Amamantar es un acto místico y espiritual de entrega

Exposición individual de Úrsula Tutosaus en la Sala Ático del Palacio de los Condes de Gabia. Diputación de Cultura de Granada, del 2 de Diciembre de 2016 al 19 de Febrero de 2017.

Una exposición es un abrirse, una entrega. En ella se registra una huella, memoria del pasado y a su vez se establecen proyecciones a futuros, divagaciones, impulsos que darán lugar a ulteriores expresiones del ser.

Amamantar es un acto místico y espiritual de entrega es una muestra de arte contemporáneo en la que se hibridan materiales, lenguajes y vivencias. Una exposición que se cubre del tejido de mi propio camino en ambas orillas del océano Atlántico: México y España.

Camino que trazaron mis pasos llevándome hacia la Tradición en una búsqueda esencial de la raíz inserta física y espiritualmente en la tierra. Pasos que circundan en unión íntima entre el arte y una inquietud espiritual de conocimiento en el sentido de búsqueda, de hallazgo, de comprensión interna, de experiencias sensoriales y de encuentro. El hecho artístico se convierte así en el motor de un vehículo que me transporta hacia un vertiginoso adentrase, descarnarse y cuan serpiente volver a dejar que una nueva piel me cubra. Un cuerpo, el mío, que se adentra en otras realidades que alimentan mi espíritu ávido de otro sentir y otro conocimiento donde cuerpo, alma y mente puedan, en un momento dado, encontrar el equilibrio en una unidad transitoria. Un cuerpo que se balancea en movimiento rítmico, pausado que calma la mente para hacer que la intuición y el sentir cobren su propio protagonismo.

De este modo mi camino es vertido en la obra intentando trasladar las cuestiones de la individualidad a un ámbito de lo universal. En el difícil y complejo ejercicio de la materialización plástica de las ideas y sentires radica en primera instancia la utilización de una serie de materiales que tienen una fuerte carga simbólica personal y a su vez colectiva.

La materia es memoria fósil. Puro signo, acogido en la intimidad, que arraiga, crece y nutre. (BORREGO, 2016)

Materia que se va relacionando entre sí para tejer una red de hilos y de lecturas, de sentires entre todos ellos. Hojas de maíz, lana, hilo de algodón, cerillas, trigo, flores, restos de edificaciones gastados por el mar, jícaras, mesas, telas… Al fin materiales cotidianos portadores de memoria y que forman parte del devenir diario, del uso tradicional e incluso están insertos en el ritual. Con ellos pretendo buscar nuevos lenguajes estéticos, sin que estos sean el precepto de la obra, si no el soporte para un trabajo que se va forjando lentamente, ritualmente en el tiempo y a través del tiempo, convirtiéndose éste en el elemento fundamental que rige la unidad de todas. Tiempo material que se destina a la elaboración de la pieza y también aquel en el que el espíritu y la intelección se inunda de emociones, de conocimiento, de introspección provenientes de la tradición pre-hispánica, intentando anidar en mí, a través de ella, la comprensión de una cosmovisión personal. Una cosmovisión y un autoconocimiento como mujer, en todos los sentidos que ello comporta; En mi caso como mujer física y espiritual, como mujer política y social. Como mujer hija, nieta, tía y hermana. Como mujer pareja. Como mujer amiga. Como mujer compañera, amiga. Como mujer extranjera. Como MUJER, y sí por qué no, como mujer también de maíz aunque su carne esté hecha de trigo.

Estas obras también han nacido de la experiencia del viaje y como dice uno de mis maestros: Víctor Borrego:“viajero es el que cambia, aún sin moverse del sitio”. (BORREGO, 2016)

El viaje (ya sea interno o físico) te convierte en un extraño, incluso de ti mismo. Un extraño que al pasar cierto tiempo vuelve a hacerse familiar, retomando viejas costumbres y creando nuevas. En ese volver a tocar tierra, después del vuelo, es el momento donde la obra se llena, una vez que te permitiste vaciarte. Es en el vacio donde se alcanza la plenitud, que no creo permanente sino momentánea y necesitadora de una gran labor interna. La obra se convierte en un pre-texto para hacer en imagen tus propias “líneas” vitales. Para generar un tejido de sensaciones, pensamientos, relaciones, instantes… Imágenes que nacen de lo vivido pero que se emancipan de ello cobrando identidad propia dentro de una trama visual sugerente. Piezas que abarcan una plasticidad en blanco y rojo imbuyéndose en universos femeninos, oníricos y energéticos que tratan establecer una comunicación sensitiva y de intelección con un espectador emancipado cobrando la propia autonomía del arte.

Vista de la exposición Amamantar es un acto místico y espiritual de entrega, Úrsula Tutosaus.

BORREGO, V. (2016). Escrito en persona. Catálogo de la exposición: Amamantar es un acto místico y espiritual de entrega . Editorial de la Diputación de Granada. Granada, 2017.

^[a] Profesora de la licenciatura en Artes Visuales en el Instituto de Artes de la Universidad Autónoma del Estado de Hidalgo.