La disciplina del desplazamiento. un recurso para la escena contemporánea

Resumen

La Disciplina del Desplazamiento, nació durante los años ochenta, en los barrios que se encuentran alrededor de París. La práctica surgió gracias a un grupo de jóvenes de clase media-baja que se juntaban y utilizaban las estructuras urbanas como un medio para ejercitarse, moverse y divertirse, ya que no tenían la posibilidad de pagar un gimnasio. El practicante que desee ejercerla necesita adquirir ciertas habilidades y trabajar sobre ciertos aspectos, mismos que pueden aprovecharse como herramientas para las artes escénicas. Con esto no se busca decir que esta disciplina deba trasladarse directo al escenario, lo interesante resulta de la aplicación de sus herramientas para la construcción de un sincretismo que lo enriquezca. Paralelamente, la Disciplina del Desplazamiento es una vía alterna que genera conocimiento para comprender el proceso actoral de una manera más sintética y violenta; violenta, porque el proceso se condensa. Mientras en el teatro un actor puede alegar o justificar su desempeño, mentir y/o mantenerse en un lugar cómodo, para el practicante de esta disciplinano existe esa posibilidad, ya que se traduce en un accidente inminente.


Palabras clave: Displazement, Inercia, Parkour, Art de déplacement, Naranja-Escena, Disciplina del Desplazamiento, Escena contemporánea.

Abstract

Discipline of Displacement as a training was born on the neighborhoods that surround Paris during the eighties. This practice emerged thanks to a group of young people from lower-middle class that gathered together to use urban structures as a medium to exercise, move and have fun due to the fact that they didn’t had the economic solvency to pay for a gym. Any practitioner who wants to seek for this discipline has to acquire certain skills and work in some aspects that can be used as a tool for the performing arts. We are not saying that this discipline should be taken directly to stage; the interesting part comes after applying these tools in order to build an enriching syncretism. Alongside, the discipline of displacement is also an alternate way to produce knowledge to understand in a more synthetic and violent way the acting process; violent, because the process is condensed. While in theater an actor is able to justify his performance, he can lie or stay inside his comfort zone, to the practitioner of this discipline there is not such possibility, as it translates in an imminent accident.


Keywords: Displazement, Inercia, Parkour, Art de déplacement, Naranja-Escena, Disciplina del Desplazamiento, Escena contemporánea.

Introducción

Para poder explicar cómo esta disciplina puede ser un recurso para la escena contemporánea, comenzaremos por definir un poco de su historia y en qué consiste esta actividad. La Disciplina del Desplazamiento comenzó su desarrollo en los años ochenta, en algunas de las pequeñas ciudades que rodean París: Lisses, Evry y Sarcelles. A los practicantes de esta disciplina se les denomina traceurs, vocablo que en español quiere decir trazadores, puesto que trazan rutas para elaborar recorridos. La Disciplina del Desplazamiento no es un deporte extremo, como se suele pensar, sino una disciplina que conlleva una filosofía de integración, en la que compartir se vuelve un principio para restituir valores éticos y espirituales como la fuerza, el respeto y el coraje.

La práctica nació gracias a un grupo de jóvenes de clase media-baja que se juntaban y utilizaban las estructuras urbanas como un medio para ejercitarse, moverse y divertirse, ya que no tenían la posibilidad de pagar un gimnasio. Más tarde este grupo de amigos[1] fundó el grupo Yamakasi, un término Lingala, el idioma hablado en el Congo, que resume el concepto: “Cuerpo fuerte, mente fuerte, espíritu fuerte” y denominaron a la disciplina como Arte del Desplazamiento (ADD).Con el paso del tiempo, dos de ellos[2] tuvieron diferencias con el resto de los integrantes acerca del objetivo de la disciplina y comenzaron a llamarla Parkour, inspirados en los recorridos (parcours) desarrollados por la milicia a partir del Método Natural de George Hebert; este método de entrenamiento físico, está basado en diez áreas de trabajo: caminar, trotar o correr, saltar, cuadrupedia, escalar, equilibrio, cargar, lanzar, defensa y natación. Las áreas se trabajan por medio de circuitos ocupados por distintos obstáculos que se cruzan o atraviesan sin detenerse. Fue así como se fundó un nuevo grupo que se hacía llamar Traceurs (Trazadores), al que se integraron nuevos miembros[3].

Posteriormente existió una nueva ruptura de ideales entre los integrantes del grupo Traceurs, por lo que uno de ellos[4] viajó a Inglaterra para filmar con la BBC de Londres dos documentales sobre la disciplina: Jump London y Jump Britain. Los ingleses por su parte, solicitaron al practicante que asignara una denominación en inglés para la disciplina, de esta manera nació un tercer apelativo: Free Running (corriendo libre). Con esta última existían ya tres nombres para la disciplina: Art de déplacement, Parkour y Free Running; Como los practicantes no conocían la procedencia de las mismas y mucho menos su historia, se ocasionaron ciertas dudas alrededor del mundo, la mayoría de los practicantes se preguntaban si eran disciplinas diferentes o tan solo la misma. Se decía que el Parkour buscaba la eficiencia y el Free Running la estética, mientras que el Arte del Desplazamiento ya no se practicaba; después se dijo que el Free Running incluía acrobacias y que también se podía utilizar para competir, porque el Parkour y el Arte del Desplazamiento en realidad eran lo mismo. No obstante, estudiando los sitios web oficiales y realizando diferentes entrevistas a los iniciadores, encontramos que todos coincidían con los mismos principios: No competencia, ser y durar y ser fuerte para ser útil. Lamentablemente con el paso de los años y la formación de las instancias internacionales: Fèdèration Internacionale  des Arts Du Dèplacement (FIADD) y The Mouvement International du PARKOUR, FREERUNNING et l´ART DU DÉPLACEMENT (themouvement.org) las tres denominaciones fueron registradas como deportes y por ende rompieron el primero de sus fundamentos: No competencia.

Es por esta razón que en 2015, María Teresa Paulín, Ármand Álvarez y Soxacen Rodríguez, deciden crear un cuarto apelativo para poder seguir difundiendo y enseñando los valores y la filosofía de la disciplina, tal y como fue concebida, dejando a un lado la competencia y rescatando el sistema cooperativo de la misma. El nuevo término es Displazement, y en él convergen los vocablos “disciplina” y “desplazamiento” en tres idiomas distintos, el francés, el inglés y el español. Hasta aquí hemos descrito los antecedentes y los orígenes de la disciplina, a continuación explicaremos en qué consiste.

El principio básico de la Disciplina del Desplazamiento es el siguiente: si tenemos un punto A y un punto B, y en medio de estos dos puntos existe un obstáculo, el propósito consiste en pasarlo, rodearlo o jugar con él. Este obstáculo puede consistir en una pared, un árbol, un techo o cualquier elemento que llame la atención del practicante. Por esta razón muchas personas asocian esta disciplina con el peligro, la falta de consciencia, y el vandalismo; sin embargo, implica una alta concentración que va acompañada del dominio de una técnica y de una inteligencia creadora, que le permita convertir el obstáculo en una herramienta, una oportunidad, un vínculo, o un medio de trabajo.  Al hablar de “inteligencia creadora” nos remitimos al término acuñado por José Antonio Marina, quien describe este tipo de inteligencia como: “[…] la inteligencia la que permite, mediante una poderosa conjunción de tenacidad, retórica interior, memoria, razonamiento, invención de fines, imaginación –en una palabra, gracias al juego libre de las facultades-, que veamos una salida cuando todos los indicios muestran que no la hay[5]”.

Esta inteligencia creadora es capital para el desarrollo del practicante, pero también para el del artista escénico, más específicamente del actor o el bailarín. Tanto el practicante como el artista comparten las características para la construcción de su actividad, ambos necesitan trabajar su concentración, mantener una atención extra cotidiana, llevar a cabo un desarrollo corporal que les permita tener un cuerpo disponible para poner en práctica sus herramientas y sobre todo, una absoluta entrega a la hora de actuar o saltar, dependiendo del caso. En otras palabras, lo que cuenta para la práctica de Displazement es válido para el desarrollo del actor o el bailarín.

 

Imagen 1. María Teresa Paulín, actríz, directora e investigadora de teatro. Foto por Armand Álvarez, 2015.

 

Hablemos ahora del proceso interno de trabajo.  Nos estamos refiriendo a una actividad extra cotidiana, en la cual, si se está desenfocado, no solo es posible fracturarse un hueso, sino en el peor de lo casos, se puede llegar a perder la vida. Debido a esto, se trabaja a partir de un estado de alerta; el practicante necesita estar presente y dispuesto al movimiento, ya que éste exige toda su atención y su energía, de otra forma será imposible realizarlo. Dicho de otra manera, la frase célebre repetida por los maestros de actuación a sus alumnos, “necesitas estar aquí y ahora” se comprende de una manera tangible, ya que pensar a futuro o reflexionar sobre el pasado, solo lo conducirá a un accidente. El practicante no puede saltarse pasos en busca de resultados, debe construirlos uno por uno. No hay manera de escapar a la articulación del proceso si se quiere evitar una lesión.

Es por esta razón, que mientras el ejecutante se concentra, no puede hablar o distraerse, en su lugar deberá generar un diálogo interior y una conexión consigo mismo, que le permita reconocer su estado, cómo se encuentra, cuáles son sus emociones y sobre todo, algo muy importante: sus miedos. El diálogo con los miedos es capital en la práctica de esta disciplina. Desgraciadamente, con la globalización, empresas como Red bull se han dedicado a promover filosofías que van en contra del diálogo con el miedo y que solo buscan resultados. Por medio de una difusión enfocada a la competencia, muchos practicantes asumen que deben vencer sus miedos, luchar con ellos, e incluso inhibirlos para adquirir lo que conciben como “valor”, ya que piensan que en esta negación consiste la valentía. Sin embargo, es importante tener en cuenta que el miedo es natural y una alerta sobre la existencia de algo desconocido, sólo una enfermedad física o mental impide la generación del mismo. Para tenerlo más claro, citaremos nuevamente a José Antonio Marina, quién define los conceptos de la siguiente manera:

 

“Ante todo, hay que distinguir entre tener miedo y ser un cobarde, porque son fenómenos que pertenecen a niveles distintos. El miedo es una emoción, la cobardía es un comportamiento. Y solo podemos identificarlos si afirmamos que entre la emoción y la acción no hay ningún intermediario, si aceptamos que el deseo conduce al acto irremisiblemente, es decir, si negamos la libertad, cosa que la psicología hace con extrema facilidad, porque la libertad es un escándalo para la ciencia[6].”

 

Sentir miedo es algo muy normal, una emoción que denota nuestra capacidad de percepción e imaginación, puesto que cuando imaginamos creamos historias sobre el futuro, sobre aquello que puede suceder. Para Aristóteles incluso, no se puede llamar valiente a quién no siente miedo; pero el miedo no debe impedir la realización del proyecto, porque esto equivaldría a cuartar la libertad del ser humano y a bloquearlo en su desarrollo creativo. En el caso del practicante, este comienza a imaginarse las múltiples posibilidades de lastimarse, lo cual puede bloquearlo a la hora de realizar el movimiento. En el caso del artista, el miedo puede ser a descubrir un límite, una conducta, un recuerdo, etc., o puede surgir de la crisis o la agonía que experimenta en el intento de abandonar formas, estilos o comportamientos conocidos a los que siempre recurre; funciona como una señal de transgresión, le indica que está a punto de correr un riesgo, de vulnerarse y con ello de aspirar a la creación más allá de su ego y confort.  El ego, por su parte, a veces es difícil de distinguir, pero se manifiesta a través de los juicios: “estoy haciendo el ridículo”; de los frenos: “no tengo tiempo de leer” o “estoy ocupado”; y de las justificaciones: “estoy cansado”, entre muchas otras formas. A través del Displazement, el practicante tiene la posibilidad de dialogar consigo mismo para reconocer la aparición del ego y abordarlo. El diálogo consigo mismo y el reconocimiento, son herramientas rescatables, a base de practicar estas actividades, se convertirán en hábitos de los cuáles también podrá servirse el actor. 

Además, siendo una disciplina, la práctica de Displazement está enfocada al autoconocimiento y crecimiento personal, y promueve ciertos valores como la honestidad, valor básico en la actividad del actor.  Para tomar decisiones inteligentes que eviten accidentes, el practicante debe ser honesto consigo mismo; igualmente, existen otros factores que puede reconocer mediante la práctica, por ejemplo: comenzará a distinguir los mecanismos de bloqueo, resistencia y autoboicot que se manifiestan; mecanismos que también surgen en el quehacer escénico. A través de la Disciplina del Desplazamiento tanto el artista como el practicante podrán descubrir sus debilidades de una manera evidente y puntual para poder trabajar con ellas. Displazement también fomenta el trabajo cooperativo, al igual que en las artes escénicas, se aprende tanto individual como grupalmente, puesto que la disciplina también se practica en en conjunto, por lo que resulta capital construir la confianza en ambas vías. Pero para poder trabajar en grupo, se necesita un alto grado de comunicación, misma que se va desarrollando y afinando a lo largo de la práctica y favorece también al proceso creativo del artista. La comunicación no tiene que ser siempre hablada, los practicantes van desarrollando otras formas de comunicarse como la mirada, o incluso mecanismos más sensibles que tienen que ver con sentirse unos a otros. Esta también es una herramienta para los artistas escénicos ampliamente explorada, puesto que permite deshacerse de la ilustración y generar una comunicación más profunda y genuina.

 

Imagen 2. César Ríos Legaspi, actor y productor. Foto por Armand Álvarez, 2015.

 

Otro aspecto no menos importante es la creatividad, que se desarrolla durante la práctica al imaginar diferentes posibilidades de utilizar o trabajar con un obstáculo. El ejecutante se coloca frente a una roca para saltarla, después se ubica arriba, a lado, encima de la misma, para buscar distintas posibilidades de movimiento y conocer y adquirir distintos puntos de vista sobre su entorno. La metáfora de la película de Disney La espada en la piedra, se materializa de manera evidente: Merlín, el mago, transforma a Grillo, (el futuro Rey Arturo), en pez, en ave y en ardilla, con la finalidad de que pueda observar y conocer el mundo desde diferentes perspectivas para adquirir conocimiento.

Además, los ejercicios que propone esta disciplina son progresivos, se construyen a base de la articulación de ciertos movimientos. En otras palabras, es a través de progresiones que el ejecutante va adquiriendo consciencia de su cuerpo y de sus posibilidades, de esta manera va construyendo sus objetivos poco a poco. Esta consciencia se genera a base de paciencia y trabajo, cualidades importantes que se desarrollan con la disciplina y pueden ser muy bien aprovechadas por los artistas escénicos.

Los paralelismos entre el practicante y el poeta son muchos, sin embargo siendo el Displazement una disciplina con objetivos de crecimiento personal y juego, no admite la competencia. Por esta razón el practicante, como el artista, se focaliza en un trabajo de creación y construcción a partir de sus propósitos, mismo que repercutirá en su vida diaria. Displazement es un proyecto de liberación y desarrollo individual con un sentido personal y entrañable. "Al hablar de libertad, estamos hablando de un proyecto alumbrado por la inteligencia humana, construido paso a paso, como un tenaz entrenamiento[7], [...]" diría J.A. Marina. Por lo tanto, un proyecto como la Disciplina del Desplazamiento, que implica creación, está íntimamente ligado con la inteligencia. El fin en este arte no justifica los medios, lo interesante es el proceso creativo, puesto que abre nuevas posibilidades de construcción a través de un movimiento inteligente:

 

“La transfiguración del movimiento muscular por la inteligencia nos permite hablar de su poética. Hay creación dinámica en la danza, en los deportes y en los juegos de habilidad. Surgen posibilidades libres dirigidas por irrealidades inventadas y aceptadas. Esta actividad constituye la esencia de la inteligencia creadora. Los elementos que descubramos en el movimiento inteligente los volveremos a encontrar en todos los niveles. Constituyen la estructura básica de la creación[8]”. J. A. Marina.

 

El Displazement además, exige un control y una consciencia corporal desarrollada, estas dos son herramientas básicas para el artista y el progreso de ambas capacidades siempre será un plus para el creador.  Por si fuera poco, la disciplinaotorga los medios para construir nuevos lenguajes a partir del movimiento, ya que el practicante adquiere un amplio acervo gracias a la búsqueda de posibilidades de desplazamiento y con esto aumenta su rango de expresión corporal; las horas de saltos y coordinación le proporcionan al practicante memorables minutos de soltura. Otra exigencia de la disciplina consiste en desarrollar la capacidad para adaptarse a nuevos espacios, ya que normalmente se practica en exteriores; el artista podrá apoyarse en esta herramienta para adaptarse fácilmente a espacios alternativos y fuera de lo convencional.

 

Imagen 3. Itzel Yamira Gálvez, Yolanda Sanz, Alicia González, actrices. Foto por Armand Álvarez, 2015.

 

Además de una hábil gestión del cuerpo y de autodeterminación a través de algo tan real y tangible como el movimiento, el Displazement también genera otra disposición, ya que requiere de una energía fuerte y concentrada que puede ser aprovechada por el artista. En otras palabras, si el practicante no se concentra o se dispone como es debido a realizar un desplazamiento, lo más seguro es que provoque algo que no buscaba. En la práctica de Displazement, la mente juega un papel muy importante, a veces el cuerpo está fuerte y entrenado pero la mente no está dispuesta o preparada para ejecutar el movimiento. Sin embargo, la práctica continua de la disciplina le permitirá al practicante ir creando una consciencia y un estado que le permita descubrir si está listo o no para realizar el desplazamiento, puesto que una respuesta condicionada o instintiva puede conducirlo a un accidente. “Nos movemos con el cuerpo, pero también nos movemos con la mente”, declara Laurent Piemontesi, miembro fundador Yamakasi, en 2013. Luego entonces la errónea concepción cuando se afirma que la disciplina no implica un proceso mental nace de la falta de información o conocimiento de la misma, la cual ha sido mal comprendida por muchos jóvenes gracias a los medios de comunicación y a las competencias que realizan las marcas de bebidas energéticas que solo están interesadas en vender un producto.

Finalmente, cabe señalar al lector, que con este artículo no se busca manifestar que el Displazement deba trasladarse directo al escenario, lo interesante resulta de la aplicación de sus herramientas para la construcción de un sincretismo que pueda enriquecer a la escena contemporánea. La Disciplina del Desplazamiento, o Displazement, es una vía alterna que genera conocimiento que puede usarse para comprender el proceso actoral de una manera más sintética y violenta; violenta, porque el proceso se condensa y expone al ejecutante de manera directa, sin posibilidad de evasión. Mientras en el teatro el actor puede alegar o justificar su desempeño, mentir y/o mantenerse en un lugar cómodo, para el practicante de Displazement no existe esta posibilidad, ya que se traduce en un accidente inminente. El Displazement, al igual que las artes escénicas, proporciona un crecimiento interior y espiritual en quién lo práctica, siendo una disciplina generosa, el practicante descubre rápidamente, que como en cualquier arte, el punto A y el punto B están en su interior y que el obstáculo que puede dividir estos dos puntos no resulta ser otro más que él mismo.

 

 Si están interesados en conocer más sobre el tema, o aprender Displazement, pueden encontrar en Facebook al grupo de difusión y gestión de Displazement: INERCIA; o a la compañía franco mexicana NARANJA-ESCENA. Compañía franco mexicana NARANJA-ESCENA.   naranja.escena@gmail.com

Referencias bibliográficas

MARINA, José Antonio, Anatomía del miedo, Barcelona, Anagrama, 2006.


MARINA, José Antonio, Teoría de la inteligencia creadora, Barcelona, Anagrama, 1993.

 

 

[1] El grupo estaba conformado por: Yann Hnautra, Chau Belle, David Belle, Laurent Piemontesi, Sébastien Foucan, Guylain N’Guba Boyeke, Charles Perriere, Malik Diouf y Williams Belle.

[2] David Belle y Sébastien Foucan.

[3] Los hermanos Vigroux y Kazuma.

[4] Sébastien Foucan.

[5] MARINA, José Antonio, Teoría de la inteligencia creadora, Barcelona, Anagrama, 1993, p. 16 y 17.

[6] MARINA, José Antonio, Anatomía del miedo, Barcelona, Anagrama, 2006, p.  190.

[7] MARINA, José Antonio, Anatomía del miedo, op. cit., p. 219.

[8] José Antonio, MARINA, Teoría de la inteligencia creadora, op. cit., p. 89.

[a]Profesores-investigadores del Instituto de Artes de la UAEH.