Una experiencia compartida: La realización de un mural en San Jerónimo Amanalco, Texcoco, Estado de México

La elaboración de un trabajo mural puede llegar a ser una tarea muy difícil, en cuanto a la búsqueda de un lugar donde se plasmen ciertas ideas, la obtención de materiales y la expresión de una propuesta sólida. Pese a esto, es posible a través de un mural lograr modificar el entorno social y cultural de la población.

El mural llamado “Rayo de luz” se comenzó a planear a partir de agosto de 2012 con la intención de ocupar un espacio que estaba completamente abandonado y que en ese momento solo funcionaba como depósito de los botes de basura de la delegación de la comunidad de San Jerónimo Amanalco, Texcoco, Estado de México, de donde soy originario, y como parte de la labor que llevaba el proyecto de Centro Cultural Miyotl (en náhuatl significa rayo de luz) que inauguró Miguel Ángel Osorio Báez en ese mismo año y quien me invitó a participar desde el primer día que comenzó su proyecto.

Miguel Ángel impulsaba diversos talleres que gestionaba y que constantemente se le veía trabajando siempre con la bandera de hacer el trabajo al prójimo o en este caso por la comunidad. En el Centro Cultural Miyotl impartían talleres de estilismo, inglés, tae kwon do, manualidades y asesorías jurídicas. En un inicio quise abrir talleres de dibujo y pintura pero lamentablemente el trabajar y comenzar a estudiar me lo impidieron además de no encontrar algún espacio para hacerlo. Surgió la idea de intervenir un muro en las instalaciones de la delegación del pueblo aprovechando alguna de sus paredes, ya que Miguel Ángel veía que sería sencillo obtener materiales necesarios antes de poder comenzar a pintar.

Como lo mencioné, esta idea comenzó en 2012 pero no fue hasta noviembre de 2013 cuando por fin esto se hizo posible; Miguel Ángel me llamó para darme buenas noticias. Al encontrarlo y platicar me contó que teníamos a un nuevo amigo dentro del equipo llamado Omar Cárdenas que amablemente gestionó un proyecto de la elaboración de un museo comunitario por parte de algunas dependencias culturales de gobierno y fundaciones como el Consejo Nacional para la Cultura y las Artes (CONACULTA), Programa de Apoyo a las Culturas Municipales y Comunitarias (PACMyC), el Instituto Mexiquense de Cultura, la Dirección de Cultura de municipio de Texcoco, el Centro Cultural Miyotl y la asociación civil Procesos Sociales Ciudadanos y en Familia A.C. Aunque el presupuesto era poco, estábamos dispuestos a aprovecharlo al máximo, con la idea de entregar no solo el espacio para recibir un museo, sino también un mural que acompañara al recinto cultural.

Con esos planes ingresé al Instituto de Artes de la UAEH, busqué apoyo de mis profesores como la maestra Alicia Arizpe y el profesor Jesús Rodríguez Arévalo, quienes me brindaron asesoría para mejorar mi boceto que con el paso del tiempo tomó forma hasta completarlo. En ese periodo pretendí crear un mural que llevase elementos de composición que fueran característicos de mi comunidad, recreando lo que para mí fuese un sistema solar que bien pudiese ser la creación de ese universo que vi en mi comunidad, ya que previo a estudiar jamás había salido de mi pueblo más que por alguna cuestión laboral; así que consideré que los elementos de este mural tendrían que ser artesanías, tradiciones, recursos naturales patrimonio del pueblo, así como una propuesta que me permitiera compartir la importancia de conocerlos, si era posible, preservarlos para generaciones venideras.

Antes de comenzar el trabajo mural tuve la oportunidad de asistir a dos encuentros de muralismo con el profesor Jesús Rodríguez Arévalo que me permitieron acercarme a una pared y trabajar en un espacio real; tal práctica me permitió ocupar el espacio que tuve para trabajar cuyas dimensiones eran de 3.75m de base y 3.25m de altura. Dividí el periodo de trabajo en dos etapas, durante las vacaciones de semana santa y la segunda sería al concluir el tercer semestre, también durante el periodo de vacaciones, en el que terminaría totalmente este trabajo.

Una vez planteado esto tuvimos que presentar la propuesta a las autoridades de la comunidad para que nos dieran el permiso de usar ese espacio, ya que el muro le pertenecía a la delegación; notamos un poco de desconfianza por parte de las autoridades ya que no había un conocimiento como tal de la propuesta, al parecer, creían que terminaríamos haciendo un graffiti. Finalmente nos proporcionaron el permiso y comenzamos el trabajo, al ver que nuestra intención era rescatar un espacio que servía de basurero, con múltiples rallones que hacían los jóvenes de la comunidad, para convertirlo en un espacio cultural digno.

Durante la primera etapa que duró una semana empecé con la restauración del muro en ciertas partes y la aplicación de un color uniforme y el trazado de ciertas formas iniciales. Al comenzar este trabajo, busqué generar interés por parte de la población. En principio se acercó un grupo de niños con edades entre seis y trece años, y después se acercaron cada vez más niños, quienes me pidieron colaborar en el mural. Les comenté que si ellos conseguían el permiso de sus padres podían ayudar, al decirles eso todos corrieron y al cabo de unos 15 a 20 minutos llegaron diciendo que habían tenido permiso y otros más llegaron acompañados de sus papás los cuales no creían que sus hijos en realidad iban a pintar, al llegar las mamás les explique el proyecto y amablemente aceptaron que sus hijos formarán parte de este trabajo.

Llegó un momento en el que el número de niños era demasiado, por lo que opté por hacer dos equipos, unos me ayudaban mientras los demás jugaban en el centro de la comunidad y de esa forma rolaba a los niños durante esta semana hasta el día viernes santo que concluí la primer etapa. Recibí unos 20 niños diariamente además de que conté el apoyo de mi hermana Patricia y de mis amigos Cecilia Arias, Saraí Arias, Fany Arias, Zuri Javier y Miguel Ángel Osorio, quienes me ayudaron desde el primer día.

Durante ese tiempo recibí apoyo de personas que invirtieron mucho tiempo colaborando, aunque en principio tenían cierta desconfianza por “no saber pintar”, no fue obstáculo ni pretexto, les aseguré que ese no serían ningún problema y que si en verdad deseaban colaborar yo podría guiarlos en el proceso; así llego Chava y su hermano Gerardo Camarillo al igual que su hijo, Ananda Lucinda Méndez, René Rojas, Mariano Eduardo Díaz, el maestro Facundo Pérez Orduña y en un fin de semana el equipo del Movimiento Muralista Hidalguense, con el maestro Jesús Rodríguez Arévalo y la ayuda de Marco Antonio Hernández, Armando Leal, Mauricio y Mary; su colaboración fue importante para que el proceso de pintar se hiciera con mayor rapidez

Durante la elaboración del mural, tuve que organizar un espacio de tiempo de dos días por semana para atender a los niños y darles cursos de dibujo, ya que en ese momento la labor de detalles se veía difícil por la altura del muro que me impedía integrarlos y aprovechar el trabajo; además de que esto podría ser riesgoso por no contar con andamios. Después de que las autoridades vieron el trabajo que se generaba con la participación de los niños, me permitieron intervenir en un espacio más de muro, en el que los niños podían pintar libremente y después yo corregiría algunos tramos.

Finalmente el día 14 de Julio de 2014 se concluyó la labor mural y se firmó junto con los colaboradores.

EL MURAL

El Mural lleva por nombre “Rayo de luz” mide 3.78 m de base por 3.25 m de altura y está hecho con técnica de esmalte acrílico sobre muro. La interpretación general de esta obra es la de mostrar el universo y los elementos inmersos que caracterizan a la comunidad de San Jerónimo Amanalco.

El mural está estructurado con una composición céntrica que se divide fácilmente en nueve partes que pueden explicar que elementos los conforman. A continuación se presenta un esquema, en el que por orden numérico se organizaron los elementos que conformaron el mural.

7


6


5


8


1


4


9


2


3


SÍNTESIS TEMÁTICA

Número

Imagen

Descripción

1

El primer elemento es una persona que interpreto como alguien con iniciativa, él se encuentra con la mano izquierda en forma de puño cerca del corazón y con su mano derecha extendida hacía el espectador invitándolo a ser partícipe de su propuesta.  Este personaje es el centro de la composición, de aquí se forman los pilares que salen del centro y sostienen el resto de los elementos. También es la interpretación del sol dentro de este universo.

2

La reconstrucción de un mundo, el personaje que está en esta parte del mural se conecta con el personaje central a través de las ideas que comparten y están siendo respaldados por diversas manos que se unen para lograr crear un nuevo lugar. Todo eso basado en los elementos que están a su alrededor que también impulsan a entregar al espectador este nuevo mundo.

3

La transmisión del conocimiento. La enseñanza de los abuelos es transmitida de generación en generación, considerando la gran sabiduría que ellos portan. Es importante resaltar el gran aprecio y respeto que tiene la comunidad a nuestros abuelos. En este elemento la madre transmite la enseñanza y da su bendición a su hija al igual que ella toca su vientre quien seguramente también hará eso para con sus hijos y seguir esa línea de amor y afecto que une a las familias.

4

 La lucha por el órgano. En la iglesia de la  comunidad de San Jerónimo Amanalco existe un órgano que fue adquirido hace más de 100 años por nuestros bisabuelos y tatarabuelos por medio de la venta de carbón. Este hecho fue sumamente importante, ya que no solo unió a la comunidad para lograr un fin común, sino que permitió conformar un patrimonio tangible, que aún ahora es valorado. En el mural se observan personajes que realizan el intercambio de carbón por las piezas del órgano.

5

Los manantiales. En este apartado hay una interpretación de la mujer como la tierra que dota de agua al pueblo. En la comunidad de Amanalco hay varios manantiales que suministran el agua tanto a la misma comunidad como a los pueblos vecinos. Esta mujer se encuentra rodeada de piedras y de árboles que es el lugar donde brota el agua de los manantiales.

6

La hiladora de ixtle. El elemento número seis un homenaje a las personas que elaboran el ixtle, que es una actividad que se encuentra a punto de desaparecer. La señora Julia Méndez Rojas es una de las pocas personas que en ese momento conservaba esta artesanía, que da identidad a la comunidad.

7

La música. La figura número siete es una representación de la música en la comunidad. De los instrumentos musicales sopla una melodía, que a manera de viento crea las alas de un niño, quien sostiene una partitura sin notas, esto es porque considero que toda la tradición musical que caracteriza a la comunidad recae en los más jóvenes y de ellos dependerá que se escriba una nueva canción sobre esas partituras.

8

Tlayolcehuis (en náhuatl: consuelo). El el ritual de llevar una dote por parte de una pareja de novios en que el novio lleva panes, cigarros, velas y demás objetos que son indispensables para realizar este acontecimiento que pretende unir a ambas familias, con esto velar y comprometerse por el bien de la nueva pareja. De aquí que un hombre y una mujer se encuentren siendo el motivo de esta parte del mural  

9

La tierra dando frutos. En esta parte del mural vemos a una mujer representando a la tierra y otorgando algunos frutos. Todas las semillas, frutas y legumbres se cosechan en la comunidad durante distintas épocas del año, y ella ofrece una palangana que es un elemento característico de las celebraciones importantes, de tal manera que la tierra siempre otorga bondadosamente. 

Hacer este trabajo mural significó un paso importante en mi formación académica así como el hacer una propuesta y contribuir a un causa en mi propia comunidad. Las experiencias aprendidas en este tiempo fueron gratificantes, ya que realizar un trabajo sin contar con recursos es una tarea difícil que, sin embargo, se mitiga con la obtención de otros resultados. El interés de la comunidad lo viví cada día, no solo en su participación durante el proceso de realización del mural, sino también en su disposición a ayudar donando algunas fotografías y efectuando asesorías. Incluso otras comunidades aledañas llegaron a visitarnos. El mural fue obra de una gran disposición y fe en el trabajo, logrando un fin cultural común: rescatar y preservar la identidad del pueblo.

Fue también interesante el impacto en los medios de comunicación y redes sociales, que se encargaron de difundir el trabajo además de la integración de la imagen del mural a la portada de un libro llamado Indigenous Engages the 21st Century A Multimedia-Enabled Text, del escritor norteamericano Jay Sokolowsky quien con dicha publicación culminaba 40 años de investigación antropológica sobre San Jerónimo Amanalco.

INAUGURACIÓN

El día 1 de agosto de 2014 se inauguró el mural y el museo que se nombró “Hombres, mujeres y niños nahuas de Amanalco, Texcoco, Estado de México”, en el que intervinieron Berenice Dorantes y Adán con un montaje fotográfico. Polo Castellanos, pintor y líder del grupo Movimiento de Muralistas Mexicanos (MMM), y Anayansi Loma, además de las autoridades correspondientes y los responsables del proyecto que brindaron las palabras de inauguración de este espacio.

Durante este evento se procedió a entregar de manera formal el mural y el museo para la comunidad agradeciendo a todos los que hicieron posible el proyecto para posteriormente convivir y poder disfrutar este logro. Muchos medios de información, al igual que diversos investigadores interesados en la comunidad de Amanalco, se dieron cita para acompañarnos y entrevistar a todos los responsables de este proyecto que les parecía interesante.

CONCLUSIÓN

Sin duda, a partir de esta experiencia estoy más interesado en rescatar el pasado de mi comunidad, y el universo que nos envuelve, que es cada vez más grande. Esta contribución ha permitido que mucha gente reaccione y mire a su rico pasado y a aquellas costumbres y tradiciones que quizá con el tiempo desaparezcan, pero que se encuentran plasmadas en el mural, como testigos de que la comunidad tiene voz propia, mirada y manos (no sólo las mías) para realizar lo que se proponga.



[a] Alumno del octavo semestre de la Licenciatura en Artes Visuales. Quiero agradecer a todos los que hicieron posible este proyecto