EL DESARROLLO DE LAS HABILIDADES AUDITIVAS EN LA FORMACIÓN DEL MÚSICO PROFESIONAL

Resumen

Las habilidades auditivas forman parte esencial de la educación que todo músico profesional debe contemplar para poder desarrollar su trabajo de manera adecuada. Éstas se refieren a la capacidad de poder entonar una partitura a primera vista y transcribirla utilizando la notación musical. Tradicionalmente estas habilidades son desarrolladas en los primeros años de enseñanza musical y se espera que su práctica continúe a lo largo de la formación del músico, cada vez elevando su grado de complejidad hasta lograr un estado avanzado de dominio de estas habilidades.

Palabras Clave: Solfeo, entonación, educación musical, dictado musical, entrenamiento auditivo, lectura a primera vista, audición, teoría musical, armonía, análisis musical.

Abstract

Aural skills are an essential part of the training that professional musicians should include to develop their job properly. These skills are related to the ability to sight-singing a score and transcribe it using the proper musical notation. Traditionally, these skills are taught in the first years of musical training and their practice is expected to continue over the formation of the musician, raising the level of complexity to achieve a state of mastery of these skills.

Keywords: Solfege, intonation, musical education, musical dictation, ear training, sight singing, listening, music theory, harmony, musical analysis.

Como parte de los requerimientos de todo músico profesional, se destaca el dominio de las habilidades auditivas que son de suma importancia para poder conducir eficientemente su práctica profesional. Por esta razón, resulta imperante lograr el perfeccionamiento de las habilidades auditivas mediante el desarrollo de dos actividades interrelacionadas: la entonación a primera vista de una partitura y el dictado musical. La entonación a primera vista se refiere a la habilidad para ver una pieza musical y escucharla mentalmente, sin contar con la ayuda de un instrumento, para luego reproducirla con la voz o con tocarla con un instrumento. En cuanto al dictado musical, este se refiere a la capacidad para escuchar una pieza y traducirla en notación musical.

Con la finalidad de desarrollar estas habilidades se llevan a cabo una serie de ejercicios comunes como son: la entonación de melodías a primera vista, la lectura rítmica, la detección de errores, el dictado melódico y el dictado armónico.

En los ejercicios correspondientes a la entonación a primera vista, a los estudiantes se les presenta una melodía para que sea cantada con las notas y ritmos correctos sin haber practicado o escuchado la melodía previamente. Estos ejercicios se utilizan para organizar los sonidos en la mente de los estudiantes.

Los ejercicios que comprenden la práctica de la lectura rítmica se enfocan a la interpretación de elementos rítmicos sin tomar en cuenta la afinación de los sonidos.

Cuando se llevan a cabo ejercicios consistentes en la detección de errores, a los estudiantes se les presenta una partitura que contenga uno o más errores. A continuación se escucha una versión correcta de la música y se espera que los estudiantes identifiquen y corrijan los errores encontrados.

Con ejercicios de dictado melódico, los estudiantes desarrollan la capacidad de identificación de notas y ritmos de una melodía y se espera que puedan transcribirla de manera exacta. El dictado armónico es similar, excepto que los estudiantes escuchan una progresión armónica en lugar de una melodía.

Para lograr que los estudiantes lleguen a dominar estas actividades se requiere completar varios cursos de clases de habilidades auditivas. Generalmente éstos se estudian al mismo tiempo que se imparten las clases de teoría musical.

A diferencia de lo que sucede en relación con la teoría de la música o la educación musical, no existe una disciplina particular enfocada al desarrollo de las habilidades auditivas. Sin embargo, se cuenta con investigaciones en otros campos de la música, sobre cómo las personas adquieren habilidades auditivas con implicaciones sobre cómo enseñar éstas. La separación de las áreas de investigación repercute en el poco flujo de información entre sí, lo cual podría justificar el empleo de diversas metodologías que se utilizan para enseñar habilidades auditivas. Las referencias citadas en la literatura de la pedagogía de formación auditiva sugieren que hay poca correspondencia entre las actividades de investigación en la cognición de la música y las actividades pedagógicas en la formación auditiva (Benward, 2010).

Aunado a esto, la formación académica de los profesores que imparten los cursos de habilidades auditivas es a menudo la teoría musical, educación musical, o la psicología de la música, pero casi nunca una mezcla de los campos. Parece razonable que los profesores de nivel superior, independientemente de su área principal de estudio, deberían familiarizarse y ahondar en la investigación realizada en este tema para poder aplicar las estrategias presentadas en sus aulas.

Las habilidades auditivas desde tres campos de estudio: teoría, educación y cognición musical

El campo de la teoría de la música contribuye mucho a la pedagogía de las habilidades auditivas. Una sólida comprensión de los conceptos teóricos, así como la notación, es vital para el dominio de las habilidades auditivas de un estudiante. Por esta razón, el estudio de la teoría musical y la práctica de las habilidades auditivas se presentan frecuentemente al mismo tiempo. Los estudiantes no pueden realizar exitosamente un ejercicio como el dictado melódico sin entender primero los conceptos teóricos básicos, como ritmo y armaduras. De la misma manera, los estudiantes no pueden traducir la música a la notación escrita dentro de un ejercicio de dictado si sus habilidades de notación presentan una menor fluidez. Mientras que el conocimiento de la teoría de la música a menudo mejora las habilidades auditivas, en ciertos casos, el modo de abordar la teoría puede repercutir en el progreso del desarrollo auditivo de los alumnos porque las dos habilidades requieren diferentes formas de procesamiento de la información.

Como un ejemplo de esto se puede mencionar un estudio el cual consistió en comparar los resultados en el desarrollo de las habilidades auditivas de un grupo de estudiantes de preparatoria a los cuales se les enseño a identificar las principales funciones armónicas mediante el uso de dos estrategias: la técnica de percepción auditiva de fundamentales y la técnica de percepción de los grados de la escala. La primera es la utilizada mayormente por los profesores que imparten teoría musical ya que es más adecuada desde el ámbito de esta disciplina. Sin embargo, los resultados del estudio demostraron que la técnica de percepción de los grados de la escala demostró ser un procedimiento más eficaz para identificar las funciones armónicas primarias (Rogers, 2004).

El campo de la educación musical es de fundamental importancia en la pedagogía de las habilidades auditivas. Los profesores deben comprender al menos los principios básicos educativos de las teorías del aprendizaje con el fin de enseñar con eficacia. Cualquier discusión sobre la educación debe comenzar con una comprensión de cómo aprende el cerebro humano. Aunque las personas poseen diferentes estilos de aprendizaje, hay algunas teorías generales que se pueden establecer. Según la teoría del desarrollo de Piaget, los niños pasan por diferentes etapas operativas a medida que crecen. Los niños en edad escolar comienzan en la etapa de las operaciones concretas, en el que son capaces de aplicar la lógica a situaciones y objetos concretos. Comenzando a la edad de 11 o 12 años, se inicia la transición a la etapa de las operaciones formales, donde emerge el pensamiento abstracto (Gerrig, 2005).

Sin embargo, de acuerdo con Berger (2009), la investigación muestra que sólo del 40% al 60% de los estudiantes de universidad llegan a alcanzar plenamente esta etapa. Por lo tanto, al considerar la educación a nivel universitario resulta apropiado tomar el escenario de las operaciones concretas en consideración.

Se debe tener en cuenta claramente cuál es el objetivo de lo que se enseña cuando se hace la comparación entre el conocimiento declarativo y procedimental. Para algunos profesores, el resultado final del aprendizaje se refiere a que el estudiante sepa un término de la música. Para otros, el resultado final consiste en que el estudiante sepa cómo usar ese término, transformando así el conocimiento declarativo en uno procedimental. Resulta obvio que este último es preferido ya que conlleva al dominio del contenido.

Considerando la taxonomía de Bloom, los maestros en su mayoría hacen preguntas que demandan las etapas más bajas de pensamiento debido a que es más fácil de evaluar y los estudiantes recibirán una gratificación instantánea al contestar rápida y correctamente los cuestionamientos sencillos. Este tipo de pregunta, sin embargo, rara vez es precisa para evaluar si los estudiantes están aprendiendo realmente los conceptos, los cuales deben ser evaluados dentro de muchos contextos diferentes para asegurar su dominio (Woolfolk, 2010).

El campo de la percepción y cognición musical (o psicología de la música) es crucial para entender la forma en que las habilidades auditivas son procesadas. George Pratt (2005) describe varios procesos mentales cognitivos que ocurren al mismo tiempo cuando se ponen en acción las actividades auditivas. Estos procesos están representados por ciertos ejercicios que normalmente se realizan en una clase de habilidades auditivas.

La agudeza auditiva, o percepción, evalúa la capacidad de elegir los sonidos independientes que componen una masa sonora más compleja simultánea (un acorde) o una progresión rápida de sonidos. Esta es la capacidad de escuchar críticamente un sonido y adjuntarle un significado. Esta habilidad se desarrolla a través del dictado armónico.

La memoria musical incluye tanto a corto plazo la memoria de trabajo y memoria a largo plazo. Se refiere a la capacidad de procesar y almacenar los patrones musicales para compararlos y poder codificarlos correctamente. Esta habilidad es típicamente desarrollada a través del dictado.

Las imágenes mentales de los sonidos permiten escuchar música de forma mental sin ningún atisbo de ésta en el ambiente circundante. Esta habilidad se desarrolla a través de la lectura a primera vista, la entonación y el dictado.

Implicaciones en la práctica de las habilidades auditivas

Dentro de la formación del músico profesional, las habilidades de dictado armónico y melódico, la detección de errores, el solfeo y lectura rítmica deben conformar el centro del currículo de habilidades auditivas (Karpinski, 2000).

La adquisición de las habilidades auditivas en los estudiantes universitarios debe abarcar los campos de la teoría de la música, la educación musical y la psicología de la música a través de una pedagogía secuencial que se construye desde los conocimientos básicos musicales.

La base para la lectura rítmica está en el desarrollo un sentido de pulso, seguido de la comprensión de las figuras métricas. La percepción del pulso puede ser evaluada a través palmadas y el estudio de la métrica debe empezar con la percepción de los acentos en la música. Es en este punto que se puede incorporar el dictado rítmico.

Existen cuatro fases de la percepción musical y la cognición que se producen durante el dictado melódico. La primera fase es escuchar, la segunda fase es la memoria melódica a corto plazo, la tercera fase es la comprensión musical y la última fase es la notación. El establecimiento preciso de expectativas bien definidas sobre notación es crucial para poder así lograr los objetivos más importantes: rapidez, fluidez e inmediatez

Para la realización del dictado armónico, se pueden utilizar una combinación de diversas técnicas como la escritura de las partes, el uso de la línea del bajo y su posterior análisis, así como el análisis de la cualidad de los acordes.

Los ejercicios enfocados en la detección de errores se deberían integrar en las primeras etapas de la formación auditiva ya que este tipo de actividades ofrecen buenas oportunidades para usar el lenguaje para comunicar ideas musicales mediante el uso estándar y un vocabulario común para corregir los errores.

Para realizar una lectura a primera vista de manera exitosa, los estudiantes necesitan conocer bien las estructuras musicales y ser eficientes en el reconocimiento de ellas rápidamente. También tienen que desarrollar la habilidad de escanear la música lo más rápido posible. El uso de estrategias de lectura de intervalos tiene un uso limitado y no es práctico para el verdadero objetivo de la lectura a primera vista que consiste en reunir información valiosa acerca de cómo funciona la música en sí misma.

Para la práctica de la lectura se emplean métodos que tradicionalmente utilizan sistemas de solfeo enfocados en la afinación y el ritmo. Al decidir sobre un sistema de solfeo para la lectura a primera vista, es importante elegir entre un sistema fijo y un sistema móvil. Un sistema fijo es cuando un estudiante lee notas y le asigna el nombre correspondiente. Un sistema móvil consiste en la lectura de notas y su traducción en grados de la escala relacionados con la tónica. Ambos tipos de sistemas de solfeo resultan útiles y pueden ser empelados indistintamente.

Durante lectura a primera vista, pueden ocurrir dos tipos de problemas de entonación con respecto a la tonalidad de la obra. El primer problema de entonación es la afinación en sí misma. Cuando la afinación está fuera de tono, se da lugar a una interrupción a la lectura. Es necesario comprobar si el estudiante tiene o ha perdido la tónica, y si lo ha hecho, sugiere la práctica de cantar la tónica durante el ejercicio o melodías basadas en la relación tónica dominante.

El segundo tipo de problema de entonación es las notas dentro de la tonalidad son producidas incorrectamente y llevan al estudiante a perder la tónica. Si unas pocas notas aisladas se desajustan en un pasaje, el estudiante deberá comparar las notas desafinadas con aquellas que ya ha cantado. En caso de que algunos grados de la escala sean entonados incorrectamente de forma recurrente, el estudiante deberá cantar los grados de la escala incorrectos de forma lenta y teniendo cuidado en ajustar la afinación de cada uno de ellos.

Se da el caso de algunos estudiantes que son competentes en ejercicios rítmicos y de afinación, pero todavía se tropiezan en la lectura a primera vista. Éstos van a menudo leyendo de una nota a otra y no por secciones. En vez de esto, ellos tienen que mirar hacia adelante y leer fragmentos más grandes de la música. La notación musical se procesa antes de la ejecución de la misma y los lectores expertos ven más adelante en la notación, no procesan la melodía nota a nota, utilizan notas prolongadas para escanear las notas que siguen y utilizan un sistema de fragmentación. Los movimientos oculares determinan y dependen de las habilidades de los lectores para ver y entender trozos musicalmente significativos, tales como agrupaciones métricas, patrones rítmicos, escalas, arpegios y sus implicaciones armónicas.

Los estudiantes también deben centrarse en la métrica y la rítmica cuando hacen una lectura a primera vista. La marcación del compás es el método más eficaz para desarrollar un pulso constante. El sentido de la agrupación rítmica de los estudiantes puede ser aprendido como un patrón. El reconocimiento de estos patrones rítmicos a menudo se apoya con divisiones métricas bien marcadas. La precisión en la ejecución rítmica es el resultado de comparar un patrón determinado contra un inventario mental de los patrones aprendidos previamente y la elaboración de un modelo desconocido en tiempo real. Este entrenamiento de lectura rítmica debe producirse en un contexto musical, junto con el reconocimiento de los matices y el estilo.

El pensamiento armónico es importante por dos razones. Los lectores que captan rápidamente armonías implícitas en un pasaje pueden utilizar esa información para hacer una interpretación más fácil, y los lectores que tienen presente las implicaciones armónicas pueden producir interpretaciones más significativas musicalmente. La separación de progresiones de acordes por medio de arpegios es beneficiosa porque permite la individualización de los sonidos que forman los acordes por medio del oído y posteriormente en la mente. Al mismo tiempo fortalece los vínculos entre símbolos y sonidos, y une el ojo al oído y a la mente permitiendo una comprensión más profunda y con mayor fluidez de la música. Los músicos entrenados aprenden a pensar acerca de la armonía al mismo tiempo que van ejecutando una pieza. La integración visual y mental de la armonía permite al lector tomar grupos de notas y dar un sentido armónico a partir de ellos, una tarea que aumenta en dificultad a medida que aumenta la complejidad de la música.

El conocimiento de la estructura armónica permite la simplificación de las melodías en reducciones de primer orden y así sucesivamente puede proporcionar un ancla para el oído del intérprete. Estas técnicas no sólo hacen más fácil la lectura a primera vista, sino que además aportan mayor musicalidad a la interpretación. Los lectores expertos pueden ver las implicaciones armónicas de una melodía para procesar pasajes aparentemente difíciles.

Es importante hacer hincapié en las indicaciones de matices y expresión musical. Gran parte de la capacitación auditiva se centra sólo en el ritmo y la afinación, lo que provoca una enorme brecha entre la lectura a primera vista y la interpretación musical real. Los profesores de habilidades auditivas deben capacitar a sus estudiantes para que también tomen en consideración los elementos de tempo, dinámica, articulación, acento y fraseo. Aunque la combinación de estas expectativas puede abrumar a los lectores principiantes, permite sin duda una mejor comprensión y recreación de la música. Dar retroalimentación oportuna también es crucial en el proceso de lectura a primera vista, los profesores deben proponer mejoras para que los estudiantes puedan llegar a una ejecución correcta.

El estudiar materiales preparados previamente ayuda a mejorar la lectura, porque las personas son generalmente incapaces de leer a primera vista elementos musicales que todavía no han aprendido. Los nuevos conceptos en el contexto de los materiales preparados conducen a una mejor lectura a primera vista. Los factores que contribuyen más significativamente a la capacidad de lectura a primera vista son la comprensión de la notación y de diferentes conceptos musicales, la experiencia con la lectura, la interpretación de una amplia variedad de literatura de la música, así como de la cantidad de tiempo y esfuerzo dedicado a la lectura a primera vista. La lectura a primera vista es una habilidad independiente del talento musical y la técnica instrumental que se convierte en una valiosa herramienta transferible a cualquier tipo de interpretación musical.

La elaboración de las competencias específicas ayuda a los lectores a adquirir las habilidades necesarias para ejecutar piezas musicales en diversos estilos. Los lectores deben estar provistos de herramientas, tomar conciencia de la aplicabilidad de los materiales preparados, y esto les enseñará a aplicar las herramientas adecuadas a las circunstancias específicas durante la lectura a primera vista.

Bibliografía

Benward, B. (2010), Ear training: a technique for listening, 7a ed. Boston: MacGrawhill.

Berger, K. (2009), Psicología del desarrollo: adultez y vejez, 7ed. Madrid: Médica Panamericana.

Gerrig, R. (2005), Psicología y vida, 17ª ed. México: Pearson Educación.

Karpinski, G. (2000), Aural skills acquisition: the development of listening, reading, and performing skills in college-level musicians, Oxford: Oxford University Press.

Rogers, M. (2004), Teaching approaches in music theory: an overview of pedagogical philosophies, 2a ed. Carbondale: Southern Illinois University Press.

Woolfolk, A. (2010), Psicología educativa, 11ª ed. México: Pearson Educación.



[a] Doctor en Bellas Artes. Profesor-investigador de tiempo completo del área académica de Música. Líder del cuerpo académico de Música.