¿Y dónde está el grabado? 54ª bienal de Venecia Illuminations

Resumen

El presente ensayo cuestiona el lugar que ocupa la práctica del grabado en el arte contemporáneo a partir de la confrontación entre dos exposiciones en la Ciudad de México y obras de Zarina Hashmi, Christopher Wool y Thomas Kilpper en la 54ª Bienal de Venecia.

Palabras Clave: Arte contemporáneo, Grabado, Bienal de Venecia.

Abstract

This essay questions the place of practice of printmaking in contemporary art from the confrontation between two exhibitions in Mexico City and artworks of Zarina Hashmi, Christopher Wool and Thomas Kilpper in the 54th Venice Biennale.

Keywords: Contemporary art, printmaking, Venice Biennale

 

 

 

En 2011, Alicia Arizpe, Eric Reyes y yo viajamos a la 54ª Bienal de Venecia como parte de un proyecto de investigación del Grupo de Investigación Arte y Contexto para la Universidad Autónoma del Estado de Hidalgo[1]. A mediados de ese año, la artista visual Carmen Razo, me sugirió poner atención en aquellas obras elaboradas con técnicas de grabado o gráfica convencional que estuviesen presentes en la 54 Bienal de Venecia para, posteriormente, dialogar a nuestro regreso. Estando en Venecia nos dirigimos hacia el Giardini, que es el sitio principal de esta importante bienal de arte contemporáneo. El resultado después de varias horas de visitar pabellones y de ver cientos de obras fue el siguiente: un artista de la India que presentó unos grabados abstractos de pequeño formato en xilografía; un artista alemán en el pabellón danés con una pieza tridimensional compleja y monumental en donde utilizó placas de madera talladas con retratos como entarimado; y un artista en el pabellón central con una serie de serigrafías sobre telas en bastidores de gran formato. Los días siguientes, en el Arsenale yen el resto de los pabellones distribuidos por todo Venecia el grabado y otras técnicas de impresión tradicional brillaron por su ausencia.

En contraste, en nuestro país, 2011 fue un año en donde el “gremio” de artistas gráficos se unió para tratar de analizar aquellas convergencias y divergencias que los unen o dividen en A tiro de fuego. 1er encuentro de talleres de gráfica contemporánea en el Centro Cultural Ollin Yoliztli, organizado por el Taller la imagen del rinoceronte, y en Sensacional de Estampa. Bifurcaciones de la gráfica en México 2000-2011 en el Centro de la Juventud, Arte y Cultura Futurama, organizado por Eje Gráfico Contemporáneo. Ambos encuentros y exposiciones se llevaron a cabo en la Ciudad de México.

En Venecia llevé un registro cuidadoso de qué medio o disciplina manejaba el artista o artistas que representaban cada país, es decir, a cada nombre de un país en mi lista le anotaba si presentaba una exposición de fotografía, de pintura o de instalación según fuese el caso. Tal y como lo esperaba, encontré una fusión de disciplinas en la gran mayoría de los pabellones por lo que mi lista llevaba anotaciones con mezclas de distintos medios tales como pintura y video, video-instalación, escultura y arquitectura, entre otras tantas combinaciones posibles. Posteriormente, al ordenar esta información en el Instituto de Artes de la UAEH, este fenómeno me remitió al concepto de giro transdisciplinario desarrollado por Néstor García Canclini en donde afirma que:

Estamos en medio de un giro transdisciplinario, intermedial y globalizado que contribuye tanto a redefinir lo que entendíamos por arte en el Occidente moderno como en el Oriente preglobal. Al mismo tiempo, las artes participan en la redefinición de las ciencias sociales que también dudan de su identidad y hallan en el arte no la solución, la salida, sino, como decía Maurice Merleau-Ponty acerca del marxismo, un lugar a donde uno va “para aprender a pensar”.[2]

Canclini sostiene que las “nuevas preguntas son transdisciplinarias”[3], es decir, que por medio de la fusión entre disciplinas como la sociología, la antropología y el arte se replantea nuestra noción de lo que entendemos por éstas a la vez que se establecen nuevas investigaciones, imposibles de desarrollar mediante la noción de “campos autónomos” elaborada por Pierre Bourdieu. Si trasladamos esta teoría hacia el análisis de las obras de la Bienal de Venecia de 2011, observaremos que un gran número de pabellones confirman el pensamiento de Canclini. Pabellones como los de España, Holanda, Alemania, Singapur y México, por mencionar sólo algunos, son imposibles de encasillar en una sola disciplina. En ellos, un solo artista presenta pintura, video, instalación, investigación documental y textos. Todos los medios se fusionan para la conformación de obras complejas que deben ser examinadas desde distintos estratos de significación.

 

 

 

Vista general de la exposición Sensacional de Estampa en la Ciudad de México, 2011. Fotografía: Grupo de Investigación Arte y Contexto.

 

 

En cambio, cuando pensamos en el arte de nuestro país y en sus instituciones parece reinar aún un pensamiento hermético y gremial. En el caso de las Artes Visuales, la mayoría de las escuelas se manejan por campos aislados. En algún momento de su formación, el estudiante deberá elegir si será pintor o fotógrafo. Es aún más lejano el panorama en donde este mismo estudiante de licenciatura puede cursar asignaturas de otras áreas científicas (con la excepción de algunos estudios de posgrado en donde esto sí es posible). En el campo profesional del artista visual el panorama es similar, los concursos para becas y bienales se dividen en disciplinas: grabado, pintura, escultura, fotografía, instalación o performance. Considero que el panorama que presenta la gráfica actual en México ha sido, en gran parte, modelado por estas condiciones. La mayoría de las mezclas o hibridaciones que pudimos observar en las exposiciones nacionales de gráfica arriba mencionadas parecen cargar a cuestas técnicas y herramientas obsoletas y anacrónicas, sin replantearse la viabilidad de seguir atacando en ácido costosas placas de cobre o zinc para, finalmente, imprimir sólo unas pocas copias para un mercado del arte inexistente en la mayoría de las ciudades nuestro país.

 

 

 

Obra de Luis Ricaurte en la exposición Sensacional de Estampa en la Ciudad de México, 2011. Fotografía: Grupo de Investigación Arte y Contexto.

 

 

Si nos remitimos a la noción convencional de gráfica en donde sólo caben técnicas tradicionales como la xilografía, la litografía, el huecograbado y, desde el punto de vista de Gill Saunders y Rosie Miles[4], la serigrafía, podríamos afirmar que este medio se encuentra en extinción; que sólo una delgada línea divide a estos artistas grabadores de otras prácticas artesanales que aún se realizan con gran maestría en nuestro país, tales como la marquetería, el arte plumaria o la cartonería. Podríamos afirmar que estos movimientos colectivos de talleres de grabado parecen intuir que han sido superados visual y conceptualmente por otros medios más antiguos como la escultura, o más recientes como el video, por lo que es necesario “hacer equipo”, agruparse para formar una esfera aislada dentro del arte, una pequeña isla, un gremio que se autoafirma y se autoconsagra, generación tras generación, otorgándose premios y homenajes entre sus integrantes, incluyendo y excluyendo lo que es o no es permitido en gráfica.

Por otra parte, si utilizamos una noción de gráfica abierta, expandida más allá de la tradición, encontraremos la otra cara de la moneda. Aquí transitan artistas que muchas veces ni si quiera se consideran grabadores, o pintores o nada que los encasille o limite. Encontraremos a otros que eventualmente se acercan a los medios de reproducción múltiple porque su proyecto así lo requería, posteriormente, en un nuevo proyecto, replantean las estrategias y medios que deben utilizar de nuevo, sin jerarquizar ni pretender a priori que la única salida es a través de una prensa o tórculo. También encontraremos a aquellos que utilizan los medios de impresión múltiple acordes a la tecnología de nuestra época (como impresoras digitales de pequeño y gran formato). Finalmente encontraremos a los artistas que, formados en escuelas tradicionalistas, iniciaron su trayectoria dentro del oficio del grabado, pero con el paso del tiempo han ido asimilando las prácticas y estrategias de otros medios en el arte contemporáneo, así como los conceptos y cuestiones de la filosofía, la sociología, las ciencias naturales o las ciencias exactas para generar un corpus de obra híbrida, sin límites, a veces compleja, cuyo resultado logra insertarse en las bienales más importantes del mundo. Es en esta noción abierta de gráfica por donde transitan algunos artistas mexicanos (tal y como pudimos observar en algunas obras de la exposición Sensacional de Estampa) y extranjeros como Zarina Hashmi en el pabellón de la India, Christopher Wool en el pabellón central de la Bienal de Venecia y Thomas Kilpper en el pabellón danés.

 

 

 

Zarina Hashmi, Home is a foreign place, Pabellón de la India en la Bienal de Venecia 2011. Fotografía: Grupo de Investigación Arte y Contexto.

 

 

La obra que presentó Hashmi lleva por título Home is a Foreign Place, y es  el resultado de las relaciones entre la cartografía y el concepto de hogar para dar como resultado una serie de xilografías sobre papel Kozo, conformadas por elementos mínimos que funcionan como composiciones abstractas y, a la vez, como mapas para la imaginación. En este transito entre disciplinas, también utiliza la hoja de oro sobre papel y elabora piezas a medio camino entre el dibujo y el relieve para, finalmente, pasar a la elaboración de obras escultóricas[5].

El artista norteamericano Christopher Wool es conocido principalmente como un artista cuya obra gira en torno a una investigación sobre las tensiones entre el dibujo, la pintura gestual y la impresión foto serigráfica para borrar las fronteras entre lo único y lo múltiple, entre el gesto espontáneo y el movimiento calculado mediante la deconstrucción de capas gráficas y pictóricas[6]. Éste artista norteamericano fue invitado para formar parte de la exposición principal de la 54ª Bienal de Venecia. Las obras que presentó eran grandes lienzos impresos con imágenes de manchas de pintura salpicadas espontáneamente. El aparente carácter autorreferencial e indéxico de estas huellas de pintura no figurativa se transfiguraba cuando el espectador se daba cuenta de que las formas de los cuadros eran el resultado de un proceso mecánico de impresión en gran formato. La espontaneidad del gesto pictórico, único e irrepetible, se había transformado en un gesto mecánico y múltiple a través de la técnica de la foto serigrafía.

El conjunto de obras de Wool da seguimiento a la obra de Andy Warhol y las relaciones entre pintura y reproducción masiva de la segunda mitad del siglo XX. Estos enormes cuadros podrían ser comprendidos como una meta-huella, es decir, la huella de una huella. En un primer momento, las formas azarosas formadas por pintura que se ha dejado caer libremente sobre el papel remiten a la pintura indéxica explicada por Rosalind Krauss en su texto Notas sobre el índice parte 2[7], es decir, un mensaje sin código en donde la línea y la forma son autorreferenciales y su significado remite a sí mismas, en un abierto desapego de la imagen icónica. En un segundo momento la huella es fotografiada para ser ampliada, y, posteriormente impresa por otro medio que funciona a través de una huella, la serigrafía. Así, las obras de Wool oscilan entre la huella y la imagen de una huella, entre el índice y el ícono.

 

 

 

Christopher Wool, Pabellón Central de la 54ª Bienal de Venecia 2011. Fotografía: Grupo de Investigación Arte y Contexto

 

 

Finalmente, el artista alemán Thomas Kilpper fue seleccionado para participar en el pabellón de Dinamarca. Al igual que Hashmi, también utiliza de manera recurrente la técnica de la xilografía, sin embargo, sus proyectos son monumentales y se alimentan directamente de algunas estrategias del arte contemporáneo. Kilpper hace grabados para sitio específico y por lo regular utiliza edificios abandonados, portadores de una fuerte carga histórica y política, para ser intervenidos directamente. Por ejemplo en The ring (2000) intervino la duela del décimo piso del antiguo edificio Orbit House en Inglaterra, cuya historia está marcada por diversas funciones y usos: desde ser una oficina secreta del Ministerio de Defensa, hasta ser un teatro y set de filmación. Sobre el piso elaboró un gigantesco collage con retratos de personajes que influyeron de forma determinante en la historia de aquel lugar, algunos políticos, actores o personas más o menos desconocidas y posteriormente imprimió estas xilografías sobre diversos soportes, algunos incluso encontrados en el mismo edificio abandonado como cortinas o telas. Posteriormente, con las impresiones de los retratos hizo un montaje temporal a manera de instalación en el mismo edificio y en el exterior colgó otra gran lona impresa con las xilografías que habían sido elaboradas en el interior.

 

 

 

Thomas Kilpper, Pavilion for revolutionary free speech (detalle), Pabellón de Dinamarca en la Bienal de Venecia 2011. Fotografía: Grupo de Investigación Arte y Contexto.

 

 

En la bienal de 2011 presentó la pieza Pavilion for revolutionary free speech (Pabellón para la libertad de expresión revolucionaria),emplazada afuera del pabellón de Dinamarca, en el jardín. Una gran construcción de madera funcionaba como un pabellón dentro del pabellón, una pieza híbrida entre escultura y arquitectura cuyo piso estaba conformado por retratos de personajes tallados directamente sobre la madera, sin embargo, los retratos y palabras que conformaban este entarimado esta vez no fueron impresos[8]. En ésta pieza, el grabado sólo era un elemento más entre otros elementos diversos. La talla original cambió su función, dejando de ser matriz de impresión para convertirse en escalones y tarimas. La madera dejaba de ser un soporte gráfico únicamente, para pasar a ser el soporte del espectador mismo, el cual transitaba encima de retratos y textos que hilaban una narrativa histórica, un discurso revolucionario y utópico al cual el espectador se sumaba activamente con el movimiento de su cuerpo.

 

 

 

Thomas Kilpper, Pavilion for revolutionary free speech, Pabellón de Dinamarca en la Bienal de Venecia 2011. Fotografía: Grupo de Investigación Arte y Contexto.

 

 

Este año, 2013, se presentará la 55ª Bienal de Venecia y en nuestro país Eje Gráfico presentará un nuevo proyecto colectivo a cargo de Alejandro Villalbazo y Carmen Razo, apostando por una noción de gráfica mas abierta y menos ortodoxa, a la cual nos hemos referido al inicio de este artículo. Tendremos que esperar a que ambas exposiciones sean presentadas al público para poder constatar si la brecha entre las propuestas gráficas de artistas nacionales y las propuestas gráficas de artistas extranjeros se acorta o se amplía.

Bibliografía

Néstor García Canclini, La sociedad sin relato. Antropología y estética de la inminencia, Buenos Aires, Katz, 2010.

Saunders, Gill y Rosie Miles, Prints now directions and definitions, Nueva York, V&A Publications, 2006.

Krauss, Rosalind, “Notas sobre el índice parte 2” en La originalidad de la vanguardia y otros mitos modernos, Madrid, Alianza Editorial, 1994.



[a] Profesor Investigador de la Universidad Autónoma del Estado de Hidalgo

[1] El presente artículo forma parte del proyecto de investigación Prospección y análisis de la obra y el contexto en la 54 Bienal de Venecia, elaborado por el Grupo de Investigación Arte y Contexto, del Instituto de Artes de la Universidad Autónoma del Estado de Hidalgo, 2011-2013.

[2] García Canclini, Néstor, La sociedad sin relato. Antropología y estética de la inminencia, Buenos Aires, Katz, 2010, pp. 40-41.

[3] Ibíd., p. 42.

[4] Saunders, Gill y Rosie Miles, Prints now directions and definitions, Nueva York, V&A Publications, 2006.

[5] Para mayor información acerca de las obras de Zarina Hashmi en la 54 Bienal de Venecia consulte: http://www.luhringaugustine.com/artists/zarina-hashmi
http://www.art-it.asia/u/admin_ed_feature_e/FHt6zkTwqhKfNOJcUbuV/?lang=en

[6] Sobre Christopher Wool en la Bienal de Venecia consultar: http://www.contemporaryartdaily.com/2011/06/venice-christopher-wool-at-the-central-pavilion/

[7] Krauss, Rosalind, “Notas sobre el índice parte 2” en La originalidad de la vanguardia y otros mitos modernos, Madrid, Alianza Editorial, 1994.

[8] Sobre la obra de Thomas Kilpper visite las siguientes páginas: http://www.google.com.mx/imgres?imgurl=http://3.bp.blogspot.com/ y en http://www.danish-pavilion.org/