Los estudios plásticos preliminares en la construcción de un mural de autor. Un proceso utilizado en el movimiento de muralistas hidalguenses.

Resumen

Este texto analiza la importancia para el pintor muralista de realizar estudios plásticos previos al momento de intervenir un muro o espacio arquitectónico y describe un proceso para la realización de estos estudios sugiriendo actividades para solucionar una visualidad, composición y propuesta plástica específica en base a una dinámica de proceso utilizada por el movimiento de muralistas hidalguenses.


Palabras clave: muralismo, estudio, plástico, visualidad, composición, muralistas hidalguenses.

Abstract

This text discusses the importance for performing muralist previous studies plastics intervene when a wall or architectural space and describes a process for conducting these studies suggesting activities to resolve a visual composition and certain plastic proposal based on a dynamic process used in Hidalgo Muralists Movement


Keywords: muralist, studio, plastic, visuality, composition, Hidalgo muralist.

Desarrollo

Realizar una obra mural “de autor” es una gran oportunidad para adentrarse en el problema complejo de la composición mural así como en el ámbito de impacto social, por ello es de gran importancia realizar varias visitas de observación exploratoria y analítica, ya que al transitar el lugar, el sitio específico o emplazamiento, el muralista puede formarse una percepción general del ambiente, del carácter funcional y social y también de la dinámica espacial y visualidad que posee el muro o el conjunto arquitectónico.

Se define como mural “de autor” a una obra que permite realizar los estudios plásticos preliminares con suficiente tiempo, espacio y recursos para su ejecución, a diferencia de un mural comunitario o un mural clandestino, donde las intervenciones son realizadas en un tiempo corto y el factor de espontaneidad en ocasiones son determinantes en este tipo de obras.

Los estudios plásticos preliminares se basan en realizar esquemas, notas y reflexiones con los cuales nos podremos formar conceptos plásticos basados en el conocimiento directo del espacio y con ello se pueden explotar las ventajas y las potencialidades visuales al máximo, así como solucionar las limitaciones y obstáculos propios del lugar. El objetivo de estos bosquejos y observaciones es obtener datos para la elaboración de la maqueta o proyecto.

Los estudios plásticos preliminares realizados en el espacio arquitectónico que se utilizan en el Movimiento de Muralistas Hidalguenses[1] son los siguientes:

Estos cuatro puntos son de gran relevancia en la labor muralista, y son aspectos que el artista enfrentará durante todo su proceso de aprendizaje.

A. Percepción, ambiente de trabajo y urbano

Respecto al sitio o lugar donde se realizará la intervención plástica es importante mencionar el concepto de lugar que interpreta Lucy Lippard, quien lo describe como un “Emplazamiento social con un contenido humano” [2] y en ese sentido sugiere “un arte comprometido con los lugares sobre la base de la particularidad humana de los mismos, su contenido social y cultural, sus dimensiones prácticas sociales, psicológicas, económicas y políticas”[3].

Todo espacio arquitectónico posee una función específica como el educativo, habitacional, de recreo, deportivo, laboral, administrativo o industrial; esta característica funcional del espacio físico puede en mayor o menor medida definir la temática de la obra, así como sus conceptos subsidiarios.

Se hace mención que al definir la funcionalidad e investigar todo lo relacionado al espacio que se intervendrá, no necesariamente se induce la idea de realización de una intención ilustrativa del tema. El propio artista determinará, de acuerdo a su proceso creativo, la intencionalidad en el manejo de la temática. Para percibir este ambiente en el espacio arquitectónico se sugieren las siguientes actividades:

B. Determinar el tránsito del espectador

Con la identificación de los puntos del espectador y el estudio fotográfico desde los puntos de visión, entramos al proceso de explorar el espacio pictórico y a la construcción de la composición monumental. Un libro muy recomendado para analizar el tema de la composición monumental a lo largo de la historia es el de Charles Bouleau[4].

Respecto a este tema de la composición muralista, que es muy amplio, se recomienda consultar el grupo de Facebook: “Movimiento de Muralistas Hidalguenses”[5] el cual sirve como material didáctico ya que hay tareas y ejercicios de dibujo monumental, de construcción de sistemas de retículas, imágenes de composición monumental, fotografías y la bibliografía sugerida para éste y otros temas sobre muralismo.

A ese respecto Santos Balmori nos dice: “La composición plástica es una acción que permite disponer y equilibrar las diversas partes de una obra, generalmente se ejecutan trazados geométricos tendiendo a situar en sentido direccional a las masas antes de definir sus superficies”[6].

Por ello la acción de componer en el muro debe estar en función de los siguientes elementos:

Las actividades sugeridas para determinar la composición del espacio: Transitar el lugar, identificar y marcar con gis los puntos de visión del espectador, generalmente se utilizan como mínimo 3, y cuando son espacios arquitectónicos más amplios y complejos se recomienda ampliar a 6 o 7 puntos estratégicos. Se busca con ello guardar un equilibrio y sobriedad en el estudio visual, ya que una cantidad exagerada de puntos espectaculares proporcionará un estudio demasiado intrincado que puede provocar equivocaciones y confusiones en la percepción del espacio. Siqueiros define como puntos espectaculares aquellos lugares en donde el espectador se detiene para observar el conjunto visual arquitectónico.

Tomar fotos de los muros, plafón y piso, desde los puntos de visión del espectador (mínimo 3 fotos desde cada punto espectacular). Estas fotos tienen como objetivo el análisis de la visualidad propia de cada punto espectacular y la obtención de focos visuales sobre el muro. Un foco visual es un punto de énfasis que subordina a los demás puntos de visión. El énfasis puede solucionarse aplicando en ese foco un acento visual más relevante con diversos recursos gráficos como textura, simbolización, forma, contraste, color, claroscuro o énfasis geométrico (punto áureo, punto radial o axial, línea de tensión y otros).

Obtener medidas reales de las dimensiones de muro, pisos y plafones para elaborar los esquemas y planos arquitectónicos.

C. Estudio de color e iluminación

Es muy importante que para realizar la composición el muralista tome en cuenta la luminosidad y el colorido, por ello se sugiere realizar notas y un esquema de la dirección e intensidad de la iluminación natural y artificial; en este esquema de direcciones se grafican las partes iluminadas y las direcciones. Para este propósito, es muy útil realizar un estudio fotográfico ya que se pueden detectar características específicas en la iluminación, que a veces pasamos desapercibidas.

El estudio de color y luz, puede realizarse en hojas de papel albanene sobrepuestas a los espacios de la maqueta a manera de camisas. Este estudio es muy útil para buscar una gama cromática específica basada en una Intención compositiva, en donde están en juego: Acentos de color, utilizando el matiz, tono, brillantez o saturación del color. Zonas de énfasis (con colores complementarios, calidez, frialdad o tonos neutros). Gamas cromáticas generales (monocromatismo, bicromatismo, triadas, tétradas, grisalla, entre otros).

También es necesario ajustar la paleta cromática de acuerdo a los colores del contexto del espacio pictórico para que exista congruencia en la representación plástica respecto a las direcciones de luz, su intensidad, calidades cromáticas y características específicas de las fuentes luminosas como ventanas, tragaluces lámparas o focos.

D. Definir la técnica a utilizar

Sabemos que las técnicas murales por excelencia son el encausto y el fresco y que fueron las más usadas en el inicio del movimiento muralista mexicano, los artistas muralistas de ese periodo hicieron un esfuerzo de investigación notable. A ese respecto Orlando Suarez se refiere así: “El movimiento muralista mexicano comenzó por el redescubrimiento de las técnicas y formulas de la encáustica y el buon fresco, empleados en las antiguas pinturas murales griegas, coptas, egipcias, romanas y renacentistas. Los tratados de pintura al fresco de Cennino Cennini y Paul Baudouin, y la experiencia elemental de los albañiles y fresquistas populares mexicanos fueron los puntos de partida”[7].

Al observar las condiciones físicas del muro y definir el aspecto concep¬tual del mural se puede tener una primera noción de la técnica que puede utilizarse en dicho espacio. En efecto, el factor conceptual determina de manera importante el tipo de técnica; la idea predispone que tipo de mural queremos y por tanto, que técnicas podemos utilizar para conseguir nuestro cometido. Al observar el espacio arquitectónico, se recomienda definir los siguientes aspectos:

Si el muro es interior, puede utilizarse casi cualquier material para la elaboración de la obra. Orlando Suarez[8] llegó a registrar más de 140 técnicas para interiores o exteriores, utilizadas tan solo en México hasta el año de 1968.

Siqueiros opinaba que los procedimientos, las técnicas y los materiales modernos e innovadores, tenían un efecto genérico crucial en la creación de una estética moderna y afirmaba que la tecnología de la época determina las técnicas utilizadas en ese periodo. Por ello su insatisfacción con los materiales y las técnicas antiguas lo llevo a aplicar innovaciones radicales para su tiempo, en la creación de murales, algunas de sus aportes técnicos son:

Respecto a los accidentes controlados, Desmond Rochfort, se refiere a la técnica de Siqueiros que consistía en: “experimentar y explotar los resultados no planeados al escurrir, arrojar o salpicar el nuevo medio para pintar con piroxilina, combinada con laca de nitrocelulosa, y la utilización de técnicas y materiales como la brocha de aire, esténciles, arena, madera y papel, contribuyeron en conjunto a lo que Siqueiros describió como “su camino técnico como pintor revolucionario”[9] Irene Herner menciona el concepto que tenía Siqueiros del artista que participara en un bloque de pintores: “El artista del lugar de la utopía, era un obrero calificado, con el pensamiento de un ingeniero y formado por la experimentación en los laboratorios y fábricas, ya no en el atelier bohemio de los artistas parisinos”[10].

E. Definir el tipo de andamiaje

El objetivo es determinar el tipo de soporte más adecuado para ese lugar específico; al decidir el tipo de andamio se busca proporcionar la máxima funcionalidad para alcanzar todos los puntos pictóricos del espacio, para no obstaculizar el tránsito y seguridad de los transeúntes o pintores y para tapar visualmente lo menos posible el conjunto pictórico al momento de ajustar la integración plástica.Los andamios más utilizados son:

En todos los andamios se tienen riesgos de accidentes, por ello debe de darse a conocer a los estudiantes una serie de reglas que deben respetarse con todo rigor. Reglamento de seguridad del andamio:

Es importante por ello que en los estudios plásticos preliminares siempre se haga un análisis del espacio para solucionar el tipo de andamio que permita no bloquear el paso de los espectadores, que sea un andamio seguro y funcional ya que las arquitecturas en ocasiones son difíciles de pintar sobre todo en un cubo de escaleras, el sistema de andamiaje se vuelve complejo, arduo y peligroso; ya que al caminar por los puentes de unión de andamios a una altura de 7 metros por ejemplo, el proceso de pintar se convierte en una actividad más lenta, compleja y difícil. También hay que comentar que en un mural el trabajo en el plafón conlleva un desgaste físico considerable y aumenta el tiempo de elaboración de la obra.

Por todo ello, la propuesta plástica en un mural se gesta de manera general como una integración de los estudios plásticos mencionados anteriormente y es el planteamiento visual completo de lo que se pretende como producto artístico terminado; por ello es en conjunto un detonante de la creatividad para el mural que se proyecta. Estos estudios son determinantes para sugerir las soluciones visuales de un espacio específico. También para la conceptualización de un tema y a la materialización plástica de éste. La relación congruente y lógica de estos estudios plásticos nos permitirá lograr la plena integración plástico– arquitectónica puesto que: “En un mural no hay motivo ni fondo como valores independientes, todo debe formar un total ligado, inseparable, homogéneo y unido”[11].

En este sentido, los estudios plásticos preliminares son para el muralista una herramienta para enfrentar el fenómeno visual a través de sus propios medios de simulación de la realidad (esquema, explicación verbal, foto o boceto) con ello se está construyendo un sentido creativo propio que le da sentido personal a su creación mural.

Referencias

Santos Balmori, 1978. Áurea Mesura. México. UNAM.


Carlos Mérida, 1953. Los nuevos rumbos del muralismo mexicano. Buenos Aires. Pachacamac.


Orlando S. Suárez, 1972. Inventario del muralismo mexicano. México. UNAM.


Desmond Rochfort, 1993. Pintura Mural Mexicana. México, Limusa.


Irene Herner, 2004. Siqueiros, del paraíso a la utopía. México, Arte e Imagen.


Lucy Lippard, 2001. “Mirando alrededor, donde estamos y donde podríamos estar” en Modos de hacer, Arte crítico, esfera pública y acción directa. España, Universidad de Salamanca.


Charles Bouleau, 1996. Retículas. La composición secreta de los pintores. Madrid. Akal.


[1]El Movimiento de Muralistas Hidalguenses (MMH) es un colectivo que está conformado por alumnos y maestros del Instituto de Artes de la UAEH, muralistas independientes, graffiteros y artistas del arte público, así como profesionistas, estudiantes, trabajadores, comerciantes y público en general, interesados en producir, difundir y gestionar el muralismo hidalguense. https://www.facebook.com/groups/589299814520274/

[2]Lucy Lippard, Mirando alrededor, donde estamos y donde podríamos estar, en “Modos de hacer, Arte crítico, esfera pública y acción directa 2001. España, Universidad de Salamanca, p.54.

[3]Ídem p. 54

[4]Charles Bouleau. Retículas. La composición secreta de los pintores. Madrid. Akal. 1996.

[5]https://www.facebook.com/groups/589299814520274/

[6]Santos Balmori, Áurea Mesura. México. UNAM, p. 66. 1978.

[7]Orlando S. Suárez, Inventario del muralismo mexicano. México. 1972. UNAM., p 147.

[8]Ídem., p. 333.

[9]Desmond Rochfort.1993. Pintura Mural Mexicana. México. Limusa., p 164.

[10]Irene Herner. 2004. Siqueiros, del paraíso a la utopía. México. Arte e Imagen., p 195..

[11]Carlos Mérida. 1953. Los nuevos rumbos del muralismo mexicano. Buenos Aires. Pachacamac. p 44.



[a] Profesor Investigador de la Universidad Autónoma del Estado de Hidalgo.