La salud de los jefes de hogar en México

Introducción

El interés de este trabajo es describir el estado de salud de los jefes de hogar económicamente activos. Esto se debe a que en México existe un cambio en la pirámide poblacional, ya que en 2010 se tenía una población total de 112,322,757 personas, con una edad media de 26 años (At). Además se estima que en el año 2050 este segmento de la población será de casi 36 millones de personas, las cuales, significarán el 24 por ciento de la población total.

Por otro lado, también existe un cambio en el patrón de las enfermedades; en la década de los 80s todavía predominaban las enfermedades infecciosas y parasitarias, sin embargo, este patrón se ha modificado, actualmente las principales causas de defunción son las enfermedades crónico-degenerativas, dentro de las cuales, la primera causa de muerte es la diabetes mellitus, en segundo lugar, la cirrosis y otras enfermedades crónicas del hígado, y en tercer lugar, las enfermedades isquémicas del corazón; en cuanto a enfermedades transmisibles, el VIH es la séptima causa de muerte.

Considerando los datos anteriores, la idea central de este trabajo es que si se carece de buena salud se podrán tener limitantes para realizar ciertas actividades laborales.

De igual forma, se ha encontrado que existe una relación entre salud y productividad laboral (Rosenzweig, 1988, Dasgupta1993; Currie y Madrian, 1999).

Estudiar la relación salud y participación laboral es importante en el caso de México por tres razones de acuerdo a (Cai y Kalb, 2004).

Los problemas de salud reducen la participación laboral

1) En México algunos programas de combate a la pobreza han incorporado un elemento de salud como parte de su estrategia, así entender el efecto de la salud en el mercado laboral permite evaluar mejor la efectividad de estos programas así como mejorar su diseño.

México tiene una población que está envejeciendo, por lo que el gobierno puede tener la necesidad de implantar políticas que aplacen la edad de retiro de las personas.

Vinculación de la demografía con la economía

Razonar científicamente sobre la relación entre la economía y la población debe consistir en tomar en cuenta  la existencia de las leyes de la población. Conviene entonces hacer una primera distinción entre el carácter de las leyes que presuntamente regulan el comportamiento demográfico. Si se pretende analizar la relación  población-economía  y se considera que las leyes demográficas no tienen ninguna relación con el quehacer económico, sino que son algo exógeno al mismo, entonces solo conviene analizar los efectos de la estructura y dinámica demográficas que  determinan exógenamente a la economía. Si por el contrario, se piensa que el cómo produce, distribuye y consume la gente influye en la reproducción y desplazamiento de la población, y en esta forma  se está pensando en términos de leyes demográficas de carácter socioeconómico (Martínez, 1999).

De acuerdo con Robert Malthus consideraba que la causa de la pobreza radica en la superpoblación y no en la estructura social. Marx  se oponía a la versión clásico-Malthusiana de una regulación biológica, para explicar lo que pasaba en el capitalismo no había que echar mano de la biología, sino de las leyes de acumulación capitalista y finalmente retomando a Keynes consideraba a la población como una variable absolutamente independiente.

Asimismo, en las gráficas 1 y 2 de pirámide poblacional se muestra la transición demográfica de la edad del jefe del hogar (la agrupación de edad se realizó conforme al criterio de ENSANUT 2012). Específicamente, para el año 2000, tanto en hombres como mujeres jefes de hogar, el rango de edad se sitúa en 30 a 39 años, con un número de hogares presididos de 4, 577,192 y 506,426, respectivamente. Sin embargo, para el año 2010 existe un cambio en la edad de los jefe del hogar, dado que su edad aumenta a un rango de  40 a 49 años para los hombres y de 50 a 59 años para las mujeres, siendo mayor el número de hogares liderado por hombres con 2,740,334, y de 458,161 para las mujeres. Por consiguiente, la edad del jefe del hogar aumenta en mayor medida para las mujeres que para los hombres.


Gráfica 1. Pirámide poblacional jefe de hogar por grupo de edades año 2000.


Gráfica 2. Pirámide poblacional jefe de hogar por grupo de edades año 2010.

Elaboración propia: con base a ENIGH.

Transición epidemiológica

La transición epidemiológica significa abordar concretamente tres variables que tienen relación con la salud: las demográficas, sociales y económicas.

Después de los trabajos de autores clásicos como, Malthus y Marx,   fue  (Omran, 1971, 49:509-538) quien  acuñó el término de transición epidemiológica, con lo cual abrió paso a una verdadera reconceptualización sobre la dinámica de las causas de muerte en las poblaciones (Frenk, 2003).
La perspectiva estática de la transición epidemiológica se concibe como un periodo más que como un proceso de cambio.El enfoque dinámico en el cual los patrones de salud y enfermedad de una sociedad se van transformando en respuesta a cambios más amplios de índole demográfica, económica, tecnológica, política, cultural y biológica. (Omran, 1971).

En efecto, podemos afirmar que actualmente la experiencia transicional de muchos países es más compleja y rápida que la de las naciones industrializadas. Al menos entre los países de ingresos medios como México, parece existir un nuevo modelo de transición, al que podemos denominar el modelo prolongado y polarizado (Frenk, 1989:4:29-39).

A menudo se refleja al contrastar como “enfermedades de la pobreza” versus “enfermedades de la abundancia”.  En particular, resulta equivocado identificar la patología pretransicional  como un problema de los pobres y la postransicional  como un problema de los ricos. De ahí la importancia de vincular el proceso de salud-trabajo-enfermedad con el desarrollo individual y en consecuencia con el desarrollo de la población. Ya que se relaciona con aspectos de la población trabajadora que incide en las maneras de enfermarse y de morir. En México la principal causa de muerte es la diabetes mellitus.


Cuadro 1. Las cinco principales causas de muerte en México, edad 15 a 64 años, porcentaje total de defunciones

Fuente: elaboración propia con base a datos de Secretaría de Salud/Dirección General de Información en Salud. Porcentaje de defunciones a partir de 100,000 habitantes, no incluye defunciones de residentes en el extranjero.


De acuerdo con la Secretaría de Salud, a nivel nacional, las cinco principales  causas de mortalidad son diabetes millitus, con una aumento en porcentaje de defunciones de 11.5% en el año 2000 a 15.5% en 2008, la segunda causa es la cirrosis y enfermedades isquémicas del corazón en contraste, con una disminución de las defunciones de 10.6% en el año 2000 a 9.1% en el año 2008   en edad productiva (de 15 a 64 años), se aprecia en el cuadro que el porcentaje mayor de las defunciones de la población se debe hábitos alimenticios.

Por otra parte, medir el gasto en salud, resulta difícil, la información que se obtiene es escasa y poco confiable. Del total del gasto en salud, más del 50% es privado, es decir del bolsillo, incumpliendo  el principio de justicia y equidad en el acceso a la salud, señalado en el artículo 4º constitucional.

El número de hogares encuestados es de 13,001,011 , de los cuales 89.2% son hombres y 10.8% son mujeres ambos jefes de hogar con una edad media de 46 años y un ingreso medio mensual de $5,712.33, para el año 2010 el número de hogares  es 7,503,374 de los cuales el 80.9% son hombres y 18.4% son mujeres, contando con una edad media de 41 años y un ingreso medio mensual de $4,835.19, con una jornada constante de 50 horas de trabajo a la semana.

Prestaciones sociales

Por regla general, quienes gastan una mayor proporción de su ingreso,  en salud son las personas enfermas y pobres, de bajos niveles educativos, al contrario de las personas de altos ingresos.

Por otra parte existe una diferencia de género en cuanto a la afiliación en instituciones médicas como se muestra en la siguiente gráfica.

La gráfica 3 muestra el porcentaje de afiliación de los jefes de hogar por sexo,  existe una diferencia entre género, ambos se encuentran afiliados principalmente en el IMSS, los hombres en todos los años cuentan con el mayor porcentaje de afiliación, este ha presentado una disminución de 2.9% al pasar de 38.6% en 2002 a 35.7% en 2006.Por el contrario, en cuanto a las mujeres afiliadas, estas presentan un incremento de 1.4%, al pasar de 5.1% en 2002 a 6.5% en 2006.La diferencia entre hombres y mujeres afiliados al IMSS es de 33.5% en 2002, y de 29.2% en 2006.


Gráfica 3. Porcentaje de jefes de hogar (hombres y mujeres)
Con prestaciones médicas años 2002-2006

Elaboración propia: con base a ENIGH años señalados. Datos ponderados por factor expansión. En 2000 no hay datos disponibles para prestaciones médicas.


La gráfica 4 muestra en los hombres con mayor malestar son los de edad productiva principalmente de 30-39 años 5.8%, seguido 40-49 años 4.7% y finalmente 50 a 59 años 3.7%.Para las mujeres existe una diferencia en rango de edad este se concentra de 40-49 años 1.8%, seguido 30-39 años 1.3% y de 50 a 59 años 1.2%.

Estos resultados son reflejos, de la incorporación al mercado laboral, se da en una edad más temprana en los hombres que en las mujeres. El menor porcentaje de malestar, se encuentra en ambos sexos en los grupos etarios de edad

Presencia de malestares en los jefes de hogar


Gráfica 4. Problemas de salud según sexo y grupo de edad

Elaboración propia: con base a ENIGH 2008. Datos ponderados por factor expansión. Datos obtenidos mediante la variable ate_sal7 responde a la pregunta. Atención a los problemas de salud. Dolor o malestar que impidió sus actividades. (Si 1, No 2).


Por otra parte, se analizan los resultados a la pregunta sobre la apreciación que tienen los jefes de hogar de su estado de salud. Se esperaría que las personas más jóvenes consideren su estado de salud como muy bueno, sin embargo, esto no sucede, son los jefes de hogar de 30-39 años los que tienen una muy buena apreciación de su estado de salud, seguida de los de 40-49 años 2.8% y por último los más jóvenes con 1.9%. Como se aprecia en gráfica 5.


Gráfica 5. Estado de salud según grupo de edad

Elaboración propia: con base a ENIGH 2008. Datos ponderados por factor expansión. Datos obtenidos mediante la variable edo_salud responde a la pregunta. ¿Cómo considera su estado de salud? (Muy bueno 1, Bueno 2, Malo 3, Muy malo 4, Regular 5, Responde 8).


Los resultados anteriores se explican  porque son las personas de 30 a 39 años las que, a diferencia de otros grupos de edad, se encuentran en su mayoría laborando, además se ha vuelto un requisito el contar con un buen estado de salud para ingresar a trabajar. No es extraño que las personas con buen estado de salud se encuentren concentradas principalmente en un rango de edad de 30 a 39 años, con  el 22.1%, en segundo lugar, están los jefes de hogar del rango de 40-49 años con 19.3% y en tercer lugar, aquellos de 18-29 años con el 11.6% 

Así mismo, de los que perciben su estado de salud como malo, se esperaría que conforme avanza la edad, el porcentaje fuera mayor, no sucede de esta manera.  Son principalmente los de  50-59 años quienes tienen el mayor porcentaje de considerar su estado de salud como malo en 1.4%, seguido  de 40-49 años con 1.1%, en tercer lugar, los de 30-39 años con 0.8%, en cuarto lugar, los de 60-69 años con 0.7%, y  en quinto lugar los de 79-79 años con un 0.2%, es decir, se aprecia una relación inversa.

Un estado de salud regular lo consideran principalmente los jefes de hogar de 40-49 años, en 4.9% observamos que ya no hay datos disponibles para personas de 80-97 años.

Conclusiones

La relación del estado de la salud de los jefes de hogar resulta importante, puesto que estos representan la población económicamente activa, en términos microeconómicos contar una un buen estado de salud representa para el individuo un estado de bienestar de acuerdo con Amartya Sen, en términos macroeconómicos no contar con un buen estado de salud o presentar algún tipo de enfermedad crónica o degenerativa, trae como consecuencia en algunos casos que las familias enfrenten este acontecimiento ocasionándoles un gasto catastrófico en mejor de los casos, en contraste de un gasto empobrecedor el cual le genera una disminución de la calidad de vida. Por otra parte, siendo la salud uno de los pilares del capital humano, un buen estado de salud de la clase trabajadora repercute en la participación y contribución al producto interno bruto del país.



[a] Profesor Investigador de la Universidad Autónoma del Estado de Hidalgo.