Crítica e historia de la dirección orquestal en el mundo

Resumen

Este trabajo hace una revisión de la historia de las orquestas sinfónicas y sus directores, especialmente las que se desarrollaron en México: la Orquesta Sinfónica de México y la Orquesta Sinfónica de Xalapa, con directores de la talla de Julián Carrillo, Manuel M. Ponce, Carlos Chávez, José Yves Limantour (quien fuera Secretario de Hacienda y Crédito Público en tiempos del presidente Porfirio Díaz) y Luis Ximénez Caballero, entre otros muchos. También se tratan aspectos relacionados con la enseñanza de la dirección orquestal en México, y la influencia que ejercieron directores europeos en este proceso.


Palabras clave: Dirección orquestal, Orquesta Sinfónica de México, Orquesta Sinfónica de Xalapa.

Abstract

This paper reviews the history of symphony orchestras and their directors, especially those developed in Mexico : Mexico Symphony Orchestra and the Symphony Orchestra of Xalapa, with directors of the stature of Julian Carrillo, Manuel M. Ponce, Carlos Chavez, José Yves Limantour (former Secretary of Finance and Public Credit in times of President Porfirio Diaz) and Luis Ximénez Caballero, among others. Aspects of teaching orchestral conducting in Mexico, and the influence that European directors in this process are also discussed.


Keywords: Orchestral conducting, Mexico Symphony Orchestra, Symphony Orchestra of Xalapa.


¡Cuán Orgullosos estáis de vuestro poder los directores¡ Cuando un hombre nuevo se enfrenta con la orquesta –según el modo de ascender los peldaños que llevan al estrado y abrir su partitura, antes incluso de que empuñe su batuta, sabemos si él es el amo o lo somos nosotros.
Franz Strauss

Evolución histórica de la dirección de orquesta en México durante la primera mitad del siglo XX. Los principales Maestros en esta etapa.

Las primeras orquestas sinfónicas estables en América estuvieron en los Estados Unidos. New York y Boston contaron a finales del siglo XIX con la experiencia de personalidades como Felix Mottl y Anton Seidl, especialistas en la obra de Wagner y pupilos directos de este.

En este periodo es muy importante la labor de Theodore Thomas (1835-1905) que aunque de ascendencia alemana hizo su carrera en los Estados Unidos. Su lucha para conseguir que EE UU tuviera una orquesta estable y que el público norteamericano se acostumbrara a la música de concierto fue muy importante. Estados Unidos debe mucho a este hombre que dio a conocer gran parte del repertorio universal. Fue el primer director de la Sinfónica de Chicago y promotor de la construcción de su primera sala de conciertos.

Ya en el siglo XX, Estados Unidos importó a grandes directores como Otto Klemperer, Fritz Reiner, George Szell, Bruno Walter y Arturo Toscanini. Estos directores fueron llegando a Estados Unidos por varias razones como la profesionalización de las orquestas y el avance en la materia. Con el estallido de la Primera Guerra Mundial y posteriormente la Segunda Guerra Mundial, muchos músicos decidieron escapar de Europa, situación que al final privilegió a los Estados Unidos con la llegada de Arnold Schoenberg a California y Bela Bartok, que al final de sus días vivió en la pobreza habiendo sido en Europa un profesional con un conocimiento vasto. La guerra permitió dotar de directores no sólo a Estados Unidos sino al mundo entero. Un ejemplo es la contratación de Erick Kleiber por parte de la Filarmónica de la Habana.

Al igual que la evolución en los Estados Unidos, México no tuvo una orquesta estable hasta la llegada de la Orquesta Sinfónica de México.  Para hablar específicamente de la escuela de dirección mexicana, mencionaré a continuación a los principales directores de orquesta y sus distintas influencias:

Julián Carrillo (1875-1965) fue un compositor, violinista y director de orquesta mexicano que obtuvo una beca del presidente Porfirio Díaz para en el Real Conservatorio de Leipzing. Carrillo se integró a la orquesta del conservatorio y al Gewandhaus de Leipzing dirigida en aquel tiempo por Arthur Nikish. Aunque no existen registros oficiales, los cinco años que estuvo en Europa fue violinista de importantes orquestas (1899-1904) y ahí trabajo directamente con Arthur Nikish y los directores de aquel tiempo. Carrillo organizó una orquesta a su regreso en 1905 y fue nombrado director titular de la Sinfónica Nacional (1918-1924).  Su entrega a la especialidad del Sonido lo alejó de su camino como director de orquesta: en la búsqueda de defender la división de los tonos en cuartos y octavos de tonos y así sucesivamente, abandonó una prometedora carrera en la dirección. Actualmente el sonido 13 es  sólo una teoría en papel que no logra interpretarse. Es memorable su grabación al frente del Gewandehaus de Leipzing en la interpretación de su Primera Sinfonía, compuesta en Europa en la década de los sesenta del siglo pasado, en lenguaje tonal y dedicada al presidente Porfirio Díaz.

Manuel M. Ponce (1882-1948) Pianista y compositor, no se conoce con exactitud que en algún momento estudiara una carrera de director o fuera aprendiz de algún director o miembro de una orquesta. Como director, fue titular de la Sinfónica de México de 1918 a 1920. Se conoce que estudió en Europa de 1904 a 1908 en Alemania e Italia. En la década de los treinta y con casi cincuenta años de edad se convirtió en alumno de Paul Dukas. No hay información disponible sobre  la forma de dirigir de Ponce, ni de su carácter o efectividad en esta labor, pero tanto él como Carrillo, no deben haber sido inmunes a la influencia del panorama europeo de la época.

Carlos Chávez (1899-1978).  Compositor, pianista y director de orquesta fue alumno de Manuel M. Ponce y Pedro Luis Ogazón. Chávez fue uno de los músicos más influyentes del siglo XX y fundador de la primera orquesta estable mexicana la Sinfónica de México, que después se convertiría en la Sinfónica Nacional. Chávez, de formación autodidacta, realizó varios viajes a Estados Unidos.  En su carrera como director condujo a las principales agrupaciones del mundo entre las que destacan las Orquestas de Boston, Chicago, Pittsburgh y New York. En Europa estuvo al frente de la Filarmónica de Berlín y de la Sinfónica de Londres entre otras. En la revista editada por él, llamada “Nuestra Música”, dedicó una serie de artículos acerca de la dirección orquestal (Reimpresión facsimilar de la Revista Nuestra Música: 1946-1948 1992).

En septiembre de 1946 Carlos Chávez Ramírez publicó en la Revista Bimensual "Nuestra Música" la primera de cuatro entregas de lo que llamo "Iniciación a la Dirección de Orquesta".  Esta serie de artículos contienen una explicación sencilla y esquemática (muy parecida a la del libro de Berlioz) de los principios de la dirección.  Esta fue la primera vez en la historia de México que un autor se dedicó a hablar acerca de la educación de la dirección orquestal.

En la primera entrega en el primer año de edición de la revista y número 4 Carlos Chávez menciona lo siguiente acerca de la naturaleza de dirigir:

"Si los problemas de reproducción de la música -reproducción en el sentido de re-creación- son múltiples y complicados cuando se trata de obras tocadas en un instrumento sólo, cuando se trata de un conjunto orquestal no se multiplican en razón directa del número de instrumentos que lo forman, sino que cambian radicalmente de naturaleza: en el primer caso el artista que recrea toca él mismo sobre el instrumento; en el segundo caso, el artista que interpreta o recrea no toca él mismo sobre el instrumento, sino que gobierna y anima la ejecución de un grupo de individuos, quienes, por ese hecho se encuentran en una situación sui generis."[1]

Más adelante se refiere a cualidades especiales que debe reunir un director de orquesta, además del conocimiento de su especialidad.

"el director, por encima de la capacidad técnica y artística, debe tener otra aptitud más, de naturaleza psicológica, que le permita dominar los matices infinitos del gran problema general de las relaciones humanas… La autoridad del director, nadie que no sea el mismo puede dársela ni quitársela".[2]  

Chávez en sus escritos define dos grandes vertientes para el aprendizaje de la dirección, por una parte y primero que todo, el estudio analítico y por otra parte, la síntesis recreadora.  

Carlos Chávez, ya en 1946 plantea un problema fundamental que tendrá un impacto en las primeras generaciones de directores de orquesta en México y que a mi juicio, podría constituir un tema de estudio e investigación de una tesis de maestría o doctorado en un futuro. En el siguiente enunciado habla de la dificultad de enseñar dirección de orquesta: "¿Se debe y se puede enseñar metódicamente a dirigir orquesta? La contestación es afirmativa. Es absolutamente debido hacerlo. Mientras más difícil y compleja sea una materia, más necesario se hace sujetarla a un estudio metódico. Por otra parte, es perfectamente posible hacerlo, aunque sin duda, será difícil, laborioso y costoso."[3]  

Chávez reitera una pregunta que en lo personal me realizo en el día a día de la dirección: ¿realmente se puede enseñar a dirigir? Y es que en la dirección de orquesta existen ciertos aspectos que son difíciles de trasmitir: "¿Cómo sería posible, por ejemplo, inculcar en un estudiante las cualidades de sangre fría, de presencia de ánimo, tan necesarias ante una situación peligrosa o de fracaso inminente, como acontece a veces en un gran conjunto?"[4]

Estos trabajos y el impulso del principal director mexicano, además de ser una de las figuras más influyentes de la primera mitad del siglo XX, posiblemente fueron los detonadores para una carrera de dirección orquestal en el Conservatorio Nacional de Música.   Chávez hace una sugerencia: "Yo creo que nuestro Conservatorio debe hacer un esfuerzo propio, utilizando, es claro, toda la experiencia adquirida por otros establecimientos u otros maestros extranjeros, pero aplicándose a avanzar por sí mismo lo más posible en la resolución de un problema de interés universal, para lo cual todos los esfuerzos que se realicen en todas partes son pocos. Hay que experimentar, y hay que poner a contribución para ello todos los elementos disponibles.[5] 

Carlos Chávez propone un programa educativo que contempla:

“……………….

  1. Educación auditiva melódica
  2. Educación auditiva armónica
  3. Dictado Orquestal
  4. Educación Rítmica
  5. Dictado rítmico
  6. Conocimiento particular de cada instrumento
  7. Estudio de la Instrumentación y de la Orquestación
  8. Conocimiento formal y temático de la partitura
  9. Conocimiento armónico y contrapuntístico de la partitura
  10. Estudio y ejercitación de los medios mecánicos de la dirección: la batuta, la mano izquierda.
  11. Disquisición sobre los medios psicológicos de la dirección de orquesta
  12. Educación de la memoria
  13. Educación de la musicalidad
  14. La emoción y la imaginación
  15. La interpretación[6]

En 1948, en el tercer año de publicación de la revista, en su noveno número Chávez dedica su capítulo a la "Disquisición sobre los medios psicológicos de la dirección orquestal" en los que podemos leer entre líneas algunos de los problemas que se afrontaban en la naciente vida orquestal mexicana. Tenemos que considerar que Chávez había aprendido "sobre la marcha" al frente de su orquesta:

"Cada uno, también, tiene su orgullo, o su vanidad más o menos levantada, lo que, por cierto, no siempre está en proporción justa a su aptitud musical profesional. Además, el músico de orquesta es por lo general centrífugo, tiende a distraerse, a ausentarse mentalmente del conjunto, no sólo por el natural impulso a seguir la línea de menor resistencia, sino por (el) sincero e inconsciente sentimiento individualista…Por otra parte, el músico, al darse cuenta de que es tan sólo una pequeña célula del conjunto, puede fácilmente perder la noción de su propia personalidad, en una especie de subestimación de su particular aporte al conjunto. Es decir, al tocar sólo un músico sabe que los resultados, buenos o malos dependen de él exclusivamente. No así cuando es solamente uno de los cien que tocan…"¿quién es este señor que va a venir a dirigirme, a mandarme, a disponer de mí?"[7] p.6

Este pensamiento de 1946 es el que prevalece aún en muchos de nuestros músicos. Chávez habla también de la importancia de la comunicación visual del director: "Establecida ya la comunicación visual, y sólo por este medio, el director logra todas la condiciones de buena ejecución mecánica, o sea, ataque, cambios graduales y súbitos de tiempo, equilibrio de las sonoridades orquestales, etc., etc., pero, además, sólo también por este medio puede transmitir a la música su ánimo, su impulso, su emoción de la música en cada momento de la ejecución"[8]

La influencia de Carlos Chávez fue muy importante. Uno de sus principales discípulos fue, sin dudas, Eduardo Mata. Chávez vio en Mata una promesa que se hizo una realidad, la persona que impulso a que Mata fuera titular de la Orquesta Sinfónica de Guadalajara (hoy conocida como Filarmónica de Jalisco) y la titularidad de la Sinfónica de la UNAM (hoy conocida como Ofunam) fue gracias a Eduardo Mata.

Carlos Chávez y Eduardo Mata trabajaron juntos para la grabación del ciclo de sinfonías de Carlos Chávez así como de los conciertos para violín y piano en la década de los setenta del siglo pasado. Asimismo Chávez recomendó a Mata para que a su muerte fuera nombrado miembro del Colegio de México. El Colegio de México es un grupo que reúne a los más importantes intelectuales del país. Cuando alguien es miembro lo es hasta su muerte. Al ser nombrado, cada uno de ellos tiene que nombrar un sucesor, es decir, los miembros actuales son como especies de nietos o bisnietos ideológicos y culturales de la primera generación.  Carlos Chávez nombraría a Mata y este a su vez nombró al compositor Mario Lavista como su sucesor.

En la última parte de su vida, Chávez impulsó la carrera de Eduardo Mata, quien se convertiría en el más importante director de orquesta mexicano del siglo XX.  Eduardo Mata diría acerca de su maestro lo siguiente: "Creo  que el mejor ejemplo, la mejor enseñanza que nos dio a sus discípulos  directos y a los indirectos, -(me refiero a todos los que pertenecemos a  esta generación y que, por lo escaso de nuestra historia musical o de  la historia de nuestro ambiente musical , tenemos que referirnos a él,  que es parte importante de esa prácticamente inexistente historia)- fueron adquirir una disciplina, una autocrítica y un sentido muy  especial de la relación cantidad-calidad en la obra de arte, basándose  en el principio de que solamente escribiendo mucho o pintando mucho o componiendo mucho se puede llegar a obtener un producto medianamente de  calidad[9] 

Eduardo Mata tuvo una importante carrera al frente de la Sinfónica de Dallas, Phoenix, Simón Bolívar y UNAM. Es hasta el momento el director mexicano que ha dirigido la mayor cantidad de orquestas importantes en el mundo. Fallecido en 1995, fue asistente de Erich Leinsdorf y del propio Chávez.

A la par del trabajo de Carlos Chávez, tres maestros europeos tuvieron una influencia directa en la dirección orquestal mexicana, estos son: Herman Scherhenn, Igor Markevitch y Sergio Celibidache.

Otra figura importante dentro de la dirección de orquesta fue sin lugar a dudas la de Luis Herrera de la Fuente (1917-2014). Herrera fue titular de las más importantes orquestas mexicanas, fue descubierto por Sergiu Celibidache, perfeccionó sus estudios con Markevitch y Scherhenn y fue maestro de dirección y promotor de clases magistrales en sus primeros años de vida profesional. Dentro de sus alumnos destacan: Manuel de Elías, Francisco Savin, Armando Zayas y Jorge Deleze. Posteriormente Francisco Savin, desde su cátedra de dirección en el Conservatorio Nacional de Música de México, se convertiría en el primer gran maestro de dirección de orquesta con un puesto docente. Fueron sus discípulos los directores Eduardo Díaz Muñoz, Enrique Barrios y Félix Carrasco, por sólo mencionar algunos.

Como promotor de cursos, a Herrera se deben los cursos de dirección de Celibidache y Markevitch en la ciudad de México.

Sobre los textos escritos y publicados en México dedicados a la educación de la dirección orquestal quiero destacar dos esfuerzos muy loables: “La Disciplina Coral” del compositor, organista y director de coros (y orquesta) Miguel Bernal Jiménez y “La Mano Izquierda” del director de orquesta Fernando Lozano.

La Disciplina Coral fue escrito en 1947 y publicado por la Editorial de la Escuela Superior de Música Sagrada de Morelia, y fue el resultado de una serie de artículos en torno a la dirección coral, con consejos prácticos aplicables a todas las disciplinas de la música, desde las posibilidades de todas las voces del coro, su disposición dentro de la agrupación, el marcaje básico y algunos conceptos que tienen que ver con el trato humano.

Por otra parte, el último y más reciente texto acerca del tema es la obra “La Mano Izquierda” de Fernando Lozano, publicada en el 2007 por la editorial de Miguel Ángel Porrúa y que fue impreso en la ciudad de México. Este libro abarca desde la preparación teórica, un breve repaso de las características de los instrumentos, conocimientos básicos del director hasta los diferentes tipos de ensamble con los que interactúa el director.

No obstante, creo que por la amplitud de la propuesta y el contexto en el cual lo realizó, la obra escrita por el maestro Carlos Chávez es hasta el momento lo más completo sobre la dirección orquestal de las publicaciones nacionales.

1. Análisis del rol desempeñado por la Orquesta Sinfónica de Xalapa, dentro de la vida musical mexicana y latinoamericana.

En Xalapa en las primeras décadas del siglo XX se hicieron algunos conciertos sinfónicos esporádicos, realizados por el profesor Juan Lomán y Bueno.   Sobre la fecha de fundación de la OSX existen ciertas discrepancias como la planteada por Federico Ibarra, (Ibarra Groth, 2011) donde plantea la posibilidad de que la Orquesta se fundara tres años antes de su fecha oficial, en base a unos escritos del compositor jalisciense José Rolón.  

Por otra parte, en la mayoría de los documentos oficiales se señala el año de 1929 como fecha oficial de la fundación de la Orquesta Sinfónica de Xalapa (OSX) en el estado de Veracruz, que se encuentra en la región costeña del Golfo de México. La OSX pasó a representar desde entonces, la primera agrupación orquestal creada en una provincia del país y hasta la fecha es considerada como una de las más reconocidas de México, con una trayectoria que sobrepasa los 80 años. La OSX fue fundada y encabezada por el violinista y director de orquesta Juan Lomán y Bueno, quien permaneció a su cargo hasta 1943. Durante esos 14 años, la OSX logró el reconocimiento como agrupación sinfónica formal, aunque sus esfuerzos para difundir la cultura musical, se vieron limitados a pocas localidades cercanas al estado de Veracruz (Alemán Velazco, Arredondo Álvarez, & Salmerón Roiz, 2002).

Ya en la década de los cuarenta, Xalapa contaba con un músico que fue notable para esta ciudad. Gabriel Pareyón señala: “En 1944 el gobernador del Estado de Veracruz, Jorge Cerdán, encomendó a José Yves Limantour la reorganización de la orquesta, que fue transformada en poco tiempo, para convertirse, con las orquestas sinfónicas de Guadalajara y Mérida, en una de las más importantes del interior del país.”[]

Con la llegada de José Yves Limantour a la orquesta, esta agrupación se transformó de una orquesta de repertorio complaciente y con visión amateur, en la orquesta rival de la Sinfónica Nacional. Sus constantes estrenos de obras de Mahler, Villalobos, Honneger, entre otros, llegaron a los oídos de todo el país. Asimismo, Limantour, fue el primer director que con su fuerte y bien cuidada personalidad le dio el toque de popularidad similar al alcanzado por reconocidos músicos populares como Jorge Negrete.  Con la salida de Limantour en medio de un escándalo económico y político llega al pódium de la OSX el violinista mexicano Luis Ximénez Caballero. 

A partir de 1944 y hasta mediados de 1952, José Yves Limantour fungió como director titular de la OSX. Durante su periodo al frente de la OSX, el maestro Limantour logró la consolidación de la orquesta a nivel nacional. En los 8 años durante los cuales la encabezó, la OSX alcanzó logros trascendentes como la participación de directores invitados de la talla de Fritz Reiner y Hermann Scherchen, la interpretación del concierto no. 1 de Paganini por el violinista Ruggiero Ricci, así como el estreno en México de la sinfonía no. 4 “Deliciae Basiliensis” de Honegger y la sinfonía no. 4 de Mahler, entre varios otros (Alemán Velazco, Arredondo Álvarez, & Salmerón Roiz, 2002).

Innovadoramente para la época, la OSX comenzó a ampliar sus actividades con la programación de giras que se extendían no sólo a localidades dentro del estado de Veracruz, sino a poblados de algunos estados aledaños y a la capital del país. Sin embargo, la falta de financiamiento y planeación estratégica para sustentar las giras de la sinfónica, llevaron a la OSX en 1951 a la quiebra económica durante la temporada de conciertos de ese año en el Palacio de Bellas Artes de la Ciudad de México. Al regreso de la OSX a la ciudad de Xalapa, varios de los músicos mexicanos permanecieron en la capital y la mayoría de los extranjeros regresaron a sus países de origen. Dada la inseguridad económica y la incertidumbre sobre el futuro de la OSX, José Yves Limantour decidió buscar otros horizontes y aceptó la dirección de la Orquesta Sinfónica de Bilbao. Sin embargo, el nombre de Limantour permaneció vinculado ―casi como una suerte de sinónimo― al de la OSX aún varios años después de haberse separado de sus actividades. (Reyes Pale & Dorantes Guzmán, 1994) (Alemán Velazco, Arredondo Álvarez, & Salmerón Roiz, 2002).

En 1952, ante lo que parecía como la inminente disolución de la OSX, Luis Ximénez Caballero, quien había fungido como violinista en las filas de la orquesta en la que se encontraba desde 1942 y como subdirector a partir de 1950, ―con apenas 23 de años de edad― tomó el cargo de director de la sinfónica e inició la ardua labor que le llevaría cerca de 10 años para rescatar, continuar y acrecentar, los logros y alcances de la OSX que a pesar de haberse quedado con únicamente 32 ejecutantes, ya era considerada por buena parte del país como una tradición. (Alemán Velazco, Arredondo Álvarez, & Salmerón Roiz, 2002) (Reyes Pale & Dorantes Guzmán, 1994).

En la década del treinta del siglo pasado sólo había dos orquestas mexicanas con programación regular: la Sinfónica de México (hoy Sinfónica Nacional) y la Sinfónica de Xalapa.  Existen también indicios de programaciones esporádicas en Jalisco y Nuevo León, pero de hecho se conoce que al menos tuvieron 10 años de inactividad previo al estallido de la Segunda Guerra Mundial.

La situación geográfica de México y la relevancia musical de la época gracias al liderazgo principal de Carlos Chávez en el Distrito Federal y José Yves Limantour en Xalapa hicieron que varios artistas tomaran en cuenta a ambas orquestas sinfónicas para sus presentaciones.

En el caso de la capital, fue frecuente la visita de compositores como Igor Stravinsky que hizo su primera grabación como director al frente de la Sinfónica de México de la obra "El beso del hada". Igualmente, al frente de la OSN estuvieron batutas como las de George Sebastián,  Hermann Scherhenn, George Solti, Charles Dutoit, Erick Kleiber, Sergiu Celibidache, Pierre Monteux y Sir Thomas Beecham.

Simultáneamente en Xalapa se vieron beneficiados por esa actividad y por las interesantes temporadas que esta orquesta hacía en la Ciudad de México, temporadas en las cuales la orquesta se mudaba a la capital y trabajaba con artistas que posiblemente no hubieran viajado hasta Xalapa, como es el caso de Emil Gilels, Neeme Jarvi y Fritz Reiner.

El impacto de la Orquesta Sinfónica de Xalapa en Latinoamérica se establece sin ninguna duda a partir de la iniciativa del Festival Casals, promovido por Luis Ximénez Caballero. Este Festival convirtió durante varias semanas a la Orquesta Sinfónica de Xalapa  en el centro de la vida cultural del estado y el país. 

En el Festival Casals participaron figuras como Rostropovich, Villalobos y el propio Casals, que interactuaron con la agrupación.

La importancia de la Orquesta Sinfónica de Xalapa para Latinoamérica reside en hacer obras de vanguardia, atraer a los grandes artistas y crear condiciones económicas sólidas y favorables para sus artistas desde hace más de 80 años. Creo que en el mundo de la dirección algo que se aplaude y especialmente en economías capitalistas, (también en economía socialista, pero el enfoque social del socialismo es mucho más afín a la cultura, en el capitalismo parece anti-cultural) es que un gobierno, un patronato o una universidad estén dispuestos a pagar más de 50 sueldos al mes para realizar conciertos sinfónicos. 

2. Luis Ximénez Caballero y su labor como director de orquesta

Nacido en la ciudad de Xalapa, Veracruz el 26 de enero de 1928, Luis Ximénez Caballero inició su educación musical en 1938 a los 10 años de edad en el Conservatorio Nacional de Música de la Ciudad de México. Ahí, recibió las enseñanzas del maestro Luis Sosa y posteriormente del violinista Josef Smilovitz, quien formó parte durante varios años del prestigioso cuarteto de Lenner junto con el eminente violinista y compositor mexicano Higinio Ruvalcaba, y los maestros Herbert Froelich e Irme Hartmann (Reyes Pale & Dorantes Guzmán, 1994).

Durante aproximadamente 20 años, Luis Ximénez Caballero, se desempeñó como integrante de la OSX. Ingresó a sus filas el 16 de diciembre de 1943 como violinista―teniendo apenas 15 años de edad―, desarrollándose hasta ocupar la silla de violín concertino. Poco tiempo después, formó el Cuarteto Clásico que dependía de la Universidad Veracruzana y con el cual, realizó giras por diversas ciudades de la República Mexicana. Al mismo tiempo, dirigió los coros del Seminario Diocesano en la ciudad de Xalapa, actividad que se reconoce como su iniciación en la dirección orquestal (Alemán Velazco, Arredondo Álvarez, & Salmerón Roiz, 2002)(Ximenez Caballero, [Entrevista manuscrita sin título], 1973).

De 1950 a 1952 fungió ―además de seguir como violinista― como subdirector de la OSX, durante la última parte del periodo en el que José Yves Limantour la encabezó. Posteriormente, ocupó el puesto de director durante 10 años, entre finales de 1952 y diciembre de 1962; siendo hasta la fecha, el segundo director titular de la OSX, que ha permanecido durante más tiempo a su cargo en un sólo periodo ininterrumpido ―únicamente después de su fundador, el maestro Juan Lomán y Bueno, quien fue director el titular en un periodo de 15 años― y el tercero, si se consideran en conjunto los años ejercidos durante diferentes periodos, como es el caso de Francisco Savín quien encabezó a la orquesta en total durante 17 años ejercidos en 3 periodos (Alemán Velazco, Arredondo Álvarez, & Salmerón Roiz, 2002) (Ximenez Caballero, [Documentos de su archivo personal]).

Sobre su nombramiento como titular y después de indagar en algunos archivos históricos, existen algunas diferencias entre lo publicado en los libros que existen de la OSX y algunos periódicos de la época. Ximénez Caballero se encargó de la dirección de la orquesta a finales de 1952 en medio de una de las peores crisis de la orquesta, durante 1953 el nombre de José Yves Limantour seguía apareciendo como director titular, sin embargo, todos los conciertos eran realizados por Ximénez Caballero. Podemos suponer que la OSX durante más de un año no encontraba la forma para anunciar a un nuevo director joven ante la sorpresiva salida de Yves Limantour.

La época en la cual permaneció al frente de OSX fue difícil, tanto por las caóticas condiciones en las que se encontraba la sinfónica cuando tomó el mando de la misma, como por el estrecho vínculo que existía entre la figura del director anterior, José Yves Limantour, y el nombre e identidad misma de la OSX (Alemán Velazco, Arredondo Álvarez, & Salmerón Roiz, 2002) (Reyes Pale & Dorantes Guzmán, 1994). Sin embargo, bajo el liderazgo de Ximénez Caballero la OSX pudo no sólo recuperarse, sino que logró un grado de consolidación que le permitió posicionarse al nivel de las orquestas sinfónicas más destacadas de aquel momento en el país.

Como señalan acertadamente Calatayud y Vázquez "Correspondió a Luis Ximénez Caballero cubrir una importante etapa de la existencia de la OSX, no despojada de incertidumbre. Durante su titularidad de nueve años, de 1952 a 1962, se conmemoró el vigésimo quinto aniversario de la orquesta....."[]

Evidentemente, la disposición de asumir la dirección de orquesta a tan temprana edad y los resultados obtenidos durante el período de su conducción, nos muestran a un músico con cualidades excepcionales.

Luis Ximénez Caballero, como sus contemporáneos, aprendió sobre la marcha. Saltó desde el atril a la batuta haciendo una de las carreras más notables de México.  Su encuentro con Igor Markevitch fue determinante para su profesionalización, así como sus estudios con el Dr. Moshe Feldenkrais, convirtiéndose en el único director de la época que implemento técnicas alternativas en el desarrollo de los ensayos de orquesta.


 

Bibliografía

Alemán Velazco, M, V Arredondo Álvarez, and H Salmerón Roiz. Patronato Pro Orquesta Sinfónica de Xalapa: Orquesta Sinfónica de Xalapa 73 años de historia. Xalapa: Editorial Gobierno del Estado de Veracruz, 2002.

Amsermet, Ernest. Escritos sobre la música. Idea Books, 2000.

Eduardo Mata 1942-1995: iconografía. México, D. F.: Instituto Nacional de Bellas Artes, UNAM, n.d.

Ibarra Groth, Federico. Orquesta de la Universidad Nacional Autónoma de México (1936-2006): historia y desarrollo en el contexto cultural del país. México, D.F.: UNAM. Dirección General de Publicaciones y Fomento Editorial, 2011.

Lozano, Fernando. La Mano izquierda. México, D. F.: Porrua, 2007.

Pareyón, Gabriel. Diccionario enciclopédico de música en México. 2 v. vols. [s. l.]: Universidad Panamericana, 2007.

Reimpresión facsimilar de la Revista Nuestra Música: 1946-1948. México, D. F.: CENIDIM, Instituto Nacional de Bellas Artes, 1992.

Reyes Pale, Y., and S. Dorantes Guzmán. Orquesta Sinfónica de Xalapa. Xalapa, Veracruz: Editorial Gobierno del Estado de Veracruz: Universidad Veracruzana, 1994.

Ximenez Caballero, Luis. "[Documentos de su archivo personal]." México, D. F., n.d.

[1] (Reimpresión facsimilar de la Revista Nuestra Música: 1946-1948 1992) p. 213

[2] (Reimpresión facsimilar de la Revista Nuestra Música: 1946-1948 1992) p. 214

[3] (Reimpresión facsimilar de la Revista Nuestra Música: 1946-1948 1992) p. 281

[4] (Reimpresión facsimilar de la Revista Nuestra Música: 1946-1948 1992) p. 218

[5] (Reimpresión facsimilar de la Revista Nuestra Música: 1946-1948 1992) p. 221

[6] (Reimpresión facsimilar de la Revista Nuestra Música: 1946-1948 1992) p. 222

[7] (Reimpresión facsimilar de la Revista Nuestra Música: 1946-1948 1992) p. 6

[8] (Reimpresión facsimilar de la Revista Nuestra Música: 1946-1948 1992) p. 10

[9] (Eduardo Mata 1942-1995: iconografía s.f.) p. 25-26

[10]  (Pareyon)

[11]  (Calatayud & Vázquez) p. 155


[a] Profesor de tiempo completo, Facultad de Música de la UANL. Doctorante por el Instituto Superior de Arte, Habana, Cuba.