Manejo de grupos a través de la innovación organizacional
Groups Management through Organizational Innovation

Resumen

Generalmente los grupos, en especial los de trabajo, presentan un comportamiento negativo, en ocasiones verbalizado y en otras silencioso; sin embargo, esta conducta puede darse como una fuerza que impulsa a actuar y en otras a arrebatar a otros lo que ya tienen. En las empresas es clásico observar en los equipos de trabajo que ocultan información, no se comparte la experiencia adquirida, se anhela ocupar el puesto que el otro tiene o bien ganar lo que el compañero gana; es así como nace la inquietud de realizar un diagnóstico que determine las causas de este comportamiento que surge en los grupos de trabajo.


Palabras clave: Envidia, psicoterapia, Gestalt, cuadrante, proyección.

Abstract

The groups, especially the work groups, often present a negative behavior that can be verbalized or silent; however, this behavior can be a driving force for some members to act or to take from others what does not belong to them. In company work teams it is usual to notice that their members hid information, the common experience is not shared, and that some members of the team crave the position or the earnings that others have. That is why the purpose of this work was to carry out a diagnosis that determines the causes of this problem.


Keywords: Envy, psychotherapy, Gestalt, quadrant, projection.

Introducción

En México, en las empresas es común observar cómo los equipos de trabajo ocultan información, no se comparte la experiencia adquirida, se anhela ocupar el puesto que el otro tiene o bien ganar lo que el compañero gana. En nuestro país, como en otros, se habla poco acerca de la envidia, tal vez porque se le considera poco relevante o como algo que carece de aporte. Sin embargo, un área de oportunidad que busca la innovación dentro del sector empresarial usa como herramienta de diagnóstico este sentimiento, pues se considera a la envidia como una emoción tan arraigada dentro de la sociedad, que sería impensable no encontrarla en el lugar en donde se desempeñan las actividades laborales. Esto se debe a que en él pasamos la mayor cantidad de tiempo de nuestras vidas y constituye, además, un ambiente altamente competitivo.

En el mundo organizacional, la envidia es un tema propuesto por Patricia Amelia Tomei, quien ha explicado las emociones y sensaciones que surgen al interior de las empresas. Aunque parece que estas emociones se encuentran alejadas o son diametralmente opuestas en las organizaciones, es necesario e importante diagnosticar y prever la envidia que puede gestarse en la persona, con el objeto de entender su naturaleza, aceptar que forman parte de una estructura y que pueden generar consecuencias mayores.

Es frecuente que en múltiples ámbitos de socialización se encuentren críticas constantes de todo tipo y por supuesto que las organizaciones no son la excepción, ya que en ellas se encuentran relaciones interpersonales a cada momento y el lugar de trabajo es el espacio donde se pasa el mayor número de horas. Es el lugar propicio dentro del que se conocen todo clase de emociones: celos, envidia, éxito, superación, fracaso, optimismo, rechazo, entre otras.

“La persona, desde que nace, de forma natural y espontánea, desea tener lo que otros poseen; esta forma de actuar se acentúa con el paso del tiempo y se inserta en el individuo, creando introyectos escuchados, verbalizados, modelados. Desde una mirada gestáltica la envidia se entiende como desear obtener lo que no se tiene. Es aceptar que se es impotente y que no se tiene la capacidad de obtenerlo por sí mismo a menos que lo robe o lo destruya”.

(Salama, 2011, p. 76)

Dentro del ámbito empresarial, el diagnóstico de la envidia es un elemento que aporta una innovación tecnológica al sector, ya que en los resultados del diagnóstico se encuentran áreas de oportunidad valiosas que pueden aprovecharse para lograr un mayor rendimiento de los colaboradores de la organización o bien coadyuvar en la toma de decisiones para contratar o no los servicios de un trabajador. La Gestalt cuenta con herramientas, estrategias e instrumentos que proporcionan el diagnóstico para detectar la envidia y cuenta con estrategias y técnicas que ayudan a superarla y adecuarla o, de forma positiva, fortalecerla.

Situación actual

Se estudia a la envidia como un elemento que causa conflictos en la vida de los seres humanos. Ya sea a nivel interno o externo, expresado o inexpresivo, esta emoción causa una serie de sentimientos que provocan malestar y sensaciones bionegativas que alteran la armonía y equilibrio de la persona y afectan su capacidad para desarrollar diversas actividades. Alberoni (1992) la define como sigue: “La envidia tiene dos raíces: una es la desvalorización y el rechazo de la persona que la ha suscitado a fin de proteger el valor propio del envidioso; la segunda surge de la experiencia de juzgar, a fin de saber cuánto vale la persona que se confronta con algún otro.”

Si la confrontación lo pone en situación desventajosa, el individuo se siente disminuido, desvalorizado, y procurará proteger su propio valor poniendo en marcha la envidia como mecanismo de defensa en un intento para recuperar la confianza, la autoestima. “Como primer movimiento del proceso envidioso se encuentra la comparación negativa, seguida de la pérdida dolorosa del propio valor” (Alberoni, 1992).

Aunque la envidia es un sentimiento no reconocido y aceptado, se ha encontrado que ocasiona grandes trastornos en la vida adulta. Chóliz y Gómez (2002) señalan que la envidia instaurada en el carácter del adulto es, por lo general, una reacción ante las experiencias de pequeñez y desvalimiento de la infancia. Esto da cuenta de su universalidad y su frecuente irracionalidad. En cada persona, la intensidad de la envidia estará en función de sus sensaciones reprimidas de insignificancia. Las manifestaciones de la envidia generalmente nos dirán más de los sentimientos de inseguridad del envidioso que de la personalidad del envidiado.

Se ha afirmado que un 10% de las empresas tiene un ambiente laboral tóxico fomentado por su estilo de gestión (Expansión, 2013); según los expertos, ignorar los logros de los empleados y no fomentar la comunicación pueden propiciar la envidia. El mismo artículo menciona que tener un ambiente laboral donde haya armonía es un sueño difícil de alcanzar en algunas oficinas.

En México, una de cada 10 organizaciones padece una atmósfera de trabajo tóxica a causa de un estilo de gestión que desprecia o no reconoce la labor de sus empleados y fomenta la división (Expansión, 2013). La misma fuente señala que otra forma en que puede mejorar el ambiente de trabajo al interior de las organizaciones es a través de la creación de lazos afectivos que aumenten el compromiso del empleado con su desempeño. El índice Employee Engagement Index, elaborado por Gallup, refiere que en México, cinco de cada 10 trabajadores aseguran que mantener un buen vínculo con sus compañeros de equipo permite obtener resultados de forma rápida.

La dinámica de desarrollo en las empresas provoca distanciamientos entre trabajadores, funcionarios o dueños de las organizaciones; es por ello que es importante dar a conocer cómo la envidia puede ser la causa de los conflictos, cómo genera distanciamientos entre compañeros y desgano en las actividades cotidianas. Asimismo, es importante comunicar que puede resolverse de forma gradual si se da a conocer a los empleados, colaboradores, funcionarios y directivos que la envidia es un sentimiento que usualmente es visto como negativo, pero que tiene partes biopositivas y bionegativas. Estos antecedentes muestran que es necesario innovar los diagnósticos o exámenes psicométricos que se aplican en las organizaciones mediante la aplicación de un instrumento innovador como el test de Salama, que permite detectar los sentimientos de envidia que prevalecen en una persona.

Planteamiento del Problema

Existen diversas definiciones de la envidia; se ha propuesto que se trata de un afecto complejo constituido por cuatro elementos:

1) Emulación basada en la percepción de excelencia del otro, de la admiración de otros y el deseo de imitarlos o sobrepasarlos respecto a esa excelencia.
2) El entimiento de que falta algo y asociarlo a sensaciones de inferioridad, pequeñez o autoestima lastimada.
3) El ansia de las posesiones deseadas.
4) Un sentimiento de enojo hacia el que las posee (Reidl, 2006).

Lo anterior conduce a un efecto de descontrol a nivel psicoemocional en la persona y de falta de equilibrio en su quehacer cotidiano.

Rosenblat (citado por Reidl, 2006) plantea que la envidia es un sentimiento de enojo porque una persona posee y disfruta algo deseable por otra persona. El que algo sea deseable y no se pueda obtener evoca sentimientos de desesperanza, acompañados por diversos grados de enojo y una autoestima lastimada por creer que se merece tener lo que no se posee. Tesser y Collins (citados por Reidl, 2006) afirman que la envidia es una de las emociones que mejor ejemplifica a las llamadas emociones de comparación social, ya que en el núcleo de la envidia se encuentra la comparación social, una influencia común y poderosa sobre el autoconcepto; en sí, mucha de la autoestima proviene de la forma en que una persona se compara con otra.

Melanie Klein (citada en Chuster y Trachtenberg, 2010) califica a la envidia como un factor mental que impide las experiencias buenas y necesarias para el desarrollo del bebé. Con ello deja implícito que la envidia es lo que hace predominar en la mente las malas experiencias y, en consecuencia no hay desarrollo. “En su enfoque, Klein destaca, en un principio, que en su campo de trabajo necesita establecer una distinción adecuada entre envidia y otros sentimientos que en general son confundidos entre sí. Considera que la envidia es más primitiva, más fundamental, y se basa en el odio, o es, en sí misma, una forma de odio a las fuentes de vida. Los celos por ejemplo se basan en el amor y apuntan a la posesión del objeto amado y a la eliminación del rival –son triangulares-, mientras que la envidia es dual, una relación entre dos partes” (Chuster y Trachtenberg, 2010).

El diccionario APA define a la envidia (envy) como emoción negativa de descontento y resentimiento generada por el deseo de tener las posesiones, atributos cualidades o logros de otra persona. A diferencia de los celos, con los que comparte cierta semejanza y con los cuales se confunde a menudo, la envidia involucra solo a dos personas: la persona envidiada y el envidioso.

De las definiciones anteriores se puede determinar que la envidia es determinante en el comportamiento humano. En todos los instantes de la vida crea momentos de minusvalía y pequeñez en el sujeto, situaciones difíciles de afrontar. León (2002) encuentra que la psicología ignoró a la envidia por mucho tiempo, y en general, aquella dejó de lado el estudio de las emociones, etiquetándolas como algo subjetivo e inaccesible de ser investigado. Aunque también señala que en los últimos 20 años hay en la psicología académica un interés cada vez mayor por el estudio de la envidia y su abordaje sistemático para explicar las causas del comportamiento humano en diversos ambientes.

Los constantes cambios en las empresas, la demanda de nuevos empleos, las generaciones de egresados profesionales crean competencia desigual, los cuales en muchas ocasiones provocan en las personas estrés, ansiedad, temor a enfrentar la búsqueda o cambio de trabajo. Este es el escenario ideal en el que se pueden observar comportamientos y actitudes que guardan relación directa con las emociones y sentimientos que causa la envidia.

El trabajo en sí es el dominio de la vida humana, es el lugar donde la mayoría de las personas permanece gran parte de las horas de su vida y es donde encuentra una serie de estímulos valorados y apreciados por la sociedad, entre los que se puede enumerar: la necesidad de reconocimiento, la creatividad, el liderazgo, la excelencia, entre otros. León (2002) afirma que es frecuente encontrar envidia en la actuación profesional y el mundo académico: “Tomei (1995) distingue seis variables como causantes de celos y envidia en el medio laboral: 1) variable tangible relacionada con el trabajo (recibir una recompensa o premio relacionados con el trabajo, ascensos, mejores escritorios, etcétera); 2) variable intangible que se relaciona con el trabajo (recibir una recompensa intangible relacionada con el trabajo, como reconocimiento, elogio, etcétera); 3) variable tangible que no se relaciona con el trabajo (recibir una recompensa tangible ofrecida por algunas personas de la organización, por ejemplo, el caso en el cual un proveedor ofrece a un funcionario un viaje como premio); 4) variable intangible que no se relaciona con el trabajo (reconocimiento o elogio de alguien de la organización); 5) variable interpersonal que se relaciona con el trabajo (recibir la atención especial en el trabajo por parte del director); y 6) variable interpersonal que no está relacionada con el trabajo (quién tiene una atención especial no es un directivo).”

De conformidad con lo arriba expuesto, en México es muy común encontrar al sentimiento de la envidia al interior de las organizaciones laborales, que están influidas por el dinamismo cambiante, la tecnología, la ausencia de directrices adecuadas, la falta de supervisión y seguimiento al desempeño y a sus causas y el distanciamiento entre colaboradores, pues es conocido que el factor humano demanda un tratamiento diferente, ya que antes que colaborador, empleado, ejecutivo o funcionario, son personas, personas diferentes una de otra con formas de pensar únicas e irrepetibles.

En la actualidad, la dinámica constante de cambios provoca frecuentes movimientos y rotación de personal en las organizaciones que crean situaciones problemáticas. Algunos de estos pueden reducirse a través de la aplicación de un instrumento innovador, el Test de Salama (TPG), que detecte los sentimientos de envidia. Así, este instrumento representa un recurso importante para las organizaciones en la toma de decisiones para elegir y colocar al personal en puestos adecuados y acordes al potencial de cada persona.

Enfoque Teórico

En la cultura mexicana, se encuentran múltiples situaciones en las que se pueden observar a personas que difícilmente pueden disimular el sentimiento envidioso que les produce ver que otro compañero, amiga, familiar, jefe, que son personas cercanas, pueda tener lo que él ansía tener. Dado que la envidia es una emoción negativa, resulta complicado reconocer y aceptar que se vive tal sentimiento. A la fecha se han podido encontrar algunos estudios sobre el tema; sin embargo, por ser esta una emoción presente en todo momento, en ocasiones verbalizada, en otras callada, algunas veces reprimida, se considera necesario abundar sobre la envidia y la relación que prevalece al interior de las organizaciones. Dorta (2011) cita lo importante y fundamental que resulta crear diversos modelos de gerencia que permitan manejar la envidia como algo real y humano en beneficio de las organizaciones. Es común encontrar en las empresas programas que busquen incentivar y reconocer a los trabajadores a través de remuneraciones especiales y/o adicionales que premien el buen comportamiento de los colaboradores. Según el mismo autor: “Se afirma que son escasos los estudios que a partir de un análisis de cultura organizacional, identifiquen a la envidia como un sentimiento que puede influir radicalmente en el desempeño y la efectividad de un grupo.”

Schoenk (citado en Dorta, 2011) definió a la envidia como: “La envidia es una fuerza que se sitúa en el corazón del hombre como ser social que se manifiesta cuando dos individuos están en condiciones de establecer una comparación recíproca”. Este autor argumentó que el concepto de la envidia se reprimió mucho en las ciencias sociales y en la filosofía moral desde el comienzo de este siglo debido a la dificultad para admitir su existencia en las sociedades. Según Dorta (2011), en el contacto empresarial, existen diversas formas de envidia, dentro de las cuales se encuentran:

Alberoni (1992) afirma que la envidia comienza con una confrontación de la cual la persona sale desvalorizada, derrotada, sin haber alguna interacción: “La envidia hace su aparición cuando el individuo se siente desafiado en su confianza y en su autoestima; lo que pone en marcha estrategias para que la confrontación deje de ser desagradable y se instaure de nuevo el equilibrio. Se encuentran mecanismos de defensa: la negación del valor, la proyección de falta de valores atribuyéndole a la persona envidiada cualidades desagradables.”

Relación de la envidia y la Gestalt

La Gestalt es una corriente de corte humanista, es decir, su foco de atención es la persona; los creadores de la misma son Lore Posner de Perls y Fritz Perls, quienes introducen en la base de sus propias teorías la idea de la “Gestalt” que sugiere dos cosas específicas: completo o íntegro, y formación. Lo anterior hace referencia a la Gestalt como “la unidad definitiva de experiencias”; la experiencia es la vivencia del sí mismo que en gran parte tiene que ver con lo físico y en consecuencia depende de la percepción de nuestro cuerpo. Por esto es fundamental la atención a las necesidades corporales y a las situaciones inconclusas que pueden traducirse en que, una vez que queda satisfecha la necesidad del organismo, la Gestalt abierta concluye y da paso a la apertura de una nueva Gestalt. Así, una nueva Gestalt es una experiencia que surge a partir de encontrar nuevas necesidades y el organismo queda dispuesto entonces a la aparición de otra situación inconclusa y a recibir la energía procedente de la nueva demanda (Baumgardner y Perls, 2003).

Se puede encontrar entonces que el propósito de la Gestalt es restaurar las partes perdidas de la personalidad a través de darse cuenta de situaciones problemáticas y de recuperar experiencias de rechazo en ocasiones olvidadas. Estos procesos de recuperar, reintegrar y experimentar de nuevo pertenecen al trabajo del especialista. El especialista se dedica junto con el sujeto al proceso de recuperar sensaciones y conductas que ha desechado y que ahora considera que le causan conflictos emocionales, ya que son emociones que no le pertenecen, hasta que empieza y continúa por su propia cuenta a afirmarse y a obrar como lo haría la persona que realmente es (Baumgardner y Perls, 2003); se podría pensar que esta forma de trabajo es un apoyo necesario y vital en el crecimiento del Yo de las personas.

Perls, creador de la Gestalt, la define como una forma existencial que se ocupa de lo que es, o del fenómeno existente. No depende de “hablar acerca de…” o de lo que “debe ser”. Una característica de esta corriente es que considera al individuo como una función del campo organismo/ambiente y piensa que la conducta es la interacción que se establece entre el individuo y el medio ambiente (Bilbao, 2010). La forma de establecer contacto con la persona crea la diferencia, ya que lo que predomina es el encuentro, la forma de vivenciar la experiencia del momento.

En la corriente Gestalt se encuentran diversas técnicas y estrategias en las que se apoya el especialista para atender las necesidades que presenta una persona o grupo, dentro de las cuales se encuentran: el contacto, fronteras de contacto, darse cuenta, cerrar asuntos inconclusos, entre otros. El diagnóstico para la evaluación de los sentimientos de envidia en las empresas se abordará desde un tema específico.

Para Martín (1976), el “darse cuenta” (awareness) tiene su razón de ser en llevar a la persona a vivir su momento, su estar en donde le toca estar a través de vivenciar la experiencia en su aquí y ahora. Para ello este autor menciona que “darse cuenta” es la capacidad que tiene todo ser humano para percibir lo está sucediendo dentro de sí mismo y en el mundo que le rodea. Es la capacidad de comprender, entender aspectos de sí mismo, situaciones o cualquier otra circunstancia o acontecimiento que se produzca en su mundo; en estas experiencias se distinguen tres tipos de “darse cuenta”:

  1. Darse cuenta de sí mismo o del mundo interior.
  2. Darse cuenta del mundo exterior.
  3. Darse cuenta de la zona intermedia o zona de la fantasía.

A) Darse cuenta de sí mismo o de la zona interior

Este darse cuenta, como lo afirma Martín (1976), es el evento que comprende todos aquellos acontecimientos, sensaciones, sentimientos y emociones que suceden en el mundo interior; es decir, todo lo que tiene que ver con lo que pasa de la piel hacía adentro. Es la parte biológica interna. Son esos momentos en los que se pueden sentir tensiones corporales, darse cuenta en qué parte del cuerpo existe la tensión; esto es parte de darse cuenta de sí mismo y la zona interior.

La forma de darse cuenta está en función de la manera de sentir, de la experiencia y la existencia aquí y ahora, y es independiente de cualquier argumento o juicio por parte de los demás; es saber que lo propio es único y personal, es decir, cuando una persona siente es algo interno y no corresponde a las sensaciones de nadie más, no hay temor de ser juzgado. Es así como la postura de una persona puede ir transformándose, y con ello aparecer nuevas sensaciones que podrán indicar cuál es el sentir en una nueva sensación.

B) Darse cuenta de la zona intermedia o zona de la fantasía

En este darse cuenta se encuentra la zona intermedia que, como señala Martín (1976), es toda la actividad mental que va más allá de lo que sucede en el presente. La zona de la fantasía abarca el pasado y el futuro y comprende las actividades relacionadas con el pensar, adivinar, imaginar, planificar, recordar el pasado o predecir y anticipar el futuro. Es aquí donde se encuentran las proyecciones, se realizan las suposiciones y creencias, tanto biopositivas como bionegativas.

Cabe mencionar que las ideas imaginarias del futuro y las ideas de la concepción y recuerdo del pasado se basan en la comprensión del presente; en otras palabras, se reconstruye el pasado a partir de las ideas del presente, de un momento o momentos que sucedieron y que ya no existen, mientras que el futuro es todo lo que se presagia, se sueña, se imagina que no existe y se trata de llevar a cabo las acciones para que suceda.

Bilbao (2010) afirma que el darse cuenta es el método principal dentro de la corriente gestáltica, pues permite estar alertas de forma continua, así como vigilar de manera permanente la conciencia para poder darnos cuenta de las necesidades presentes y poder así satisfacerlas. Al mismo tiempo, confirma que el darse cuenta puede ser de dos tipos, interno y externo, y que es la mejor manera de tomar conciencia para poder centrarse en el presente. Esto se denominaba técnica y prescripción ideal.

La importancia del trabajo Gestalt se encuentra en todo momento; sin embargo, es de vital importancia considerar el darse cuenta como uno de los postulados relevantes, ya que el centrarse en el presente tiene varias ventajas (Bilbao, 2010):

Se puede entonces señalar que la Gestalt es una buena forma de apoyar a las personas que, a través del diagnóstico, resultan envidiosas para que se den cuenta de los efectos y consecuencias que el sentimiento de la envidia provoca, pues este puede tener más descalabros en la persona que lo vive que hacia la persona que genera el sentimiento envidioso.

El ciclo de la experiencia es un modelo fisiológico que fue retomado del conductismo por algunos especialistas gestaltistas, entre los que se encuentran Joseph Zinker, Erv Polster, Joel Latner y Serge Ginger; se considera vital tomar el método científico propuesto por Héctor Salama Penhos, denominado “el Ciclo Gestalt de Salama” (CGS), representado por un octagrama en el que se pueden encontrar y explicar varios elementos como las fases, las frases, los bloqueos, los temores, las emociones, las características negativas y positivas, además de los valores y las frases específicas, mediante las cuales pueden identificarse los bloqueos del mismo en el aquí y el ahora y dar un diagnóstico creíble en el tiempo presente del paciente (Salama, 2002).

Planteamiento: Darse Cuenta Y Su Impacto Sobre La Envidia

Los criterios relevantes que se sugieren para llegar a darse cuenta cómo la envidia afecta la vida diaria de una persona pueden concebirse a partir de realizar un diagnóstico aplicando el test de Salama para poder determinar las técnicas y estrategias a aplicar, dentro de las cuales se encuentran:

A través de las técnicas mencionadas, la persona puede llegar a reconocer y aceptar cómo la envidia es un sentimiento que provoca malestar emocional, biológico y psicológico. Nuestro país es zona fértil para la generación de personas envidiosas. Según Alberoni (2006), se desea todo aquello que se ve, existe anhelo por ser como los demás, tener todo lo que tienen los demás; sin embargo, este anhelo inevitablemente lleva a la persona a vivir frustraciones, debido a que es materialmente imposible lograr obtener lo que han obtenido aquellos que nos han servido de modelo.

A partir de la frustración que se vive, la persona puede quedar paralizada o dar marcha atrás en su proceso de vivir la vida y este retroceso puede asumir varias formas: cólera, tristeza, enojo, renuncia o quizá rechazo del modelo con el cual se había identificado. Con el fin de contener el deseo se rechaza a la persona que lo ha provocado, quitándole valor a los méritos que tiene o que se le han adjudicado. Esta es la primera raíz de la envidia.

Material Metodológico

Para poder realizar un diagnóstico del sentimiento de la envidia desde la Gestalt, es necesario contar con el apoyo de una herramienta metodológica que se encuentra en el Ciclo Gestalt de Salama. Se trata de un instrumento que ayuda a evaluar las actitudes en el aquí y ahora de la persona para apoyar su crecimiento y desarrollo.

El ciclo de la experiencia Gestalt está diseñado como un círculo que representa al organismo. El test de Gestalt de Salama (TPG) está constituido por 40 reactivos que indican los diferentes bloqueos que pueden presentarse dentro del ciclo. Se entiende el ciclo como la vida, los movimientos y experiencias que una persona vive en todo momento.

Este constituye para el terapeuta la base de su trabajo para poder ubicar en dónde y cómo se puede trabajar esta emoción con una persona o con un grupo. A continuación se presenta el ciclo de la experiencia Gestalt, que está diseñado con un círculo que representa al organismo dividido en ocho partes en el que ubicarán las áreas en las cuáles se encuentra la emoción a la que se hace referencia. (Salama, 2002)

 

Figura 1. Envidia y bloqueos. Fuente: Bilbao (2010).

 

Primeramente, el octagrama presentado en la Figura 1 se divide en dos partes, como si se partiera una naranja, que luego se dividen en otras dos; a estas cuatro partes se les denomina cuadrantes. En la parte superior se ubican los cuadrantes I y II; el cuadrante I es la parte que no aparece sombreada, y el de al lado (donde aparecen los números tres y cuatro) corresponde al cuadrante II. Luego, siguen los cuadrantes III y IV. En cada cuadrante, que a su vez se divide en dos partes, aparecen diferentes bloqueos. Un bloqueo es la parte inconsciente que reprime una persona para no sentir. Al ser inconscientes, los bloqueos tienden a ser permanentes y pueden llegar somatizarse (Salama, 2011). Según este autor, la ubicación de las emociones corresponde a la siguiente descripción (Tabla 1).

 

Tabla 1. Ubicación de las emociones. Fuente: Salama (2011).

 

La envidia, de acuerdo con Salama (2011), se define como el desear obtener lo que no se tiene. Es aceptar que se es impotente y que no se tiene la capacidad de obtener algo por sí mismo, a menos que se robe o destruya; envidiar es ver lo bueno en otra persona y no poder verlo en sí mismo. Si se toma como referencia la Figura 1, se puede explicar que la proyección y la introyección son dos bloqueos que se ubican en el segundo cuadrante, como se menciona en la Tabla 1. En el tercer cuadrante se encuentran los bloqueos tres y cuatro, denominados retroflexión y deflexión; por último, en el cuarto cuadrante se encuentran los bloqueos cinco y seis, que corresponden a la confluencia y a la fijación.

Para efecto de este trabajo se considera únicamente el bloqueo de proyección, que es uno de los cuales en los que está instalada la envidia. Según Bilbao (2010), la proyección implica reconocer en los otros ideas, creencias o actitudes que la persona no reconoce en sí misma.

A la persona que proyecta le es difícil aceptar sus propios actos o sentimientos, dado que no “debería” actuar o sentir así; la persona proyectiva culpa a los demás de lo que le pasa. Otra definición de proyección se encuentra en Salama (2011), quien afirma que la persona proyectiva es quien ve lo bueno y lo malo en los otros pero no es capaz de verlo dentro de sí mismo. Ginger (1993) define a la proyección como la tendencia a conferir al medio la responsabilidad que tiene origen en sí mismo.

A través del CGS se pueden revisar cuáles son las fases, partes biopositivas y bionegativas, frases, miedos, actitudes positivas y negativas, mensajes, emociones, características positivas y negativas, y necesidades que se presentan en la proyección.

La primera fase se refiere a la formación de figura, es decir, cuando la persona establece la necesidad y toma conciencia de la sensación; en esta etapa el organismo diferencia lo que le pertenece y necesita satisfacer. La segunda fase se refiere al estado de alerta; en él se confunde el yo con el no yo, las partes biopositivas y las bionegativas. En la proyección también se encuentran las frases comunes “por culpa de”: usualmente se responsabiliza a los otros de lo que les sucede. En este bloqueo también se encuentran los miedos al rechazo, al que dirán, a enfermarse, etcétera. Para comprender de mejor manera la proyección, Salama (2011) señala: “En esta fase aparece el darse cuenta, la formación de figura y la comprensión súbita, ya que surgen la funciones mentales. La proyección es un bloqueo universal, es decir, está presente en todas las fases del CGS. La interpretación del fenómeno altera la pureza de la relación intrapersonal, por lo que es importante no interpretar. La proyección implica la pérdida de límites consigo mismo.”

A efecto de realizar un diagnóstico gestáltico, se sugieren diversas técnicas. En este caso se buscará rastrear el introyecto de “eres culpable”, lo que dará alternativas a la persona para darse cuenta de lo siguiente: ¿cómo es que aprendió a sentirse culpable? ¿Qué temor surge al sentirse culpable? ¿Qué quiere hacer con su culpabilidad? ¿Hasta cuándo quiere sentirse culpable?

Al encontrar sentimientos de envidia pueden surgir elementos descriptivos, como el sujeto que envidia el carro que tiene su jefe o su sueldo; quisiera ser como su jefe y, al no lograrlo, reprime emociones tales como coraje, odio, tristeza y rechazo. El trabajo deberá consistir en acompañar al individuo a que tome conciencia de qué pasa con sus emociones, que asuma la responsabilidad de sus sentimientos a través de preguntas que esclarezcan la situación para que pueda darse cuenta de lo que está pasando.

Discusión

En el país, la sociedad, el ámbito laboral o familiar, la envidia, al ser un sentimiento negativo y mal visto, es poco reconocida o aceptada. El individuo es un ser humano único e irrepetible en relación con el mundo y esto mismo crea lazos de pertenencia en los vínculos en los que se desenvuelve, dentro de los cuales tiene necesidades físicas, sociales, espirituales y emocionales, algunas de ellas satisfechas y probablemente otras pendientes, lo cual de manera consciente o inconsciente realiza todos los días.

Al ser la envidia un sentimiento que de forma inevitable se compara socialmente, el sujeto se ve envuelto en comparaciones o competiciones que realiza todos los días debido a todo tipo de estímulos que recibe del medio ambiente y el ámbito laboral no es la excepción, ya que es en las organizaciones y empresas dónde los individuos se desarrollan profesionalmente.

Actualmente, en las empresas se cuenta con pruebas y evaluaciones psicométricas de apoyo que de forma tradicional se aplican a los postulantes a un empleo; sin embargo, se considera necesario innovar y aportar nuevas formas de evaluar a los aspirantes pues con esto se pueden encontrar nuevos caminos de permanencia de los trabajadores en las organizaciones. La aplicación de un psicodiagnóstico que mida el sentimiento de la envidia puede ser útil para las empresas si se ve con apertura y como un área de oportunidad a desarrollar, ya que los empleados con disposición de compartir pueden generar ambientes laborales más propicios y hacer que las organizaciones sean más productivas.

De hecho, a lo largo de este trabajo se puede revisar cómo la corriente Gestalt es un método que puede dar soporte al individuo acompañándolo en un proceso de desarrollo y crecimiento personal o grupal, ya que cuenta con herramientas y estrategias que permiten desbloquear sentimientos y emociones reprimidos, particularmente la envidia.

Un elemento importante de considerar es proponer a las organizaciones intervenciones grupales apoyadas en técnicas y estrategias aplicadas de forma particular a cada grupo o persona. Se sostiene entonces que la psicoterapia Gestalt puede intervenir en los ámbitos empresariales y realizar diagnósticos e intervenciones a partir de que surjan discrepancias o solo para detectar si existe al interior el sentimiento de la envidia. Esto es algo que se puede practicar de manera sencilla y trae grandes beneficios personales, pues ayuda a conseguir armonía y equilibrio.

El desarrollo de esta investigación se realizó en un entorno particular a través de la observación personal, por lo que es necesario validar estadísticamente las conclusiones obtenidas para tener un muestreo real del conjunto de personas participantes. Es necesario dar seguimiento al efecto que tendrá la metodología propuesta en el entorno laboral y cuantificar el impacto de los cambios propuestos.

Conclusión

La reflexión sobre la problemática que se deriva a través de la detección de los sentimientos de envidia es un tema desarrollado de forma incipiente. Por ello, puede verse con una visión prometedora de desarrollo, pues a través de un diagnóstico preventivo se puede colocar al aspirante en el puesto idóneo, además de crear una cultura de red de apoyo en los grupos de trabajo.

Al considerar a la envidia como un sentimiento inevitable, se puede señalar como esta emoción surge porque se admira a alguien y se desea ser como el otro y es en este tipo de pensamiento que se generan sentimientos que en ocasiones impulsan a la realización de mejores acciones o a buscar el desarrollo personal. Sin embargo, no necesariamente la envidia es positiva; también se presenta como un sentimiento negativo que crea frustración y sensaciones de malestar y venganza hacia los demás, que incita a buscar que los demás se sientan tan incómodos como la persona que está generando el sentimiento envidioso. Por lo tanto, se puede subrayar la importancia de la aplicación del diagnóstico del sentimiento de envidia, ya que el individuo podrá trabajar en un ambiente laboral pleno a partir de sentirse con una actitud proactiva hacia las actividades que realiza.

Por otro lado, al revisar los resultados que se generan a través del diagnóstico que se aplique, se hará evidente tomar acciones, que incluyen capacitar o adiestrar al personal para mostrar la información de forma general y poder dar uso a la herramienta; es decir, crear una cultura sobre las implicaciones, impacto y consecuencias que el sentimiento envidioso tiene al interior de las organizaciones.

Por último, se ha de señalar que la aceptación en las empresas de la aplicación de un diagnóstico de sentimiento de envidia en sus grupos de trabajo puede generar elementos de armonía, productividad y un buen ambiente en las relaciones interpersonales, ya que al estar conscientes de la envidia como un sentimiento constructivo o destructivo, es posible que las personas diagnosticadas opten por desarrollar actitudes positivas.

La implementación en los niveles individuales, grupales y organizacionales permitirán crear estrategias que manejen la envidia para mejorar la productividad y desempeño laboral a través de la aplicación de técnicas gestálticas que incrementen el potencial profesional en los grupos de trabajo, y que permitan utilizar el diagnóstico como una herramienta preventiva en la contratación de aspirantes de nuevo ingreso.

Referencias

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[a] Maestra en Psicología, estudiante de Doctorado, Universidad Gestalt. Su investigación se enfoca en las áreas sociales, especialmente en la evaluación de proyectos socioeconómicos y manejo de grupos.

[b] Profesor Investigador de Tiempo Completo del Área Académica de Ingeniería, Universidad Autónoma del Estado de Hidalgo. Doctor en Ciencias por el Colegio de Postgraduados y Postdoctorado por la Universidad Autónoma Chapingo; su investigación se enfoca en hidráulica, gestión y manejo de los recursos hídricos, hidrología y geohidrología, diseño y análisis de procesos y experimentos, evaluación de proyectos y diseño estructural

[c] Profesor Investigador de Tiempo Completo del Área Académica de Ingeniería, Universidad Autónoma del Estado de Hidalgo. Maestro en Ciencias por la Universidad Autónoma del Estado de Hidalgo, su investigación se enfoca en el manejo de grupos y en el diseño estructural de edificios con mampostería.

[d] Profesor Investigador de Tiempo Completo del Área Académica de Ingeniería, Universidad Autónoma del Estado de Hidalgo. Doctor en Arquitectura por la Universidad Autónoma de México. Su investigación se enfoca en la evaluación de proyectos.

[*] humberto.navarro@me.com