De a Metro: Pinturas sobre impresiones de titulares del periódico mexicano Metro

Resumen

Este texto es el resumen del proyecto de investigación De a Metro, que fue realizado de febrero de 2015 a noviembre de 2016. Los resultados se presentaron en el 1er Coloquio Nacional de Estudiantes en Artes, organizado por el Cuerpo Académico Prácticas Visuales en el Arte Actual, los días 9 y 10 de noviembre del 2016, en el Instituto de Artes de la UAEH. La ponencia abordó la explicación de los antecedentes artísticos y teóricos, el proceso y los resultados pictóricos que dieron la pauta al desarrollo de la investigación y justificación teórica.


Palabras clave: Imagen, Violencia, Metro, Ironía, Nota roja, Pintura.

Abstract

This text is the summary of the research project De a Metro, which was held from February 2015 to November 2016. Its results were presented at the 1st National Colloquium of Students in Arts, organized by the Academic Body Visual Practices in Contemporary Art , On November 9 and 10, 2016, at the Institute of Arts of the UAEH. The lecture dealt with the explanation of the artistic and theoretical background, the process and the pictorial results that gave the pattern to the development of research and theoretical justification.


Keywords: Image, Violence, Metro, Irony, Red note, Painting.

 

Todo parte de la reacción a un estímulo; en mi caso, el interés por las imágenes y el manejo irónico de algunos medios impresos surgió al ver la fotografía de un periódico que fue posteada en redes sociales, donde aparecía una mujer tendida en el piso y como título decía “Se avienta del puente y muerte la desprecia”.

Fragmento del Periódico METRO.

La exhibición de imágenes de personas en desgracia en los periódicos es un tema que desarrollé en el proyecto de investigación De a Metro; mi interes en el tema fue porque las imágenes no sólo reflejan aspectos de la realidad sino, también ayudan a moldearla y configurarla, influyendo en el actuar de la sociedad. ¿Qué pasa entonces cuando lo que vemos en todos lados son imágenes violentas?

En muchos de los medios de comunicación las muertes y la sangre son factores comunes de representación. En México, algunos medios impresos como “La Prensa” de nota roja, a este tipo de imágenes además, les agrega un título chusco que corta por completo cualquier relación empática que pueda generarse hacia el sufrimiento de otros. Los seres ahí exhibidos terminan convertidos en simples objetos; por lo que, las imágenes de este tipo pueden generar en nosotros la aceptación de la violencia y su subsecuente reproducción. En ese sentido, podríamos preguntarnos si con la difusión de imágenes violentas ¿puede plantearse un cambio en la recepción de los hechos, por parte del espectador?, aunque también me parece pertinente abordar la importancia e influencia que tienen las imágenes para el arte, pues es con lo que trabaja un Artista Visual.

Tal es el caso de este proyecto. Al inicio, sabía que quería intervenir las imágenes de violencia impresas en los medios para hacerlas no visibles, para cubrirlas. Tras buscar qué periódico me parecía mejor, me quede con Metro, que es un publicación de nota roja que circula en el Distrito Federal, Estado de México, Puebla, Jalisco y Nuevo León, desde el 5 de Diciembre de 1997. Lo elegí por la relación entre el titular y la imagen; ya que el titular más que describir la noticia complementa la imagen; por lo que, fueron estos dos elementos los que utilice en la obra del proyecto, conformada por 30 impresiones digitales intervenidas con pintura acrílica negra.

A la par de la elaboración de la obra y la reflexión, encontré coincidencias y disidencias entre mi pensamiento y el de teóricos, escritores y artistas, quienes me ayudaron a comprender otros aspectos en torno a la exhibición de imágenes violentas. Entre los más significativos encontré el género periodístico de “nota roja”, que según el Dr. en Ciencias Políticas Daniel C. Hallin[1], la Nota Roja en el periodismo y los medios de comunicación en México se magnificó a mediados de 1990 (2000: 267). En esta época hubo un considerable incremento en el número de asaltos, secuestros, asesinatos y delitos por drogas en el país. Su consecuencia fue que circularan tantas noticias con estos hechos, dando lugar al auge de la nota roja. Por su parte, el periodista Rubén Darío Buitrón define a la nota roja como “lo burdo, lo escandaloso, lo cínico, lo populachero, lo violento, lo vulgar, lo humorístico, lo versátil, lo machista, lo oportunista, lo sensiblero, lo pornográfico, lo cursi, lo ramplón, lo repugnante” (Buitrón, 1997: 21).

Periódico METRO, publicado el 2 de noviembre del 2014 en Puebla, México..

Además, para reafirmar el contenido visual violento de éste género periodístico, se hace uso del lenguaje que “recupera su inscripción en los repertorios de la cultura popular urbana basándose en sus propiedades narrativas y lingüísticas” (Brunetti, 2011: 2), que vertidos en un titular de no más de cinco palabras se complementan con la imagen del suceso.

Periódico METRO, publicado el 12 de mayo del 2015 en México D. F.

En la nota roja, el “mayor apoyo estará siempre en las fotografías, aunque también se apoya en la ironía, el humor negro, la sátira y el melodrama” (Arriaga, 2002: 5). En este punto podemos identificar que los dos elementos principales de la nota roja son la imagen que ilustra el hecho y el titular que lo nombra. Su antecedente se encuentra hace 130 años, en el Libro de bocetos fotográficos de la guerra de Gardner (1886) de Mathew Brady, en donde el autor advertía: ¡Aquí están los espantosos pormenores! Que sirvan para evitar que otra calamidad semejante se abata sobre nuestra nación.

Portada del libro Guerre à la Guerre! War agaisnt War! Ourlog aan den Oorlog! de Ernst Friedrich, publicado en 1924.

Páginas 2018 y 219 del libro Guerra contra la guerra.

Otro libro es el de Ernst Friedrich ¡Guerra contra la guerra!, publicado en 1924. El álbum comienza mostrando juguetes asociados a la guerra, imágenes de pueblos destruidos, pilas de cadáveres y finaliza con fotografías de los rostros deformados de excombatientes. Todas las imágenes estan acompañados de un pie de foto que hace alusión a expresiones de la propaganda bélica como un “campo de honor” ó a una montaña de cuerpos como a “la tumba del héroe”. La obra es un claro ejemplo, donde el uso del texto irónico acompaña a las imágenes; es el primer antecedentes de los periódicos sensacionalistas como Metro. Cabe mencionar que su publicación tuvo una gran cantidad de ventas en distintos países.

Por su parte, la escritora y directora de cine Susan Sontag, en su texto Ante el dolor de los demás (2003) hace una interesante reflexión en relación a la fotografía y a las imágenes de guerra, pues a lo largo de los años, estas imágenes mórbidas de cuerpos desmembrados, personas moribundas ó muertas, y hasta el instante de su muerte, han tenido tanto productores como públicos.

Al respecto, Sontag nos dice :

La información de lo que está sucediendo en otra parte, llamada «noticias», destaca los conflictos y la violencia –«si hay sangre, va en cabeza», reza la vetusta directriz de la prensa sensacionalista y de los programas de noticias que emiten titulares las veinticuatro horas–, a los que se responde con indignación, compasión, excitación o aprobación, mientras cada miseria se exhibe a la vista (Sontag, 2003: 6).

Aunque la reflexión no tiene lugar en un contexto actual es aplicable a las imágenes violentas y de desgracias, que hoy en día nos sirven de entretenimiento. Nos han saturado de esta clase de imágenes. Todos los días sin falta, al menos en México, vemos fotografías de accidentes, muertos, mutilados y heridos en distintos periódicos y otros medios de información, causando paulatinamente la habituación a la mirada de la violencia, como un hecho más del cotidiano. “Tales imágenes solo nos incapacitan un poco más para sentir” (Sontag, 2003: 46).

Si surge la pregunta de por qué hay incremento en el número de noticias que muestran la violencia, la respuesta sería porque hay una demanda de ese tipo de noticias, nada surge de la nada. Desde este panorama pareciera que no hay nada que hacer con estas fotografías, pero los medios de comunicación no son los únicos que aportan al imaginario colectivo sino también algunos artistas, quienes trabajan con este tipo de temas, capaces de configurar la realidad con otra visión. En mi caso, la opción que encuentro es no mostrar estas imágenes como “terapia de choque”[2] sino cubrirlas, negando de un modo representativo que estos hechos se expongan.

Adela Legarreta Rivas atropellada por un Datsun, 1979. Enrique Metinides.

El Doctor en Historia del arte, Iván Ruiz, en su conferencia Violencia sin fin: esquelas y necrologías visuales, presentada en el coloquio Las tres eras de la imagen (2015) en la Biblioteca Vasconcelos de la Ciudad de México; hizó una distinción entre la producción de imágenes que buscan estetizar la violencia y las que construyen sentidos ó reflexiones a partir de su representación. En la conferencia, Ruiz se inclina por la obra de artistas que crean conciencia a partir de las imágenes, con el argumento de “no violentar la esfera de visibilidad” más de lo que ya se ha hecho. No reproducir la violencia, sino activar la reflexión.

Bandido Disfrazado, 2006, De la serie Erased lynching.

Ken Gonzáles-Day. 3,8 x 6 pulgadas. Impresión montada en cartulina.

Es el caso del artista, arquitecto y cineasta, Alfredo Jaar (Chile, 1956) y su “Proyecto Ruanda”, que tras desarrollarlo durante seis años, dió como resultado 21 obras diferentes. El proyecto aborda el genocidio que tuvo lugar en 1994, en Ruanda, África; el exterminio perpetuado por el gobierno de ese lugar dejó entre 500 mil y un millón de personas asesinadas, el 75% de la población Tutsi. Jaar, en su obra el “Lamento de las imágenes”; una de las piezas que conforman el proyecto; presentó una instalación de cajas de luz puestas sobre el suelo, que prometen tener dentro las imágenes de la matanza, pero al “reverso de su instalación […] se experimenta una luz cegadora, donde ya no quedan imágenes posibles para representar el horror” (Vásquez, 2009).

Allfredo Jaar, Untitled, 1997.

En una entrevista realizada por Art 21, Alfredo Jaar explica que al ver las noticias de Ruanda en los periódicos sintió la necesidad de ir a ese lugar y de documentar lo que pasaba; ya que fue un suceso que pasó prácticamente desapercibido para el mundo. Durante su estancia, obtuvo información de los habitantes y sobrevivientes, tomándo más de tres mil quinientas fotografías. A su regreso a Estados Unidos se dió cuenta que no podía usar esas imágenes, Jaar comenta: “no tenía sentido usarlas; las personas no reaccionaron a estas imágenes ¿Por qué iban a reaccionar ahora? Estaba empezando a pensar que debe haber otra manera de hablar de la violencia sin recurrir a la violencia. Tiene que haber una manera de hablar sobre el sufrimiento sin hacer sufrir a la víctima de nuevo” (Art21, 2007).

Allfredo Jaar, Untitled, 1997.

De modo que Jaar optó por esconder las imágenes que documentaban el genocidio para “hacer frente a un flujo incesante de imágenes y [a] una saturación visual que ya no significa nada” (Camus, 2007, 136). Esa saturación y exceso de imágenes nos llevan a la censura, a volvernos menos reaccionarios ante las representaciones que documentan actos de violencia.

Otro artista que trabaja ese tema es Felipe Zúñiga (nacido en la Ciudad de México en 1978) que, aunque tiene proyectos muy variados; dos de sus líneas de trabajo me parecen interesantes: la primera aborda el cuerpo y la espacialidad y la segunda los medios populares y lo nacional, ambas se desarrollaron en la Ciudad de México y en Tijuana, respectivamente. Siendo ésta última donde inicia el colectivo CUBO, con quienes hace la obra MediaWomb, una instalación escultórica/sonora/interactiva. Se trata de una estructura diseñada y construída por Giacomo Castagnola, que en su interior contiene sensores de movimiento diseñados por Nina Waisman, que al ser activados reproducen sonidos atmosféricos mientras que en la parte trasera Camilo Ontiveros y Felipe Zuñiga se apropian y manipulan reportes sobre la violencia en la ciudad de Tijuana, entre otros audios. En esta pieza, es el espectador quien con sus movimientos determina lo que se escucha, el volumen y la intensidad. La obra también plantea la violencia expuesta en los medios de comunicación y el círculo vicioso formado entre el consumidor y las imágenes; una problemática latente desde 2009 hasta el día de hoy. El público es el más participativo en este ciclo de consumo, pues es quien demanda ese tipo de noticias, la saturación y su consecuente reproducción; creando un sistema que se alimenta a sí mismo, al igual que la imagen de la serpiente que engulle su cola, el Ouroborus (CUBO, 2009).

CUBO, Mediawomb, 2009.

En ese sentido, el papel activo del consumidor es quien mantiene a los medios para que exhiban este tipo de imágenes pero, ¿qué pasa con aquellos que no compramos los periódicos y de todos modos nos toca ver las portadas sangrientas? ¿podríamos ser partícipes y consumidores pero a otro nivel?, quizás no propiciamos la demanda y la saturación pero sí somos influidos por las imágenes violentas que aceptamos de manera pasiva y que bien podemos llegar a adoptar y reproducir ¿Qué hacer si no deseamos verlas y consumirlas?

Proyecto De a Metro

Martha Ortiz, De a Metro, 2014-2016.

Este es un proyecto que se ha desarrollado desde 2014. Fue resuelto plásticamente en una serie de 30 obras, realizadas con pintura acrílica negra aplicada sobre impresiones digitales en papel de algodón. Las imágenes son apropiaciones de los titulares e imágenes del periódico mexicano de nota roja Metro; provienen de una selección publicadas entre febrero de 2014 y mayo de 2015. Su contenido más relevante, el que interesa a este proyecto, es anunciado en la portada que es de tipo cartel porque utiliza imágenes de gran tamaño y los titulares son de tipo sensacionalista.

Periódico METRO, publicado el 22 de agosto del 2014 en Puebla, México.

El proyecto se desarrolló a partir de una selección de imágenes, las cuales se editaron para que fuesen ilegibles. El formato (vertical u horizontal) se adaptó a la tamaño del texto; por lo que algunas imágenes están rotadas. La ubicación del texto se da según la dimensión de la imagen, pero como regla general se buscó que la imagen dejará ver de que va la noticia.

Opté por realizar la obra en papel porque es una referencia directa al periódico y porque alude a la impresión en offset. Consideré que si iba a cubrir la imagen no era necesario que la pintara, además el no hacerlo indica para mí algo impersonal, producto de una máquina y fuera de mi contacto físico, pues yo no lo produzco. En cambio, la pintura que aplique sobre la imagen se vuelve gestual. Trabajar con este sistema de impresión y su posterior cobertura me permitió realizar en cuatro meses un número considerable de pinturas, haciendo una analogía con la abundancia de hechos violentos que vemos actualmente. También me parece importante el impacto que el espectador pueda tener al ver las obras juntas abarcando un espacio que lo envuelva. Además, para reforzar la idea de censura, se pintó sobre la impresión con acrílico negro, el espacio negativo del texto titular que acompaña a la imagen en el periódico.

Es así que en la obra del proyecto “De a Metro”, se vierten de manera plástica las reflexiones aquí planteadas. Se busca cubrir imágenes de los titulares del periódico mexicano de nota roja Metro como una forma de suprimir lo que ahí se muestra. Todo el sufrimiento ajeno que es vendido como divertimento y distracción deviene en una falta de sensibilidad ante estos hechos violentos que son mostrados a diario. Siguiendo este razonamiento, podemos relacionar la cantidad de violencia que vivimos hoy en día con la habituación que tenemos al ver este tipo de imágenes, donde la muerte y la vida parecen haber perdido su valor. En lo personal, experimenté lo que plantea el proyecto; ya que al principio me costaba ver las imágenes de personas sangrando, hasta que me fuí acostumbrando y ya no causaban impresión alguna; como lo menciona Marie-Christine Camus: “Se piensa que la imagen nos puede llevar a cometer actos violentos, determinar nuestro comportamiento o incluso alejarnos de la realidad y desaparecer lo real” (2007, 129).

Según la socióloga y psicóloga Eva Heller, en la psicología del color, el negro corresponde a “la renuncia más ostensible al color, y también a toda exhibición” (2004: 149). Todo lo contrario, a lo que vemos todos los días en lo medios de comunicación y la publicidad, en donde la norma parece ser que haya una saturación de colores en sus programas y productos. Tal como sucede con el Metro, que vuelve de la muerte y el sufrimiento un espectáculo, exaltándolo con sus colores brillantes y representando el color de la sangre más roja. De este modo, dentro de la tipografía queda contenida una parte de la imagen y ambas refuerzan el sentido del Metro: exhibir la desgracia de otros y que esas imágenes sean consumidas. Por lo que, al aplicar la pintura negra sobre la impresión, simbólicamente se cubre y censura el carácter objetual, que en en este tipo de publicaciones se le da a la vida y a la muerte.

Aunque la muerte sea un proceso inminente y natural, la exposición de la muerte, la vida y de las personas como objetos, conllevan problemas a nivel sociedad, restando empatía y sensibilidad por los otros.

Como conclusión, sabemos que los medios de comunicación nos moldean como sociedad e influyen fuertemente en nuestro actuar y en el modo de ver al mundo; por lo que, siguiendo con esa lógica, tiene sentido el cubrir las imágenes que muestran la violencia y de las que hace ironía el periódico Metro; a fin de que la violencia y la forma en que vemos la muerte nos pueda resultar diferente para recuperar la sensibilidad. Aunque, por otro lado, el cubrir las imágenes de violencia quizás no haga que como seres humanos seamos menos violentos, pero como se ha planteado en diversos ejemplos de esta investigación y que sólo el paso del tiempo nos permitirá visualizar, el mostrar imágenes violentas con la consigna de que lo mostrado no se debe hacer, podemos decir que es casi imposible saber si lo planteado en este proyecto tenga el resultado esperado.

 

[1]Daniel C. Hallin es Doctor en Filosofía en Ciencias Políticas y escribe sobre temas como el periodismo, la comunicación política y el análisis comparativo de los sistemas de medios de comunicación.

[2]En psicología, la terapia de choque es uno de los métodos de terapia donde el sujeto se somete a un enfrentamiento con aquello que lo trauma y le genera sufrimiento.

Bibliografía:

Arriaga, J., (2002): La nota roja: Colombianización o mexicanización periodística, en Sala de Prensa, vol. 2, julio de 2002.

Art 21, (2007): Alfredo Jaar: The Rwanda Project, Recuperado el 31 de agosto de 2016, de http://www.art21.org/texts/alfredo-jaar/interview-alfredo-jaar-the-rwanda-project.

Brunetti, P., (2011): Crónica roja y sensacionalismo: maneras de hacer, maneras de ver, Revista Oficios Terrestres, Ed. Universidad Nacional de Córdoba, Córdoba.

Buitrón, R. D., (1997): La sangre como espectáculo, Revista Latinoamericana de Comunicación Chasqui, Nº. 60, pp. 20-23.

Camus, M., (2007): Entre visibilidad e invisibilidad, una reflexión en torno al poder de la imagen, en El arte y los debates sociales: Imágenes en guerra, Ed. Instituto Nacional de Bellas Artes y Literatura, México, pp. 129-137.

CUBO, (2009): Mediawomb, Recuperado el 2 de mayo de 2016, de http://c-m-l.org/?q=node/382

Gonzáles-Day, K, (2015): Erased Lynching, Recuperado de http://www.kengonzalesday.com/projects/erasedlynching/

Hallin, D., (2000): Popular Journalism and the Transition to Democracy in México, en Tabloid Tales: Global debates over media standards, Ed. Rowman & Littlefield Publishers Inc., Estados Unidos.

Heller, E., (2004): Psicología del Color, Ed. Gustavo Gili, Barcelona.

Ruiz, I., (2015): Violencia sin fin: esquelas y necrologías visuales, en Las tres eras de la imagen, Coloquio llevado a cabo en Biblioteca Vasconcelos, México.

Sontag, S., (2003): Ante el dolor de los demás, Ed. Santillana, Madrid.

Vásquez, A., (2009): Alfredo Jaar, en Revista Almiar No. 44, Recuperado de www.margencero.com/articulos/new03/jaar_imagenes.html

[a]Pasante de la Licenciatura en Artes Visuales, Instituto de Artes, Universidad Autónoma del Estado de Hidalgo.