La formación teatral propuesta en la UAEH

Resumen

Carl G. Jung en su libro “The undiscovered self” dice que la única forma de resolver los conflictos colectivos es a través de la transformación interna de los individuos; para Jung, la psicología de la nación es un reflejo de la psicología de sus habitantes.
En el nuevo milenio, ante las crisis políticas, económicas y sociales, rodeados de imágenes apocalípticas nos preguntamos: ¿Cómo rediseñar un programa educativo que sea responsable con las necesidades de nuestros tiempos? ¿Cuáles son las peguntas a resolver? ¿Cómo formar artistas sin dejar de lado la construcción de seres humanos conscientes? Consideramos que en nuestro tiempo la única posibilidad real de innovar y al mismo tiempo generar un cambio en el entorno es por medio de la consciencia individual, para entonces poder relacionarnos con el otro. De esta manera hemos retomado caminos trazados por otros investigadores escénicos para la formación del artista teatral a través del entrenamiento físico y mental que generan autoconocimiento por medio de exploraciones, “dinámicas” y meditaciones para confrontar al alumno con lo que cree de sí mismo (Su ego) buscando transgredir los límites establecidos por su entorno.
Al integrar la conciencia de sí mismo como ser humano, el alumno amplía su capacidad de transformación escénica por lo tanto será capaz de colocar poéticamente sobre la escena toda la bondad y maldad contenida en la naturaleza del hombre.
La línea propuesta para la formación del artista en la UAEH parte de una investigación que labora dialécticamente entre la necesidad del ser individual, el diálogo en la escena y el espectador con el objetivo de trazar un camino que provea a éstos una serie de experiencias que permitan el encuentro con el otro y consigo mismos.


Palabras clave: Formación teatral, Escuelas de teatro en México, Rediseño de Programa Educativo

Abstract

On “The Undiscovered self”, Carl C. Jung said that the only way to solve collective conflicts was through the inner revolution of the individual; Jung thought that the psychology of the nation was a reflection of the psychology of its citizens.
As part of the new millennium, having before us all the political, economic and social crisis, surrounded by apocalyptical images, we ask ourselves: How can we design an academic program which is responsible with or time needs?, What questions do we need to answer? How can we educate artists without leaving behind the construction of a conscious human being?
We think that the only way we have to innovate and at the same time generate a change in our environment is through the development of individual consciousness in order to be able to relate with others and themselves.


Keywords: Theatrical training, Theater schools in Mexico, Redesign Education Program

 

El Instituto de Artes de la Universidad Autónoma de Hidalgo fue fundado al interior de una ex hacienda dentro de un pequeño pueblo llamado Mineral del Monte, que está ubicado a más de 2,600 metros sobre el nivel del mar. De clima frío y poseedor de un pasado vinculado a la industria minera, estuvo a punto de convertirse en un pueblo fantasma, ya que la mayoría de sus habitantes emigraron en busca de nuevas  posibilidades económicas.

Desde la iniciativa de abrir un centro de estudios profesionales para las artes en Mineral del Monte en el año 2002 se ha observado un crecimiento económico del lugar, pues aunado a esto, es pertinente mencionar que se ha vuelto un sitio turístico lo que permite la exposición de la experimentación escénica y manutención para los alumnos del instituto, ya que los estudiantes se han vinculado y abierto espacios para presentar sus objetos estéticos.

El transcurso de doce años de licenciatura no ha sido nada fácil,  en algún momento se tuvo que enfrentar el hecho de que los habitantes nativos se sintieron invadidos por la llegada de “jóvenes extraños” con costumbres distintas; como consecuencia de la falta de comunicación entre los habitantes y los nuevos residentes, se presentaron actos de violencia y racismo contra los alumnos, lo que tuvo que ser atendido en primera instancia.

Para realizar esta tarea primero había que preguntarse ¿qué hace un Instituto de Artes en un lugar montañoso donde casi no sale el sol?

¿Qué  actitud se deberá trabajar en el director y el actor en formación para que puedan generar un discurso  escénico que provoque complicidad con los habitantes? ¿Cómo invitarlos a nuestros espectáculos? ¿Cómo podemos relacionarnos con su forma de vida sin un afán colonizador? ¿Cuál es la forma de hacerlo y qué relevancia tiene?

Para tratar de dar respuesta a estas preguntas nos hemos dado a la tarea de hacer una revisión sobre  la historia del Teatro Mexicano, qué lo define, cómo se llegó a formar esta identidad, por qué cantidad de lenguajes y propuestas escénicas hemos transitado durante el siglo XX. Así que realizamos una pequeña reseña sobre la Historia Teatral Mexicana basada en el texto TEATROS Y TEATRALIDADES EN MÉXICO SIGLO XX de Domingo Adame.

Tras la Revolución mexicana, iniciada en 1910, la práctica escénica tomó un rumbo educativo y de orientación popular. Durante la gestión de José Vasconcelos en la Secretaría de Educación Pública (SEP), crea el programa de “Misiones Culturales”,  esto consistía en profesores que viajaban por el interior del país con la finalidad de alfabetizar o erradicar adicciones, utilizándose algunas veces el teatro como herramienta, lo que propicia la construcción de teatros al aire libre.

Retomando el propósito alfabetizador, en Pátzcuaro  Michoacán, se abre el Centro Regional de Educación Fundamental para América Latina, CREFAL dependiente de la UNESCO, donde el teatro era la base de la “Especialidad en recreación”, apuntando hacia un teatro rural, bautizado como “Nuestro teatro campesino.” 

En 1983, el Instituto Nacional para la Educación de los Adultos (INEA), implementa un programa de teatro con fines educativos  que inicia bajo la dirección artística de Rodolfo Valencia; se buscaba formar promotores en comunidades para construir  una forma de expresión teatral que permitiera el desarrollo integral de sus habitantes. A principios de los 90´s el programa cierra.

Pero una pieza fundamental en el inicio de lo que se puede llamar escuela de teatro  en México fue Seki Sano,  japonés,  actor, director,  activista social y exiliado de la URRS quien fue discípulo de Stanislavski y Meyerhold. Estableció una escuela gratuita para la formación de nuevos actores, para ello utilizó la educación sistemática basada en el Método Stanislavski.

Rodolfo Usigli establece una estructura dramatúrgica sobre temas que atañen a la sociedad mexicana postrevolucionaria, también funda el “Teatro de Medianoche”, que se convierte en escuela del actor y del espectador, donde se iniciaron grandes actores y directores. Fue el precursor de  la idea de generar un Teatro Nacional en México.

Hacia el resto del país podemos observar que durante los años cincuenta hasta los años setenta el concepto de Teatro Universitario empieza adquirir fuerza, si bien no eran licenciaturas, se organizaron grupos de trabajo que proponían distintos caminos de formación, así en el estado de Veracruz, Sinaloa, en Puebla, San Luis Potosí, Guanajuato (cede del Festival Cervantino) por mencionar algunos.

Gracias a esta expansión y descentralización de la cultura, surgen a lo largo del país, dramaturgos, directores y actores discípulos de los precursores antes mencionados que proponen distintas formar de escribir y realizar  espectáculos. Podemos mencionar  a:

Ignacio Retes, defensor de la estructura escénica y dramática.

Ludwig Margules  distinguido por su concepción actoral y escénica sobre la contención emocional.

Héctor Mendoza, propuso que  el texto es sólo “un pretexto”, por lo que se permitió una propia dramaturgia funcional para el espectáculo escénico.

Héctor Azar quien decía  que el teatro es “la forma más perfecta de la educación”. (Adame, 2004: 195)

Rodolfo Valencia, quien propuso un sistema actoral basado en la respiración, la “Bioenergética”, sin la necesidad de que el actor haga uso del “quién soy, de dónde vengo y a dónde voy” todo a partir del autoconocimiento del mapa emocional y la voluntad.

Abraham Oceranzki quien funda por iniciativa propia y ante la constante falta de espacios teatrales en el país “El Galeón” en Ciudad de México, en Xalapa Veracruz el “Studio T” y “Teatro Carpa La Libertad”. Ha dedicado su vida a proporcionar al actor espacios de libertad escénica mediante la apropiación e interpretación de temas, textos dramáticos y poemas, en donde la acción es una  metáfora, que se vuelve  espectáculo.

Nicolás Núñez, quien ha desarrollado los conceptos de Teatro Participativo y   Teatro Antropocósmico para después evolucionar a Teatro de Alto Riesgo. El trabajo de Nicolás consiste en “investigar sobre el cuerpo y la mente del actor por medio de “dinámicas” en el terreno rito/ teatral.”  (Núñez, 1991:15)

Luis de Tavira, “quien destaca el valor de teatralidad y en ella potenciar escénicamente el “peso de la realidad” para lo cual se vale del análisis tonal.” (Adame, 2004:197)

La escena mexicana también ha sido tocada por el concepto de transgresión, así podemos hablar de Alejandro Jodorowsky con sus “efímeros pánicos” y sus reescrituras dramáticas como El ensueño. Por su parte, Jesusa Rodríguez provoca por medio del performance y su teatro cabaret.

Como podemos ver, han sido innumerables contribuciones las que han ido definiendo la escena mexicana; estas son el reflejo o consecuencias de las distintas transformaciones que la sociedad  ha sufrido y por lo tanto han sido distintos lenguajes escénicos los que se han desarrollado en nuestro país.

En México, el teatro ha sido una herramienta para alfabetizar, acercar, generar y promover conocimiento, ha servido para propiciar el desarrollo humanístico  en comunidades vulnerables, dejando semillas que han germinado como pensamiento y líneas de trabajo escénico y pedagógico.

La Licenciatura en Arte Dramático de la Universidad Autónoma del Estado de Hidalgo nace en 2003 bajo la coordinación de la Lic. Indira Pensado, con el apoyo de los maestros Rogelio Luévano, Norah Manneck y Alicia Martínez.

La Licenciatura en Arte Dramático se concibió con dos perfiles de egreso, Actuación y Dirección y se proponía:

[…] preparar generaciones que entiendan la actividad artística no sólo como una fuente de enriquecimiento humanístico, sino como un medio de transformación de la realidad.

Para este fin, es necesaria la formación de personas con una conciencia particular, que parta de sí mismos y que se refleje en su obra. Esta postura nos acerca a la propuesta del humanismo, entendido como una nueva conciencia ante la cual el hombre no es ya expresión estática de una especie inmutable, sino progresiva construcción histórica que asume una actitud altamente crítica y polémica con respecto de la cultura precedente. Asimismo esta propuesta nos convoca a la integridad, es decir, a cultivar todos los aspectos de la personalidad humana.

En este sentido, la creación de un Instituto de Artes es una apuesta por elevar la conciencia del hombre. Es el compromiso insustituible de una evolución cada vez más necesaria en estos tiempos, de formar más personas sensibles y capaces con valores éticos universales, que puedan crecer a través del conocimiento de su intuición creativa. (Pensado, 2003:5-6)

Desde su planteamiento inicial, la Licenciatura en Arte Dramático, dada su ubicación geográfica y su planta de maestros proponía convertirse en un centro de entrenamiento actoral, alejado de la ciudad de México, dónde los estudiantes pudieran enfocarse en la creación escénica, orientados hacia la experimentación contemporánea más que en las formas clásicas del teatro.

Este aparente aislamiento propicia la comunión del estudiante con la naturaleza. Gracias al entorno hay un pensamiento distinto al que se desarrolla en la ciudad. Sin embargo nos encontramos a un par de horas de la ciudad de México, lo cual favorece el contacto con la ciudad capital lo que permite estar al pendiente de lo que hacen las compañías más importantes del país.

Los objetivos de la Licenciatura en su primer momento eran

•          Valorar la importancia del Teatro en relación con las necesidades del Estado, la región, el país y en el ámbito mundial a partir de un análisis teórico, técnico y humanista de los diferentes campos de acción de la profesión, sustentado en los conocimientos y las habilidades adquiridas durante la carrera.

•          Aplicar las técnicas y conocimientos teóricos y prácticos fundamentales del teatro en las áreas de especialización de actuación y dirección, como importantes herramientas para lograr el mejoramiento de la productividad  en los diferentes campos  de acción de su profesión.

•          Elaborar proyectos especializados en diferentes áreas del teatro, mediante la integración de los conocimientos teóricos y prácticos adquiridos en la carrera, en equipos de trabajo interdisciplinarios y multidisciplinarios como vía para la planeación, administración, preservación y difusión de la cultura.

•          Aplicar sus conocimientos profesionales dirigidos hacia la docencia para contribuir al desarrollo de la educación artística y en especial del teatro en edades tempranas.

•          Proponer con independencia y creatividad posibles soluciones a los distintos problemas de la profesión, dirigidos a la demanda del mercado laboral, a partir de la integración de los componentes académicos, de producción  e investigativos competentes  a las diversas áreas del teatro en los campos de  actuación,  dirección,  producción y  escenografía. (2003:33)

Mientras que el planteamiento de la Licenciatura era prometedor en teoría, el arranque de la misma fue difícil y lleno de trabas. En un inicio no se contaba con espacios físicos para el desarrollo de las actividades académicas, aunado a esto, hubo cuestiones burocráticas por falta de conocimiento en el manejo de las disciplinas artísticas dentro de la Universidad, que obligaron a que la planta docente que había concebido el proyecto abandonara la UAEH tras el egreso de la primera generación.

Esto ocasionó que el proyecto original se desvirtuara y tomara otra línea de pensamiento sobre y hacia la escena, lo que comenzó a generar conflictos con la comunidad de Real del Monte dado que dejaron de respetarse los espacios públicos, así como la integridad de los valores de la comunidad.

Tras doce años de formar artistas escénicos, la Licenciatura en Arte Dramático ha empezado a tener un impacto positivo en la vida cultural del Estado de Hidalgo, el cual cuenta cada vez con mayor actividad teatral así como más espacios para desarrollar la actividad escénica.

Hoy en día la planta docente de la Licenciatura está completamente renovada, siendo un equipo joven que viene de distintas escuelas del país (UAEH, UV, UNAM, ENAT, CUT, Foro de Teatro) lo que le da al programa educativo una visión amplia sobre la formación teatral en el país.

Dado que la UAEH está implementando un nuevo modelo educativo basado en competencias, la planta docente tiene como tarea rediseñar el programa de estudio, por lo que se proponen tres áreas de énfasis: Actuación, Dirección y Gestión para ser elegidos en 5º semestre. Aun cuando es incierto que el énfasis de gestión sea aprobado, consideramos que es de suma importancia para la formación integral de creadores independientes.

Se tiene como objetivo que los alumnos  dediquen los últimos dos años de carrera a la especialización en la rama del teatro que les sea de mayor interés. Por esta razón está diseñado para descubrir, fomentar y desarrollar las capacidades y habilidades necesarias para el desarrollo profesional de los estudiantes; de la misma manera que equilibra las herramientas prácticas y teóricas para dotar, a los egresados de una formación integral.  

Por tal motivo es indispensable que el aspirante a esta licenciatura tenga la habilidad, disposición y compromiso de ampliar sus referentes artísticos y teóricos, entrenar físicamente  así como  trabajar sobre sí mismo, por medio de la relajación, respiración y conciencia de la relación del cuerpo con el ambiente; y así transformar su conducta social y moral  que estará al servicio de la escena.

El mayor acierto de la licenciatura, sobre el cual hemos trabajo desde el 2013, es el curso propedéutico. Es una de las pocas escuelas de teatro en el país, que dedica seis meses a trabajar con el aspirante-individuo sobre la conciencia, la generosidad, la responsabilidad del artista y el rompimiento del ego. Por lo que se ha diseñado un proceso de selección teórico – práctico, en el cual se estimulen las capacidades intelectuales, físicas, éticas, morales y espirituales básicas que deben integrar la personalidad de los aspirantes a la formación teatral de la Licenciatura en Arte Dramático de la Universidad Autónoma de Hidalgo. El resultado de este proceso de selección es la conducta gentil, alegre, amorosa y responsable sobre las decisiones que van tomando los alumnos a lo largo de su formación.

La tasa de deserción ha disminuido. La suma de herramientas teatrales que van adquiriendo a lo largo de la carrera son más notorias. La responsabilidad con la que abordan la escena es  comprometida. Para nosotros este proceso de selección apostado a la transformación y conciencia del individuo ha sido un punto clave para el desarrollo de la formación teatral que ofrecemos.

Seguimos fortaleciendo este proceso de selección actualmente el propedéutico contiene las materias de: Nociones Básicas de Dirección, Teoría del Arte y Actuación. Además de tener la preparación para examen de “El Centro Nacional de Evaluación para la Educación Superior” (CENEVAL), para el cual se integraron las materias de Pensamiento Matemático, Pensamiento Científico e Inglés. Ya que consideramos que el artista escénico contemporáneo debe ser capaz de relacionarse con otras disciplinas, respondiendo a una característica de nuestro tiempo “un nuevo renacimiento del pensamiento humano”.

El artista escénico que pretende formar el Instituto de Artes, se relaciona con la realidad a través del reconocimiento y  aceptación de la naturaleza del otro, encontrando tanto en los textos, en sus compañeros actores así como en el público, aquello que los unifica como seres humanos: la capacidad de sentir, de experimentar con el otro, de atravesar los caminos hermanados, o bien, bajo la premisa de la guerra, pero sobre todo de establecer una comunicación honesta y profunda que resulte en la comunión.  

La licenciatura en Arte Dramático busca por medio del entrenamiento teatral, lograr que los alumnos rompan con los límites establecidos por su pensamiento, buscando el renacimiento del individuo. Desde la postura psicoanalista de Jung, el renacer consistirá en una alteración estructural en la vida interna del individuo (Jung, 1968:122)

Pensamos que para revertir los sistemas, es necesario formar individuos con la humildad de reconocer sus debilidades, autocríticos; de ahí que el desprendimiento del ego sea premisa de trabajo en el proceso de transgresión de paradigmas en el alumno-actor; cuando se acepta la posibilidad de fallo, entonces se reconoce también la posibilidad de crecimiento, generándose un acercamiento verdadero con el arte, con la noción de la humano. Retomamos aquí la noción de Nietzsche sobre lo apolíneo y lo dionisiaco: mientras se puede expresar la mayor belleza a través de una composición, la vida que está ahí contenida se mueve desenfrenadamente, y existe por consecuencia la polaridad, la contradicción, la totalidad del ser (Nietzche, 2007).

Según Jung, un hombre crece por la grandeza de su tarea- Pero debe tener dentro de sí mismo la capacidad de crecer; de otro modo hasta la tarea más difícil no le traerá ningún beneficio. Lo más probable es que lo destrozará. (1968:120)

Para nosotros es fundamental contar con alumnos dispuestos a transformarse y crecer como individuos a través del despertar de la conciencia individual, en la búsqueda de modificar poco a poco la conciencia colectiva. Retomamos el concepto de escuela no sólo porque nos encontremos dentro de una institución, sino porque es un camino que implica un planteamiento global del conocimiento a adquirir; mientras que la formación “independiente” genera diversidad de experiencias, también es susceptible de confrontar al individuo a la carencia de metodología. Al tener el contexto universitario líneas de acción que lo acoten, se provee al estudiante de técnica planteada a priori, es decir, un grupo de especialistas ha propuesto un objetivo y los modos de llegar a él; es bajo esta teoría que se conduce al estudiante al reconocimiento de sus propias cualidades.  

Pensamos que la Licenciatura en Arte Dramático, en Real del Monte ha sido importante porque además de ser accesible la formación académica del actor y del director,  genera y aporta conocimiento; es parte de la historia del pueblo, activa la economía y existe complicidad entre los artistas en formación y los espectadores. Los habitantes del pueblo ahora nos permiten experimentar con ellos diversas propuestas escénicas. La frontera entre ellos y nosotros se fue rompiendo cuando decidimos compartir con humildad, con voluntad, con amabilidad y respeto la acción escénica.

Bibliografía

Adame, D. (2004). Teatros y teatralidades en México, siglo XX.. Xalapa, Veracruz: Grupo editorial Resistencia.

Herrera, I. Rodolfo Valencia en el Teatro. Su trabajo y su Método. Para obtener el título de Licenciado en Literatura Dramática y Teatro. Universidad Autónoma de México, Escuela de Filosofía y Letras.  México, D. F. Marzo 2006. 1V.

Nicolás, N. (1991). Teatro antropocósmico. México D.F.: Árbol editorial S.A. de C.V.

Jung, Carl G.1968. The archetypes and the collective unconscious. Routledge: NY.

Jung, Carl G. 2014.The Undiscovered self. Routledge: NY.

Nietzche, Frederich.2007.El nacimiento de la tragedia. Biblioteca Nueva: Madrid

Pensado, I. (2002). Proyecto de diseño curricular de la licenciatura en arte dramático, Mineral del Monte, Hidalgo. UAEH.


[a] Profesor Investigador de la Universidad Autónoma del Estado de Hidalgo.