México aún sigues de pie

Resumen

Una reflexión personal en torno a la conducta de los mexicanos como nación ante el sismo del 19 de septiembre de 2017, que busca reconocer no sólo a los héroes desconocidos, sino los valores de nuestra cultura, que han sido transmitidos en el seno de nuestras familias y comunidades, mismos que en la mayoría de ocasiones sólo emergen ante situaciones trágicas.


Palabras clave: Valores, cultura, catástrofe, experiencia

Abstract

A personal reflection on the behavior of Mexicans as a nation before the earthquake of September 19, 2017, which seeks to recognize not only the unknown heroes, but the values of our culture that have been transmitted within our families and communities, same that in mostf cases only emerge in tragic situations.


Keywords: Values, culture, catastrophe, experience

Desarrollo

Nuestro país se encuentra ubicado en una de las zonas más activas del mundo, el cinturón de fuego del pacifico, cuyo nombre se debe al alto grado de sismicidad que resulta del movimiento de las cuatro placas tectónicas: norteamericana, Cocos, Rivera y del Pacifico. La generación de los temblores más importantes en México por su magnitud y frecuencia se debe, básicamente, a dos tipos de movimientos entre placas: de subducción y desplazamiento lateral. El primero se da a lo largo de la porción costera entre Jalisco y Chiapas donde las placas de Rivera y Cocos penetran por debajo de la norteamericana. Entre la placa del Pacífico y la Norteamericana se observa un desplazamiento latera en la parte norte de la península de Baja California y a lo largo del Estado de California, en los Estados Unidos de América (CENAPRED, 2014).

Un sismo, un temblor, o como se quiera denominar; es un fenómeno natural que ocurre de manera imprevista y al acontecer genera en parte de la población sentimientos como: el miedo, la ansiedad, la angustia, el desconcierto, sin embargo, también salen a luz otros sentimientos y que resultan ser más notables cuando cambian la conducta de los individuos. Y así como este fenómeno no es posible de prever; tampoco es posible predecir la conducta de la sociedad ante tal hecho, pues cada individuo tiene una percepción distinta del mismo; por ende, le asigna un valor diferente.

El pasado 19 de septiembre de 2017, la población mexicana, demostró una vez más su condición solidaria; personas que, al ver el sufrimiento de sus familiares, vecinos e inclusive de desconocidos no dudaron en aportar lo poco o mucho que tenían, o en ir y arriesgar su vida entre los escombros a fin de ayudar a las personas que se encontraban atrapadas entre ellos; en brindar sus servicios sin ningún costo. Quienes, a pesar del dolor físico, del cansancio, se movilizaron sin esperar que alguien se los pidiera o los recompensara por ello.

Pero para que estas condiciones sucedieran de esta manera o se vieran determinados a actuar así, es importante preguntarnos: la compasión o en su caso la bondad ¿solo necesitan ser sacudidas -es decir expuestas por un suceso trágico-, para surgir en cada uno?, este tipo de eventos ¿cambia la manera en la que harán frente a sucesos de este tipo?, ¿estas experiencias dejan huellas en los corazones y mentas de la población o sólo en las columnas de los edificios?

México es fuerte: “Mexicanos al grito de guerra”

Una catástrofe implica un suceso negativo, a menudo, imprevisto y que provoca destrucción material, así como también pérdidas humanas, ocasionando una desorganización social importante. Sin embargo, los fenómenos de desorganización tienden a ser sobrevalorados, pues en sí mismos pueden tener un orden específico; pues a pesar de estar en un momento de crisis, las personas que se encuentran otorgando ayuda, buscan acelerar los procesos de búsqueda y rescate en lugar de entorpecerlas, es por ello que la percepción que cada uno tiene, influye en la selección del rol que juegan dentro de las líneas de apoyo.

El claro ejemplo de esta situación fue la forma en que la población mexicana, se organizó, para ayudar a las personas que se encontraban sufriendo las repercusiones ante el sismo; es a través de este suceso como éste, que los mexicanos demostraron una característica que aparentemente habían olvidado y que, al ver el gran impacto de esta catástrofe en su contexto, pusieron literalmente manos a la obra, sin pensar en otra cosa que el bienestar de sus semejantes.

Una crisis es un estado temporal de trastorno y desorganización caracterizado principalmente por una incapacidad del individuo para manejar situaciones particulares utilizando método acostumbrados para la solución de problemas y por el potencial para obtener un resultado radicalmente positivo o negativo. (Slaikeu, 1944).

Ahora bien, lo acontecido en nuestro país fue un suceso que impacto de manera inesperada, por lo que las afirmaciones de Slaikeu (Slaikeu, 1944) lo categorizan como crisis circunstancial; es decir son acontecimientos accidentales o inesperados y su rasgo más sobresaliente, es que se apoyan en algún factor ambiental. Las experiencias individuales de la pérdida de seres queridos en un desastre natural inducidas por situaciones circunstanciales. Pueden afectar a cualquiera en cualquier momento.

La máxima que establece que el pueblo mexicano siempre se une ante la desgracia y que su bondad prevalece aún con el paso del tiempo, queda expuesto en los siguientes testimonios de los sismos del 19 de septiembre, uno en 1985 y otro, 32 años después:

“Sismo de 1985: El valiente pueblo mexicano se levantó espontáneamente y salió a la calle para salvar gente. Hubo de todo: doctores, albañiles, hasta mineros de Pachuca que se metían entre los resquicios de los edificios derrumbados con sus cascos y sus lámparas. Las señoras preparaban tortas y conseguían refrescos para los hombres que trabajaban en los escombros.” (Galindo, 2010)

“Sismo de 2017: En esos primeros momentos fui testigo de cómo la primera respuesta siempre será la de la sociedad, del barrio que entre bañiles y jóvenes levantaban una loza que liberaba a una persona. Como un rio de voluntades compuesto por decenas de personas, llegaban a ayudar, al principio con las manos, después con cubetas, palos, palas y picos. Con la esperanza de rescatar a aquellos quienes se encontraban entre las ruinas.” (Maloof, 2017)

Es así como a pesar de vivir en circunstancias diferentes, tiempos distintos; lo descrito anteriormente respecto al sismo de 1985 y lo vivido el pasado 19 de septiembre de 2017, es claro, que como bien lo dicen, “El mexicano siempre te da la mano”. Interpretando esto como que la naturaleza de la sociedad  mexicana es ser nobles y compasivos, velar no solo por los intereses propios, sino también por el de la persona que está a lado, la persona que se encuentra sufriendo, la persona que perdió no solo su casa o a un familiar sino a aquella que perdió también su confianza; que en este momento se encuentra sin saber qué hacer, aquella que solo necesita un abrazo, una pequeña gota de esperanza que le deje ver que todo estará bien nuevamente, que todo volverá a la normalidad y que aunque tal vez este proceso no sea rápido, llegara el punto en que este acontecimiento lo hará, porque ya sucedió una vez y México salió adelante así que esta ocasión  no será la excepción,

Y se demuestra al observar como la sociedad decidió actuar y hacer todo lo que estuviera en sus manos para ayudar a los desafortunados que se vieron afectados por la situación, en ese momento de gran prioridad el brindar ayuda a todo el que lo necesitara y desprenderse de algunas cosas materiales para brindarlas ya sea a los brigadistas, a los civiles que se encontraban ayudando en las labores de rescate, a los damnificados que se encontraban en los albergues.

Esta forma de actuar, parte de un pensamiento en común, de una subjetividad colectiva, que a través de la catástrofe se volvió una sola idea; la idea de ayudar.

La subjetividad colectiva da cuenta no solo de las representaciones subjetivas y los discursos, sino también los modos de pensar, sentir y actuar que tienen los integrantes de un colectivo social que puede abarcar a los habitantes de una ciudad, región, una nación o cualquier subconjunto social (Fabris, 2011).

¿Queda cupo para los héroes en septiembre?: “Un soldado en cada hijo te dio”

¿Queda cupo para los héroes en septiembre?
Tienes miedo. Tienes el valor de tener miedo.
No sabes qué hacer, pero haces algo.
No fundaste la ciudad ni la defendiste de invasores.
Eres, si acaso, un pordiosero de la historia.
El que recoge desperdicios después de la tragedia.
El que acomoda ladrillos, junta piedras, encuentra un peine,
dos zapatos que no hacen juego, una cartera con fotografías.
El que ordena partes sueltas, trozos de trozos, restos, sólo restos.
Lo que cabe en las manos

Fragmento del poema “puños en alto” de Juan Villoro 2017 
Recuperado de “El universal”

México es un país de gente guerrera, que trae bien puesta la camisa, ha puesto en alto la valentía y fortaleza que caracteriza a cada uno de tus habitantes, demostrando que la tragedia solo nos une más.

Que bello fue escuchar decir “No más voluntarios, ya son muchas las personas que se encuentran ayudando”Sinónimo de la bondad y de la buena fe, de cada ciudadano, que aun después de horas y horas de rescate no se dieron la vuelta, por el contrario, esperaron por si en algún momento eran requeridos.

Que al oír: “se necesitan picos, carretillas, grúas, etc.”, no tardaron en llegar con aquello que hiciera falta, así fuera algo difícil de conseguir. Que sin importar el género, la edad, religión o color de piel, buscaron una forma de ser útiles, que levantaron las puños para hacer silencio en espera de señales de vida, aquellos que tal vez no participaron directamente en las labores de rescate, pero fueron a los albergues a donar o como apoyo para atender a los heridos, e incluso a regalar sonrisas, para endulzar un poco el día y olvidar por un momento la desgracia.

México es fuerte y más lo es más en la adversidad, porque no solo el personal del ejército, la marina, los brigadistas y especialistas estos días son soldados al servicio de la sociedad; desde la tarde del 19 de septiembre todos fueron soldados, héroes sin capa, luchando por poner de pie a México; porque todos somos hijos de una misma nación. Por qué ahora si México canta y no llores, celebra la vida, porque hoy una vez más te pones de pie a pesar de todo.

Celebra México, que tu pueblo se unió más que nunca, todos al pie del cañón; Cruz roja, protección civil, hospitales públicos y particulares, médicos que llegaban para ayudar atendiendo a las personas heridas, ya fuera en los albergues o las estaciones médicas, inclusive veterinarios disponibles para atender a mascotas que no pudieron escapar de los daños ocasionados por el sismo y fueron heridos, todo esto México es tu gente.

Porque a pesar de no estar presentes  directamente en los lugares devastados, se encontraban  detrás de una pantalla con la vista  fija en espera de noticias, o a la espera de información que les permitiera brindar ayuda, personas que se encargaron inclusive de difundir la información de lo que se necesitaba a través de sus redes sociales, que daban a conocer los puntos en los que se encontraban los albergues, que mostraban lo que  estaba sucediendo, que brindaban a través de imágenes palabras de aliento para seguir en adelante.

Esto demuestra que la formación en valores que tiene el mexicano es parte fundamental de la construcción de una concepción de solidaridad y empatía aún más compleja de que lo que suponemos.

Los valores forman parte de la identidad de los grupos sociales que permite a las comunidades definirse a sí mismas sin que la identidad del grupo necesariamente elimine la percepción propia, es de este modo que los valores son guías que orientan la conducta y vida de cada individuo y grupo social; son los fundamentos que permiten la cohesión de un grupo al establecer conductas que dan lugar a la búsqueda de una adecuada convivencia ya sea en el caso de la cotidianidad o bien en casos de emergencia. (Figueroa Rodríguez, Figueroa Sandoval, Figueroa Rodríguez, & Hernández Rosas, 2012)

Los valores conforman una estructura individual en cada sujeto; y se encuentra en constante movimiento de acuerdo a las situaciones o experiencias que viva cada individuo y por tanto en reflejo a la misma será guiada la conducta. En el caso del sismo lo que movilizo a los mexicanos fue la empatía, la solidaridad e inclusive en algunos casos el amor. El aspecto de darnos cuenta de la devastación y el dolor de otros y ponernos en su lugar, fue parte fundamental en la decisión de cooperación y unidad, el no solo ver por los intereses propios y preocuparse en ayudar a los demás.

Notas periodísticas dejaron entre ver como los mexicanos afrontaron un nuevo reto con temor, pero también con determinación y esperanza, que al igual que la solidaridad, la empatía y el amor son valores que tal vez se encuentran un poco polveados pero que están ahí esperando el momento de emerger.

“El grado de devastación fue alto, con una treintena de edificios derruidos en el centro de la megalópolis y con alrededor de doscientas víctimas mortales, la respuesta del pueblo mexicano a la catástrofe, su determinación y  solidaridad en momentos de absoluta desesperación, fueron un ejemplo del orgullo de México y de su capacidad para multiplicarse en tareas de ayuda. Un pequeño punto de luz en un día repleto de oscuridad. Todo se sumó para configurar una respuesta fantástica e histórica a un terremoto de proporciones trágicas y que paralizó la capital mexicana durante largas horas”. (Meganet, 2017)

Es increíble ver como aun a pesar de la desgracia el mexicano se levanta y dice ¡Aquí estoy, sigo de pie luchando! con ello da muestra de su alta capacidad de resilencia y fuerza de voluntad.  

La resilencia es el proceso  de adaptarse  bien a la adversidad, a un trauma, una tragedia, amenaza o fuentes de tensión significativas, la gente comúnmente demuestra  resilencia para readaptarse o reconstruir su vida a pesar de los cambios que esto signifique (American Psychological Association, 2018).

¡México no estás solo, tu espíritu se contagia!

México, creo en ti como en el vértice de un juramento,
Tú hueles a tragedia tierra mía,
y sin embargo ríes demasiado,
acaso porque sabes que la risa,
es la envoltura de un dolor callado.

Fragmento de poesía “México creo en ti” de Ricardo López Méndez
Recuperado de “Gaceta de vinculación con  la sociedad”.

Durante esta tragedia la forma solidaria de actuar de los mexicanos no solo quedó en el país, sino que impactó a diferentes partes del mundo. En muchas otras naciones fue admirada la valentía y la fraternidad que existe entre los mexicanos y fue por ello que las muestras apoyo de otros países no tardó en llegar.

“Viendo la respuesta del pueblo mexicano ante la catástrofe, cómo tantos voluntarios salieron a la calle a ayudar, a reencontrarse como pueblo nos quisimos sumar a ese espíritu de fuerza y de unión, y con mucho orgullo venimos a alzar una mano en todo lo que podamos”, aseguró Ignacio Mayandía, equipo de búsqueda y rescate Unidad Militar de Emergencias de España. (Reachi, 2017) .

México recibió apoyo técnico, financiero o en especie proveniente de 27 países y territorios, por lo que reiteró su más sincero agradecimiento a Alemania, Argentina, Bolivia, Canadá, Chile, China, Colombia, Costa Rica, Cuba, Ecuador, El Salvador, Emiratos Árabes Unidos y España. De igual manera a Estados Unidos, Honduras, Israel, Italia, Japón, Panamá, Perú, República de Corea, Rusia, Santa Sede, Suiza, Taiwán, Turquía y Venezuela, así como también a la Unión Europea y la Oficina de las Naciones Unidas para la Coordinación de Asuntos Humanitarios. (Expansión en alianza con CNN, 2017)

Es de esta manera en que se hicieron presentes víveres, artículos médicos, artículos para acampar, ayuda monetaria, entre otros, los cuales provenían de lugares ajenos a México pero que seguían un mismo objetivo: ayudar al prójimo.

El total estimado de ayuda  es 440 toneladas de ayuda humanitaria, consistente en agua, alimentos enlatados, artículos de primera necesidad y suministros médicos, así como también kits de cocina e higiene; tiendas de campaña comunitarias; equipos sanitarios; camas plegables y colchones, así como plantas eléctricas, entre otros. (Expansión en alianza con CNN, 2017).

De esta manera se puede observar que el altruismo de muchos sale a relucir; confirmando que la bondad y la solidaridad son parte de la personalidad no solo de una persona sino de todas en general.

Algo muy representativo para el mexicano fue la llegada de brigadistas, quienes acudieron a un llamado de solidaridad; comprometidos a salvar vidas, a toparse frente a frente con la destrucción; 450 personas entre hombres y mujeres dispuestos a buscar hasta en el lugar más lejano. Cada uno de diferente nacionalidad, pero unidos por un mismo fin. De esta manera mano a mano mexicanos y extranjeros, trabajaron durante días conservando la esperanza y sintiéndose más alentados aun cuando rescataban de entre los escombros a alguna persona con vida.

Entre los brigadistas se encontraban: 72 japoneses, 70 israelíes, 60 estadounidenses, 54 españoles, 36 hondureños, 35 panameños, 30 colombianos, 25 salvadoreños, 18 chilenos, sin embargo no solo ellos deben ser mencionados, también  merecen reconocimiento aquellas personas  que por sus propios medios llegaron a México con  el pensamiento de ayudar de apoyar al hermano mexicano que sufría desgracia, y las cuales se convirtieron en héroes, esas personas que brindaron un hombro no solo a una persona sino a una nación completa.

Conclusiones

Siguiendo la línea de mi trabajo y tomando en cuenta lo que observe durante los días 19, 20 y 21 de septiembre en México, me hizo reflexionar respecto a  que los seres humanos son nobles por naturaleza y esa característica  siempre formara parte de cada uno, sin embargo, esta misma característica no sale a flote de manera constante debido a la subjetividad del sujeto y el como esta se ha estructurado, puesto que son muchos los conceptos que  se tienen del otro, por lo  cual no permitimos dejar salir la bondad que hay de nosotros, es de manera que determina su forma de percibir su realidad.  Y es gracias a ello que las relaciones con los demás se ven limitada de cierto modo a los contextos en los que se desenvuelven cada uno de los sujetos de la sociedad. Al verse limitadas las relaciones de los individuos no se preocupan por los otros.

Es justo en el momento en que un suceso devastador moviliza la estructura subjetiva, le sacude el polvo y  recuerda a los sujetos  que a pesar de todo son parte de una sociedad; la cual los necesita,  sacando a flote todos aquellos sentimientos que se encontraban encerrados  pero que en ese instante  los hizo poner manos a la obra para ayudar; es por ello que yo considero  que  el sentimiento de solidaridad sigue dentro de cada uno, esperando la oportunidad de salir, y esto ha de suceder cuando se presente una situación que modifique los pensamientos de los individuos impulsándolos a realizar los actos que crea más convenientes. Y en los cuales han de resaltar las cualidades humanas que poseen.  A pesar de que en esta ocasión le toco sufrir los daños de un sismo a nuestro país, la forma en que respondió cada ciudadano mexicano no dejo lugar a dudas, respecto a su naturaleza noble y bondadosa, dejando entre ver la solidaridad que existe en nuestro país.

Se demostró que en México existe la cultura de la ayuda, que esta ha sido fomentada desde siempre en los hogares, pues desde el momento en que se le enseña a un niño a compartir o a brindar apoyo sin esperar algo a cambio, se promueve la generosidad y la bondad, aunque no siempre es posible apreciarla, está ahí siempre latente a espera de poder salir, como en sucedió este 19 de septiembre. Porque yo no vi a México caer, vi un México unido para levantarse. Vi a niños jóvenes y adultos participando unidos con un mismo fin sin importar nada, todos colaboraban en la media que les era posible.

Reflexión personal

Las condiciones en las que yo viví este último sismo, fueron en el mejor de los casos privilegiadas. Estaba cerca de casa y la región en la que vivo no presentó consecuencias de importancia. Sin embargo, al encender el televisor para informarme de la situación, fue el inicio de la angustia y la conmoción. Para mi ver todos los daños ocasionados por el sismo fue impactante, a pesar de que ya antes México se ha enfrentado a otros fenómenos naturales.

Las horas pasaban y yo seguía observando las noticias alegrándome por ver los rescates, sintiéndome orgullosa de ser mexicana debido a las muestras de apoyo.

Sin embargo, el miedo seguía presente, la incertidumbre por futuras replicas era constante y no porque temiera por mí, sino más bien, por aquellas personas que se encontraban bajo los escombros, aquellos que estaban entre la vida y la muerte.

Poco a poco la tranquilidad volvía, cada vez eran menos los cuerpos que se encontraban encerrados bajo los escombros, ver las muestras de apoyo fueron un gran incentivo para creer quelas personas buenas son más y que siempre que exista una situación como la vivida días atrás, los mexicanos podemos confiar los unos en los otros, para apoyarnos en las tragedias.

Para finalizar, el escribir este ensayo desde mi propia subjetividad me permitió, por decirlo de alguna manera, brindar el reconocimiento a todas aquellas personas que aportaron su granito de arena para apoyar a quien lo necesitaba y es por ello, que de este trabajo me llevo un nuevo aprendizaje respecto a la naturaleza solidaria que existe en las personas, y como, gracias a la subjetividad tanto individual como colectiva pudimos apreciar la valía del mexicano.

Referencias

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CENAPRED. (2014). Centro Nacional de Prevencion de Desastres . Recuperado el 22 de febrero de 2018, de Centro Nacional de Prevencion de Desastres : http://www.cenapred.gob.mx

Expansión en alianza con CNN. (27 de Septiembre de 2017). Expansión. Recuperado el 4 de Noviembre de 201, de Expansión: http://expansion.mx

Fabris, F. A. (2011). La subjetividad colectiva como dimensión psicosocial del proceso socio-histórico y la vida cotidiana.Su análisis a través de los emergentes psicosociales . HOLOGRAMATICA , XV, 23-42.

Figueroa Rodríguez, K., Figueroa Sandoval, B., Figueroa Rodríguez, B., & Hernández Rosas, F. (2012). Análisis de los valores que construyen la identidad del mexicano. Redalyc.

Galindo, E. (2010). Intervencion de Psicologos de la UNAM Iztacala despues de los sismos de 1985 en México. Recuperado el 30 de Septiembre de 2017, de Asociacion Mexicana de Alternativas en Psicología: www.amapsi.org

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Maloof, J. R. (21 de Septiembre de 2017). Sinembargo.mx. Recuperado el 01 de Octubre de 2017, de Sinembargo.mx: www.sinembargo.mx/21-09-2017/3312537

Meganet. (20 de Septiembre de 2017). Meganet.com. Recuperado el 2018, de Meganet.com: https://magnet.xataka.com

Reachi, F. (25 de Septiembre de 2017). Televisa. Recuperado el 6 de Octubre de 2017, de Televisa.News: http://noticieros.televisa.com

Slaikeu, K. A. (1944). Intervencion en Crisis: manual para practica e investigación. México: Manual moderno.

Villoro, J. "El puño en alto" (21 de septiembre de 2017). El universal.com. Recuperado el 03 de                       Octubre de Octubre de 2017, El universal.com

 

[a] Profesor - Investigador de la Escuela Superior de Atotonilco de Tula de la UAEH mariacristina_feregrino@uaeh.edu.mx

[b] Profesor - Investigador de la Escuela Superior de Atotonilco de Tula de la UAEH