CLIMA ORGANIZACIONAL: UN BREVE ACERCAMIENTO SOBRE ALGUNOS FACTORES DE INFLUENCIA

Resumen

A través de la historia de la administración y del estudio de las organizaciones, fueron surgiendo nuevos elementos relacionados con la naturaleza de su evolución, como es el caso del clima organizacional; cuyos primeros antecedentes, lo sitúan en la llamada Escuela de Gestalt, que sería el precursor inmediato a partir del cual Lewin desarrollaría su Teoría de campo, adquiriendo con el paso del tiempo cada vez mayor relevancia, en la que numerosos autores se enfocaron en desarrollar novedosos estudios e investigaciones que dieron origen a diversos conceptos sobre el clima organizacional, destacando la percepción de los individuos sobre las variables que conforman el ambiente laboral en que interactúan y que determinan su comportamiento.

Palabras clave: Clima Organizacional, percepción, variables, ambiente laboral, comportamiento.



Abstract

Through the history of the administration and the study of organizations, new elements related with the nature of their evolution have emerged, such as, the working environment; which background is placed in the so-callled School of Gestalt which would be the immediate precursor in which Lewin developed his Theory of Field, which increased importance over time when several authors focused on developing novel studies and research that originated several concepts of working environment, highlighting the perception of the individuals on the variables that make the working environment in which they interact and which determine their behavior.

Keywords: Organizational climate, perception, variables, work environment, behavior



Introducción

La conducta de los individuos no nace sólo de sus características individuales, adicionalmente es influenciada por la situación integral en la que se encuentran e interactúan, en consecuencia el clima organizacional adquiere una importancia significativa para acrecentar una mayor competitividad en las organizaciones, a través de la adopción de estrategias orientadas a su logro.

De las diversas aportaciones de los autores sobre el clima organizacional en sus enfoques objetivo, subjetivo e integrador, podemos identificar tres elementos fundamentales; la percepción que proporciona un significado al individuo sobre su ambiente; los factores que influyen en la motivación y consecución de los objetivos organizacionales; y, el comportamiento entendido como la forma en que las personas actúan dentro de la organización.

Reconocemos que toda organización tiene características comunes, sin embargo, no existen dos organizaciones iguales, puesto que cada una posee particularidades que las distinguen unas de otras. Dichos distintivos pueden influir de forma positiva o negativa en la percepción de los individuos, determinando su comportamiento en el trabajo, situación que guarda una relación inminente con aspectos como la mejora continua, calidad, competitividad, satisfacción laboral, facilitar los cambios, reducir costos, sólo por mencionar algunos de ellos.

Desarrollo

Si consideramos que el clima organizacional es un componente multidimensional cuyos elementos pueden descomponerse en términos de la estructura organizacional, procesos de comunicación, ejercicio de la autoridad y estilos de dirección, motivación y satisfacción, entre otros, que conforman un ambiente con características propias y únicas en cada organización, con clara influencia en el comportamiento de las personas en el trabajo, es factible entonces analizar algunos de dichos elementos.

El liderazgo desde épocas remotas ha estado presente en el desarrollo y evolución de la humanidad adquiriendo cada vez mayor importancia, siendo objeto de estudio desde diferentes perspectivas que dieron origen a la aparición de diversos modelos y teorías, caracterizándose en la actualidad por su investigación cada vez más interdisciplinaria y considerando el entorno global en que se encuentra.

En términos generales el liderazgo se identifica por la capacidad de influir en los demás para que se alcancen los propósitos comunes, además que las personas desean seguir a quienes reconocen que pueden apoyarlos a alcanzar sus metas, obteniendo satisfacción y logro por lo realizado, propiciando el crecimiento tanto de las personas como de la organización.

Aspectos como el trabajo en equipo, motivación, logro, objetivos, metas, valores, talento, calidad, excelencia, capacidades, involucramiento, toma de decisiones, relaciones interpersonales, etc., tan sólo ejemplifican algunos conceptos clave en el ejercicio adecuado del liderazgo, cuya influencia positiva determinará en gran medida que los resultados obtenidos por el personal en la ejecución de las tareas y responsabilidades asignadas, genere los indicadores que sustentan una mayor productividad y eficiencia organizacional.

Para propiciar un impacto favorable en el clima de la organización, es necesario que la eficacia del líder se demuestre permanentemente, logrando lo que se propone conjuntamente con su grupo en el tiempo, forma y nivel esperado, transformando y dinamizando, fortaleciendo la cohesión de las personas e identidad laboral, posicionando al logro como el medio idóneo que impulsa el crecimiento individual, grupal y organizacional.

Un factor que se ha incrementado de manera significativa en los últimos años lo constituye el estrés en el trabajo, derivado de la gran diversidad de actividades que se deben de atender, desencadenando una serie de síntomas que dan como resultado dicho padecimiento y que afecta directamente la productividad organizacional por la incidencia  y deterioro de la salud de los trabajadores, afectando su calidad de vida, que incluso en casos graves, puede ser motivo de baja laboral.

De acuerdo a lo expresado por la Organización Internacional del Trabajo (OIT), el estrés laboral es considerado una enfermedad que implica riesgos a la industria, lesionando la productividad al afectar la salud física y mental de los trabajadores.

La mayoría de los autores coinciden en sostener que el estrés laboral es un conjunto de reacciones tanto físicas como mentales del trabajador, cuando se enfrenta a diversos factores, que identifica como superiores a su capacidad para enfrentarlos. Algunos ejemplos de dichos factores como la excesiva carga de trabajo, deterioro de las relaciones interpersonales, elevada responsabilidad, deficientes condiciones de trabajo, remuneración inadecuada, mala planeación de las actividades, entre otras, generan agotamiento físico y mental, impotencia, angustia y frustración.

Entre las consecuencias físicas al trabajador destacan alteraciones o trastornos gastrointestinales, cardiovasculares, respiratorios, endócrinos, dermatológicos o musculares; dentro de las psíquicas destacan la confusión, desorientación, baja concentración, ausencia de control, mal humor, olvidos frecuentes, una mayor exposición a sufrir accidentes, inclinación al consumo de alcohol, tabaco o incluso tóxicos. Para las organizaciones se presenta en un descenso del rendimiento, de la productividad, calidad; y un incremento del ausentismo, incapacidades médicas, conflictos, cambios de puestos, deterioro de las relaciones interpersonales. La afectación nociva tanto al trabajador como a la organización, afecta el clima organizacional y genera costos tanto evidentes como ocultos.

Para ello, la organización debe implementar estrategias de cambio que favorezcan los procesos y tareas, con la finalidad de que coadyuven a aprovechar y desarrollar las capacidades del trabajador, fortaleciendo las líneas de comunicación, respeto y reconocimiento a la labor desempeñada, condiciones adecuadas de trabajo entre otros elementos que permitan elevar la productividad y mejorar la calidad en el trabajo y la satisfacción laboral.

Desde tiempos remotos la comunicación ha desempeñado un papel de gran importancia en la vida cotidiana del ser humano, por la imperiosa necesidad social  de comunicarse con sus semejantes, para expresar su sentir y recibir una respuesta. Es un proceso que a simple vista pudiera parecer sencillo, pero que en realidad encierra cierta complejidad; dicha situación se demuestra por el surgimiento de conflictos por la natural interacción humana, más aún cuando la  comunicación en las organizaciones, se concibe como un factor clave para las mismas, cuyos resultados pueden incidir en el éxito o fracaso.

En la medida en que los empleados se encuentran informados, escuchados y valorados al tener la posibilidad de expresar sus opiniones y sugerencias,  se busca incrementar la productividad a través de fortalecer su lealtad e identidad hacia la organización, identificación con su trabajo, acrecentar su satisfacción laboral y personal que permita retener y aprovechar su talento enfocado a los objetivos organizacionales.

La dinámica de las organizaciones produce una gran cantidad de información, que es útil y que debe ser aprovechada, pero cuando no fluye, se convierte en un problema por falta de comunicación. Es imprescindible saber escuchar al personal independientemente de su ubicación jerárquica, recomendándose en lo posible la interacción personal directa.

En su generalidad el  flujo más representativo de información se concibe en los niveles superiores, estableciendo las tareas y responsabilidades, las aptitudes necesarias para cubrir el cargo e incluso las actitudes derivadas de la ejecución del trabajo, que de alguna manera determinan las necesidades y aspiraciones personales, transmitiendo a los individuos y grupos que dichos niveles son los que determinan qué hacer, que sin la apertura necesaria limitan la interacción social, provocando sensación de incertidumbre, desinterés, impotencia y apatía. Ratificamos la relevancia de saber comunicarse adecuadamente con el personal y lograr que actúen de manera congruente. Tal afirmación para muchos es un reto que se escucha sencillo de realizar, pero que pocos en la práctica llegan realmente a dominar.

Bajo esta perspectiva, la comunicación es fundamental para promover un clima organizacional adecuado, ya que en la medida en que el trabajador se desenvuelva cotidianamente en un entorno adecuado, determinará el que logre alcanzar un buen desempeño dentro de la organización.

Cuando un individuo se incorpora a laborar en una organización, lo hace teniendo presente una serie de expectativas que espera alcanzar, por lo que deciden permanecer  gran parte de su vida en la misma, tratando de lograr elevados niveles de satisfacción laboral.

Sin embargo, el grado de satisfacción se encuentra expuesto a una serie de factores o características que pueden favorecerla, limitarla o condicionarla,  derivando en una influencia directa en el comportamiento del individuo, al realizar éste un balance entre lo obtenido y lo esperado.

La satisfacción laboral está relacionada con el clima organizacional y el desempeño laboral. Es así que la satisfacción en el trabajo mejora la productividad global de la organización y reduce el agotamiento laboral. El trabajador satisfecho es más eficiente, leal, comprometido, responsable, acepta retos, es conciliador y permanente en su puesto y trabajo. Adopta conductas de protección y defensa de su empresa y labor encomendada, de los recursos disponibles, de la mejora continua y de una actitud positiva ante la presencia de problemas, encuentra soluciones.

Es recomendable distinguir claramente que una aceptable productividad, no necesariamente es sinónimo de una satisfacción laboral apropiada, ya que puede inducir a que se descuide ésta última por una gran preocupación de la primera, que puede desencadenar en un deterioro de la imagen corporativa, de la calidad de los productos o servicios y del crecimiento y desarrollo de la organización, como una forma  de manifestación del personal insatisfecho. Se sugiere analizar la situación con la finalidad de identificar los indicadores que orienten a un conocimiento objetivo del desempeño laboral esperado y que permita enriquecer los niveles de satisfacción para mantener un clima positivo.

Algunas propuestas genéricas que pudieran favorecer la satisfacción laboral son los cambios en las condiciones de trabajo, diseño del puesto y compensación, la transferencia a otro cargo con mayor compatibilidad de capacidades, aptitudes y perspectivas, incluso a otros grupos de trabajo con mayor afinidad laboral que fortalezcan las relaciones interpersonales, así como la reorientación en caso de que su percepción se base en supuestos y no en hechos reales o concretos.

En lo que respecta a la innovación tecnológica, con la llamada sociedad de la información, ha surgido la imperiosa necesidad de realizar cambios acelerados en los sistemas y procesos de producción y de interacción entre las personas, en donde prevalece el conocimiento que permite incorporar nuevas tecnologías para mantenerse en competitividad acorde a las exigencias del mundo globalizado. Dichos cambios  impactan directamente en los puestos de trabajo, las condiciones laborales, la formación y experiencia, incluso la conceptualización del propio trabajo, priorizando a la información y el conocimiento como el insumo fundamental de una nueva forma de economía, que potencializa la mente de las personas e influye directamente en las formas de trabajo.

La incorporación de nuevas tecnologías, requerirá una nueva concepción de las fuentes de empleo, derivado de la creación de nuevos puestos, así como la formación técnica y científica de una fuerza laboral preparada y con las competencias necesarias que atienda las necesidades organizacionales en este campo.

Las nuevas configuraciones del entorno laboral caracterizado por las tecnologías de la información y comunicación, así como la gestión del conocimiento, provoca una ruptura de los modelos tradicionales en cuanto a tiempo y lugar bajo diferentes esquemas de interrelación, surgiendo otras formas de trabajo como por ejemplo el telemarketing, teletrabajo, o grupos de trabajo distribuidos. Aunado a lo anterior existe una transformación substancial no solamente de los procesos organizacionales, incluso de los culturales para dar cabida al necesario cambio.

Se ratifica  entonces que la tecnología incide sobre el clima laboral, por lo que se debe fomentar un ambiente y condiciones que proporcionen adecuados niveles de satisfacción. Algunas sugerencias pueden estar encaminadas  a motivar   apropiadamente al personal con tareas creativas en las que tengan oportunidad de aplicar sus capacidades, colocarlos en puestos y/o áreas en los que puedan demostrar sus competencias, atendiendo de manera complementaria algunas necesidades de carácter social como el servicio de comedor, salas de descanso o servicio de transporte.  

Conclusiones

La relevancia de reconocer que el Clima organizacional se relaciona con importantes factores y que proporciona información valiosa sobre los procesos que determinan el comportamiento humano en el trabajo, es un referente básico que permite proyectar cambios debidamente planificados en las actitudes  y conductas del personal, como en la propia estructura.

Destacamos que el enfoque de las organizaciones exitosas se encuentra en el activo más valioso, su capital humano; ya que, en la medida en que las personas sean motivadas,  valoradas sus aptitudes y competencias, con apertura al involucramiento, se refuerza su voluntad y capacidad para participar.

A la comunicación organizacional se le ha dado un mayor énfasis en lograr que el personal realice acciones en beneficio de la organización a través de la obediencia; se debe reforzar su carácter de mediadora y planificada para fomentar mayor flujo de información que promueva la interacción, a través de procesos transparentes, que den certeza y confianza a las personas.

Bajo la perspectiva de mejorar la satisfacción laboral, entre otros aspectos es imprescindible reconocer que cada individuo es diferente, correlacionar a la persona con el cargo, definir metas reales y alcanzables, recompensar en base al rendimiento y características del trabajador, vincular la recompensa con el desempeño, asegurándose de actuar con equidad.

Identificar aquellos factores relacionados con el propio trabajo que permitan enriquecer y reestructurar las tareas, fomentar la autonomía, responsabilidad y autocontrol, asignar retos con tareas más especializadas e integrales, retro informando sobre sus resultados.

La incorporación de la innovación y la tecnología, ha generado una automatización cada vez más creciente en los procesos, como consecuencia de su acelerado avance, dando la posibilidad al trabajador de una mayor autonomía con la presencia de cierta complejidad de tareas más especializadas y significativas, liberándole a su vez de la rutina y monotonía. Se requiere mayor conocimiento y experiencia en su uso para mejorar las actitudes, mayor formación para su dominio y aprovechar su utilidad en las tareas; con estas referencias fundamentales, se pueden evitar aspectos nocivos como la ansiedad, el temor, la tensión o el estrés.

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[a] Profesor Investigador de Tiempo Completo del Instituto de Ciencias Económico Administrativas, de la UAEH.