Adaptación y autocuidado del estudiante en la universidad como estrategia para disminuir los problemas crónicos degenerativos

Resumen

El presente trabajo pretende dar a conocer al estudiante universitario la importancia del autocuidado, viendo a éste como la práctica de actividades que una persona realiza por propia voluntad para mantener la vida, la salud y el bienestar. Cuando el estudiante se enfrenta a un ambiente diferente al que se desenvuelve, como por ejemplo, el ingreso a la universidad, nuevos hábitos alimenticios, nuevos horarios, etc., puede ser vulnerable a enfermedades que le llevaran a bajar su desempeño académico, pero que a través del autocuidado puede identificar y atender.


Palabras clave: Adaptación, autocuidado, hábitos, transición, calidad de vida.

Abstract

This paper seeks to highlight the importance of college student self-care, seeing it as the practice of activities that a person voluntarily takes to maintain life, health and wellness. When a student faces a different environment that it operates, such as admission to college, new habits, new schedules, etc.. may be vulnerable to diseases that would lead to lower academic performance, but through self-care can identify and address


Keywords: Adjustment, self-care habits, transition, quality of life.

Introducción

El ingreso de los estudiantes a la Universidad implica enfrentarse a nuevos métodos de enseñanza aprendizaje y asumir una mayor responsabilidad personal en el aprendizaje. Sin duda, el punto medular de la vida universitaria que más preocupa a los estudiantes consiste en cumplir con las exigencias académicas, sacrificando  hábitos alimenticios, descanso y sueño, que en conjunto derivan en un decremento en la salud del estudiante. La transición como proceso de adaptación es un fenómeno personal interior, que no se ve y que no está relacionado con un tiempo determinado, que responde a la repercusión personal de los cambios internos con influencia del entorno social.

El proceso personal de adaptación a la vida universitaria es multifactorial, pues están incluidos el factor ambiental, el lugar físico, personal, familiar, el interés, la motivación y la personalidad del estudiante. Díaz (2008) señala que los primeros meses de ingreso a la Universidad corresponden a una etapa de transición donde los estudiantes calibran sus expectativas sobre la institución y lo que realmente es la institución según sus propias observaciones. Este periodo de adaptación también es considerado uno de los periodos críticos en la trayectoria estudiantil (Montes, 2012).

Sabedores que los problemas crónicos degenerativos como hipertensión, diabetes, color irritable, problemas cardiovasculares entre otros se presentan actualmente en personas muy jóvenes, es de vital importancia monitorear a los alumnos en la presencia de cualquier manifestación que  ponga en peligro su salud, para evitar cualquiera de estas enfermedades, es importante impulsar estrategias  que fortalezcan la promoción de la salud, dentro del marco normativo de las Universidades Promotoras de la Salud al fomentar en los estudiantes la adaptación y el autocuidado, favoreciendo entornos saludables  a fin de propiciar el desarrollo humano   considerando que los estudiantes  presentan riesgos los cuales deben ser limitados o eliminados  a favor de su calidad de vida a través del cuidado de su salud.

Desarrollo

Al ingresar a la Universidad el estudiante a  pesar de la buena disposición, puede presentar algunas dificultades asociados al ritmo de estudio o presión por la carga académica, dudas vocacionales, incomodidad social, malestares físicos, entre otros, que conlleva a generar  manifestaciones físicas como síntomas gastrointestinales, deseos frecuentes de orinar, aumento o disminución del apetito, tensión generalizada, taquicardia, sudoración, temblor, contracturas, tics, dolores de cabeza, sensación de ahogo y opresión en el pecho. Puede presentar manifestaciones conductuales como inquietud, tartamudeo y dificultades para hablar, tono de voz nervioso, insomnio y/o dificultades para conciliar el sueño, y conductas de evitación. En lo emocional puede estar susceptible e irritable, con nerviosismo, angustia, agresividad, enojo, miedo a fallar, miedo a quedar paralizado y apatía. En el aspecto cognitivo la presencia de dificultad para concentrarse, sensación de confusión, fenómeno de la mente en blanco, distracción, preocupación por el desempeño, y perfeccionismo (Oviedo, 2007).

Sabedores que los problemas crónicos degenerativos se presentan actualmente en personas muy jóvenes, es de vital importancia monitorear a los alumnos en la presencia de cualquiera de las manifestaciones antes descritas, para implementar estrategias que disminuyan las cargas de estrés y mejoren los procesos de adaptación y autocuidado. La atención inmediata a estos problemas incrementarán la calidad de vida del alumno a largo plazo, al prevenir, o al menos disminuir, la incidencia de cuadros gástricos o inclusive ser el origen de problemas crónicos como la diabetes y la hipertensión.

Al considerar que la promoción y la prevención son estrategias nacionales, las Universidades  se convierten  en promotoras de la salud, Muñoz y Cabieses (2008) las señala  como ‘’ aquella que incorpora  el fomento de la salud  a su proyecto, con el fin de propiciar el desarrollo humano y mejorar la calidad de vida de quienes allí estudian o trabajan, influyendo así en entornos  laborales y sociales saludables. De esta manera promueve conocimientos, habilidades y destrezas para  el propio cuidado y para la implantación de estilos de vida saludables en la comunidad universitaria. El concepto de Universidad Promotora de la Salud se refiere ´´a una   Universidad que de forma continua está mejorando e interviniendo sobre aquellos factores que determinan su ambiente físico y social, facilitando el acceso y potenciando los recursos comunitarios que permiten a sus miembros realizar todas sus funciones vitales  y auto desarrollarse hasta su máximo potencial  desde una perspectiva  de apoyo mutuo’’ (Documento de trabajo de la Red Española de Universidades Promotoras de la salud, 2007, p2

Muñoz y Cabiases (2008) hacen una férrea defensa  de las potencialidades y oportunidades  de las Universidades  para impulsar la Promoción de la Salud. Señalan lo siguiente:

Las Universidades pueden ser promotoras de la salud  si se lo proponen; tienen el potencial para influir positivamente  en la vida y condición  de  salud de sus miembros, protegiéndolos y promoviendo su bienestar  y pueden liderar y apoyar  procesos de cambio en la comunidad externa, a través de sus políticas y prácticas. Además, al ser organizaciones  extensas y complejas, las personas  que ahí trabajan o estudian  les dedican gran parte de su tiempo, y algunas grandes partes de su vida por lo que los determinantes de salud están regidos en gran medida por las condiciones o características sociales en las cuales estas personas, estudian o trabajan en la Universidad. Universidades Promotoras de la salud, 2007 (p.145)

Orem (2003) describe el autocuidado, primero, haciendo un análisis semántico de la palabra misma, separándolo en dos términos: “AUTO’’ y “CUIDADO”. “Auto” lo define como el individuo integral, que incluye no sólo sus necesidades físicas, sino también las psicológicas y espirituales y “Cuidado” como la totalidad de actividades que un individuo inicia para mantener la vida y desarrollarse de una manera que sea normal para él. El autor, luego integra ambos conceptos y define al autocuidado como “la práctica de actividades que los individuos inician y realizan en su propio beneficio para el mantenimiento de la vida, la salud y el bienestar’’ Orem, 2003)

Si analizamos con mayor profundidad el término “autocuidado”, es posible desprender además, que se trata de un acto voluntario e intencionado que involucra el uso de la razón para dirigir las acciones, considerando que el autocuidado cotidiano es un elemento que se encuentra indisolublemente intrincado en la acción; ‘’es una función humana regulatoria que los individuos deben deliberar continuamente y desarrollar por sí mismos (Orem, 2003).

Orem (1993) señala que el origen del autocuidado es "un comportamiento aprendido" y las actividades de autocuidado como acciones que se aprenden e internalizan tras la interacción e influencias del medio y la vida cultural del grupo al cual pertenece el individuo. Por lo tanto, las acciones de autocuidado se consideran no innatas, que se viven y dependen de las creencias, de la interacción con los diversos factores y estímulos con los que se rodea y con los cuales el individuo experimenta, como costumbres y prácticas habituales de la familia y comunidad de la cual se es parte. Aparece como condicionante de la salud el contexto sociocultural, el cual entrega al individuo los requisitos de autocuidado universales, siendo independiente del estado de salud, la edad o el nivel de desarrollo. Este autocuidado se refieren al mantenimiento de un aporte suficiente de aire, agua, alimentos, provisión de cuidados asociados con los procesos de eliminación de excremento, mantenimiento del equilibrio entre la actividad y el reposo, entre la soledad y la interacción social, prevención de los peligros para la vida, el funcionamiento  y el bienestar humano, la promoción del funcionamiento y desarrollo humano dentro de los grupos sociales de acuerdo con el potencial y talento de las personas (Orem, 2001).

Orem (2001) integra además las etapas especificas de desarrollo como condicionantes del autocuidado entre las que se encuentran: el desarrollo de la infancia, adolescencia y adulto joven, etapas de desarrollo de la edad adulta y el embarazo y también aquellas que condicionan o afectan adversamente el desarrollo humano, problemas de adaptación social, pérdida de familiares, amigos, colaboradores, pérdida de posesiones o del trabajo, cambio súbito en las condiciones de vida, cambio de posición social/económica, mala salud, malas condiciones de vida o incapacidad, enfermedad terminal o muerte esperada, y peligros ambientales.

Refiriéndonos al autocuidado para prevenir problemas crónicos degenerativos, tenemos que considerar que el estudiante Universitario deberá ser capaz de hacerse cargo de su propio cuidado, ya que emprende una nueva etapa de su vida en la que debe aprender a ser más independiente. Esto significa que no podrá recurrir, como antes, a sus padres en la preparación de sus alimentos y en el apoyo con sus tareas y aprendizaje escolar. En lo sucesivo será su propio guía y solo podrá apoyarse en sus conocimientos, actitudes, intereses y estrategias para salir adelante, conocerse así mismo para mejorar la forma personal de estudiar y también para plantearse objetivos más realistas y alcanzar metas acordes a sus capacidades y ambiciones sin poner de por medio su salud física, psicológica y social.

En México, cuando los estudiantes entran al primer año de universidad tienen, generalmente entre 17 y 19 años, y concluyen su carrera entre los 23 y 25 años. Esto quiere decir, que algunos de ellos se hallan en la etapa final de la adolescencia. Si bien, la mayoría de los estudiantes se encuentran en la post adolescencia, son vulnerables al continuar inmersos en una tendencia de autoconocimiento y empoderamiento respecto a su propia salud, y a su vez, al reconocer la presencia de factores culturales, educativos y socioeconómicos que pueden incidir en la adaptación y autocuidado.

Conclusiones

Por lo dicho con antelación es necesario que las universidades pongan su mayor esfuerzo en apoyar a los alumnos en ser consientes de este autocuidado, cabe acotar que  la Universidad Autónoma del Estado de Hidalgo preocupada por la formación de sus estudiantes y respondiendo a las demandas sociales conforme a los cuatro factores que afectan el desempeño académico (fisiológicos, pedagógicos, psicológicos y sociológicos – Durón en ANUIES) [1]; propone acciones concretas, renovadas e innovadoras, otorgando una atención primordial a la implementación del Programa Institucional de Tutorías el cual se acompaña de los servicios de apoyo para los estudiantes universitarios como: tutorías, asesorías académicas, atención psicológica, orientación vocacional y escolar, atención médica, acciones preventivas universitarias de salud, afiliación al seguro facultativo del IMSS, becas internas y externas para estudiantes de nivel medio superior y superior, difusión de la oferta educativa, así como la inducción a éstos servicios.

En este Programa los estudiantes contarán con el apoyo de un docente tutor a través de la tutoría grupal o individual en los casos que lo permitan, cuya acción tutorial consistirá en guiar y acompañarlos durante su formación, así mismo con un asesor académico que lo apoye en la resolución de cuestionamientos sobre algún tema en específico. El Servicio Médico Universitario que estará al tanto de la salud integral de los estudiantes, el área de psicopedagogía que dará atención psicológica, orientación vocacionales y escolares que afecten su rendimiento académico, un área de becas que podrá proporcionar apoyo económico o en especie lo que impedirá el abandono de sus estudios. 

Con estas estrategias se pretende que el estudiante comience por reconocer y eliminar las creencias que limitan  su  actuación personal, se propicie la buena disposición, el deseo de encontrar cosas nuevas les  ayude a vencer dificultades y a concentrarse  en las tareas, tener cuidado con las falsas motivaciones, sin perder de vista que los estudiantes sienten inquietud cuando se enfrentan a la búsqueda y selección de una carrera que los llevara a definir las actividades que realizaran durante muchas horas diarias y durante varios años en su vida, rompe además con la dependencia familiar en su afán de aprender a valerse por sí mismo. La edad de los estudiantes, la dinámica familiar y la forma en que manejan sus emociones, intereses y relaciones interpersonales tienen influencia en el aprendizaje, en aprovechamiento académico y en la adaptación y autoconsumo que alcanzan como miembros de una comunidad universitaria que lo beneficia o perjudica en su calidad de vida. La carrera debe responder a los intereses y gustos propios con el fin de que las actividades que realice le permitan desarrollar todo su potencial y sentirse satisfecho. Cubriendo así sus necesidades básicas que le evitaran problemas de salud llevándolo inclusive a desarrollar problemas crónico degenerativos derivados de estilos de vida poco saludables que constituyen un constructo que involucra factores psicológicos, sociales, culturales y hasta económicos que influyen en la probabilidad de obtener consecuencias consecuencias   físicas y  fisiológicas  inmediatas y que a largo plazo  repercuten  en su  bienestar físico y mental.

Referencias Bibliográficas

Cabieses B, Muñoz M, Zuzulich S, Contreras A. Cómo implementar la nueva ley chilena antitabaco al interior de la universidad. RevPanam Salud Pública. 2008;23(5):361–8.

Consorcio Interamericano de Universidades y Centros de Formación de Personal en Educación para la Salud y Promoción de la Salud (CIUEPS, 1996). Memorias de la Asamblea Constituyente. 17-19 de abril de 1996. San Juan, Puerto Rico.

Documento Constitutivo de la Red Iberoamericana de Universidades Promotoras de la Salud (2007). www.uacj.mx

Documento de Trabajo de la Red Española de Universidades Promotoras de la Salud, 2007. Sin publicar.

Oviedo, G. Morón, A. Factores de riesgo de enfermedades crónicas no transmisibles en estudiantes de la carrera de Medicina. Universidad de Carabobo, Venezuela. Año 2006.

Orem, D. (1993). Modelo de Orem: conceptos de enfermería en la práctica. Barcelona:

Orem, D. (2001). Nursing: concept of practice.Sextaedición. New York: Elsevier

Orem-Society. (2003, Abril). Self-Care dependent-care nursing: the oficial journal of

 

 

[1] Programa Institucional de Tutorías, Una propuesta de la ANUIES para su organización y funcionamiento en las Instituciones de educación superior, ANUIES, 2000. Pág.23.

 

 

[a] Área Académica de Enfermería, Instituto de Ciencias de la Salud

[b] Área Académica de Ciencias Agrícolas y Forestales

[c] Área académica de Turismo, Instituto de Ciencias Económico Administrativas

[d] Área académica de Turismo, Instituto de Ciencias Económico Administrativas