Hidalgo y Oaxaca tan similares y tan diferentes: Condiciones de trabajo y género 2005-2015

Resumen

Este ensayo pretende realizar un análisis de la precariedad laboral y las condiciones de trabajo que existen en las entidades de Hidalgo y Oaxaca, a través de una descripción no sólo espacial, sino temporal y de género en el periodo de 2005 al 2015. Con el fin de poder explicar una parte del rezago económico y social de dos de las entidades más pobres del país, el estado de Hidalgo y el estado de Oaxaca. Se elabora a través de la técnica de componentes principales, un índice de precariedad laboral por género para poder evaluar las condiciones de trabajo de las y los trabajadores de las entidades anteriormente señaladas. Se encuentra que las mujeres presentan una menor precariedad laboral que los hombres, lo que permite inferir que no todas las actividades económicas precarizan de la misma manera, por lo que se requiere analizar el sector de actividad económica, además se observa que una de las limitantes del presente trabajo, es que no desarrolla un análisis del sector informal el cual emplea buena parte de la Población Económicamente Activa.


Palabras clave: Precariedad Laboral, Género, Trabajo

Abstract

This essay intends to conduct an analysis of job insecurity and working conditions that exist in two entities Hidalgo and Oaxaca. This work presents not only an analysis spatial, but also temporal and gender in the period 2005 to 2015. In order to explain part the economic and social lags, of two of the country's poorest entities, the state of Hidalgo and Oaxaca. We work with the technique of principal components, an index of job insecurity by gender to assess the working conditions of the workers of the above mentioned entities. Is that women have a lower job insecurity than men, allowing infer that not all economic activities threaten stability in the same way, so it is necessary to analyze the sector of economic activity, and it appears that one of the limitations this work is that it does not develop an analysis of the informal sector which employs most of the economically active population.


Keywords: Precarious Labor, Gender, work

Introducción

En los últimos años la política económica no ha logrado resolver los problemas estructurales que padecen todas las economías; fundamentalmente aquellos relacionados con la generación de empleos dignos y de calidad que permitan el desarrollo íntegro de los seres humanos. La fragilidad de las políticas públicas en defensa de los trabajadores los ha llevado a una situación de incertidumbre y riesgo social. De la Garza (2003), señala que la precariedad laboral es un problema que predomina en los ámbitos laborales, el cual debe atenderse cuando se desea reducir la pobreza, la marginación e incluso la delincuencia que padecen las sociedades hoy en día.

Es natural que en la mayoría de los países la política económica se construya desde una perspectiva nacional, sin considerar las características propias de las regiones. Con lo que se inhibe la convergencia entre las unidades de estudio, ocasionando un fracaso de la política pública favoreciendo la divergencia entre las regiones [1] . De acuerdo con Rionda (2008), “La planeación en México de 1946, a los años 70´s aproximadamente tiene un abierto enfoque de fomento por sectores económicos. Ajenas al territorio…” El auge y la ampliación de las técnicas de análisis regional, no han favorecido las políticas de desarrollo, dejando de lado las realidades y características locales.

Rodríguez y Gaona (2013), definen una región económica “como un espacio geográfico en el cual interactúan relaciones sociales, factores y elementos materiales, que se cohesionan entre sí para conformar sistemas productivos y de intercambio económico, con el objetivo de generar bienes y servicios para la satisfacción de las necesidades”. Con el análisis regional se plasman las características locales en la base de la política pública de desarrollo.

En materia laboral, el estudio del espacio permite analizar movimientos en la fuerza de trabajo de una región a otra, asimismo, las características que tiene la mano de obra son distintas de un lugar a otro. La política laboral debe identificar los problemas estructurales que permitan reorientar la política económica que favorezca la generación de empleos con salarios apropiados y condiciones de trabajo prosperas, que impacten de manera significativa en el bienestar de las y los trabajadores en las regiones.

El reto más grande de la economía es el relacionado con el mundo del trabajo, se requiere de empleos con condiciones de trabajo favorables y salarios altos; sin embargo, las desigualdades que se presentan en el sector laboral van más allá, al involucrar aspectos sociales tales como el género; pues a pesar de que en los últimos años hubo un incremento de la participación femenina en el mercado laboral, éste ha venido aparejado de una creciente diferenciación en materia de condiciones de empleo entre hombres y mujeres, situación que se ve acrecentada cuando se pertenece a una población pobre.

En México de acuerdo a cifras del Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (CONEVAL, 2014) la pobreza extrema promedio se ha reducido de 11.3% para el año 2010 a 9.8% en 2012. Sin embargo esta, no se ha presentado con la misma magnitud en las entidades mexicanas, de tal manera que las entidades más pobres: Oaxaca, Chiapas, Guerrero, Veracruz e Hidalgo, lo han reducido, mientras que Puebla ha incrementado el porcentaje de población en pobreza extrema. La reducción más significativa se presenta en las entidades de Hidalgo y Oaxaca donde la pobreza extrema se redujo en 3.5 y 6.1 puntos porcentuales respectivamente.

Cabe señalar que los esfuerzos por reducir la pobreza extrema no han venido acompañados de una política laboral que incentive la mejora en las condiciones laborales. Así, una de las características sobresalientes del actual modelo económico es el aumento del desempleo y la precariedad laboral, de tal forma que en la actualidad son pocos los trabajadores con contratos escritos y aún más escasos los que son de larga temporalidad, lo que ocasiona que los puestos de trabajo representen un espacio físico inseguro e inestable para los trabajadores.

Las nuevas características en el sector laboral han incrementado la precariedad laboral de las y los trabajadores y como señalan Oliver, Alfaro & Estrada (2012), “La nueva centralidad del trabajo se caracteriza por su condición inestable e insegura y a esto le llaman precariedad.” Es por lo anterior que la presente investigación tiene como objetivo el estudio de la precariedad laboral, y las condiciones de trabajo que existen en las entidades de Hidalgo y Oaxaca, a través de una descripción no sólo espacial, sino temporal y de género en el periodo de 2005 al 2015. Con el fin de comparar ambas entidades y generar criterios de política económica laboral encaminadas a atender las disparidades regionales.

El trabajo se divide en tres partes, en la primera se presenta la importancia del análisis regional el estudio del género y la precariedad laboral de las entidades de estudio. Asimismo, se describe el método utilizado en esta investigación para medir la precariedad laboral en el estado de Hidalgo y Oaxaca. La segunda presenta los principales resultados obtenidos así como su interpretación y, por último, se presentan las conclusiones obtenidas.

Región, género y trabajo

El bienestar de las y los trabajadores depende de la política que en materia laboral promuevan las instituciones gubernamentales, mismas que deben integrarse desde una perspectiva territorial, que promulgue objetivos de desarrollo económico y social específicos a las características de cada región. El cambio no sólo de un sector a otro, sino de una región a otra de los agentes económicos, así como de los factores, insumos y productos hacen del estudio de las regiones un aspecto fundamental. El proceso de organización y análisis territorial representa un ejercicio interdisciplinario que requiere de datos espaciales y atributos territoriales en un eje temporal específico (Bocco, Mendoza, Velazquez, & Torres, 1999).

El desarrollo de las regiones depende del tipo de políticas públicas que se generen; estas inciden sobre la distribución geográfica de la producción y el empleo. Existe un conceso entre los analistas del desarrollo regional de que el crecimiento de las regiones o países, depende fundamentalmente de los recursos existentes en cada región económica. El desarrollo económico local, pone de manifiesto la importancia de las características endógenas naturales y socialmente construidas a lo largo de la historia, como procesos dinámicos que convergen a un contexto específico: la división social del trabajo. Este hecho permite controlar la evolución de la humanidad a través de un proceso de planeación económica versus un crecimiento sin rumbo, como se promueve en las economías de mercado [2].

Las desigualdades en el sector laboral se agudizan cuando se analiza el género, pues las mujeres han sido relegadas a incorporarse a trabajos que son muchas veces “invisibles” para la economía y que además carecen de seguridad social. Esta situación ha llevado a diversos autores a plantear elementos teóricos que permitan el análisis de género en el planteamiento económico, trabajos como el de Noriega (2010), donde la principal variente se encuentra en el supuesto de que la mujer madre asume la responsabilidad sobre las variables en las que sus decisiones determinan las condiciones materiales de las hijas o hijos a los que han dado vida y mantienen irrenunciablemente bajo su custodia [3].

Gaona y Rodríguez (2011), señalan que las mujeres madres tienen una restricción de tiempo respecto a las que no lo son: deben compartirlo con el cuidado de sus hijos. Lo que implica que su función de utilidad sea distinta. Así, en la versión heterodoxa de género no es posible suponer que las decisiones de oferta y demanda de empleo se comportan como lo señala la teoría dominante y por tanto la política laboral debe orientarse no sólo a atender los aspectos regionales sino además los aspectos de género.

Uno de los problemas y desafíos más grandes de la sociedad actual lo representa la precariedad de las condiciones laborales, mismas que marca el establecimiento de una nueva forma de organizar el trabajo y de integración social. El concepto de precariedad laboral no era muy mencionado hace algunos años, sin embargo como señalan Guadarrama, Hualde y López (2015), es a partir de los años ochenta que algunos autores tratan de definir los cambios en el ciclo social originados por un proceso de globalización. Sin embargo, el concepto sigue siendo ambiguo, ya que hace referencia a los problemas de estabilidad y seguridad de las situaciones de trabajo.

Valenzuela (2014), “Arne Kalleberg (2012:41) sostiene que el trabajo precario es “aquel trabajo que es frágil, impredecible e inseguro”. Por su parte, Castel y Dörre (2009:17) plantean que “una relación laboral es precaria si el trabajador, en virtud de sus actividades laborales, cae bajo el estándar socialmente reconocido de ingreso, seguridad y/o nivel de inclusión social”.”

Si bien es cierto que la precariedad laboral responde a trabajos inseguros, también lo hace a la falta de condiciones que le brinden a los trabajadores un buen nivel de vida, tanto para él, como para su familia; condiciones como los niveles de ingreso, protección social, etc., sin embargo, la flexibilidad del trabajo hace que estas condiciones se brinden en menor medida, lo que agudiza el problema de la precarización.

Como describe Valenzuela (2014), el economista Guy Standing en su libro The precariat. The new dangerous class, explica las causas que originan la precarización laboral, donde principalmente se lo atribuye a la flexibilidad laboral. Según Valenzuela, Standing considera cuatro formas de flexibilidad: flexibilidad salarial, flexibilidad del empleo, flexibilidad en la organización del trabajo y flexibilidad de las competencias y habilidades [4] .

Aun conociendo las formas de flexibilidad, el mero concepto de precarización resulta difícil de cuantificar, ya que se presenta de manera diferente según el contexto de la región, país o población de estudio. Un estudio realizado en Europa reconoce las aportaciones de Rodgers sobre empleo precario, donde se afirma que el trabajo precario es donde existe un corto espacio temporal, incertidumbre y riesgo de perder el empleo. También definen como empleo precario, al empleo donde el trabajador tenga escaso control en su salario, tiempo de trabajo y en su representación colectiva, además de los trabajos donde no exista protección social y bajos ingresos, asociados con pobreza o inserción social insegura.

Todos estos conceptos de precariedad, hacen referencia a cuestiones en común las cuales se toman en cuenta para realizar nuestra investigación. La descripción de las variables que se utilizan para conformar el índice de trabajo precario para las entidades de Hidalgo y Oaxaca se describe en el cuadro (1), donde se observan seis variables que fueron utilizadas para la construcción del índice de empleo precario, mismas que permiten observar, la situación laboral de los hombres y las mujeres de las entidades federativas de estudio en el período 2005-2015. Para la construcción del índice de trabajo precario, se utilizaron los datos publicados en las Encuestas Nacionales de Ocupación y Empleo (ENOE) del Instituto Nacional de Estadística e Informática (INEGI).

 

Cuadro 1. Variables Utilizadas para la Creación del Índice de Precariedad
FUENTE: elaboración propia, en base la literatura revisada y de acuerdo con la operacionalización del índice.

 

Con la construcción del índice se pretende poder explicar el comportamiento del trabajo precario, así como identificar a la población mayormente vulnerable en condiciones precarias. Considerando que por las características de ambos estados, será el estado de Oaxaca quien presente mayores condiciones de trabajo precario.

El índice de trabajo precario se construye con las variables descritas en el cuadro (1) y se utiliza la técnica de componentes principales. Este indicador permite obtener una medida resumen que da cuenta de la intensidad del fenómeno a analizar. Es decir, lo que se busca es un indicador que evalúe el impacto global de las variables, además de que facilite su análisis y comprensión. La técnica de componentes principales, es un método matemático que transforma un conjunto de variables o indicadores, en uno nuevo; donde con un número menor de variables se pretende reelaborar una interpretación más sencilla del fenómeno original. [5]

Esta técnica estadística requiere que las variables originales presenten factores comunes, es decir, un nivel de correlación significativo. Estas nuevas variables, se van construyendo según el orden de importancia de acuerdo a la variabilidad total recogida de la muestra. Para su cálculo, se considera una serie de variables y se trata de calcular un nuevo conjunto a partir de las originales. Los nuevos componentes principales o factores serán una combinación lineal de las variables originales, y además serán independientes entre sí. Tal cálculo se desarrolló por medio de una matriz de correlaciones donde se observa la relación de las variables utilizadas entre sí, para conocer si

Asimismo, se aplicó el test de esfericidad de Barlett, [6] y el estadístico de Kaiser-Meyer-Olkin (KMO), el cual compara la magnitud de los coeficientes de correlación observados con la magnitud de los coeficientes de correlación parcial:

Dónde: representa el coeficiente de correlación simple entre las variables i y j y representa la correlación parcial entre las variables i y j eliminando el efecto de las restantes m variables incluidas en el análisis. De modo que esta medida de adecuación KMO debe tomar un valor próximo a 1. Si el valor de KMO está por debajo de 0.6 los valores se consideran mediocres lo que infiere que no es pertinente utilizar el análisis factorial con esos datos.

Índice de precariedad laboral principales resultados

A continuación se presentan los principales resultados obtenidos a través del cálculo del índice de precariedad laboral para las entidades de Hidalgo y Oaxaca en el período 2005-2015, ello nos permite comparar la situación que presentan los trabajadores de dos de las entidades más pobres del país para el período de estudio.

 

Cuadro 2. Porcentaje de la población ocupada según condiciones de precariedad
FUENTE: elaboración propia en base a datos de las ENOE publicadas por el INEGI

 

En el cuadro (2), se presentan los datos para las variables correspondientes a las entidades federativas de estudio, en referencia al Estado de Hidalgo observamos que el porcentaje de trabajadores con respecto a la población ocupada que tienen un salario precario y trabajan más de 48 horas han aumentado durante el periodo de estudio, pasando de 45.8 y 27.7% a 50.5 y 31.4 % para el último año respectivamente. Para el estado de Oaxaca sólo aumento el porcentaje de personas que no cuentan con una jornada laboral, es decir, que laboran menos de 15 horas a la semana, las personas que no tienen prestaciones y las que tienen exceso de trabajo, mientras que el porcentaje de personas que no cuentan con seguridad disminuyo, mientras que las personas que no cuentan con un contrato escrito se mantuvo casi invariable.

Los datos presentados en el cuadro (2), revelan que en el estado de Oaxaca los trabajadores han incrementado sus prestaciones laborales a diferencia de la entidad hidalguense, obsérvese que el impacto que ha tenido el mejorar las condiciones laborales para los trabajadores Oaxaqueños es congruente con la información presentada por el CONEVAL, donde de acuerdo con sus indicadores los niveles de pobreza extrema se redujeron más en la entidad oaxaqueña que en la entidad hidalguense. Esta situación puede verse con más detalle en la gráfica (1), donde se presenta el porcentaje de población con ingreso precario, y la población hidalguense tiene un mayor porcentaje en este rubro con un 50% de su población ocupada, contra un 43% del estado de Oaxaca.

 

Gráfica 1. Porcentaje de la Población Ocupada con Ingreso Precario Hidalgo-Oaxaca
FUENTE: elaboración propia, en base a datos de diferentes encuestas de ocupación y empleo elaboradas por el INEGI.

 

Otro elemento de suma importancia que nos muestra la gráfica (1), es la tendencia positiva que lleva la variable salario precario en Hidalgo; ya que en esta entidad el porcentaje de personas con un ingreso por debajo de dos salarios mínimos se encontraba por debajo del 50% para el año 2005, y termina por encima de este porcentaje, mientras que Oaxaca logró una ligera disminución con respecto al año 2005.

 

Gráfica 2.Porcentaje de trabajadores sin prestaciones, Hidalgo y Oaxaca
FUENTE: Elaboración propia con datos del cuadro 2.

 

En la gráfica (2), se puede observar la tendencia decreciente que presentan nuestras dos entidades de análisis con respecto al porcentaje de población ocupada que no cuenta con seguridad, en ello al comparar Oaxaca con respecto al estado de Hidalgo se observa que el porcentaje de personas que no cuentan con algún tipo de seguridad es mayor en el estado de Oaxaca que en el estado de Hidalgo. Lo que puede significar un logro de la política de protección laboral, sin embargo, debe recordarse que en el presente estudio solo se consideran empleos formales, por lo que no se analiza la situación de las y los trabajadores en el sector informal. Asimismo el cuadro (2) refleja la situación de la población ocupada sin contrato en el periodo 2005-2015, la cual para el estado de Hidalgo y Oaxaca ha decrecido en el período de estudio.

La conformación del índice de empleo precario, permite el analizar el conjunto de variables en una sola, que refleja la situación de las y los trabajadores de las entidades de estudio, los resultados generales se presentan en el cuadro (3), cabe señalar que para facilitar la interpretación de los resultados se elaboraron tres grupos de análisis, a saber:

  1. Precariedad Baja
  2. Precariedad Media
  3. Precariedad Alta

 

Cuadro 3. Índice de precariedad laboral
FUENTE: elaboración propia con datos del cuadro 2, estimado por medio del paquete estadístico SPSS.

 

El cuadro tres muestra que la precariedad laboral en el estado de Hidalgo es menor que en el estado de Oaxaca; pues durante todo el período de estudio el estado obtuvo un índice de precariedad bajo, mientras que el estado de Oaxaca presento un índice de trabajo precario, medio y alto, obsérvese que para el año 2005 la precariedad laboral en Oaxaca era media, misma que para el final del período de estudio se incrementó a precariedad alta. Ahora bien si se analiza la precariedad laboral por diferencia de géneros, misma que se presenta en el cuadro (4), se puede observar que al comparar las mujeres hidalguenses y oaxaqueñas con los hombres de las entidades de estudio se encuentra que las mujeres presentan mejores condiciones laborales que los hombres pues el índice de precariedad para las mujeres durante todo el periodo es bajo, mientras que para los hombres fluctúa entre medio y alto, durante el período de estudio. En el cual las mujeres han mejorado en mayor medida sus condiciones de trabajo ya que sólo aumentó la proporción de mujeres que reciben ingresos precarios, disminuyendo las otras variables; mientras que en los hombres, aumentaron cinco de las siete variables que se están considerando.

 

Cuadro 4. Índice de empleo por género Hidalgo-Oaxaca
FUENTE: elaboración propia con datos del cuadro 2, estimado por medio del paquete estadístico SPSS.

 

Comparando los hombres del Estado de Hidalgo con los de Oaxaca se observa que en el estado de Hidalgo los hombres cuentan con mejores condiciones laborales que en el estado de Oaxaca; además estas condiciones han mejorado significativamente en el último año, en cambio para Oaxaca estas condiciones no han tenido cambios significativos. En el caso de las mujeres, es similar, ya que Hidalgo presenta una menor cantidad de trabajo precario que el estado de Oaxaca.

La interpretación de estos resultados deben desarrollarse con mucho cuidado, pues recuérdese que el estudio no considera el sector informal el cual representa el mayor sector económico de empleabilidad de las mujeres, donde las carencias en condiciones aborales son muy altas. Las actividades formales para mujeres son fundamentalmente aquellas que otorgan un mayor número de condiciones pues la mayor parte de estas actividades son desarrolladas en el sector público, profesoras, enfermeras, médicos, etc.

Conclusiones

En este trabajo se presentó de manera empírica la relación que se tiene entre el índice de empleo precario y el género para dos de las entidades federativas de México consideradas con los más altos índices de pobreza: Oaxaca e Hidalgo. Para ello, a través de la técnica de componentes principales, se construye un índice de precariedad laboral para evaluar la evolución de las condiciones de trabajo en el periodo comprendido entre el 2005-2015, para las entidades anteriormente señaladas.

Se encuentra que en Hidalgo la precariedad laboral es menor que en el estado de Oaxaca, además la participación relativa de trabajadores que reciben menos de dos salarios mínimos se incrementó, mientras que las horas trabajadas aumentaron, una conclusión que se desprende de este resultado es que los trabajadores hidalguenses y oaxaqueños mexicanos dedican más tiempo a las actividades laborales y han visto disminuidos sus ingresos salariales. Lo que implica un incremento considerable de la pobreza.

Al analizar los resultados obtenidos por género, las mujeres son las que tienen mejores condiciones de trabajo que los hombres en ambas entidades, a pesar de que es menor la cantidad de mujeres en el sector laboral formal, ellas cuentan con mejores condiciones de trabajo lo que hace intuir que existen diferencias, en función del tipo de actividad laboral en el que se desarrolle cada uno de las y los trabajadores.

Referencias Bibliográficas

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[a] Profesor Investigador de Tiempo Completo, del área académica de Economía, UAEH – ICEA. eduardor@uaeh.edu.mx

[b] Estudiante de la Licenciatura en Economía de la Universidad Benito Juárez de Oaxaca. yenisanty_95@hotmail.com

[1] Según Moxon (1994), la distancia en cuanto a los niveles de desarrollo que separan a las regiones centrales de las periféricas, puede acortarse o converger debido a: un declive del centro; la periferia puede ascender como resultado de un comportamiento inmovilista del centro; y tanto la periferia como e! núcleo pueden ascender hasta llegar a trayectorias convergentes, debido a que las regiones rezagadas crecen a mayor ritmo.

[2] La economía neoclásica señala que el mercado, posee por sí mismo la capacidad de excluir los problemas regionales y garantizar la convergencia Para un mayor análisis al respecto véase (Coronado Guerrero, 1997).

[3] Se supone que las hijas e hijos, son considerados dependientes absolutos del cálculo económico de las mujeres mientras son incapaces de tomar decisiones por sí mismos; es decir, mientras alcanzan la adultez (Noriega, 2010; p.75).

[4] La flexibilidad salarial se refiere a que el precio de la fuerza de trabajo se puede ajustar según el mercado, a la facilidad de contratar y despedir empleados Standing la denomina flexibilidad del empleo. La flexibilidad en la organización, hace referencia a los cambios que se hacen en la estructura de la empresa o a las funciones de los trabajadores. La flexibilidad de las competencias y habilidades se relaciona, ya que las empresas más que demandar los conocimientos de los trabajadores según el puesto vacante, lo hacen conforme a las actividades que realizaran dentro de la empresa según las necesidades de la misma.

[5] Esta técnica tiene sus orígenes con Pearson a finales del siglo XIX, y sus principales avances se presentaron en la primera mitad del siglo XX, con los trabajos de Hotelling. Para un mayor análisis se recomienda consultar el anexo metodológico para la construcción de un índice de marginación, publicado por CONAPO (2000).

[6] La prueba de esfericidad de Bartlett, se emplea para comprobar si la matriz de correlaciones es una matriz identidad, es decir, que tiene ausencia de correlación significativa (p>0.05) entre variables. Esto indicaría que el modelo factorial es inadecuado. (Véase: Pérez & Medrano, 2010)