Catálogo del patrimonio cultural del estado de Hidalgo

Una obra poco conocida por el público en general es el Catálogo del Patrimonio Cultural del Estado de Hidalgo, publicado en ocho tomos por el Gobierno del Estado de Hidalgo a través primero del Instituto Hidalguense de la Cultura y posteriormente del Consejo para la Cultura y las Artes de Hidalgo. Los trabajos de catalogación iniciaron en el año de 1990. El primer número, correspondiente a la región Huasteca salió en 1991 y el último, que incorpora la altiplanicie meridional, en 1998. Este Catálogo es básicamente un recuento y descripción de los principales aspectos de la cultura material de los 84 municipios de Hidalgo. Se realizó considerando la regionalización político-administrativa establecida por el gobierno de Adolfo Lugo Verduzco, que definió siete regiones, que corresponden a cada uno de los tomos. Sin embargo, la última región publicada (la uno, que comprende Pachuca y su área de influencia), por la gran cantidad de información que contiene se publicó en dos tomos, por lo que la obra se compone de ocho volúmenes en total.



Esta obra implicó un intenso y permanente trabajo de campo a lo largo de varios años pues el equipo de investigación no sólo visitó pueblos, rancherías y comunidades alejadas y marginadas, sino también lugares de difícil acceso (con vestigios arqueológicos y rupestres) que implicaron largas caminatas, a veces con la ayuda de guías locales. Incorporando información sobre arqueología, monumentos religiosos coloniales, arquitectura civil, arte popular y documentos con valor histórico entre otros, el Catálogo es en realidad varios catálogos, es decir, uno por cada uno de los temas señalados. Por ejemplo, es el único catálogo de artesanías hidalguenses publicado hasta la fecha, pero disperso en ocho tomos editados a lo largo de 7 años. Esta situación impactó negativamente, pues conforme fueron saliendo los volúmenes (en ediciones de mil ejemplares), éstos se fueron vendiendo a particulares y/o distribuyendo a las bibliotecas de la red estatal, por lo que muy pocas personas o bibliotecas poseen la colección completa.



Una de las finalidades de este obra fue actualizar el famoso Catálogo de Construcciones Religiosas del Estado de Hidalgo, realizado en la década de los treinta a instancias de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público, compilado por Justino Fernández y prologado por Manuel Toussaint; esta obra es referencia obligada a todos los interesados en conocer la historia tanto de los monumentos como de los pueblos en los que éstos se encuentran, pero sólo se refiere a monumentos religiosos. A través del Catálogo del Patrimonio Cultural es posible observar la destrucción o daño de muchas iglesias en un lapso de 80 años. Pero como esta obra se ha ampliado a otros aspectos del patrimonio tangible, al visitar en la actualidad los sitios descritos en el Catálogo del Patrimonio Cultural es posible observar el terrible daño al arte rupestre (por poner un ejemplo) ocurrido en un lapso de sólo 21 años. Podríamos seguir con más ejemplos: algunas artesanías descritas en el Catálogo del Patrimonio Cultural han desaparecido debido a que los campesinos-artesanos han tenido que emigrar por la crisis económica nacional. La responsabilidad de la investigación recayó en tres personas: Carmen Lorenzo Monterrubio, Antonio Lorenzo Monterrubio y el que esto escribe. Como equipo de apoyo colaboraron también María Eugenia Pérez Lara y el dibujante Juan Moctezuma Fragoso. Metodológicamente se organiza el Catálogo en fichas de datos que incluyen un número de inventario, una descripción, croquis y dibujos, y referencias bibliográficas.



Ha sido consultado y citado en una gran cantidad de obras posteriores. También sirvió como base para estudios ulteriores realizados por los mismos investigadores que han profundizado en los temas descritos inicialmente en el Catálogo. Personalmente, he publicado tres libros sobre temas cuyo primer acercamiento se dio en la elaboración de la obra referida: tienen que ver con las pinturas del templo de Ixmiquilpan, las pinturas de las capillas abiertas de Xoxoteco y Actopan, y la alfarería de Chililico. Por otro lado, este trabajo fue una gran experiencia, pues nos permitió no sólo conocer el patrimonio de Hidalgo, sino también lugares hermosos, gente excepcional y otras formas y realidades de vida. El Catálogo del Patrimonio Cultural del Estado de Hidalgo constituye un valioso documento que pone al alcance del público y los investigadores información detallada sobre el estado de los bienes inventariados, pero también analiza brevemente la información publicada previamente sobre cada uno de los temas. Ha sido un material muy útil en la asignatura que actualmente imparto en el Instituto de Artes: Arte y Cultura Popular del Estado de Hidalgo. Si bien pudiera no presentar un análisis a profundidad de los temas que presenta, su fortaleza es que no deja vacíos en el panorama del patrimonio cultural tangible del estado de Hidalgo. Es un trabajo sistemático, desarrollado a lo largo de varios años y que implicó un gran esfuerzo por incorporar todo el agreste territorio estatal. Es deseable una reedición del Catálogo en un solo tiraje, de ser posible, con una actualización de los temas tratados. La cultura en Hidalgo ha tenido buenos y malos momentos, creo que el que he descrito, es de los primeros.






Bibliografía


Vergara Hernández Arturo, Carmen Lorenzo Monterrubio, Antonio Lorenzo Monterrubio. Catálogo del Patrimonio Cultural del Estado de Hidalgo en 8 tomos, Gobierno del Estado de Hidalgo, Instituto Hidalguense de la Cultura-Consejo Estatal para la Cultura y las Artes de Hidalgo. Región I, Tomo II, marzo de 1999. Región I, Tomo I, noviembre de 1998. Región VI, marzo 1993. Región III, enero 1993. Región II, noviembre 1992. Región IV, septiembre 1992. Región VII, junio 1992. Región V, octubre 1991.