La incorporación de paradigmas léxicos y sintácticos pasa por diferentes etapas de la educación, este proceso complejo requiere de un acompañamiento que permita al estudiante asimilarlos debidamente en su formación integral.
En los últimos años diversos investigadores han orientado sus esfuerzos en el enfoque comunicativo, restándole importancia a la dificultad que representa la comprensión lectora, la adquisición de la escritura, la capacidad de escuchar y la formación del pensamiento crítico y reflexivo. Es imprescindible en nuestro contexto actual, que los estudiantes cuenten con una cultura general que les permita enfrentar con mayor posibilidad de éxito los retos que la globalización demanda.
Palabras clave: Escuchar, hablar, escribir, pensar, ámbito educativo, aprendizaje escolar, competencias de comunicación, formación lectora, destrezas, capacidades, estrategias, nuevas tecnologías, redes sociales, Facebook, socioformación, constructivismo, lectura, hábito.
The incorporation of lexical and syntactic paradigms passes through different stages of education, this complex process requires an accompaniment that allows the student to properly assimilate them into their comprehensive training.
In recent years, many researchers have focused their efforts on the communicative approach, downplaying the difficulty of reading comprehension, acquisition of writing, listening skills and the development of critical and reflective thinking. It is essential in our current context, that students have a general culture that allows them to cope more chance of success the challenges that globalization demands.
Keywords: Listening, speaking, writing, thinking, educational level, school learning, communication skills, reading training, skills, abilities, strategies, new technologies, social networks, Facebook, socioformación, constructivism, reading, habit.
El escuchar, hablar, escribir y pensar están presentes en todos los escenarios de nuestro contexto, por lo que en el ámbito educativo no son la excepción, puesto que representan una serie de actividades que cobran especial importancia en el aprendizaje escolar. Las prácticas educativas actuales las descuidan por centrarse simplemente en la decodificación y automatización de la lectura, con lo cual no se logra un aprendizaje profundo y el estudiante se queda en un nivel superficial (Díaz-Barriga & Hernández, 2002); recordemos que el enfoque por competencias exige una serie de elementos dignos de ser considerados, mismos que son opuestos a la enseñanza tradicional; este proceso es complejo y gradual, requiere compromiso, dedicación, motivación, autorregulación, pero sobre todo actitud.
Impulsar en los estudiantes de nivel bachillerato las competencias de comunicación, tales como el análisis, la capacidad de escuchar e interpretar mensajes pertinentes y la comprensión e interpretación de la lectura, representan un reto para los docentes, cuyo éxito permitiría desarrollar no sólo las competencias genéricas y disciplinares, sino también el mejoramiento de su aprovechamiento académico cuyo impacto incida directamente en su rendimiento educativo.
Actualmente la problemática se acentúa considerando que los estudiantes no cuentan con los hábitos de estudio que les permitan incorporar a su vida escolar ese tipo de prácticas que favorecerían sus procesos cognitivos, por lo que resulta necesario definir y dimensionar nuevos procesos para la formación lectora que incluya nuevos entornos para llevarla a la práctica.
La lectura es un elemento indispensable en la adquisición y transmisión del conocimiento; es una actividad que se encuentra implícita en nuestra vida cotidiana; desafortunadamente no se han sabido aprovechar los recursos para hacer de nuestros jóvenes estudiantes, verdaderos lectores que desarrollen las destrezas y capacidades para hacer de esta actividad una verdadera herramienta generadora de conocimientos relevantes para su formación no sólo académica, sino también personal.
Es cierto que se han implementado algunas estrategias en las escuelas de nivel básico y de nivel bachillerato, en donde se les requiere una lectura obligatoria de libros, en diversas ocasiones, poco atractivos, que terminan por aburrir a los discentes y sólo realizan su lectura (en muchos casos por obligación) para alcanzar la acreditación de la asignatura correspondiente; sin embargo el objetivo para el cual fue creada dicha estrategia no se cumple. Es importante por lo tanto reorientar el rumbo de dichas estrategias, para implementar en el aula aquellas que permitan que los estudiantes se motiven y cuenten con la disposición, la actitud y el sentido del compromiso, para atraer verdaderamente su atención e interés hacia esta práctica, apoyándonos en los recursos que nos ofrecen las nuevas tecnologías como es el caso de las redes sociales; las cuales son desaprovechadas por muchos docentes y mal empleadas por los usuarios.
La implementación de actividades lectoras mediante foros de lecturas, apoyados en las redes sociales; organizándolos, a través de temas de interés que partan de los propios alumnos y monitoreados por el docente que vincularía los contenidos de la asignatura correspondiente con una serie de productos que evidenciaran de manera efectiva los avances y aprendizajes adquiridos por el alumno durante el periodo escolar.
Podemos citar como ejemplo el caso de facebook en donde gran parte de los jóvenes pasan largas horas del día comentando temas de su cotidianidad, si el docente encauza adecuadamente este interés pueden aprovecharlo para crear un grupo en donde se incorporen cada semana textos propuestos por profesores y por los propios alumnos para su análisis y discusión, lo que le dará un enfoque de socioformación.
Para Tobón (2011) el enfoque de la socioformación tiene como punto central de interés la formación, entendida de manera integral y orientada a la generación de procesos educativos que impulsen la “calidad de vida, y felicidad de los seres humanos, aplicando los valores universales (responsabilidad, justicia, respeto a la vida, verdad, honestidad, etc.)”. Este enfoque impulsado en el marco educativo, recupera aportaciones diversas del constructivismo, del constructivismo social, del aprendizaje significativo y la enseñanza para la comprensión.
La idea central es que exista un verdadero apego por la lectura partiendo de intereses reales, aprovechando una de las herramientas más utilizadas por los jóvenes dentro de las redes sociales. El papel del docente es básico pues su labor es la de coordinar y motivar con entusiasmo y verdadero conocimiento del grupo, para convencer que ésta puede ser una experiencia enriquecedora para su formación.
Se busca entonces, generar una verdadera inclinación por la lectura, convirtiéndola en un hábito que constituya la base de su formación educativa y personal.
La manera en que la estrategia funciona está vinculada con las competencias docentes, además, es importante considerar que se parte de una necesidad, que es, el desarrollo de habilidades lectoras en los educandos del nivel medio superior, partiendo de sus intereses reales de información. Se inicia con la disposición del propio docente por contribuir con su capacidad de organización, conocimiento, habilidades, actitud y tiempo, para el desarrollo de esta actividad.
Invitar e involucrar a los alumnos desde el desarrollo del grupo en la red, así como la aportación de los primeros temas de análisis y reflexión, exhortando a los alumnos para que empiecen a subir textos atractivos para ellos, con el fin de que se involucren en la lectura de los distintos tipos de texto.
La estrategia para fomentar la lectura, implica un proyecto formativo, el cual se entiende como una estrategia general para formar y evaluar las competencias en los estudiantes mediante la resolución de problemas pertinentes del contexto (personal, familiar, social, laboral-profesional, ambiental-ecológico, cultural, científico, artístico, recreativo, deportivo, etc.) mediante acciones de direccionamiento, planeación, actuación y comunicación de las actividades realizadas y de los productos logrados (Tobón, 2011).
En la estrategia, se presenta el texto en el foro para su lectura y se establecen una serie de preguntas generadoras para iniciar así el análisis del mismo; en dicho foro, los comentarios vertidos por los alumnos girarán en torno a las lecturas revisadas y su relación con el entorno social en el que se desenvuelven, con el fin de enriquecer y consolidar la información que los participantes consideren relevante.
Dentro de la página se plantean una serie de ejercicios que permitan consolidar su habilidad de lectura y escritura, los cuales se programan de acuerdo a los contenidos de la asignatura que se imparta, presentando al final del curso un discurso, un reporte de lectura, un mapa conceptual, etc.; o bien, en asignaturas como español y literatura un ensayo del texto que más les haya agradado.
El verdadero éxito de la estrategia que se propone, no está en el número de lecturas que se realicen, sino en lograr que los discentes se involucren en ésta y la incorporen de manera indefinida dentro de sus actividades cotidianas como lo hacen con los otros elementos que utilizan regularmente en la red.
Es un mito el hecho de pensar que los jóvenes de esta generación no se interesan por la lectura, lo que sucede que no se ha sabido encauzar al estudiante para involucrarlo en esta actividad tan indispensable y enriquecedora.
Necesitamos realizar un eficiente análisis de las formas de trabajo en las aulas para hacer de la lectura una verdadera experiencia que los atrape y motive, para que ellos mismos puedan continuar en esa senda que un día iniciamos y que ellos han de seguir construyendo para futuras generaciones. De esta manera, sabremos que realmente contribuimos y dejamos huella en su formación, pues aportamos aspectos de fondo y no sólo de forma.
Barriga, G. H. (2002). Estrategias para el aprendizaje significativo. México: McGraw-Hill.
Tobón, S. (2011). Cuaed.UNAM. Recuperado el 10 de 05 de 2014, de Link de acceso
[a] ACADEMIA DE ESPAÑOL .