La autoevaluación y evaluación externa de instituciones educativas

Resumen

El proceso de autoevaluación es una construcción colectiva que toma como objeto de análisis las prácticas académicas de los propios participantes del proceso evaluativo con el propósito de mejorar su calidad.


Palabras Clave: Autoevaluación, Evaluación, Calidad.

Abstract

The assessment process is a collective construction that takes as object of analysis academic practices from the participants of the evaluation process in order to improve its quality.


Key Words: Self-evaluation, evaluation, quality.

Introducción

La autoevaluación de una institución educativa, es el primer paso necesario en un proceso de aseguramiento de  calidad de la misma, pues recoge y sistematiza la información sustantiva acerca de los sistemas y dispositivos de gestión que operan en la organización escolar. Considera los propósitos y fines declarados por la institución, el análisis de los procesos y sus resultados en función de los componentes del modelo de calidad.

Es un proceso que implica una revisión global y sistemática de todos los elementos y actividades fundamentales que conforman el desempeño de un establecimiento escolar, permitiendo que la organización tome conciencia de su situación actual y asuma la necesidad de calificar sus áreas fuertes, mejorar las deficitarias e implementar las ausentes.

Desarrollo

La autoevaluación potencia el aprendizaje y el desarrollo organizacional, ya que es un proceso que ocurre al interior de la  propia institución, a través de la reflexión crítica y colaborativa sobre las prácticas y desempeños en la misma, posibilitando la oportunidad para generar una plataforma de mejoramiento compartida por la comunidad escolar que la movilice hacia el mejoramiento.

Ocupa un lugar preponderante por su trascendencia en la reorientación del sistema educativo. No es nada fácil definir y acotar lo que se considera como evaluación, de tal suerte que ésta ha sido objeto de múltiples miradas, estudios, propuestas, etc. en su realización influyen aspectos relativos a concepciones y prácticas de muchos años, sobre todo cuando se trata de evaluación de programas educativos para la mejora cualitativa y/o cuantitativa de los logros y funcionamiento de los Centros destinados a fortalecer las prácticas educativas de los docentes en servicio y transformar su desempeño dentro del aula.

Para llevar a cabo una  evaluación institucional es necesario realizar una autoevaluación y una evaluación externa. Cuando la evaluación institucional incluye la evaluación externa, sus resultados adquieren credibilidad, el hecho de que sea una empresa  ajena  a la institución quien realice la evaluación da a los docentes confianza y credibilidad.

El primer paso para la acreditación de las instituciones educativas debe ser  la autoevaluación, pero una autoevalución sincera, como parte de una cultura de trabajo de las instituciones de enseñanza y no como una norma.

Generar una cultura de evaluación no será un proceso fácil puesto que las personas no están acostumbradas a ser evaluadas; por el contrario, muestran gran resistencia a la evaluación, no se ha desarrollado en las instituciones educativas una cultura de evaluación, como tampoco se ha fomentado la evaluación del desempeño del profesorado, existen instituciones donde se da un estímulo al desempeño docente, sin embargo la evaluación que se realiza para conocer a los candidatos a dicho estímulo contiene parámetros muy altos y no todos los profesores lo alcanzan.

Desafortunadamente la evaluación genera resistencias y temores, ya que por mucho tiempo ha estado relacionada con procesos de calificación, contratación, clasificación, despidos y hasta castigos.

Debemos de entender a la evaluación como una necesidad, es importante realizarla, puesto que esto nos permite como docentes tener una visión más clara de nuestro trabajo, así como conocer la de nuestros compañeros, alumnos y directivos en el caso de que nos evalúen  y a la Autoevaluación, como un proceso de verificación, diagnóstico, exploración, análisis, acción y realimentación que realizan las instituciones educativas a nivel interno, con el fin de identificar sus fortalezas y debilidades, sus oportunidades y amenazas, buscando el mejoramiento continuo que garantice un alto nivel de calidad en la prestación del servicio educativo, sería un primer paso para crear una cultura de evaluación , donde la evaluación no sea vista como algo negativo o algo que cumplir.

La autoevaluación es en gran medida un reto ya que se ven las dificultades y fortalezas de las instituciones educativas, la cual se define como una estrategia transformadora por su naturaleza, debido a que provoca cambios en las escuelas y en el sistema educativo a partir de la reflexión, observación y comprensión de los procesos y resultados del propio centro escolar, con base en la participación activa de todos sus integrantes.

Para poder desarrollar una cultura de evaluación se debe contar con una etapa inicial importante que es la sensibilización, a fin de que los integrantes de la comunidad educativa reflexionen sobre la importancia de este proceso de autoestudio y autoformación, que tomen conciencia sobre su labor, la necesidad de la disposición y el trabajo en equipo.

Debe de ser responsabilidad de la Inspección Educativa y de los propios centros los agentes de esta valoración. Esto introduce dos modalidades en la tarea evaluativa: la evaluación externa y la evaluación interna.

La evaluación externa de los centros educativos es de vital importancia. Esta evaluación debe de ser en todos sus ámbitos, desde sus proyectos y logros hasta sus estructuras, recursos, dinámica de relaciones y actividades.

La autoevaluación o evaluación interna también es de suma importancia, ya que es aquella que se realiza desde la propia institución y siempre con la misma finalidad: mejorar la calidad educativa.

Las instancias políticas entienden esta valoración como un proceso de cara a la mejora del sistema educativo, donde se unen la evaluación con la calidad educativa.

La evaluación debe de ser variada y flexible, a fin de poder establecer estrategias que permitan a la institución  medir el logro de los objetivos alcanzados por sus integrantes durante los procesos de Enseñanza-Aprendizaje, así como de los servicios ofrecidos, es importante que las instituciones implementen la evaluación de acuerdo al modelo pedagógico que sustente la Escuela.

Durante el proceso de autoevaluación que debe de ser continuo debemos hacer uso de la planeación a fin de que nos permita valorar y recabar información necesaria para mejorar los servicios que ofrece la institución,  dentro de la cual se pueden evaluar diferentes aspectos como son: los materiales, el programa como tal, las interacciones, participaciones del alumno, al tutor, etc.

Es necesario que exista una buena autoevaluación y por supuesto una muy buena evaluación externa, puesto que los resultados nos permiten medir el grado de desarrollo de nuestra institución, permitiéndonos tomar medidas pertinentes para mejorar los procesos de Enseñanza-Aprendizaje y los servicios.

La evaluación debe de asegurarnos que la escuela cumple con los objetivos planteados, dicha evaluación la podemos realizar mediante variados instrumentos uno de ellos serían las encuestas de satisfacción, las cuales van a permitirnos mejorar la calidad del sistema, el desempeño del tutor o simplemente el material.

La evaluación institucional permite a los integrantes de una institución de educación superior valorar su quehacer educativo, renovarse y superarse constantemente, poner al día a la institución acorde a las necesidades de la sociedad y de los tiempos de la misma.

Conclusiones

La  calidad de la enseñanza debe ajustarse y dar respuesta a las necesidades y cambios de la sociedad, mismas que condicionan la educación, por lo que se hace  necesario tener conocimiento de lo que está ocurriendo en el mundo en cuanto a los progresos tecnológicos pero también en los diversos planteamientos pedagógicos y estratégicos que se están siguiendo.

Se necesita reflexionar, profundizar en las condiciones específicas de los procesos educativos, buscar la formación  que posibilite al docente trascender las fronteras del conocimiento adquirido para insertarse en la vía de lo desconocido, lo anterior con el fin de crear un compromiso personal-social con la realidad, con el de los estudiantes y con nosotros mismos.

La finalidad de la evaluación es mejorar la calidad educativa, si este objetivo  no se cumple entonces podemos decir que se pierde la esencia fundamental del proceso evaluativo.

Debe considerarse a la evaluación como "un proceso continuo, que todo lo penetra y que responde a la necesidad de formular juicios sobre y a cada nivel del proceso educativo (curriculum)." (B. Maccario)

Bibliografía

Bernard Maccario, Lidium. 1989. Teoría y práctica de la evaluación de las actividades físicas y deportivas.



[a] Profesor Investigador de la Universidad Autónoma del Estado de Hidalgo