Discursos y narrativas cinematográficas de mujeres artistas de mediados del siglo XX

Resumen

El presente ensayo analiza algunos aspectos de la obra de mujeres artistas que destacaron en las vanguardias cinematográficas de mediados del siglo XX, las cuales surgen tras la búsqueda de una nueva sensibilidad estética, marcando a su vez el comienzo de un cine experimental. Es así como, en este campo cinemático se encontrará una amplia investigación feminista que interroga los discursos y narrativas dominantes así como la relación cine-cultura-género.


Palabras clave: Representación, Imagen, Género y Cine.

Abstract

This paper discusses some aspects of the work of women artists who excelled in the cinematographic vanguards of mid-twentieth century, which arise after the search for a new aesthetic sensibility, in turn marking the beginning of an experimental cinema. Thus, in this cinematic extensive field research interrogates feminist discourses and dominant narratives and the relationship-culture-genre film will be. Es en la década de los veinte cuando las vanguardias cinematográficas surgen tras la búsqueda de una nueva sensibilidad estética, marcando a su vez el comienzo de un cine experimental. No obstante, es en este campo cinemático donde se encuentra una amplia investigación feminista que interroga los discursos y narrativas dominantes así como la relación cine-cultura-género.


Keywords: Representation, Image, Gender and Cinema.


El primer cine de mujeres se forma y nutre de los movimientos artísticos denominados vanguardistas. El expresionismo alemán, el surrealismo, el dadaísmo, el formalismo ruso y el impresionismo francés intervinieron en la gestación de una concepción cinemática alternativa, en la que participaron las primeras mujeres directoras.

            Dichas figuras del cine independiente son la cineasta francesa Germaine Dulac y la norteamericana Maya Deren. Dulac es recordada como la primera mujer en realizar películas de largometraje, una de las cintas que realizó fue: La Concha y el Reverendo cuyo guión fue escrito por el poeta francés de cierta influencia surrealista, Antonin Artaud. La película permite ver el inicio de un cine construido a partir de imágenes que, de forma consciente o inconsciente, se unen para contar historias oníricas.

        Por otro lado, Maya Deren fue partidaria de un surrealismo expresionista; exploró los deseos, las obsesiones y alienaciones de la mujer, aunque fue escasa su obra, el trabajo de esta cineasta se ha mantenido de manera íntegra, ya que vinculaba su arte con la poesía y el cine. No por nada sus películas son descritas como poemas visuales y sueños convertidos en filmes; al respecto ella se pronunciaba así: “yo era poeta, antes de ser cineasta, […] era un poeta muy pobre porque pensaba en términos de imágenes.”[1] Pues se sumergía en su subconsciente para descubrir ideas, sensaciones, ansiedades y emociones, para luego traducirlas y expresadas en un lenguaje fílmico,  dando paso y forma a una experiencia personal. 

En Meshes of the afternoon, la célebre película que Maya Deren realizó en 1942, utiliza un lenguaje cinematográfico donde ella utiliza los recursos de: paneos de sutil movimiento, manejo de continuos planos subjetivos; así también, utiliza su propio cuerpo cuadro a cuadro, proyectándolo en forma de sombras sobre distintas superficies, expresadas en un montaje rítmico, cuyo movimiento dentro del cuadro es el que impulsa el movimiento de montaje de imagen a imagen[2] , dejando ver una realidad subjetiva.                                                  

Un elemento importante en sus filmaciones lo conforman: los espejos, los cuales tenían una connotación importante, ya que éstos establecen una conexión silenciosa con los ojos, sugiriendo la posibilidad del ensueño o aún más, de alucinación, percibiendo también una narrativa cíclica y una estructura que manifiesta la repetición en los distintos planos.

            Hay un plano de Meshes of the Arfternoon, que representa a la autora y actriz encaramada a la ventana de su apartamento californiano, vista desde el exterior a través de un cristal que suaviza sus rasgos étnicos. Quienquiera que ignore la condición de la vanguardista de la autora no podrá por menos regocijarse en el glamour que destila la diva. Anaïs Nin, quien compartió con Deren algunos círculos artísticos en Nueva York, no dejo de percibir el efecto Boticelli que produce la imagen; una imagen ciertamente representativa de este trabajo y a su vez referente para ejemplificar esa representación quizá espontánea de personajes estereotipados en la cultura occidental. En efecto, la explícita alusión a la Primavera del pintor florentino, la pulcra naturaleza reflejada en el cristal de la ventana, la sutileza aérea de las manos femeninas [la cual refleja su profesión de bailarina], su cabello desordenado y sus sencillos vestidos otorgan a la estrella un mágico equilibrio entre pálida madona y seductora sin artificio[3] .

Fotograma del video “Meshes of the afternoon” (1943), Autores: Maya Deren y Alexander Hammid. Fotografía: Alexander Hammid

            Considerando una segunda opción, dentro de este análisis crítico,  es la de una posible abstracción, en la cual la imagen se reduce a una síntesis de elementos, en el caso de Maya Deren, la proyección de su imagen al sugerir una separación significativa del todo al que pertenece, transformándose en un todo independiente y resaltando su valor formal.

La película es una proyección de los deseos y de los miedos del que sueña, establece una atmósfera con tintes paranoicos y de desconfianza; así también es una secuencia del tiempo que transcurre y se asocia al cambio, a la transformación, a la metamorfosis en el tiempo de la mujer que también es parte esencial de la obra de Deren.

Un personaje que destaca en este rodaje es sin duda, la figura encapuchada, misteriosa y a la vez fascinante, cuya cara reflexiva soporta el espejo a la forma del rostro agregándole otra dimensión, reflejando detrás la identidad de los que se pudieran mirar en ella, podría elevarse a éste elemento dentro del concepto de la máquina deseante[4] de Deleuze, o del cuerpo sin órganos, la cual se traduce en el deseo del inconsciente del personaje principal que es Maya Deren.

En realidad, Deren en una bisagra que practica la inserción de las artes plásticas en el mundo del cine y viceversa.

Fotografía 2. Fotograma del video “Meshes of the afternoon” (1943), Autores: Maya Deren y Alexander Hammid. Fotografía: Alexander Hammid.

 

Aquí establezco la relación con los Film Stills de Cindy Scherman, quien al respecto describe lo siguiente:

Cuando niña me pegaba a la TV y amaba las películas. Había un show “The Million Dollar Movie pasaban el mismo film una y otra vez, cada noche por una semana, así que podías conocerlo a fondo. Recuerdo el asombro a través de una película del futuro bizarro que estaba realizada de sólo imágenes fijas excepto por una de las escenas finales que te conmovía: era La Jetée de Chris Marker que debió haber estado en PBS […] En otra ocasión había ido con mis padres a una cena y padecer mirando TV en el sótano […] Rear Window de Hitchcock […] amé  todas  aquellas  viñetas  de    Jimmy Stewart, observando  en las ventanas alrededor de él, uno no sabe mucho acerca de aquellos personajes, así que tratas de recrear esas piezas de sus vidas.[5]

            En el párrafo anterior se describe claramente la idea principal de la obra plástica contemporánea de la norteamericana Cindy Scherman, cuyas obras al igual que la de Maya Deren realizan un estudio de género, de otredad y hasta fantasmático, en donde cada personaje es interpretado por ella misma. Ambas nos remiten su presencia, es decir, manejan imágenes donde aparecen ellas mismas representando un drama, situaciones donde todos los detalles probablemente anecdóticos, han sido suprimidos.

Infiero que el cine se asemeja a la pintura, la música, la literatura, la danza y a su vez las combina para hacerlas converger y sellarlas en un acontecimiento visual, es en esto que estriba su superioridad sobre las demás artes; “trata directamente con el tiempo verdadero, el tiempo de la vida, al que las demás artes acceden sólo indirectamente.[6] Es así como encontramos en el cine un anhelo de trascendencia, de recuperación del tiempo, en el se transforman ideas y se traspasan los límites de pensamiento humanista para crear categorizaciones, serializaciones, es decir una multiplicidad territorial visual.

Al respecto Artaud mencionaba que “el cine es revelador de toda vida oculta, pero es preciso saberla adivinar de manera adecuada[7] .  De tal manera ya no se utiliza para contar historias, una acción exterior, sería como ir en contra de su fin más profundo. Así también, el cine ha llegado en un momento de giro del pensamiento humano, en el momento preciso en el que el lenguaje usado pierde su poder de símbolo, en el que el espíritu está cansado del juego de las representaciones.

Sherman menciona al respecto del cine: El cine implica una subversión total de los valores, un trastoque completo de la óptica, de la perspectiva, de la lógica. Es más excitante que el fósforo, más cautivante que el amor[8] .

El cine reclama temas excesivos y psicología minuciosa, de igual forma reclama rapidez, pero, sobre todo, la repetición, la insistencia, el retorno sobre lo mismo, toda su complejidad y las múltiples capas que tiene la imagen. Cuya problemática deviene en pensar, problematizar y criticar las imágenes y esto lo encontramos en la idea de afección, es decir interpretar las imágenes que se desarrollan en el sentido de su significación interior, que va de fuera a dentro es decir la percepción de sí a traves de sí. El cine como recurso ejecutante de expresión por parte de los creadores y productores de la imagen, ha sido el medio para decir el mundo.

La obra de Maya Deren como referencia visual, la manipulación del aparato cinemático, la secuencia, la fragmentación, la narrativa ilógica, la banda del sonido ambiente son los elementos que convierten la interpelación en una contemplación trascendental para el espectador.

Así también, he tomado como referencia los film stills de Cindy Scherman, como instantes recobrados en la memoria, que a su vez ha sido influenciada por Chris Marker, con La jetée, de donde retomo la idea del montaje poético de los instantes del tiempo, interpretándolos como una alegoría de la visión y de la memoria tomando como elemento principal  mi propio cuerpo.

La representación de la mujer como imagen (espectáculo, objeto para ser contemplado, visión de belleza y la concurrente representación del cuerpo femenino como locus de la sexualidad, sede del placer visual, o señuelo para la mirada), está tan expandida en nuestra cultura, antes y más allá de la institución del cine, que constituye necesariamente un punto de partida para cualquier intento de comprender la diferencia sexual y sus efectos ideológicos en la construcción de los sujetos sociales, su presencia en todas las formas de la subjetividad. Aún más, en “nuestra civilización de la imagen”, como lo ha llamado Barthes, el cine funciona en realidad como una máquina de creación de imágenes, que al producir imágenes (de mujeres o no) tiende también a reproducir a la mujer como imagen.

 

BIBLIOGRAFÍA

EISENSTEIN, Sergei, La forma del cine, México, Siglo Veintiuno, 2003.

SÁNCHEZ-BIOSCA, Vicente, Cine y vanguardias artísticas. Conflictos, encuentros, fronteras, Barcelona, Editorial Paidós, 2004.

DELEUZE, Gilles y Félix Guattari, El Anti Edipo. Capitalismo y esquizofrenia, Barcelona, Paidos Iberica, 1985.

SCHERMAN, Cindy, The Complete Untitled Film Stills, New York, The Museum of Modern Art, 2003.

AUMONT, Jacques,  Las teorías de los cineastas, Barcelona, Paidós, 2004.

ARTAUD. Antonin, El cine, Madrid, 1992.

 

[1] Maya Deren, In the mirror of Maya Deren, 2001. Dir. Martina Kudlacek.

[2] Sergei Eisenstein, La forma del cine, México, Siglo Veintiuno, 2003, p. 75.

[3] Vicente Sánchez-Biosca, Cine y vanguardias artísticas. Conflictos, encuentros, fronteras, Barcelona, Editorial Paidós,2004, p. 167.

[4] Véase en Gilles Deleuze y Félix Guattari , El Anti Edipo. Capitalismo y esquizofrenia

[5] Cindy Sherman, The Complete Untitled Film Stills, New York, The Museum of Modern Art, 2003, p. 4.

[6] Jacques Aumont, Las teorías de los cineastas, Barcelona, Paidós, 2004, p. 38.

[7] Antonin Artaud, El cine, Madrid, 1992, p. 14.

[8] Cindy Sherman, Op. Cit., p. 4


[a] Profesora-investigadora, area académica de Artes Visuales, Instituto de Artes de la UAEH