El turismo LGTB: Un acercamiento a las motivaciones turísticas

Resumen

El turismo lésbico, gay, bisexual y transexual (LGBT) también llamado “Turismo Homosexual” ha comenzado a presentar un importante crecimiento en varias partes del mundo. Desafortunadamente este tipo de turismo es vinculado generalmente, tanto por otros turistas como por prestadores de servicios, con prácticas de tipo sexual. El objetivo del presente trabajo tiene por objetivo mostrar algunas otras características de esta modalidad de turismo así como algunas del turista que desarrolla este tipo de viajes. La idea central es comprender, desde una perspectiva integral, las particularidades pero también las generalidades con las que se desarrolla el turismo LGTB.


Palabras clave: Turismo LGTB, oferta turística, cultura, motivaciones turísticas.

Abstract

Lesbian, gay, bisexual and transgender (LGBT) tourism, also called "Gay Tourism", has begun to show significant growth in various parts of the world. Unfortunately this type of tourism is generally linked, both by other tourists and by service providers, with practices of a sexual nature. The objective of the present work is to show some other characteristics of this modality of tourism as well as some of the tourist that develops this type of trips. The main idea is to understand, from an integral perspective, the particularities but also the generalities with which LGTB tourism develops.


Keywords: LGBT Tourism, tourist offer, culture, tourist motivations


Introducción

El turismo lésbico, gay, bisexual y transexual (LGBT) también llamado “Turismo Homosexual” ha comenzado  a presentar un importante crecimiento en los últimos años en varias partes del mundo y, sobre todo, en países de  Europa  (Coba, 2010) .

Existen pocos estudios en el ámbito internacional que analicen la homosexualidad en el campo del turismo a excepción del publicado por Moner et al. (2006). En este trabajo se destaca el importante potencial del mercado homosexual dada su elevada propensión a viajar, su poder adquisitivo y sus necesidades y deseos diferenciados. Hasta la fecha, la oferta existente para el mercado turístico homosexual no llega a satisfacer la demanda y/o no cubre de forma adecuada las necesidades de este segmento de mercado.

De acuerdo con el estudio de la consultora Out Now, Global Study LGBT 2020, son tres los factores que consideran estos potenciales clientes para elegir el lugar para sus vacaciones: tolerancia y respeto, hoteles, diversión y un buen trato.

Al respecto, Coba (2010) señaló este segmento de mercado es bastante redituable por varias razones: al no tener hijos su sueldo es solo para ellos y su pareja, no dependen de una calendarización escolar por lo que algunos viajan de forma constante a lo largo del año, se hospedan en hoteles con varios servicios y lujos, entre otros aspectos.

En el año 2008, Thomas Roth, presidente de Community Marketing Inc. afirmó que las parejas homosexuales de origen estadounidense, tienen una derrama económica alrededor del mundo de 64.5 mil millones de dólares al año, cifra sumamente atractiva si se compara con los 13 mil millones de dólares que México recibe anualmente por turistas internacionales, también indicó que debido a su amplio poder adquisitivo los lleva a exigir servicios de alta calidad, pero a un precio muy competitivo.

La población mundial Lésbico, Gay, Bisexual, Transexual (LGBT) es de aproximadamente 180 millones de personas, lo que representa un mercado potencial para el turismo nacional. En el caso de México, el diez por ciento de la totalidad del mercado turístico corresponde a la comunidad LGBT; actualmente Puerto Vallarta, Jalisco, es el único destino de México especializado en el turismo de este sector. Se habla de que este nicho de mercado aporta anualmente 46 millones de dólares y, aunque es Puerto Vallarta uno de los destinos más reconocidos para este mercado, ciudades como Cancún, Baja California, y el Distrito Federal apuestan por atraer al Turismo LGBT.

En este sentido, el presente trabajo tiene por objetivo elaborar un acercamiento al a las motivaciones turísticas del turismo LGTB; no obstante se hace necesario establecer las diferentes entre el Turismo Sexual y el Turismo LGTB para adentrarse a las motivaciones que llevan al turista a desarrollar ciertas actividades propias de estas modalidades.

Acercamiento a las motivaciones turísticas del Turismo Sexual

El turismo sexual tiene como principales objetivos y motivaciones consumir relaciones sexuales (Graburn, 1983; Michel, 2006), se trata tanto de gozar de un servicio sexual como de comprar el poder y dominio sobe el cuerpo de otra persona. Por su parte Sheila (2002) se refiere al turismo sexual es un eufemismo que oculta la drama del abuso sobre mujeres, jóvenes y niños (as), especialmente, por parte de hombres ricos que llegan a países pobres. Por tanto, señala que el sexo en este tipo de turismo es un componente del propio negocio basado en la explotación sexual y discriminación racial.

En principio, el sexo y el turismo se relacionan en una variedad de formas no siempre distinguibles. Cuando el turismo sexual “se vincula a un periodo vacacional cuya motivación primaria es experimentar un encuentro sexual de corta duración se identifica más claramente con el comercio sexual tradicional: la prostitución” (David, 2000, pág. 530) . Para Michel (2006), existen cuatro variantes del turismo sexual:

  1. clásico practicado por las mujeres: muy minoritario y dirigido hacia los países pobres del sur.
  2.  clásico practicado por los hombres: el más importante orientado hacia regiones del sur y del este de Europa;
  3. a domicilio en versión pública: asimilado a la prostitución transnacional organizada (alquiler o venta de hijas o esposas) que evoluciona o bien hacia el matrimonio o bien hacia el maltrato servil y esclavismo sexual, con o sin prostitución; 
  4. a domicilio en versión pública y sórdida: tráfico de seres humanos controlado por redes transnacionales de prostitución de mujeres provenientes de países del sur y del este reducidas a simples mercancías que trabajan en países ricos.

Para Lagunas (2010), la realidad muestra que hay numerosos hábitos y prácticas que replantean las definiciones de uso: intercambio sexual entre los propios turistas, entre los trabajadores de centros vacacionales y turistas teniendo sexo con trabajadoras/es sexuales en países desarrollados.

Tradicionalmente el sexo ha sido incluido en los paquetes turísticos de las cuatro S; (Sun, Sex, Sea and Sand). Estas variables ya no son estáticas y se recombinan entre sí o con otras variables. Actualmente cualquiera puede encontrar sexo casi en cualquier sitio a cambio de un pago en dinero o especie.

Para este mismo autor, los gobiernos y las organizaciones públicas y privadas han intentado poner freno a la prostitución, especialmente en lo que concierne al turismo internacional y la prostitución infantil. Dentro de las principales las razones principales que mueven al turista sexual en la opresión de las mujeres y el abuso infantil (Michel, 2006):

  1. la búsqueda de la diversión sexual que permite liberar frustraciones;
  2. la búsqueda de lo exótico fácil, barato y sin responsabilidades por medición del dinero, lo cual asegura la naturaleza impersonal de la relación sexual y como fuente de todas las humillaciones;
  3. el desprecio de los demás, su humanidad y la cultura, negando la identidad y la historia, en ocasiones, se convierte en venganza o revancha simbólica;
  4. la justificación de las acciones con base en perjuicios con un fuerte componente racista, sexista, ultra liberal y neocolonial; y
  5. la impunidad sobre la prostituta, convertida en una mercancía sujeta a la dominación masculina, el poder del dinero a un fuerte sentido de superioridad.

Dentro de las modalidades de turismo relacionado a la práctica del sexo se encuentra el turismo sexual femenino. Para Ramírez (2007) , el turismo sexual femenino se entiende como la situación en las mujeres buscan tener relaciones sexuales en lugares distintos del de su área de residencia en forma turística. Este tipo de turismo sexual en la mayoría de los casos puede que no implique prostitución, ya que algunos hombres consideran una especie de deporte elegir a turistas extranjeras que viajan a esos países buscando sexo. Las mujeres que realizan este tipo de turismo no lo llaman de esta manera, ya que para ellas es una situación romántica conocer a hombres de diferentes países, por tanto, a esta práctica también se le conoce como "turismo de romance" y no turismo sexual.

En contraparte a esta forma de turismo, se encuentra la modalidad del turismo sexual masculino, el cual puede entenderse como la situación en la que los hombres viajan de un lugar a otro en busca de tener relaciones sexuales con mujeres o personas del mismo sexo. Un factor y dato importante es que este tipo de turismo se da entre hombres menores a 30 años. Según el Departamento de Justicia de Estados Unidos, el turismo sexual con menores crece a un ritmo alarmante y causa devastadoras consecuencias a millones de niños alrededor del mundo.

También se encuentra dentro de esta clasificación se encuentra el turismo sexual infantil. Este tipo de turismo se refiere a las personas que viajan exclusivamente a un lugar fuera de su residencia y aprovechan sus viajes para mantener relaciones sexuales con personas del lugar que visitan. El mayor problema es que el sector más buscado por este tipo de turistas es el de los niños y adolescentes (Castillo, 2010). Esta forma de abuso y explotación infantil se desarrolla con mayor frecuencia en países pobres y quienes practican este tipo de turismo pertenecen a países del primer mundo, ya que hay menor presión social sobre los pedófilos que en su lugar de origen.

Los clientes de turismo sexual infantil en países del tercer mundo provienen de EEUU, España, Italia, Francia, Alemania, Bélgica, Australia en su mayoría. A pesar de las leyes creadas contra la explotación sexual infantil tanto en los países donde hay oferta como en los que se crea la demanda, las medidas han sido poco efectivas para contener el problema.

Finalmente, también se considera el turismo sexual homosexual; el cual consiste en tener relaciones sexuales con personas del mismo sexo en lugares a donde viajas fuera de tu lugar de residencia. Está dirigido a personas LGBT (lesbianas, gays, bisexuales y transexuales) que “se ha ido implementado en los últimos años en lugares de amplia aceptación social de la homosexualidad, como lo son Europa y algunos sitios de Norteamérica” (2004, 70-71).

Por lo general quienes toman estos destinos son abiertos en su opción sexual e identidad de género, pero en su mayoría suelen ser más discretos al momento de viajar dependiendo el lugar, por razones de seguridad personal, en espacios abiertos existen muchos lugares que no aceptan la diversidad sexual y surgen problemas de discriminación sexual y violencia hacia la comunidad homosexual.

Las características del turismo homosexual

Para Hindle, el turismo homosexual es una forma de manifestación física de la comunidad LGBT. En este sentido Hughes menciona que se manifiesta a través de “una concentración espacialmente diferenciada de bares y clubs, pero también cafés, restaurantes, tiendas, residencias y espacio público que permite que la identidad homosexual se valide mediante relaciones con otros” (2002, p. 299).

Las vacaciones pueden ser una buena oportunidad para un homosexual y reafirmar su identidad actuando en espacios que al menos pueden ser considerados como gay-friendly (Melian, 2011) y que Hughes (2002,) concibe como aquel lugar no necesariamente gestionado por homosexuales o que no es objetivo sólo de homosexuales, pero que no obstante dan la bienvenida a este público con una actitud más que tolerante.

Uno de los orígenes de este turismo parece estar ligado al hecho de que el homosexual es en gran parte capaz de ser homosexual sólo en los espacios de carácter homosexual y que suelen ser fundamentalmente espacios de ocio (Bell, 1991).

Waitt y Markwell, basándose en el trabajo de Massey (1993), definen el destino de turismo LGBT como un espacio de ocio que genera una oportunidad para escapar de los terrenos de la heteronormatividad que están en curso y en constante devenir a través de la intersección de conjuntos de relaciones sociales heteronormativas extendida sobre espacios particulares y a través de escalas geográficas  (2006) .

Holcomb y Luongo (1996) indican que los turistas homosexuales tienden a desplazarse a lugares con reputación de hospitalidad hacia los homosexuales y que muchos de los destinos LGBT son lugares con una alta concentración de homosexuales residentes.  Todo ello resulta en que los destinos turísticos  LGBT se caracterizan por estar altamente concentrados y especializados, aventurándose estos autores a predecir que incluso en el caso de que los prejuicios contra los homosexuales disminuyan continuarán pasando sus vacaciones en lugares con estas características.

Sin embargo, Pritchard, Morgan y Sedgely  (1998) advierten del riesgo de conceptualizar el mercado LGBT como un todo homogéneo, ya que al igual que otros segmentos de mercado, engloban individuos bastante heterogéneos respecto a diversas variables.

Trabajos como los de Holcomb y Luongo (1996) nos aproximan al cliché que actualmente pervive acerca de que se trata de un mercado con un alto poder adquisitivo y que disfruta consumiendo. Por su lado, otro estudio efectuado en Estados Unidos halló que los homosexuales son más propensos a consumir elementos diferenciados, como consumer goods, pertenencia a clubs de salud y especialmente productos de viaje, así como una mayor frecuencia de viajes (Mulryan, 1995).

De forma más reciente, Jensen  (2004) concluye en su estudio, que también para el mercado norteamericano, la comunidad gay tiene en cuenta en sus decisiones de viaje factores que van más allá de lo que es el propio producto y su precio, valorando hechos como el compromiso con la causa homosexual.

Motivaciones del Turista Homosexual

La demanda del turismo homosexual presenta características diferenciales con base a sus necesidades específicas. Entre sus necesidades, sobresalen las de tipo fisiológico, de seguridad, social y de autoestima (Korflür, 2006).

A muchos homosexuales no les gusta pasar sus vacaciones en un hotel, o cualquier establecimiento turístico, repletos de familias con niños. A muchos, no a todos les gusta estar en un ambiente homosexual, encontrarse con otras parejas formadas por personas del mismo sexo. Y sobre todo les gusta ser bien atendidos, de forma que se sientan cómodos a la hora de pedir cualquier información o servicio  (Molina, 2003) .

García (2014) menciona que como primera necesidad fisiológica, se toma en cuenta, el sexo, ya que este juega un papel muy importante dentro de las motivaciones de este viajero y a la hora de tomar una elección. Es por ello, que este tipo de turistas estudian los grados de aceptación social, que pueden tornar muy variables dentro un país, también toman en cuenta la política en referencia a la homosexualidad. Es por ello, que es muy importante que la empresa turística deba ofrecer servicios que garanticen que la identidad del mismo no causará problemas en el viaje o en la visita que haga a establecimientos turístico.

A la vista de los estudios anteriores se puede inferir que la demanda turística presenta características diferenciales y motivaciones específicas. Siguiendo la pirámide de necesidades de Maslow (Alonso, 2001), en el escalafón más bajo, relativo a las necesidades orgánicas o fisiológicas, el sexo juega un papel importante dentro de las motivaciones del turista homosexual. En las ciudades donde existen pocos lugares de ambiente proliferan los cruising, espacios públicos conocidos por ser lugar de encuentros sexuales esporádicos. Dentro de la oferta de lugares de ambiente se suele englobar la oferta de saunas para homosexuales donde son frecuentes las relaciones sexuales y en la mayoría de discotecas dedicadas exclusivamente al público gay existen los llamados cuartos oscuros, espacios también destinados al sexo explícito y esporádico.

Turismo Homosexual en la Cultura y la Sociedad

La cultura es un resultado, pero también una mediación. Dice que a través de ella nos conformamos como sujetos escindidos, incompletos, pero también como "hombres" y como "mujeres". De ahí se desprende también "la represiva economía sexual y la política sexista y homófoba" (Lamas, 1997, p. 19).

El modelo gay del siglo veintiuno, según afirma Guasch  (2000) , parece peligroso a la heterosexualidad porque "el gay" no se presenta como "abiertamente homosexual"; es decir, ha adoptado una actitud masculina que permite a muchos gays interactuar en el mundo masculino heterosexual sin ser advertidos.

Eribon (2001), en su obra Reflexiones sobre la cuestión gay afirma que el homosexual huye hacia las ciudades donde encuentra mejores opciones de vida. Huye porque los lugares de procedencia resultan demasiado opresores. En muchos casos esto se cumple; pero en otros más los homosexuales no huyen, enfrentan la opresión aun a costos altísimos.

Entre las necesidades sociales, según Hughes  (1997) , la identidad sexual es en parte una construcción individual pero tiene que ser validada tanto por los homosexuales como por los heterosexuales. Entonces se puede constatar que una de las intenciones de un turista homosexual es la de encontrarse con más personas homosexuales, sintiéndose así, en su comunidad (Korflür, 2006, pp.105-106).

Es por ello que García nos menciona que es necesaria la creación de espacios destinados para este grupo, llamados “lugares de ambiente”, donde puedan socializar, y sentirse cómodos. Pero también es importante nombrar que en la actualidad, este tipo de turista desea tener presencia en espacios heterosexuales visitando así los denominados lugares “Gay Friendly” donde la consideración y el reconocimiento por parte de los demás, aumente su confianza e independencia. Ellos no desean una oferta exclusiva, y ajena a la sociedad, sino más bien que existan lugares amigables y tolerantes con su comunidad (2014, p. 60).

Conclusiones

Resulta importante reconocer que el turismo LGTB no es una modalidad de turismo que lleve implícita conductas relacionadas con la práctica del sexo. Es necesario comprender que la presencia del turista LGTB en los destinos turísticos implica, al igual que otro tipo de turista, el uso y consumo de una amplia diversidad de servicios turísticos.

El turismo LGTB es una actividad en crecimiento, cada vez más lugares se están convirtiendo en destinos de referencia para el sector homosexual de la población. Es necesario que los prestadores de servicios y, en general, los actores sociales que participan de esta actividad desarrollen actitudes sociales más abiertas para posicionarse como destinos gay friendly.

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[a] Profesor investigador del área de Turismo de la Universidad Autónoma del Estado de Hidalgo. Perfil PRODEP, ecoria84@hotmail.com

[b] Profesor investigador del área de Turismo de la Universidad Autónoma del Estado de Hidalgo. Judithalejandra666@gmail.com