La visión constructivista en los estudios de género y una propuesta de acción

Resumen

La visión interdisciplinaria del campo científico de la sexología que emerge después de los estudios de Kinsey y de Masters y Johnson se expresa con claridad en opinión de Bullough en lo que se denomina como los estudios de género. Fue en 1955 cuando John Money adoptó el término de género con el fin de utilizar un concepto inclusivo que pudiera distinguir la femineidad o el ser femenino y la masculinidad o el ser masculino del sexo exclusivamente circunscrito al plano biológico (lo femenino y lo masculino). En este sentido, al proponer y utilizar un nuevo termino, Money abrió todo un novedoso y atractivo campo de investigación y como el mismo explica “necesitaba una terminología que me permitiera escribir sobre su vida sexual y procreativa como hombre y mujer… así que en términos de su adhesión a los estereotipos y a la codificación social tradicional de sus actividades e intereses… Los estudios se Kinsey y de Masters y Johnson pueden enfocarse en lo que Szass denomina como una corriente de investigación biomédica y que se calificaría como primordialmente de corte positivista y un segundo enfoque posterior para el estudio de la sexualidad es el enfoque del constructivismo.


Palabras clave: Estudios de género, género, estereotipos, constructivismo.

Abstract

The interdisciplinary approach of the scientific field of sexology emerging after studies of Kinsey and Masters and Johnson is clearly expressed in the opinion of Bullough in what is known as gender studies. It was in 1955 when John Money adopted the term gender in order to use an inclusive concept that could distinguish femininity or feminine self and masculinity or being male sex exclusively limited to the biological level (female and male). In this sense, to propose and use a new term, Money opened up a whole new and attractive research field and as he said "needed a terminology that would allow me to write about their sexual and procreative life as man and woman ... so in terms accession to stereotypes and traditional social coding of your activities and interests ... the studies Kinsey and Masters and Johnson can focus on what Szass termed as a stream of biomedical research and that would qualify as primarily positivist and second posterior approach to the study of sexuality is the focus of constructivism.


Keywords: Gender studies, gender stereotypes, constructivism.

Introducción

El constructivismo en el estudio de la sexualidad enfoca la subjetividad y las relaciones humanas y como expresa Zsass (1995) “Esta corriente señala que lo varia de una cultura a otra no son solamente los comportamientos sino los significados de las prácticas sexuales. Para este enfoque, la sexualidad es primordialmente una construcción sociocultural e histórica que cambia según la época, la religión del mundo, la cultura, la clase social…”

En nuestra cultura, la categoría de género se establece como un esquema clasificador en función de la reproducción y pudiera concebirse el género como dice Cole, 1996, “como un esquema continuo de categorización social de los individuos, para describir las características psicológicas, sociales y comportamentales consideradas como masculinas o femeninas” así pues en nuestras culturas occidentales, con una marcada influencia  judeo-cristiana, los individuos necesariamente son clasificados en uno de los dos únicos y mutuamente excluyentes géneros. Sin embargo, la existencia exclusiva de estas dos categorías no es universal en la especie humana, y como lo refiere Cole, 1996, entre los indios Navaho en el siglo XIX la asignación del género se daba a los doce años de edad en función de la selección de una cesta de alimentos o un arco, o ambas, en este grupo social el niño era categorizado como mujer si seleccionaba la cesta, hombre si seleccionaba el arco o neutro si seleccionaba ambos. Surge aquí una tercera categoría de género.

Como lo señala Highwater, 1990, “debemos reconocer que el sexo esta importantemente socializado y que cada cultura designa a ciertas prácticas como apropiadas, inapropiadas, morales o inmortales, sanas o enfermas. Constantemente estamos construyendo limites que no tienen bases “naturales” Sin embargo continuamos viviendo la fantasía de que nuestra sexualidad es el aspecto más innato y natural de nuestro Ser Humano y que la conducta sexual entre hombres y mujeres esta predestinada por la biología y más aún por los dictados de la “naturaleza humana”. De esta manera se construyen estereotipos de lo que “debe” ser masculino o femenino. Los estereotipos son limitantes en cuanto que niegan las posibilidades de diversidad  e incluso se interiorizan e impiden el desarrollo de las potencialidades humanas. Como lo apunta Barragán, 1996… los estereotipos de género no solo contraponen lo masculino o lo femenino, sino que impiden el desarrollo de la diversidad en el propio concepto de masculinidad y femineidad.

Desarrollo

Desde la sexología y los estudios de género se han dado una gran cantidad de estudios e incluso de instrumentos de medición que pretenden medir grados o niveles de femineidad o masculinidad, ejemplo de ellos son las escalas de genero del Test Minnesota, la escala de masculinidad y femineidad de Spencer y Helmereich o el conocidísimo inventario de Sandra Bem sobre masculinidad y femineidad denominado como escala de androginia. En todos ellos la femineidad y la masculinidad se encuentran implícitamente teorizadas como dimensiones perfectamente homogéneas del temperamento susceptibles de ser medidas en todas la personas. Ello ha dado lugar involuntariamente al descubrimiento de que en una sola persona pueden coexistir elementos y estereotipos, tanto femeninos como masculinos.

De todo ello surge la concepción de que es imposible, más allá del estereotipo, concebir categorías de masculinidad o femineidad absolutas. De hecho se puede, en todo caso solo hablar de tipos de femineidad o tipos de masculinidad.

En este sentido Jung en su ensayo “Ánima y Animus” sugiere que la personalidad sexual esta sistemáticamente elaborada en el sentido de que la faz publica de la femineidad y la masculinidad, compatible con el rol social convencional, siempre se construye en base a la represión de los opuestos. Para Connel, 1987, el argumento de Jung dramatiza el problemático aspecto de que la femineidad y la masculinidad pueden coexistir en la misma personalidad.

La concepción manejada por el Instituto Mexicano de Sexología, respecto a múltiples aspectos de la sexualidad es la de negar la existencia de absoluto dicotómicos excluyentes y reconocer más bien la existencia de continuos. Tal es la concepción de sexo, expresiones comportamentales de la sexualidad y preferencia genérica entre otras (Álvarez-Gayou, 1995).

El género como categoría social, impuesta socialmente e introyectada por los individuos, se expresa sin embargo, a nivel personal con una enorme diversidad y variedad. Por ello es prácticamente imposible hablar de categorías universales absolutas e inmutables de femineidad y masculinidad. Como señala Minello, 1995, “tendremos que consideran más la existencia de masculinidades “distintas formas de ser varón”  que de una forma única y la postura del Instituto ante esta consideración se aplica por igual a la femineidad, a las femineidades. Connel, 1987, señala,  “No existen necesariamente rasgos psicológicos que todas las femineidades tengan en común y que los distingan de todas las masculinidades, o viceversa”. Estaremos hablando de continuos, de grado o de intensidades de características estereotípicas tanto masculinas como femeninas, las que son independientes del sexo, de los órganos sexuales y de los aspectos meramente biológicos.

Conclusiones

Si consideramos que las categorías de genero son un constructo social que se expresa a través de características estereotípicas de la femineidad y masculinidad y que estos estereotipos son limitantes para el desarrollo humano, además de que es claro que no podemos hablar de una sola femineidad o masculinidad, es importante, para poder contextualizar en Seres humanos más libres y con mayor capacidad de crecimiento y autorealización, en generar modificaciones graduales al interior del currículo de la educación que se imparte, el que se acompañe de una activa formación del profesorado incorporando una reflexión crítica sobre los valores y creencias y de esta manera poder transformar los procesos de discriminación y erradicar el sexismo (Barragán, 1996).

La plena realización de las potencialidades de mujeres y hombres solo podrá darse cuando, liberándose de las ataduras del género, podemos ser antes que pertenecientes a un género, Seres humanos integrales. El camino está por delante.

Referencias

Álvarez-Gayou, J. J. L (2006) Sexualidad en la pareja. Ed. Manual Moderno. México.

Barragán, M. F. (2006) El sistema sexo género y los procesos de discriminación. Archivos Hispanoamericanos de Sexología. Vol. II, No 1.

Cole, G. H. (2006) Bases conceptuales en sexología: Género y sexo; perspectiva constructivista. Archivos Hispanoamericanos de Sexología. Vol. II, No. 1

Connel, R. W. (1987) Gender and Power. Society, the person and sexual politics. Stanford University Press.

Highwater, J. (2011) Myth and sexuality. New American Library. New York

Minello, N. (2005) Reflexiones sobre la masculinidad. Salud reproductiva y sociedad. Órgano informativo del programa salud reproductiva y sociedad de El Colegio de México. Año II. Enero-abril, Num. 5.



[a] Fundador y director general del Instituto Mexicano de Sexología, IMESEX, A.C

[b] Profesores investigadores de la Licenciatura en Médico Cirujano-UAEH-ESTl.

[c] Alumno de 2º. Semestre de la Licenciatura en Médico Cirujano-UAEH-ESTl