Situación actual del empleo en la industria manufacturera de Hidalgo

Resumen

Una de las industrias más dinámicas y productivas de México es la manufacturera, su importancia se debe al alto porcentaje con el que participa al producto nacional y al número de empleos que genera. La producción manufacturera representa casi el 60 por ciento del total de la producción en el sector secundario, y alrededor del 16 por ciento del producto total del país, del primer trimestre de 1993 al segundo trimestre de 2013. En el estado de Hidalgo la industria manufacturera contribuye con el 34 por ciento del producto, lo que demuestra su relevancia en la entidad. En este trabajo se analiza el comportamiento del empleo en la industria manufacturera del estado de Hidalgo, identificando los subsectores con mayor nivel de ocupación y su aportación al producto estatal, se presenta un estudio descriptivo de las variables: PIB, Personal Ocupado y productividad; los resultados aquí mostrados indican que existe una concentración de esta actividad en algunos municipios de la entidad y que aquellos subsectores con mayor productividad no son necesariamente los que presentan una mayor participación en el producto estatal.


Palabras clave: Producción, Empleo, Productividad del trabajo.

Abstract

One of the most dynamic and productive industries of Mexico is manufacturing, its importance is due to the high percentage involved with the domestic product and the number of jobs generated. Manufacturing output accounts for nearly 60 percent of total production in the secondary sector, and about 16 percent of total output of the country, the first quarter of 1993 to the second quarter of 2013. In the Hidalgo State, manufacturing contributes 34 percent of GDP, demonstrating its relevance in the entity. In this work we analyze the behavior of employment in manufacturing in Hidalgo, identifying subsectors with higher occupancy and contribution to state product, a descriptive study of variables is presented: GDP, employed persons and productivity; the results indicate that there is a concentration of this activity in some municipalities in the state and that those subsectors with higher productivity are not necessarily those with a greater share of state product.


Keywords: E23 Production, E24 Labor, J240 Labor Productivity.

Introducción

Un proceso de desaceleración se ha suscitado en la economía de México desde la década de los ochenta, caracterizado por ciertos fenómenos económicos que han frenado su crecimiento y limitado el bienestar de su población. En particular, ha ocurrido una reducción en el producto per cápita, una pérdida de competitividad y productividad de algunos sectores productivos, y en relación con el exterior, una estrecha dependencia con la economía estadounidense.

El desafío es, entonces, incrementar los índices de competitividad nacional y con ello hacer frente a los retos planteados por la dinámica económica mundial, pues si bien la política económica de promoción de las exportaciones ha intensificado la competencia, la disminución de costos de producción y el mejoramiento de la calidad de los productos no ha sido suficiente para incentivar de manera mucho más intensiva la competitividad del sector manufacturero, y que además, coadyuven a mejorar la calidad de vida de los trabajadores. Asimismo, la población ocupada del sector industrial ha ido disminuyendo, debido a que una gran parte de la nueva fuerza de trabajo que se incorpora a la población económicamente activa se está insertando en el sector servicios, aunque en empleos de baja productividad.

Aunado a lo anterior se ha planteado como estrategia de competitividad la reducción de los salarios. Noriega (2006) argumenta que después de una devaluación el único requisito que debe satisfacer el gobierno para favorecer las exportaciones son los salarios bajos. El desempleo se agudiza no sólo por la caída del mercado interno, sino además, por la gran dependencia comercial que tiene nuestro país con el exterior. Las crisis internacionales ocasionan una disminución en la demanda de las exportaciones mexicanas y con ello se generan dos fenómenos: el primero se refiere a un incremento del desempleo y el segundo tiene que ver con una disminución en las condiciones de trabajo lo que conlleva a su precarización.

Ante esta tesitura, este ensayo analiza el comportamiento del empleo en la industria manufacturera del estado de Hidalgo, identificando las ramas con mayor nivel de ocupación y su aportación al producto estatal, se presenta un estudio descriptivo de las variables: PIB, personal ocupado y productividad, identificándose los subsectores con mayor nivel de productividad y participación en el producto.

La evidencia estadística muestra el comportamiento y la evolución de los subsectores manufactureros en el estado de Hidalgo durante el periodo 2007-2013, su localización y contribución en materia de empleo a la entidad, en aras de mejorar la situación de pobreza y marginación en la que vive un considerable porcentaje de hidalguenses. El conocer la situación de la industria manufacturera en el Estado permitirá generar propuestas de política económica en materia de inversión y empleo, y con ello, impulsar su desarrollo. Se requiere de políticas que incentiven no sólo la productividad y competitividad, sino además, políticas progresivas que mejoren las condiciones laborales en las que se encuentran miles de trabajadores hidalguenses.

Este ensayo se divide en tres apartados, en el primero se presenta una descripción breve de la concepción teórica sobre la localización de la industria manufacturera, en él se describen los principales aspectos teóricos que explican los factores de ubicación de las empresas, lo que permite conocer las características que según la teoría de la economía regional, hacen atractiva una región para la inversión productiva y la generación de empleos. El segundo apartado refiere a la evidencia estadística, donde se presentan los datos que de manera descriptiva permiten observar el comportamiento y la evolución de las principales variables de estudio, a saber, PIB, productividad y empleo. Finalmente, se presentan las conclusiones, destacando la necesidad de generar propuestas alternas para explicar el comportamiento del sector laboral en la industria manufacturera y la necesidad de influir en aquellas fuerzas que se creen incontroladas y que van en detrimento de las condiciones de trabajo y el bienestar de los trabajadores.

Aspectos teóricos sobre la localización de la industria manufacturera.

El estudio de la región económica como la representación geo-espacial de interacciones sociales, factores y elementos materiales, que se relacionan entre sí unificando sistemas productivos y de intercambio económico, es esencial para impulsar el crecimiento y desarrollo económico. Sin embargo, a pesar de su auge las políticas para favorecer el desarrollo económico de las regiones han estado enmarcadas en un contexto nacional, lo que ha implicado en muchos casos un fracaso de la política pública favoreciendo la divergencia económica[1]. Es por ello, que los instrumentos para la dirección y aplicación de propuestas de política económica, debe considerar una perspectiva territorial, que promueva objetivos estratégicos de desarrollo económico y social específicos a las características de cada región.

La movilidad de los insumos y las personas hace del análisis regional un elemento importante para explicar los problemas que se viven en las sociedades capitalistas. El proceso de organización y análisis territorial representa una acción conjunta entre todos los actores sociales, el desarrollo de los aspectos de localización permite incidir sobre las decisiones individuales y colectivas de inversión, es decir, el desarrollo de las regiones depende del tipo de políticas públicas que se generen; de esa forma, éstas inciden sobre la distribución geográfica de la producción y el empleo.

En este trabajo se estudian los subsectores de la industria manufacturera en la entidad, específicamente el valor de su producción, población ocupada y productividad media del trabajo. El comportamiento de dichas variables permite identificar aquellas actividades que contribuyen en mayor medida a la producción total, así como la vocación productiva del estado, ubicando tanto las empresas como la población, que se concentran en determinadas regiones. En este sentido, las economías de la aglomeración proporcionan las herramientas teóricas y metodológicas para explicar por qué dentro de una región se concentran las actividades económicas en unos pocos centros, en lugar de dispersarse, de la manera uniforme, por la totalidad de la región. Una probable explicación estriba en que si las empresas se aglomeran juntas, obtienen ganancias al ahorrar en costos de transporte (Richardson, 1969).

Las economías de aglomeración relacionadas con la escala se dividen en tres: economías internas, economías externas a la empresa pero internas de la industria (llamadas economías de localización por Hoover, 1948), y economías externas a una industria. En el primer caso, las empresas de la misma industria se orientan hacia las fuentes de materias primas o hacia los recursos no transportables. En el segundo, se desarrollan mercados para las materias primas, además, se tiene acceso a la investigación y desarrollo; aquí generalmente se localizan las empresas pequeñas, ya que las grandes pueden crear internamente sus propias economías de escala. Y el tercer caso corresponde a las economías externas a las industrias individuales, también llamadas economías de urbanización por Isard (1956) o economías de la concentración urbana según Hoover (1948). Éste es característico de las zonas o centros urbanos, ya que ahí se desarrollan mercados urbanos de mano de obra, además de que se ofrecen servicios comerciales, bancarios y comerciales. La zona urbana considera una planta grande y otra pequeña, cada una localizada en aquel lugar donde tiene el costo mínimo de transporte. La planta pequeña estará interesada en moverse junto a la grande, siempre que las ganancias resultantes de la aglomeración sean mayores que el incremento en los costos de transporte que implica desviarse de su lugar de costo mínimo de transporte. Por tanto, los costos adicionales de transporte de desviar la producción desde el sitio original q al lugar próximo a Q, son iguales a:

(1)

Donde:
Q: planta grande.
q: planta pequeña.
A: economía de aglomeración.
L: peso locacional.
d: distancia de q a Q.
t: tasa de transporte.

 

Entonces, se llevará a cabo la aglomeración siempre y cuando ocurra que:

(2)


Así, la fuerza aglomeradora también se puede ilustrar en el diagrama 1. Si se consideran tres unidades de producción que se encuentran localizadas en su punto de costo mínimo de transporte. El que las tres unidades puedan encontrar un sitio alternativo de aglomeración, dependerá de que se corten las isodapanas críticas relativas a tal sitio. Por ello, la aglomeración se tendrá en un lugar del segmento común conocido como la intersección (zona A), de tal manera que los niveles combinados de producción puedan ser obtenidos en ese lugar. Weber afirma que el lugar óptimo será el que ofrezca el costo más bajo de transporte, para la producción total combinada (Richardson, 1969).

 

Diagrama 1. Economías de aglomeración.

 

Fuente: Tomado de Richardson, H. (1949:81)

 

No obstante, el autor afirma que lo anterior no siempre ocurrirá, sobre todo en las nuevas plantas que entran en el mercado que tenderán a conseguir economías de localización, instalándose próximas a los centros de producción ya establecidos, y que ofrecen economías externas de escala.

Por otra parte, Marshall (1890) contribuyó al estudio de la localización industrial al analizar los factores que determinan su desarrollo, ya sea que las empresas se pueden concentrar en un solo lugar, o determinada región se puede especializar en ciertas actividades económicas. Dicho autor atribuyó este comportamiento a las externalidades, en virtud de que las mejoras alcanzadas por una empresa aumentan la productividad de otras empresas próximas geográficamente. Existen algunos factores que promueven las externalidades, por ejemplo, los conocimientos que se transmiten con mayor facilidad entre las empresas que están cercanas, o la formación de mercados de trabajo locales especializados que benefician a los productores (Esteban L., Hernández J. y Lanaspa L., 2001).

Más recientemente, Glaeser, E., Kallal, H., Scheinkman, J. y Shleifer, A. (1992)  y Henderson et al. (1995) argumentan que tanto las externalidades estáticas como las dinámicas afectan el desarrollo industrial. Dentro de las estáticas, los autores distinguen entre las de localización (teoría weberiana) y de urbanización. Éstas últimas resultan de la necesidad de abastecimiento de una demanda local considerablemente grande. Mientras que las externalidades dinámicas se refieren al proceso de crecimiento de las ciudades. Los autores citados consideran tres tipos de externalidades dinámicas: las denominadas Marshall-Arrow-Romer (MAR) hacen referencia a los efectos positivos derivados de la transmisión de conocimientos entre empresas dentro de la misma industria, que harían crecer más a las regiones con mayor grado de especialización industrial. Mientras que las externalidades de tipo Jacobs (Jacobs, 1969) consideran que las transferencias de conocimiento son desde fuera de la industria. Por último, las externalidades de tipo Porter sugieren que el nivel de competencia local puede influir en la generación y adopción de innovaciones (Esteban L., Hernández J. y Lanaspa L., 2001).

Existe un consenso en el análisis regional el cual señala que el crecimiento económico depende fundamentalmente de los recursos existentes en cada región. Así, algunas proposiciones del desarrollo local son: las economías de aglomeración y de escala, los recursos existentes y la capacidad innovadora de las empresas, pues ésta es resultado de las diversas interacciones que existen en las regiones económicas y que involucran aspectos tales como el social, el económico, el cultural, etc.

La política de crecimiento y desarrollo regional debe promover objetivos que contribuyan a disminuir las disparidades regionales a través de las características endógenas. En México y principalmente en el estado de Hidalgo, los factores que han incidido sobre el crecimiento de las principales variables económicas: empleo e inversión, han tenido como premisa el contexto nacional, incentivando las disparidades regionales. No obstante, es factible integrar en las acciones de política macroeconómica los elementos regionales para propiciar el tan anhelado desarrollo del país.

La industria manufacturera en el estado de Hidalgo.

La industria manufacturera representa uno de los sectores económicos estratégicos para el desarrollo del país, al participar con cerca del 18 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB) a nivel nacional y el 15 por ciento de los empleos promedio para el año 2013, según datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI). La importancia de la manufactura en nuestro país implica la necesidad de generar estrategias que conlleven al desarrollo de este importante sector, y sobre todo que impulsen su productividad y competitividad para generar fuentes de trabajo de calidad y bien remunerados.

En el 2013, el sector manufacturero del estado de Hidalgo contribuyó con el 34 por ciento del PIB y el 16 por ciento del empleo, lo que demuestra una participación mayor del producto manufacturero en el estado que a nivel nacional, de aquí la importancia y el interés de estudiar la localización y concentración de la actividad manufacturera en el ámbito regional. La existencia de economías de escala y aglomeración impulsan un incremento del gasto, lo que incentiva la inversión en aquellas regiones que las poseen incrementando los niveles de empleo, y por ende mejorando las condiciones sociales de la población.

La industria manufacturera mexicana está conformada por diecisiete subsectores de actividad económica, según el Sistema de Clasificación Industrial de América del Norte (SCIAN), estos son:

 

  • 1. Industria Alimentaria.
  • 2. Industria de las bebidas y del tabaco.
  • 3. Fabricación de insumos textiles y acabados textiles.
  • 4. Fabricación de productos textiles excepto prendas de vestir.
  • 5. Fabricación de prendas de vestir.
  • 6. Industria del Papel.
  • 7. Fabricación de productos derivados del petróleo y el carbón.
  • 8. Industria Química.
  • 9. Industria del Plástico y del hule.
  • 10. Fabricación de productos a base de minerales no metálicos.
  • 11. Industrias Metálicas Básicas.
  • 12. Fabricación de productos metálicos.
  • 13. Fabricación de materiales y equipo.
  • 14. Fabricación de accesorios, aparatos eléctricos y equipo de generación de energía eléctrica.
  • 15. Fabricación de equipo de transporte.
  • 16. Fabricación de muebles, culchones y persianas.
  • 17. Otras Industrias Manufactureras.

 

Empero, la Encuesta Mensual de la Industria Manufacturera (EMIM) agrupa las actividades en catorce subsectores como sigue:


311. Industria alimentaria.
313. Fabricación de insumos textiles.
315. Fabricación de prendas de vestir.
316. Fabricación de productos de cuero, piel y materiales sucedáneos, excepto prendas de vestir.
322. Industria del papel.
325. Industria química.
326. Industria del plástico y del hule.
327. Fabricación de productos a base de minerales no metálicos.
331. Industrias metálicas básicas.
332. Fabricación de productos metálicos.
333. Fabricación de maquinaria y equipo.
336. Fabricación de equipo de transporte.
339. Otras industrias manufactureras.
400. Los demás sectores.

 

De acuerdo a la primera clasificación, tanto la Industria de las bebidas y del tabaco como la Fabricación de productos derivados del petróleo y el carbón, la Fabricación de accesorios aparatos eléctricos y equipo de generación de energía eléctrica, y la Fabricación de muebles colchones y persianas se ubican en “Los demás subsectores” según la agrupación de la EMIM. En ese sentido, y conforme al análisis realizado, la especialización de la entidad se ubica en más del 80 por ciento de los subsectores manufactureros según, el coeficiente de localización[2] elaborado a través de la información del Sistema Empresarial Mexicano (SIEM). Destacando el caso de la Industria Alimentaria donde 20 municipios presentan un alto grado de especialización; siguiendo el subsector 5, Fabricación de prendas de vestir con 8 municipios y el subsector 3, Fabricación de insumos textiles y acabados textiles con 5 municipios (Ver gráfico 1).

 

Gráfico 1.

 

Fuente: Elaboración propia con base al Sistema de Información Empresarial Mexicano (SIEM) 2014.

 

Otra característica del sector manufacturero es la localización, es decir, su presencia en la entidad. En este sentido de los 84 municipios que la conforman, la industria manufacturera tiene presencia en 50 de ellos, lo que representa el 60 por ciento de los municipios del estado. Sin embargo, la concentración de la actividad manufacturera se encuentra altamente concentrada, pues sólo siete municipios (14 por ciento) concentran el 52 por ciento de las empresas manufactureras (Ver gráfico 2).

 

Gráfico 2.

 

Fuente: Elaboración propia con base al Sistema de Información Empresarial Mexicano (SIEM) 2014.

 

 

Estas disparidades de localización que presenta la entidad hidalguense, han generado en muchos de los casos la sub-utilización de las ventajas que trae consigo la especialización regional. Pues existen ventajas en regiones de la entidad que no han sido consideradas por los tomadores de decisión en el ambiente locacional.

Observemos la dinámica de la industria manufacturera por subsector de actividad en el estado de Hidalgo, así el subsector 17 que incluye “Otras industrias manufactureras” es el que aporta el mayor valor a la producción manufacturera del estado de Hidalgo, y tiene una fuerte especialización en los municipios de Atotonilco de Tula y Tlaxcoapan, empleando al cuatro por ciento de los trabajadores manufactureros. De igual manera, el subsector 10 “Fabricación de productos a base de minerales no metálicos”, tiene dos municipios especializados Huichapan y Tula de Allende empleando al 8.1 por ciento del personal ocupado en el 2014.

Los subsectores 1 “Industria alimentaria” y 3 “Fabricación de insumos textiles” son los que reportan una mayor tasa de crecimiento de su población ocupada, en el periodo de estudio de enero de 2007 a octubre de 2013, lo que es coincidente con el número de municipios que se encuentran especializados en estas actividades, 20 y 5 respectivamente.

Asimismo, el subsector 10 “Fabricación de productos a base de minerales no metálicos” es el que muestra una mayor productividad media del trabajo. Lo anterior no se debe únicamente a que es uno de los subsectores que más aporta a la producción sino, además, porque tiene un bajo nivel de ocupación (4 por ciento como se dijo anteriormente).

Los subsectores que presentan mayor nivel de empleo son: 1. Industria Alimentaria (11 por ciento), 3. Fabricación de productos textiles excepto prendas de vestir (25 por ciento), 5. Fabricación de productos derivados del petróleo y el carbón (27 por ciento), 6. Industria del Papel (8 por ciento), 10. Industrias Metálicas Básicas (8 por ciento). Los demás subsectores tienen en promedio un 2 por ciento de empleos generados.

Si se analiza la tasa anual de crecimiento del valor de la producción de la industria manufacturera en el estado de Hidalgo (Cuadro 1), podrá observarse que de 2007 a 2011 la tendencia de ésta fue creciente; sin embargo, a partir de 2012 la tasa anual de crecimiento de la industria manufacturera comienza a decrecer hasta en un 20. 2 por ciento (de 2012 a 2013). Este decremento de la producción viene acompañado con una tendencia positiva del número de trabajadores manufactureros lo que ha implicado, una reducción en la productividad media del trabajo en un 24.1 por ciento para el último periodo.

 

Cuadro 1

 

Fuente: Elaboración propia con datos de la Encuesta mensual de la industria manufacturera (EMIM). INEGI.

 

La caída en la industria manufacturera no se presenta de la misma manera en cada uno de los subsectores económicos, es decir, los subsectores con mayor reducción en la producción 2007–2013 son el subsector de fabricación de productos de base no metálicos, fabricación de productos de cuero piel y materiales sucedáneos, industria química, y otras industrias manufactureras. En contra parte existen cuatro subsectores que presentaron un incremento significativo en su producción, estos son fabricación de prendas de vestir, fabricación de insumos textiles, industria del papel, industria química, industrias metálicas básicas (Ver gráficos 3 al 15).

Gráfico 3-15

 

Gráfico 3

 

Fuente: Elaboración propia con datos de la Encuesta mensual de la industria manufacturera (EMIM), INEGI).

 

 

Gráfico 4

 

Fuente: Elaboración propia con datos de la Encuesta mensual de la industria manufacturera (EMIM), INEGI).

 

 

Gráfico 5

 

Fuente: Elaboración propia con datos de la Encuesta mensual de la industria manufacturera (EMIM), INEGI).

 

 

Gráfico 6

 

Fuente: Elaboración propia con datos de la Encuesta mensual de la industria manufacturera (EMIM), INEGI).

 

 

Gráfico 7

 

Fuente: Elaboración propia con datos de la Encuesta mensual de la industria manufacturera (EMIM), INEGI).

 

 

Gráfico 8

 

Fuente: Elaboración propia con datos de la Encuesta mensual de la industria manufacturera (EMIM), INEGI).

 

 

Gráfico 9

 

Fuente: Elaboración propia con datos de la Encuesta mensual de la industria manufacturera (EMIM), INEGI).

 

 

Gráfico 10

 

Fuente: Elaboración propia con datos de la Encuesta mensual de la industria manufacturera (EMIM), INEGI).

 

 

Gráfico 11

 

Fuente: Elaboración propia con datos de la Encuesta mensual de la industria manufacturera (EMIM), INEGI).

 

 

Gráfico 12

 

Fuente: Elaboración propia con datos de la Encuesta mensual de la industria manufacturera (EMIM), INEGI).

 

 

Gráfico 13

 

Fuente: Elaboración propia con datos de la Encuesta mensual de la industria manufacturera (EMIM), INEGI).

 

 

Gráfico 14

 

Fuente: Elaboración propia con datos de la Encuesta mensual de la industria manufacturera (EMIM), INEGI).

 

 

Gráfico 15

 

Fuente: Elaboración propia con datos de la Encuesta mensual de la industria manufacturera (EMIM), INEGI).

 

Las gráficas anteriores permiten identificar el dinamismo de la industria manufacturera en la entidad, así, mientras la mayor participación en el producto de la entidad en el 2007 lo tenía el subsector 400 (los demás subsectores), con un 69 por ciento, el cual sigue manteniendo su hegemonía, para 2013 su participación se redujo a un 51 por ciento. Por otra parte, resalta la participación del subsector 336 (fabricación de equipo de transporte) quien presentó el cambio más significativo pasando de un 2.7 a un 7.7 por ciento. En materia de empleo, este último subsector también presentó la mayor participación en la conformación de la población ocupada estatal pasando de un 7.5 a un 9.2 por ciento. Cabe destacar que en la gran mayoría de los subsectores de la actividad económica manufacturera, la participación en materia laboral decreció de 2007 a 2013 (Ver cuadro 2).

 

Cuadro 2

 

Fuente: Elaboración propia con datos de la Encuesta mensual de la industria manufacturera (EMIM). INEGI.

 

Un elemento digno de mencionar es la situación que enmarca el subsector 336 al observar su productividad media, pues en un año (2012, 2013) esta se incrementó 64.5 por ciento, representando el subsector más dinámico del estado, en contraparte el subsector 400 cuya productividad media cayó un 43.5 por ciento en el mismo periodo. (Ver cuadro 3 y gráfico 16 y 17). En términos generales, el valor de la producción de la industria manufacturera presenta caídas significativas en noviembre de 2008, julio de 2010, febrero de 2012 y septiembre de 2013. A principios de 2008, la serie de población ocupada muestra su incremento más significativo a lo largo del periodo. Sin embargo, una vez que se suscita la crisis financiera de 2008 en Estados Unidos, el empleo manufacturero en Hidalgo comienza a disminuir drásticamente, y ya para agosto de 2013, el nivel de empleo ha ido al alza.

 

Cuadro 3

 

Fuente: Elaboración propia con datos de la Encuesta mensual de la industria manufacturera (EMIM). INEGI.

 

 

Gráfico 16

 

Fuente: Elaboración propia con datos de la Encuesta mensual de la industria manufacturera (EMIM). INEGI.

 

La productividad media del trabajo puede variar por dos factores, ya sea que haya cambios en la población ocupada total, o en el nivel de producción. En ese sentido, el cálculo de la productividad durante el periodo de 2007 a 2013 se observa en el gráfico 17. Ahí, se muestra que los periodos con las caídas más significativas han sido en noviembre de 2008, agosto de 2010, marzo de 2012 y septiembre de 2013. Por último, los salarios están calculados conforme a la cotización del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) por sector de actividad en pesos por día. Los valores nominales indican un comportamiento estable durante el periodo de estudio.

 

Gráfico 17

 

Fuente: Elaboración propia con datos de la Encuesta mensual de la industria manufacturera (EMIM), INEGI y de la Comisión Nacional de los Salarios Mínimos (CONASAMI) de la STPS.

 

Conclusiones.

A pesar del auge del análisis regional en la toma de decisiones para favorecer el desarrollo económico de las regiones, las políticas económicas de la entidad han estado enmarcadas en un contexto nacional, lo que ha implicado, en muchos casos, un fracaso de la política pública favoreciendo la divergencia económica entre las regiones. En este sentido, en la presente investigación se planteó como objetivo analizar, a través de una serie de estadísticas correspondientes al período 2007-2013, la situación que presenta la industria manufacturera en el estado de Hidalgo a partir de tres variables fundamentales: producción, empleo y productividad. En síntesis, en cuanto al valor de la producción, excepto por el subsector 400 “Los demás sectores”, el subsector 327 “Fabricación de productos a base de minerales no metálicos” es el que más aporta (10.7 por ciento) al valor total en la entidad en 2013. Empero, no es el subsector que ocupa el mayor porcentaje de la población (únicamente el 5.6 por ciento) en el mismo año. Su productividad es de 435.05, cifra que representa el valor de la producción (en miles de pesos) por cada persona ocupada. Por otra parte, el subsector 339 “Otras industrias manufactureras” tiene una aportación marginal tanto al valor total de la producción como a la población ocupada en dicha industria en Hidalgo (0.1 y 0.5 por ciento, respectivamente) en 2013, y su productividad media del trabajo es de apenas 34.93. Por último, un caso extraordinario es el que muestra el subsector 322 “Industria del papel” cuyas participaciones relativas en la producción y la población ocupada son poco significativas (3.9 y 1.9 por ciento, respectivamente), sin embargo, la productividad media del trabajo que se obtuvo para el mismo periodo es de 475. En ese sentido, algunos subsectores presentan elevados indicadores de productividad, y que no se ven reflejados en su aportación al valor de la producción en ciertas actividades al interior de la industria manufacturera.

En relación a la vocación productiva de la economía hidalguense, se detecta una concentración de la industria manufacturera en siete municipios que pertenecen a las regiones del centro y sur del Estado, denominadas: Cuenca de México, Valle de Tulancingo, Cuenca Minera, Altiplano y Valle del Mezquital[3]. Mientras que en las regiones del norte (Huasteca, Sierra Alta, Sierra Gorda) la presencia de la actividad industrial no es tan relevante.

Para definir los objetivos de las políticas económicas en cualquier entidad, se debe considerar lo que produce, es decir, su estructura productiva. Tales políticas pueden contribuir a configurar el patrón de especialización con base en las actividades más productivas. Ahora bien, lo que produce una economía obedece a diversos factores, Rodrik (2005) señala las externalidades en materia de coordinación cuando es necesario realizar inversiones simultáneamente en la cadena de producción vertical u horizontal, para que una actividad sea rentable; así como las externalidades en materia de información. De esta forma, la presencia de externalidades positivas debe significar mayores ingresos para los productores, derivados de acciones realizadas por agentes económicos.

Cabe precisar que el sector manufacturero, al generar empleos de elevada productividad, promueve el desarrollo económico de la población. Mientras en la entidad, la población se ocupe en actividades poco productivas, su contribución al crecimiento será de poca magnitud. Lo anterior representa un reto para la política pública del estado de Hidalgo, ya que se debe buscar la diversificación de las actividades manufactureras, así como la especialización en aquellas que reporten mayores niveles de productividad, bajo la premisa del aprovechamiento de las economías de urbanización.

En resumen, el Estado debe orientar su producción hacia actividades que reporten mayores niveles de ingreso, en los municipios que pertenezcan a las regiones más productivas y que cuenten con los insumos necesarios para producir y así, elevar la calidad de los productos; de esta manera, se puede lograr una convergencia más rápida en el resto de la actividad industrial. La dinámica que impulsa el crecimiento en la entidad se debe centrar en la diversificación gradual de las inversiones, sobre una amplia gama de actividades poco desarrolladas, dentro de la industria manufacturera. Por otra parte, la población ocupada debe contar con las condiciones laborales adecuadas para realizar sus tareas, así como con la capacitación continua y específica según su área de especialización. La política económica debe conjugar acciones para incentivar la actividad industrial en el Estado, que detonen en mayores niveles de empleo calificado, que aseguren mejores condiciones laborales, que fomenten la calidad de la producción y que promuevan las exportaciones, todo ello con la finalidad de contribuir al crecimiento y desarrollo de la entidad.

Referencias Bibliográficas

Esteban L., Hernández J. y Lanaspa L. (2001): “Patrones de localización de la producción y efectividad de la política industrial”, Departamento de Análisis Económico. Universidad de Zaragoza. Economía Industrial, no. 342 / VI.

Friedrich, C. (1929): Alfred Weber´s Theory of the Location of Industries, Chicago University Press.

Glaeser, E., Kallal, H., Scheinkman, J. y Shleifer, A. (1992): “Growth in Cities”, Journal of Political Economy, no. 100, pp. 1126-1152.

Henderson, V., Kuncoro, A. y Turner, M. (1995): “Industrial Development in Cities”, Journal of Political Economy, no. 103, pp. 1067-1090.

Hoover, E. (1948): The location of Economic Activity, McGraw Hill.

Isard, W. (1956): Location and Space-Economy, M.I.T. Press.

Jacobs, J. (1969): The economy of cities, Nueva York, Vintage.

Marshall, A. (1890): Principles of Economics, Londres, Macmillan.

Noriega, F. (2006): Economía para no economistas. Ciencia Nueva Editores.

Richardson, H. (1969): Elementos de economía regional. Versión española, Alianza Editorial.

Rodrik, D. (2005): “políticas de diversificación económica”, Revista de la CEPAL, núm. 87.

Referencias electrónicas:

Comisión Nacional de los Salarios Mínimos (CONASAMI) de la Secretaría del Trabajo y Previsión Social del Gobierno Federal. http://www.conasami.gob.mx/t_sal_mini_prof.html Fecha de consulta: 07/01/2014.

Encuesta Mensual de la Industria Manufacturera (EMIM), INEGI. http://www.inegi.org.mx/sistemas/bie/ Fecha de consulta: 16/01/2014.

Sistema de Información Empresarial Mexicano 2010 (SIEM), Secretaría de Economía del Gobierno Federal. http://www.siem.gob.mx/siem/ Fecha de consulta: 18/12/2013.

 

 

 

[1] La teoría neoclásica ha difundido como estrategia para lograr el crecimiento económico regional, una política económica orientada a las exportaciones en donde la demanda externa juega un papel trascendental, pues del lugar central dinamizado (país importador), crecerán los flujos que impulsen  la economía en desarrollo (país exportador).

[2] El coeficiente de localización  Es la técnica más comúnmente usada para medir la distribución geográfica de la actividad económica, pero también puede utilizarse para medir especialización o vocación regional y se obtiene de la siguiente manera:

Donde:
LQij = Coeficiente de localización para la industria “i” en la región “j”
eij = Empleo o valor agregado local en la industria “i” en la región “j”
et = Empleo o valor agregado local total
Ei = Empleo o valor agregado en el área de referencia en la industria “i”
Et=Empleo o valor agregado total en el área de referencia.

[3] El Gobierno del estado de Hidalgo lo divide en diez regiones naturales: La Huasteca, La Sierra Alta, La Sierra Baja, La Sierra Gorda, La Sierra de Tenango, Valle de Tulancingo, Comarca Minera, Altiplano, Cuenca de México y Valle del Mezquital (http://www.hidalgo.gob.mx/estado/regiones.html).

 

 

 

[a] Profesor Investigador de tiempo completo del Área Académica de Economía de la Universidad Autónoma del Estado de Hidalgo. diana_xgg@hotmail.com

[b] Profesor Investigador de tiempo completo del Área Académica de Economía de la Universidad Autónoma del Estado de Hidalgo. roje77@hotmail.com

/