"La ruta del pulque"

Resumen

El presente artículo presenta la propuesta de una ruta turística en las haciendas pulqueras de la zona del Altiplano hidalguense, considerando su valor histórico en un recorrido temático que permita construir un producto turístico dirigido a personas con especial interés en la cultura, dicho producto se denomina "Ruta del Pulque".
La ruta contribuiría con la recuperación y conservación de dichas haciendas, diversificar la oferta turística de la región a través de productos turístico-culturales e incrementar el número de visitantes en la región y contribuir con el desarrollo económico de los municipios de Apan, Almoloya y Tepeapulco.


Palabras clave: Haciendas, pulque, valor, ruta, producto y turismo

Abstract

This article presents a proposed tourist route in the Pulque Haciendas of Hidalgo in the Altiplano area, considering its historical value in a thematic route that can build a tourism product aimed at people with special interest in culture, the product is called "Pulque Route".
The route would contribute to the recovery and conservation of these haciendas, diversify tourism in the region through cultural tourism products and increase the number of visitors to the region and contribute to the economic development of the municipalities of Apan, Almoloya and Tepeapulco.


Keywords: Haciendas, Pulque, value, road, product and tourism

INTRODUCCIÓN.

Las haciendas pulqueras del Altiplano son un legado histórico para el país junto con el ferrocarril, fueron un motor económico, eran poderosas  en el contexto político, social y económico ya que la mayoría de las veces estaban relacionadas con los gobernantes en turno. También   de  ellas   surgieron   leyendas   y  canciones,  además  de   la gastronomía típica del lugar. Estas haciendas -que suman 23-, son de propiedad privada, peculiares tanto en su organización administrativa, como en su arquitectura con apariencia de una fortaleza.

Actualmente estas haciendas pertenecen en su mayoría a personas que viven en la ciudad de México y son administradas por caporales; para visitarlas se requiere de un permiso con previa antelación, además de que  no existe un recorrido preciso para conocerlas.

Es por eso que surge la necesidad de crear una ruta, en la cual personas de distintos lugares de procedencia puedan visitar las haciendas, ya que son bienes culturales de singular valor histórico que merecen atención por parte de las autoridades municipales, gubernamentales, los dueños y la sociedad de los municipios donde se encuentran albergadas para aprovecharlas en el turismo.

DESARROLLO.

La región del Altiplano, también conocida como Altiplanicie Pulquera está integrada por los municipios de Apan, Tepeapulco, Emiliano Zapata y una porción de la Cuenca de México. Esta zona territorial es alta y plana, el clima que predomina es el templado seco con lluvias escasas, en cuanto a flora abunda el maguey, nopal, palma, pino, pirú y el huizache. La fauna representativa del lugar es el conejo, liebre, víbora de cascabel, camaleón, escorpión, zorrillo, ardilla, lechuza, águila, gavilán y el topo; además del ganado vacuno.

La actividad económica se basa en la industria, la ganadería, la piscicultura (en la laguna de Tecocomulco) y la agricultura con el cultivo de la cebada, maíz, frijol, trigo, avena, alberjón, papa, haba y el maguey; de donde se extrae el pulque.

En esta región se encuentran las haciendas de: Guadalupe e Irolo (localizadas al sureste de Ciudad Sahagún), San Bartolomé de los Tepetates (a 4.5 Km de Ciudad Sahagún), San Isidro Tultengo (al sureste de la laguna de Tecocomulco), San Jerónimo (a 3 Km de los Cides), en Apan la Alcantarilla, Chimalpa, San Antonio Tóchac, Malahierba, San Juan Ixtlimaco, San Miguel de las Tunas, Tezoyo, Tlalayote  y Zotoluca, famosas  por su  histórica producción de pulque.

En la actualidad estas haciendas se consideran  ex-haciendas debido a que ya no producen pulque para comercializarlo, tampoco labora el total del personal que antes lo hacía como los mayordomos, tlachiqueros, cocineras, trabajadores agrícolas,   ganaderos,   forestales,   y   caporales   entre   otros.   Sin   embargo, representan parte del desarrollo económico de la región, se encuentran ubicadas con relativa cercanía entre sí, algunas de ellas están bien conservadas y continúan  realizando  las  actividades  propias  de  una  hacienda pulquera como la cosecha y producción del pulque.

En el interior de las mismas se encuentra la casa principal con las habitaciones del dueño, del administrador y de algunos empleados de confianza; las decisiones y transacciones realizadas para el bienestar de la hacienda se realizaban desde el despacho -que generalmente era el espacio mejor amueblado de  toda la casa-, la antesala  tenía  muebles, de  los que  ahora llamamos rústicos -es uno de los lugares más pequeños de la hacienda-, sin embargo esta tenía armonía con el siguiente espacio; el gran salón de recepciones, que es el lugar utilizado  generalmente  para  las  fiestas  que  ofrecían  los  dueños  para  sus amistades; el comedor era decorado con muebles de estilo europeo, francés e inglés.

La cocina merece mención aparte debido a sus grandes dimensiones; era demasiado completa tenía un horno de leña para cocer el pan; varios filtros para el agua; sobre las paredes, se encontraban colgados una gran variedad de  jarros de diversos tamaños formando círculos y otras figuras geométricas, en el centro se ubicaba el brasero circular para su mejor aprovechamiento y delante de éste la cocina de humo, es aquí donde se ubica todo lo necesario para la creación del nixtamal que servía para la elaboración de las tortillas.

Generalmente en la parte trasera de la casa, algunas veces fuera de la barda se encontraban las trojes para almacenar cebada, maíz  y pastura; además contaba  con agosteros para que pastara el ganado, y tinacales donde se elaboraba el pulque, lugar que tenía una cruz de madera sobre un pequeño altar ocupado por figuras de la Mayahuel de Tochtli (deidades del maguey).

Estas haciendas se dedicaron a  cultivar magueyes, producir aguamiel y pulque a través de un sistema de trabajo que consistía en procesar el aguamiel hasta llegar a la bebida que hoy conocemos como pulque.

La planta del maguey –con la que se elabora el pulque-, se adapta a zonas áridas, es capaz de retener una gran cantidad de agua para resistir las sequías, gracias a su armadura impermeable que le permite hacerlo.

En México se encuentran más de 200 especies, caracterizadas por sus hojas llamadas pencas con espinas laterales, entre la gran diversidad de magueyes destaca el Soxóctic o verde  limón, que crece hasta tres metros, produce excelente aguamiel cargado de azúcar y sirve para la elaboración de un pulque fino; otra clase de maguey verdeproduce un líquido amarilloso y desabrido, este permite la elaboración de pulque excelente y más fuerte.

Según Payno (2006:58) el maguey cuenta con 32 variedades que se pueden encontrar en los Llanos de Apan, como se le conoce a la región del Municipio de Apan. El cultivo del maguey es de fácil sembradío y pocos cuidados, resiste las bajas temperaturas (heladas) en la zona del Altiplano; zona que abarca no solo el este municipio, sino también los estados de Tlaxcala y Estado de México (Ramírez, M. 2000:68).

El pulque es el resultado de un proceso de fermentación natural del aguamiel extraído del maguey, que en la época prehispánica era ofrecida a los dioses, la bebían los sacerdotes y se utilizaba en diversas ceremonias como: de la lluvia, la recolección, matrimonios y sepelios, posteriormente se extiende a todas las clases  sociales,  particularmente en los pueblos de  la región central del país (Guerrero, R. 1985: 37).  Los        Otomíes, Mixtecas y Totonacas fueron devotos de esta bebida, mientras que los Mexicas le atribuían un origen divino. El Pulque incrementó su producción al  popularizarse en el país, siendo el principal mercado la ciudad de México, fue tal su fama que se convirtió en parte de la identidad mexicana como lo afirma la antropóloga Marta Turok, ella señala que el pulque “dio forma y rostro a México”, además de ser un elemento presente en el arte y la gastronomía.

El proceso de preparación del pulque inicia con el capado (retirar el huevito o yema vegetativa) para evitar que nazca su quiote o tallo floral, después se deshoja el centro del maguey, se deja descansar por seis meses, se procede a desgastar el cogollo con un raspador a través del cual se escurrirá la savia dulce del maguey llamada aguamiel; misma que se extrae por succión con ayuda de un acocote (calabaza grande con orificios en los extremos) dos veces al día, el tlachiquero (persona que realiza la extracción) raspa el maguey para que siga drenando; la planta produce entre 3 y 6 litros; en toda su vida productiva que dura 1 mes puede llegar a producir de 500 a 1000 mil litros.

El aguamiel se conserva en tinas de madera de 8 a 30 días para que fermente, si se quiere acelerar el proceso se le agrega residuos de un pulque anterior llamado semilla.

La utilidad del maguey va más allá de la producción del pulque, en la época prehispánica se utilizaban las pencas secas como leña, abono para los cultivos; las fibras como hilos para coser y tejer vestidos, capas, mantas, cordeles o sogas; el papel de las hojas para pintar figuras jeroglíficas, púas agujas, clavos y punzones, canales para el agua, cuerdas, redes y vallas. Aún con los beneficios ya mencionados, las haciendas tenían problemas de explotación laboral, los peones vivían en la miseria con salarios bajos y jornadas de trabajo excesivas con exigencias en la especialización de las tareas encomendadas.

En la región de Apan el pulque se bebe y come con platillos elaborados con esa  bebida. La aportación del maguey a  la  gastronomía  es  a  través  de  dos  larvas: los gusanos blancos y los gusanos rojos llamados chinicuiles, además de los gualumbos (flores de quiote), mixiotes, cutícula de las pencas empleadas para cocer la carne, nopales, pulque en la elaboración del pan, gelatinas o para marinar carnes y pencas del maguey utilizadas en la cocción de la barbacoa.

Los mixiotes son elaborados en la cutícula del maguey, que es una hoja de aspecto blanquecino, utilizada como envoltorio de cualquier alimento el cual es cocinado al vapor o en comal, el alimento adquiere un sabor característico a la hoja.

La barbacoa es una palabra de origen maya que refiere a un sistema de cocción  indirecto  inventado  en  el  México  prehispánico  (García, H: 1991:75). Esta técnica primero fue utilizada por los mayas y posteriormente por los nahuas, consiste en hacer un horno bajo, es decir un hoyo en la tierra en el cual se colocan brasas  y  sobre ellas planchas de piedras que se calientan a elevadas temperaturas. Sobre las piedras se colocan los alimentos que van cubiertos de brasas de leña y sobre ellas hojas frescas y mantas que evitan la fuga de calor y la pérdida del vapor de los líquidos de las carnes y alimentos para que queden suaves. Tradicionalmente la carne que se hace en barbacoa es de borrego o pollo en la región del Altiplano.

Los gusanos que se encuentran en las pencas y en las raíces del maguey son rojos, blancos y larvas de hormiga; los primeros se llaman chinicuiles, los segundos gusanos blancos y los últimos escamoles, todos ellos forman parte de la gastronomía de la región del Altiplano. Los platillos que se elaboran con éstas especies se muestran en la Feria celebrada en honor a la Cebada y el Maguey.

Los gusanos blancos de nombre taxonómico meocuil, son considerados una oruga de mariposa llamada Acentrocneme hesperiaris de Kiby, que deposita sus huevos en las hojas del maguey (García: 1991:44). Los gusanos son larvas grandes transparentes cilíndricos con cabeza y extremidades color café y se consideraban un alimento nutritivo durante la época prehispánica, manjar de los dioses aztecas, actualmente es un alimento exótico y costoso que en algunas ocasiones se suele acompañar con el guacamole. Estos gusanos nacen en temporada de calor en el mes de Mayo y se encuentran debajo de las pencas en la parte más gruesa de la hoja del maguey, cercano al tronco.

Los rojos son llamados chinicuiles o tecol, de nombre científico Bombix agavis,   es un gusano pequeño de color rojo, considerado como una plaga que no se elimina  con plaguicidas  sino  con  el  consumo  diario,  viven  en  los  troncos  del maguey principalmente en la raíz de la planta. Se consideran dañinos para la planta porque evitan su desarrollo. La temporada en que salen éstos gusanos es cuando cesan las aguas en el mes de Octubre, su reproducción es fácil fuera del maguey siempre y cuando se les de comer cada cinco días tortilla o trozos de pencas de maguey. Para encontrar los chinicuiles es preciso llegar hasta la piña o raíz del maguey. El valor nutrimental de los chinicuiles equivale a las grasas de las carnes frescas. Su cocción es en comal, tostados o fritos, se preparan en salsa para acompañar la barbacoa o simplemente se comen asados o crudos.

Los escamoles (larva de la hormiga) se reproducen en la base del maguey bajo tierra su nombre náhuatl es azcatl, su cosecha es entre los meses de Marzo y Abril en los lugares semidesérticos como los llanos de Apan.

La flor del maguey llamada gualumbo o quiote, que en su tallo se desarrollan primero las flores y después los frutos con numerosas semillas que al madurar se vuelven negras, mismas que sirven como alimento para las aves, algunas otras caen a la tierra y se vuelven a reproducir en plantas; algunas especies pueden alcanzar 5 m. de altura, los quiotes crecen en los meses de Febrero y Marzo. Cuando las flores se abren producen miel que aprovechan las avispas y abejas. Los gualumbos son guisados en diferentes formas.

La piña del maguey sirve para hacer sal de gusano, el sedimento del pulque se utiliza en la elaboración de la barbacoa, con las flores se cocina el guiso de gualumbos, el quiote asado y la piña horneada es un postre, el agua miel concentrada sirve para hacer azúcar, el agua miel y la piña son saborizantes en los tamales y pan, la epidermis del meyolote y pencas para los mixiotes, el corazón del meyolote se cocina con huevo, los residuos del pulque se utilizan como levadura, el pulque solo como sedimento, del quiote, las pencas verdes para cocer la barbacoa y el jugo de piña como fructuosa.

Las bebidas preparadas que se pueden consumir a partir del maguey son el tepache –mezcla de pulque con jugo de piña-, colonche –jugo de tuna y diversas frutas aderezado con pulque, aguamiel, vinagre, miel y azúcar, mezcal de la parte más gruesa de las hojas cocidas, de la floración.

Otros usos que tiene el maguey son:

Medicinal. En el tratamiento de la anemia y de la diabetes a través del rayado de las pencas, también  por  sus características sirve  para  curar heridas y picaduras de animales.

Construcción. El quiote seco se utiliza como vigas, garrochas para construir pequeños  puentes  sobre  riachuelos,  la  planta  completa  para  cercar terrenos,  las  pencas  frescas  para  el  tejado,  el  quiote  ahuecado  para canales recolectores de agua de lluvia, la penca para bateas de mezcla y la baba de la penca como aditivo de la mezcla.

Agrícola. Las cenizas de las pencas y las piñas secas se utilizan como abono, el maguey completo como des-lindero de terrenos, para formar o proteger terrazas, ayuda contra la erosión de la tierra, el forraje del maguey como alimento para las aves, la piña para el ganado porcino y las pencas frescas con raspa del meyolote para ganado bovino.

Hogar. Las raíces y las pencas se utilizaban como jabón para lavar ropa, las raíces parar cepillos de lavar, escobas y canastas, las púas como aguja, la fibra como hilo, la piña de recipiente para agua y macetas, el quiote como alhajas, el mezontete para asientos y muebles, las pencas como recipientes de comida, bateas para cubrir masa y otros alimentos, tapones para castañas y barriles, estropajos, estopas y escobetas, para ornato navideño el maguey completo, las semillas  para fibras de arcos florales, la fibra de quiote para tocados de mujeres.

Hablando un poco acerca del contexto histórico de “la bebida de los dioses” –como era conocida-, los nahuas deificaron al maguey y lo llamaron Mayaguel -diosa de los 400 pechos- y a uno de sus hijos, el más importante Ome Tochtli –dios del pulque-. Las leyendas indígenas rodean la vida del maguey como la del noble Papantzin quién descubrió en sus jardines la planta del maguey y que las ratas comían de él royendo el cogoyo o corazón del maguey y bebiendo el jugo que exprimían poniéndose muy alegres. Papantzin tomo de éste jugo y envió a su hija con una vasija al rey Tecpancaltzin quién se enamoró de ella y de este amor nació Meconetzin –hijo del pulque-.

Los indios otomíes del Valle del Mezquital extraen del maguey aguamiel con el que producen el pulque, del quiote hacen dulce, utilizan pencas para tapar sus chozas, de la fibra confeccionan costales, ayates y hamacas.

En el ámbito religioso el pulque y el aguamiel eran considerados bebidas para rituales; y las  púas terminales  fueron  un  instrumento  de  auto-sacrificio, para  los códices se utilizaron las pencas.

En la época Pre-Colonial el consumo del pulque tenía muchas restricciones, la invasión española no solo rompió esas ordenanzas sino incluso propicio el uso de la bebida como embriagante (Gobierno del Estado de Hidalgo. 1998:93). En 1671 la producción y comercialización del pulque y otros productos del maguey estaban en manos de los indígenas, quienes recibían ingresos monetarios, esto despertó un interés en los conquistadores españoles quienes más adelante controlarían la producción del pulque, producto que se podía consumir en las casillas o pulquerías y en  las almuercerías, lugar  donde  el  pulque  solo  se  servía acompañado de alimentos. También había vendedores ambulantes, quienes lo llevaban a domicilio en odres de piel que cargaban a sus espaldas.

A finales del siglo XVIII surgen las principales haciendas del territorio hidalguense establecidas en la región de los Llanos de Apan, el Valle de Tulancingo, del Mezquital y la Región de Tula, debido a que las condiciones del terreno plano y cultivable eran las indicadas, las cuales formaron parte de una figura base del desarrollo agropecuario (Menes, 2006:71). En una temporada fueron saqueadas e incendiadas  por los insurgentes y realistas, también sirvieron como cuarteles para evitar estos abusos. Algunos hacendados emigraron a otras ciudades como es el caso del Conde del Valle de Orizaba quien era propietario de vastas propiedades en los valles de Apan y Tulancingo, las cuales rentaba a vecinos de las comarcas.

Además el pulque se producía en los estados de Tlaxcala, México, parte de Puebla, alrededores de la ciudad de México y particularmente en Hidalgo; esta bebida se embarcaba en las estaciones de Irolo, Zempoala y Epazoyucan, lugares donde llegaba el pulque de las haciendas transportado en animales de carga tanto en burros como en yeguas para ser enviado a la ciudad de México, donde se permitía su venta y consumo.

El virrey Francisco Javier Venegas ordenó que en las pulquerías solo se vendiera  el  pulque  sin  consumirse.  Sin  embargo,  para  1812  proliferaron  las pulquerías a raíz de que en la Constitución de Cádiz se establece la libertad de comercio. Durante el Porfiriato la industria pulquera tuvo un gran auge gracias a la llegada del ferrocarril, transporte que garantizaba su traslado del tinacal a la ciudad en menos tiempo para su venta. La creación de la Asociación Expendedora de Pulques, también conocida como la “Aristocracia Pulquera” permitió que los miembros de esta ampliaran las haciendas y las decoraran con materiales y mobiliario importado de Europa.

Según Guerrero (1985:122) en los años veinte, el gobierno intento erradicar el pulque prohibiendo su ingesta ya que lo consideraba un “embrutecedor”, antihigiénico  y  causaba degeneración  de  la  clase  trabajadora;  llegaron a organizarse campañas antialcohólicas.

Para el siglo XIX el pulque ya era una bebida típica en las comidas como un digestivo, su consumo excesivo provoca un auge en las haciendas del estado de Hidalgo, principalmente en los llanos de Apan, lugar donde se producía el mejor pulque. El tren llegaba por la mañana a la ciudad de México con el pulque fresco, mismo que se servía en las mesas de la sociedad porfiriana,  además de que  las  mujeres llevaban al campo un jarro de pulque en el  itacate (almuerzo) para sus esposos.

En respuesta a lo anterior los trabajadores comenzaron a capar los magueyes a temprana edad matándolos y sin sembrar otros, lo que produjo una disminución de los sembradíos, según Ramírez (2000:215), de 70 mil 600 en 1930 a 50 mil en 1940.

El pulque se convirtió en parte de la convivencia social en las fiestas que se hacían en las haciendas las cuáles se caracterizaban por agasajar a los invitados con comidas especiales donde la bebida predilecta era el pulque (Ramírez, M.2000:69).

Económicamente desde la época prehispánica fue una importante fuente de ingresos y riquezas, posteriormente con la creación de grandes  haciendas  pulqueras,  durante  el  Porfiriato,  los  impuestos  que  se cobraban a las mismas y a  pulquerías ayudaron a los gobernantes a vivir cómodamente.

Para 1953 el pulque sufre una baja en su producción, los Índices disminuyeron de forma drástica hasta índices nunca antes registrados en los municipios de Apan, Zempoala y Epazoyucan, algunas razones fueron: la extinción ante la falta de mercado, el comercio de aguamiel y pulque y pocos tlachiqueros que subsisten de la actividad, muchos de  ellos decidieron laborar en las grandes industrias en  busca de trabajos más rentables[1].

Tanta era la demanda del pulque que las pulquerías requerían de muchos empleados que sirvieran rápido las mesas para evitar riñas entre los consumidores aunque también existía la venta ambulante. Por otra parte el beber pulque tenía sus implicaciones sociales y religiosas, por ejemplo los días domingo se podía tomar esta bebida después de misa en compañía de la familia, ya que las pulquerías se cerraban a las 18:00 Hrs, esto para evitar problemas entre los habitantes.  (Hernández, J: 1979:32).

Sin embargo, el consumo de otras bebidas alcohólicas como la cerveza, el vino, tequila o brandy, han desplazado al pulque perjudicando a los productores. Actualmente ésta bebida en la ciudad de México cobra vida únicamente en las cantinas y pulquerías incluidas en la llamada Ruta de las cantinas.

A pesar de esto las haciendas de la Zona del Altiplano han producido pulque desde la época de la Colonia hasta el día de hoy; tienen una gran extensión que les permite tener grandes tinacales, trojes para almacenar cebada, maíz y pastura que es aprovechada para alimentar al ganado vacuno y equino, un lugar para resguardar la maquinaria y herramienta, capilla, tienda, caballerizas, corrales, macheros y cuartos para peones, tlachiqueros y demás sirvientes.

En la región de Apan los magueyes son pulqueros mismos que presentan las características de la taxonomía de los agaves, éstos se dividen en tres grupos: los textileros, pulqueros y mezcaleros; los textileros son muy comunes en Yucatán, los pulqueros en Hidalgo, Tlaxcala y Estado de México, mientras que los mezcaleros en la región de Oaxaca.

El maguey actualmente ya no se cultiva como antes ya que ha perdido su consumo ante bebidas como la cerveza y el tequila. Por otra parte, esta planta es mutilada indiscriminadamente para extraer de sus pencas la hoja que se utiliza en la preparación de mixiotes, alimento típico de la región, proceso que la mata. Para la protección del maguey  el Congreso del estado de Hidalgo cuenta con  la Ley para su manejo sustentable, la cual establece sanciones de 295 mil pesos a quienes exploten irracionalmente esta especie, ya que está en alerta de desaparecer en 30 años en caso de no tomar medidas para su conservación y cuidado, esto debido a la disminución en los últimos 25 años de 20 millones a un millón 600 mil plantas.

También, la nueva Ley del Código Penal Estatal contempla una sanción de 1 a 3 años de prisión y multa de 5 mil 600 pesos a quien destruya o comercialice alguna de las especies de maguey pulquero sin autorización requerida. La iniciativa aprobada contiene 77 artículos y establece mecanismos de coordinación entre productores y la Secretaria de Desarrollo Agropecuario, a efecto de que los más de 52 municipios que producen la planta la aprovechen racionalmente.

La aportación de las haciendas del Altiplano se refleja en la contribución con el desarrollo de la región, como fue el caso de los ejidatarios de la comunidad de Chinconcua, municipio de Tlanalapa; quienes acordaron la permuta de los terrenos ejidales a terrenos industriales de las Sociedades Anónimas denominadas: “Diesel Nacional” y “Constructora Nacional de Carros de Ferrocarril” de acuerdo al acta firmada por Adolfo Ruíz Cortines, Presidente de la República Mexicana y Cástulo Villaseñor, Jefe del Departamento Agrario. Dicha acta se levanta el día 9 de marzo de 1953 en México D.F. Parte del ejido correspondía a la Hacienda pulquera de Tochatlaco. Dando paso a la urbanización industrial y habitacional de Cd. Fray Bernardino de Sahagún Municipio de Tepeapulco a cargo de la Constructora Industrial Irolo encabezada por el ingeniero Ángel Carrillo Flores en 1952, designado por la Secretaría de Hacienda y Crédito Público a través de Nacional Financiera S.A. de C.V.

Estas y otras ex-haciendas son un recurso histórico-cultural que puede ser aprovechado como un producto en el desarrollo del turismo cultural, en otros estados de la República Mexicana se aprovechan las haciendas pulqueras como parte de recorridos turísticos; por ejemplo, en el estado de Tlaxcala se ofrecen servicios de recorridos guiados a las ya mencionadas, con servicios de: comida típica, transportación en tranvía y alojamiento.

La aportación cultural de estos bienes son leyendas, canciones, gastronomía típica del lugar y últimamente han servido como escenario tanto para novelas como películas debido a su arquitectura y al bello paisajismo en el cual se encuentran rodeadas. Solo algunas están abiertas al público con previa autorización de los dueños, sin embargo, no hay una ruta debidamente articulada como un producto turístico. Por tanto, es oportuna la creación de una Ruta turística que permita a los visitantes conocerlas a través de un recorrido.

La  posibilidad  de abrirlas al público en  la  región  del Altiplano para un recorrido temático permitirá algunas ventajas como la creación de afluencia de visitantes enfocados en un mercado que tiene interés en la cultura e historia, la recuperación y conservación de las mismas, contar con productos turístico-culturales factibles a comercializarse a nivel nacional e internacional, provocar el crecimiento de empresas turísticas, generar empleos y contribuir con el desarrollo económico en favor de las comunidades aledañas.

Por lo antes mencionado se presenta el siguiente análisis FODA con los datos obtenidos en la Región del Altiplano.

 

F
-Gran diversidad de la gastronómica.
-Paisaje campirano y cultural.
-Producción agrícola, ganadera e industria textil.
-Ex haciendas en pie (aun sin producción).
-Costos económicos.
-Accesibilidad por tren y carretera.
-Comunidad receptora hospitalaria.
-Contingencias escasas (como terremotos, incendios, inundaciones).
O
-Incrementa la tasa de empleo.
-Infraestructura en transporte y comercio.
-Difusión de la historia local a nivel  regional, nacional e internacional.
-Difusión de actividades culturales y ferias ya  existentes (como  la feria  de  la  Cebada  y el Maguey en Apan).
-Aprovechamiento de elementos histórico culturales (como la ciudad de Tepeapulco).
D
-Falta de difusión.
-Falta de infraestructura turística.
-Poca oferta en los servicios de alojamiento (son escasos y de calidad media9.
-Falta de información turística.
A
-La región del Altiplano aún no es una zona turística.
-Falta la participación del gobierno, los prestadores turísticos y los propietarios de las ex-haciendas en la gestión para detonar el flujo turístico.

 

Propuesta: Ruta turística haciendas pulqueras del Altiplano

La propuesta de que el turista visite las haciendas de la región del Altiplano antes mencionadas, estableciendo así la posibilidad de crear la Ruta de las Haciendas del Altiplano conectando los elementos históricos y culturales de los municipios de Apan y Tepeapulco susceptibles a ser atractivos turísticos.

Recorrido:  Visitar  la  hacienda  de  Tepetates,  dirigirse  a  la  estación  de  Irolo, continuar a la hacienda de Acopinalco y visitarla, escuchar su historia y la de pulque, dirigirse a la estación de Apan donde se visitaría el Museo de la Estación donde se encuentra la historia del pulque y el ferrocarril. O bien,  si se prefiere iniciar en el del Distrito Federal de la estación Buena Vista conectando con las haciendas del estado de México como la Hacienda de San Miguel Ometusco y Xala entre otras que están al paso de la vía para después conectar con la visita a la hacienda de Tepetates y conectar con el recorrido ya descrito. Estas vías son utilizadas en un 90% como transporte de carga y un 10% en pasajeros, las vías se están rehabilitando en el Edo. De México, Irolo y Apan.

En  Apan  considerar  disfrutar  de  la  gastronomía  típica  de  la  región  y continuar con la visita a la Hacienda pulquera de San Jerónimo ubicada en el municipio de Tepeapulco al noroeste de Apan, misma que funge como sede del Museo Nacional del Maguey el Pulque, auspiciado por la Asociación “Amigos del Maguey y el Pulque, A.C.”. asociación que junto con instituciones de educación pública, gobierno estatal y municipal, cultura y turismo, Cámara Nacional de la Industria de Restaurantes y Alimentos (CANIRAC), Huapanguero Volador Films, Alas  Rent  a  Car  y  la  Pulquería  “Los  Insurgentes”  colaboran  tanto  en  la conservación del maguey como la producción del pulque.

Transporte: Tren turístico construido específicamente para esta ruta, por la empresa Bombardier ubicada en Ciudad Sahagún Hidalgo, que trabaja en la construcción de equipo ferroviario y exporta a Estados Unidos.

La inversión para éste transporte sería de parte de la iniciativa privada  del 60%  y el resto entre el gobierno federal y estatal como concesionario del tren.

Comercialización: La comercialización y promoción de la Ruta turística se realizará a través de operadoras y agencias de viajes, de la SECTUR estatal y la Dirección Municipal de Turismo.

Gestión: La participación colectiva con la comunidad para la elaboración de proyectos turísticos diseño de políticas públicas culturales y turísticas municipales. El financiamiento para la propuesta que se presenta puede beneficiarse con los recursos económicos federales a través de El Fondo Nacional de Fomento al Turismo (Fonatur), ofreciendo asesoría, planeación y evaluación en la creación de nuevos destinos con atractivos turísticos.

Planeación: Planear la actividad turística de la región en coordinación con los agentes del turismo: comunidad receptora, prestadores de servicios turísticos y el gobierno municipal, estatal y federal.

Beneficios: Difundir los eventos culturales que se realizan en la región, la gastronomía, promover el turismo cultural, generar ingresos para las comunidades aledañas a través de la actividad turística.

CONCLUSIONES

La región del Altiplano Hidalguense cuenta con haciendas pulqueras con valor histórico y un museo en la estación de ferrocarril que narra la historia del pulque, ambos bienes culturales conforman parte del patrimonio y al igual que el paisajismo de la altiplanicie son elementos así como la accesibilidad, que favorecen la creación de la Ruta del Pulque.

La Ruta del pulque puede financiarse con recursos económicos del Fondo Nacional de Fomento al Turismo (Fonatur) y la Federación de Haciendas, Estancias y Hoteles Históricos de México.

Existen vías férreas que se pueden utilizar para hacer el recorrido por las haciendas en un tren turístico, adaptado para que los turistas se desplacen cómodamente.

La comercialización de la Ruta puede realizarse a través de la operadoras de viajes encargadas del turismo cultural.

La difusión de la Ruta puede hacerse a través de la Secretaría de Turismo del estado, de la Dirección Municipal de Turismo y de los hoteles y restaurantes de la región.

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[1] Declaraciones del Presidente de la Federación de Comerciantes de vinos y  licores. Periódico El Sol de Hidalgo. Edición regional, año 44 No. 16436. Domingo 16 de enero de 1994.

[a] Profesora investigadora del ICEA - UAEH

[b] Profesora investigadora del ICEA - UAEH

[c] Profesor investigador del ICEA - UAEH