sorprendida en adulterio. Colocándola en medio, dijeron: Maestro, esta mujer ha sido sorprendida en flagrante adulterio. La ley de Moisés nos manda apedrear a las adúlteras. Tú, ¿qué dices?
Le preguntaban esto para comprometerlo y poder acusarlo. Pero Jesús, inclinándose, escribía con el dedo en el suelo. Como insistían en preguntarle, se incorporó y les dijo: El que esté sin pecado, que le tire la primera piedra; e inclinándose otra vez, siguió escribiendo. Ellos, al oírlo, fueron escabulléndose, uno a uno, empezando por los más viejos, hasta el último. Y quedó solo Jesús, y la mujer en medio, de pie. Jesús se incorporó y le preguntó: Mujer, ¿dónde están tus acusadores? ¿Ninguno te ha condenado?
Ella contestó: Ninguno, Señor.
Jesús dijo: Tampoco yo te condeno. Anda, y en adelante no peques más”. Jn 8,3-11.

Los pasajes de La Biblia muestran que la infidelidad ha existido desde tiempos ancestrales y aunque hubo prohibición por mandato divino, algunos pobladores hicieron caso omiso del mandamiento. Y para ser justos, se condenaba principalmente a la mujer. Los jerarcas de la Ley e Iglesia imponían penas severas al género femenino.

Aún en la actualidad, en la liturgia del matrimonio, la Iglesia continúa machacando a la población con el mandamiento del adulterio. Recordemos que en la celebración, el sacerdote hace un interrogatorio a los contrayentes. Una de sus preguntas es: ¿Os comprometéis a quereros y guardaros fidelidad durante toda la vida? Me pregunto: ¿Quién se atreverá a decir “no” frente a su familia y la de su prometida?

La torre del estado y sus instituciones

Las instituciones representan a los encargados del orden establecido –Estado, Religión y ciencia- que organizan, protegen y dan seguridad a los individuos en su vida caótica y amenazante. El ser humano ha tenido instituciones que regulan su vida desde hace siglos y sin éstas la cotidianidad sería un caos[iii] pues fueron creadas para protección del mismo hombre.[iv] Sin instituciones el mundo sería sólo relación de fuerzas y sería inconcebible cualquier civilización.[v] Los sujetos están obligados a cumplir los marcos establecidos porque desviarse de sus reglas, o criticarlas, los llevaría al castigo externo e interno. Cualquiera que amenace el orden establecido en la institución corre el peligro de ser expulsado del grupo porque son instituidas por la divinidad o por los hombres, aunque en ocasiones se opongan a lo establecido por la naturaleza. Fernández (1996), Enriquez en Kaës (1989) y Kaës (1989).

Como podemos apreciar, el Estado –así como la Religión y la ciencia- se apoya en las instituciones para proteger, pero también para reprimir e imponer sus leyes. En cuanto a nuestro punto nodal, el Estado condena y reprime a su población cuando se juzga la infidelidad, pero principalmente hace lo que le es políticamente favorable; es decir, utiliza la problemática social de acuerdo a su conveniencia. En los próximos ensayos veremos la manera en que el Estado manejo la infidelidad de un Presidente –Clinton- y un Príncipe –Carlos-

La torre de la cultura

La infidelidad está condenada en varias culturas del mundo. Las sanciones van principalmente contra la mujer, aunque de forma muy sutil también existen castigos hacia el género masculino. Según Orlandini (2003:120):

“En la antigua Mesopotamia, entre los años 1800 a 1100 a.c. se acostumbraba castigar con la muerte o mutilar la nariz de la mujer adúltera… […] En la antigua Roma la fidelidad femenina era una cuestión de Estado, y la ley instaba a la familia y los vecinos a denunciar los adulterios, so pena de sufrir la pena de proxenetismo. Entre los pueblos germánicos de la edad media, las damas adúlteras podían ser estranguladas, quemadas vivas o lanzadas al río con una piedra al cuello, y si los dioses no les concedían la gracia de flotar, la culpa quedaba confirmada… […] En el siglo XIX una mujer francesa podía ser encarcelada por dos años debido al cargo de adulterio”.

Y una vez más, siendo justo y congruente con el análisis, se condena y abusa más del género femenino. Los castigos han sido aberrantes a lo largo de la historia de la humanidad. Inclusive en pleno siglo XIX las penas que imponen algunas culturas son infrahumanas. Para sustentar el argumento, se trae a escena la película titulada, “La ejecución de Soraya”, que en nuestro país fue proyectada en la Cineteca Nacional en el año 2010. El filme está basado en una historia real que sucedió en Irán en 1986. La película plantea la situación de las mujeres en el mundo islámico, quienes pueden ser lapidadas cuando son acusadas de adulterio. La infidelidad es considerada un crimen por la Sharía, el código de leyes del integrismo islámico. En la trama se puede notar la manera tan inhumana del sistema jurídico de aquella región del mundo, el cual denigra a la mujer y favorece de forma aberrante al género masculino.

Pero el mundo islámico no es el único que condena y castiga severamente la infidelidad como se mostró en la cita previa. Existen culturas que sus castigos son dirigidos tanto para hombres como mujeres. En la cuna del Budismo, (Orlandini, 2003) “en la India se mataba a la mujer y se emasculaba al varón. En Japón el código de honor obligaba al suicidio de los infieles”. Estas dos culturas, que comparten preceptos de la misma religión, castigaban por igual la infidelidad.

El continente Americano no es ajeno a los castigos por la infidelidad, (Orlandini, 2003:120) “en el Perú precolombino los Incas mataban con su propia mano a la mujer de su harén que les pusiera los cuernos”. Si ponemos atención, en esta cultura se permitía que los hombres tuvieran más de una mujer, al igual que las sociedades patriarcales como nuestro México. En la época de la colonia, los invasores de España tenían relaciones sexuales con esclavas, sirvientas, prostitutas y concubinas; lo curioso de esta práctica es que no existen registros de que se les considerara adúlteros a los hombres.

Aunque las penas y castigos han mutado en diversas culturas del orbe, en muchas regiones del mundo aún se siguen practicando los castigos severos por la infidelidad, y aún el género femenino es el más condenado.

La torre de la ciencia: psicología evolutiva, biología, medicina, psicoanálisis y literatura

Para delimitar la infidelidad desde las ciencias, consultamos artículos y libros que han analizado el fenómeno desde su postura. Es importante mencionar que aunque en muchos de sus “descubrimientos” dan herramientas para profundizar en el tema, también es cierto que inclinan la balanza hacia su propio paradigma.

La psicología evolutiva nos dice que el ser humano tiene la capacidad de enamorarse, pero no para siempre y “es ´natural´ para el ser humano, a veces y bajo ciertas circunstancias, cometer adulterio y/o encontrar desagradable a su pareja”. Zumaya (2006:24). Una parte de la teoría evolutiva, Romero-Palencia et al. (2008:14-21) afirma que el ser humano cuenta con tres premisas comprobadas en diversas partes del mundo:

“[…] los hombres poseen un mayor deseo de variedad sexual de parejas que las mujeres; éstas requieren más tiempo que los hombres para consentir un intercambio sexual; los hombres buscan en mayor medida que las mujeres varias relaciones a corto plazo”.

Tanto Zumaya como Romero-Palencia sostienen con base en su paradigma científico que, por naturaleza, los humanos son infieles, pero los hombres son más propensos, más volátiles.

De cierta manera, los biólogos apoyan la propuesta de la psicología evolutiva, aunque posicionan de mejor manera al género femenino. En sus estudios, suponen que la infidelidad es natural e innata y coinciden en que los hombres son más infieles, pero por la capacidad femenina de concebir y criar a los hijos, tanto en el reino animal como en algunas sociedades humanas, las hembras aseguran mayor protección y recursos para sus hijos cuando tienen varios amantes. (Orlandini, 2003). Es decir, son más responsables.

Continuando con la biológica-evolutiva de la especie humana, el psicoanálisis reconoce la parte animal en el ser humano. Esta disciplina afirma que “la tendencia a sustituir a esa persona es muy fuerte y se sostiene, en parte, en las exigencias de la pulsión. Exigencia que se puede concretar en la infidelidad”. Velasco (2007). Este autor invita a preguntarnos por las pulsiones que nos impulsan a desear a otro, u otra. Entendiendo la pulsión como el instinto animal que tenemos.

Cabe reconocer que la parte de la pulsión que aporta el psicoanálisis es importante y poco estudiada desde afuera de su paradigma psicoanalítico. Veo en este punto ciego una veta para un análisis futuro desde la gestalt, que estudia las sensaciones y los sentimientos.

Para ser más específicos, pido al lector que recuerde un evento donde tuvo un encuentro con aquella persona que le producía sensaciones en el cuerpo con solamente verla. Recuerden cómo se sonrojaban, cómo se les aceleraba el corazóny sentían un hueco en el estómago. Probablemente se humedecían o comenzaba la erección. Todas esas sensaciones son de instinto animal y aunque hay quienes las controlan, la mayoría de esas sensaciones emergen de forma natural. Podríamos pensar que estas sensaciones son limitadas y reprimidas en muchos espacios de la convivencia cotidiana, pero en la intimidad los instintos emergen asociados a la fantasía de poseer al otro o la otra, ya sea en la vigilia o el sueño. La fantasía es algo que nos diferencia de los animales: en la oficina y escuela así como en cualquier lugar puedo fantasear con la chica de la portada de la revista de playboy, mi vecina o con quién me atraiga sexualmente.

La medicina también aporta al estudio de la infidelidad, principalmente desde la neurología. En un análisis que se llevó a cabo durante al menos cinco años con parejas heterosexuales -más de 1,000 donde había 550 gemelos-, se reveló que los hombres con dos copias del alelo 334 –el cual se encarga del receptor de la arginina, una hormona básica que se produce naturalmente y que está presente en el cerebro de la mayoría de los mamíferos-, han tenido en su vida más crisis de pareja y sus esposas afirmaron que están más insatisfechas. Según WalumHasse–uno de los responsables de la investigación- el descubrimiento radica en que “es la primera vez que se asocia la variante de un gen específico con la manera en como los hombres se comprometen con sus parejas”.[vi] Esta investigación -incorporada a las de la psicología evolutiva, biología y psicoanálisis- nos encamina a pensar que la infidelidad es un instinto animal que está en la naturaleza del ser; aunque el ser humano no es solamente un ser biológico, también es un ente social.

Las ciencias sociales también hacen su aporte al estudio en caso. Nichols (1988 citado en Zumaya, 2006), afirma que la infidelidad es: “un intento por ´calentar´ un matrimonio que se ha enfriado”. Es decir, el infiel intenta mejorar la relación con su esposa, “encontrar aspectos emocionales perdidos en la relación de pareja relacionándose con un tercero, de modo que la vida sea más llevadera tanto con él o la amante como con la pareja”. Zumaya (2006:64). Los aspectos positivos de la infidelidad, también los podemos encontrar en algunas obras de la literatura que a continuación comentamos.

Aportaciones de la literatura

Es pertinente incluir en este ensayo las aportaciones que algunos escritores han hecho al fenómeno de la infidelidad. Si bien es cierto que la literatura tiene la libertad de escribir sin la rigurosidad de un método científico, también es cierto que en muchas ocasiones los escritores retratan fehacientemente la cotidianidad del ser. Además, muchos de sus trabajos relacionados al tema son autobiográficos y coinciden con el método de historia de vida. Por tal motivo se incluyen seis libros fundamentales para entender el fenómeno de la infidelidad.[vii]

El primer libro que es pertinente mencionar es: Esposas y amantes de los Presidentes. Preferencias y Estilos Sexuales. De Truman a Clinton, del autor John Michael Berecz. El texto fue publicado en 1999 y refleja parte de la biografía de algunos presidentes de los Estados Unidos. Considero que es un buen texto, primero porque permite conocer a los presidentes y su relación íntima con el sexo opuesto; y segundo porque permite cuestionarnos sobre los presidentes de México, que han sido tan protegidos en su intimidad negando cualquier anomalía en sus relaciones de pareja. ¿Será que los presidentes mexicanos no conocen la infidelidad?

Un segundo libro ampliamente recomendado es de la autora Rosa Beltrán, quién refleja una realidad que vivimos  los hombres y mujeres contemporáneos. En su libro titulado Alta infidelidad muestra a “Julián, profesor de filosofía a punto de cumplir cincuenta años, divorciado y con un hijo, que se relaciona con las mujeres hermosas por inclinación natural, con las feas por interés y con las buenas por reflexión”.[viii] Esta obra nos invita a reflexionar sobre la infidelidad y el dilema que viven muchos hombres y mujeres cuando se concentran en su desarrollo profesional dejando de lado la parte familiar.

El tercer libro que aporta claridad al fenómeno de la infidelidad es; INFIDELIDADES.CON. Antología de cuentos. Este pequeño libro reúne a “dieciséis escritores que confluyen en una treintena de relatos, todos unidos por el hilo conductor de los amores prohibidos, con un extenso abanico de pasiones que van desde lo irresistible y emocionante del engaño hasta la amargura y la sed de venganza del desengaño”.[ix] Cabe destacar que la mayoría de los cuentos son relatos muy cortos pero muy bien estructurados.

Un excelente cuarto libro que nos penetra en el mundo de la relación de pareja es La razón de los amantes, del autor Chileno Pablo Simontti. El escritor presentó su texto en la librería Gandhi de la Ciudad de México el 9 de mayo de 2008. La obra trata “de la relación que establecemos con el futuro, la ansiedad desatada por las expectativas en un polo, frente al miedo al fracaso y al abandono en el otro”.[x] Lo que considero más interesante de este libro, es la infidelidad que se da en el mundo del matrimonio tan protegido. El intruso tiene relaciones con los dos miembros de la pareja y ambos personajes se disputan al invitado.

El quinto libro que ampliamente se recomienda para entender la infidelidad del hombre es el clásico de Milan Kundera (2008) La insoportable levedad del ser. La trama consiste en que “de algún modo Tomás decide que Teresa será la mujer de su vida a pesar de que eso es precisamente de lo que siempre ha huido: el compromiso. Sabina no es sólo su amante, es también su mejor amiga, y conoce perfectamente a Tomás. En este trío amoroso cada uno se reparte un sufrimiento. Sobre Sabina cae la insoportable levedad del ser; a Teresa le cae el peso de los celos que jamás consigue hacer desaparecer. Y Tomás está a medio camino entre una y otra, y para él resulta todo mucho más difícil”.[xi] Lo interesante de este libro es que Kundera refleja una gran parte de la “personalidad de los hombres” en cuanto a la relación que desean con las mujeres. Se recomienda ampliamente a ambos géneros, pero principalmente a aquellos que deseen entender que el sexo no está ligado al compromiso.

El último libro que se recomienda para poder entender la “infidelidad por necesidad” es de la autora China Wei Hui (2000) y cabe destacar que el texto fue prohibido en su país. El libro autobiográfico menciona que ella quería creer que el cuerpo y el corazón de una mujer se pueden separar. Si los hombres podían lograrlo, ¿por qué las mujeres no?Esta es la historia de Cocó, una joven china aspirante a escritora, atrapada en un triángulo amoroso. Vive con su novio, Tiantian, un joven de una sensibilidad extraordinaria que tiene un grave problema de impotencia y que, a pesar de amar intensamente a Cocó, no puede satisfacerla sexualmente. En una fiesta, Cocó conoce a Mark, un alemán casado, con quien iniciará una aventura centrada en la mutua atracción sexual pero que, inevitablemente, se irá desplazando hacia el centro mismo de su ser. En medio del caos emocional, la voz de Cocó nos muestra cómo el amor y el deseo tienen a menudo caminos separados y transmite una inesperada y conmovedora sensación de verdad”.[xii] Verdad sobre la infidelidad que debería ser aceptada por el otro cuando hay un impedimento físico, pero que lastima hasta “el alma”. Es un libro muy emotivo para aquellas relaciones de pareja donde uno de ellos está enfermo –enfermedad crónica degenerativa- y por cuestiones de salud no pueden tener relaciones sexuales. En esta situación, el infiel sólo busca desfogar el instinto animal con tal de salvaguardar la relación de pareja. Esto es lo que consideró, “infidelidad por necesidad”.

A modo de cierre

Como se mostró y comentó en las páginas previas, tanto la ciencia como la literatura han incursionado en el fenómeno de la infidelidad. La ciencia ha estudiado el fenómeno desde su paradigma científico, pero su producción ha sido muy escasa comparada con la literatura. Cabe preguntar ¿por qué la ciencia no se interesa tan a fondo en un fenómeno social que se vive cotidianamente?, ¿por qué no hay líneas de investigación en las universidades e institutos de investigación que profundicen en el tema?, ¿será que se teme a mutar el paradigma de la monogamia?, ¿será que nos volvimos apáticos y nos resignamos a saber que existe pero no lo confrontamos, como la contaminación de los ríos y mares, el deterioro del planeta, la corrupción y engaño de los políticos; y tantas, tantas cosas más?

Por otro lado, como se pudo apreciar, la literatura es un excelente recurso para profundizar en el tema. Los escritores en muchas ocasiones vierten su tinta en relatos autobiográficos que asimilan las historias de vida que utilizamos en psicología. Por el momento, sólo presentamos seis obras de la literatura que pueden servir de guía para aquellos que intenten profundizar en el tema, dejando claro que existen demasiados libros que ahondan en el fenómeno de la infidelidad. 

Como ya se dijo al principio de este ensayo, proporcionar el concepto de infidelidad es imposible porque el fenómeno es infinitamente complejo de estudiar. La Religión, el Estado, la cultura y la ciencia tienen su propia definición del concepto, pero ningún área posee la verdad absoluta, aunque pregonen lo contrario. En nuestro caso, podemos decir que el fenómeno de la infidelidad es un constructo de estos cuatro principales pilares. No podemos entender la infidelidad sin conocer el contexto en que se lleva a cabo. En términos gestálticos es fundamental conocer el fondo para entender la figura. Debemos conocer el país, la religión, la ciencia e idiosincrasia del lugar donde se perpetró la infidelidad, así como al ser humano que culminó con el acto.

Del mismo modo en que es imprescindible conocer la figura y el fondo de la infidelidad, también lo es conocer el aquí y ahora del sujeto. Se requiere traer a escena su pasado, así como sus sueños y fantasías. Su pasado nos permitirá ver el cúmulo de experiencias que han sido introyectadas en su ser, y sus sueños y fantasías nos permitirán ver la dirección de sus ambiciones.

Una vez que nos acerquemos a la figura y fondo del sujeto y de su cotidianidad manifestada en el aquí y ahora, es recomendable conocer su personalidad y resistencias aprendidas por sus experiencias de vida.

Por último, considerando lo expresado al inicio de este apartado -no se pretende gestar un concepto de la infidelidad porque el fenómeno es infinitamente complejo de estudiar-, y obligado por cuestiones metodológicas más que personales, se procura una aproximación a lo que se considera la infidelidad en la pareja.

Una infidelidad es cuando uno de los integrantes de la pareja tiene o desea una relación con otro ser. La relación fuera de la pareja puede ser desde lo platónico hasta lo sexual, además puede ser ocasional o frecuente, pero sobretodo es un secreto para la pareja en turno.

Por último, amigo lector, este es uno de tres ensayos que se publicarán. En esta ocasión nos concentramos en el concepto, en la parte empírica y el análisis final se concentrarán las próximas publicaciones. Si tienes alguna duda, comentario o quieres compartir algo, envíalo y con gusto abriremos un respetuoso debate.

Referencias bibliográficas

Beltrán, Rosa (2006). Alta infidelidad. México: Alfaguara.

Berecz, John (1999). Esposas y amantes de los Presidentes de Truman a Clinton. México: Editorial Tomo.

Fernández, Lidia (1996). Instituciones educativas. Dinámicas institucionales en situaciones críticas. Argentina: Paidós.

Herrera, Noé (2010). "La infidelidad: ¿Qué hay detrás de ella?". Periódico virtual Noticaribe News, disponible enhttp://www.noticaribe.com.mx/bitacoras/el_divan/2010/12/la-infidelidad-que-hay-detras-de-ella.html 

Hobbes, Thomas (2006) (e.o. 1651). Leviatán o la materia, forma y poder de una república, eclesiástica y civil. México: FCE.

Kaës, René et. al. (1989). La institución y las instituciones. Estudios psicoanalíticos. Buenos Aires: Paidós.

Kundera, Milan (2008). La insoportable levedad del ser. México: Tusquets.

Orlandini, Alberto (2003). El enamoramiento y el mal de amores. México: FCE.

Romero-Palencia, Angélica; et al., (2008). “Propuesta de un Modelo Bio-Psico-Socio-Cultural de Infidelidad Sexual y Emocional en Hombres y Mujeres”. Revista Psicología Iberoamericana, Universidad Iberoamericana, Ciudad de México, vol. 16, núm. (2): 14-21.

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Simonetti, Pablo (2007). La razón de los amantes. México: Planeta.

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Wei, Hui (2000). Shanghai Baby. España: Planeta.

Zumaya, Mario (2006). La infidelidad, ese visitante frecuente. México: Libros para todos.



[a]Profesor Investigador de la Universidad Autónoma del Estado de Hidalgo

[i]Microsuicidio se da cuando un individuo se mata lentamente, ya sea por medio de una adicción, provocándose accidentes, incitando a ser lastimado, buscando deportes extremos, etc. Cabe aclarar que no todos los que practican deportes extremos, ni los adictos son microsuicidas. El término se emplea para aquellos individuos que han perdido las ganas de vivir y sólo viven por vivir, sin sueños ni esperanzas de cambiar su situación.

[ii]Ver Herrera, Noé (2010) "La infidelidad: ¿Qué hay detrás de ella?", Periódico virtual Noticaribe News, disponible en http://www.noticaribe.com.mx/bitacoras/el_divan/2010/12/la-infidelidad-que-hay-detras-de-ella.html.

[iii]Ver Herrera, Noé (2010) "La infidelidad: ¿Qué hay detrás de ella?", Periódico virtual Noticaribe News, disponible en http://www.noticaribe.com.mx/bitacoras/el_divan/2010/12/la-infidelidad-que-hay-detras-de-ella.html.

[iv]Recordemos la famosa frase “el hombre es el lobo del hombre”.Ídem.

[v]Enriquez en Kaës, René (1989) La institución y las instituciones. Estudios psicoanalíticos, Buenos Aires: Paidós.

[vi]Recuperado de http://www.elimparcial.com/EdicionEnLinea/Notas/Cienciaytecnologia/02092008/32519.

[vii]Por respeto a los autores y sus obras, hay partes de la siguiente escritura que se copiaron íntegramente y se cita su portal.

[viii]Recuperado de http://www.rosabeltran.net/index.php?option=com_content&task=blogsection&id=3&Itemid=31

[ix]Recuperado de http://www.editorialterracota.com.mx/libro.php?libro=35

[x]Recuperado de http://www.pablosimonetti.cl/razon.php.

[xi]Recuperado de http://libros.ciberanika.com/libros/R/raices.htm.

[xii]Recuperado de http://siesdestino.com/2010/07/27/shanghai-baby-%C2%BFte-va-lo-prohibido/.