Los miserables



Pero aun puede la gota peregrina
su perdida pureza recobrar
y resurgir del polvo, cristalina
y ante la luz brillar.  (Víctor Hugo)


Es “Los miserables”, una novela en que podemos encontrar la esperanza de forjar un futuro mejor como sociedad y como personas. Sin duda el lector podrá sentirse identificado con algunos de los personajes de esta obra y es que —como desde mi punto de vista lo deja claro el autor— los hombres no somos ni totalmente malos ni totalmente buenos por lo que a lo largo de nuestra  vida tenemos experiencias donde impregnamos lo mejor de nosotros pero también poseemos historias que quisiéramos no contar así como situaciones en donde la decisión sobre lo correcto o incorrecto no es sencilla.
La novela nos permite entonces una reflexión profunda de nuestros propios sentimientos y valores tales como el amor, la compasión, la bondad, la alegría, la tristeza, el deber y la justicia, entre otros.
“Los miserables” es una novela que nos narra la vida de Jean Valjean un hombre que es encarcelado 19 años, cinco de ellos debido al robo de una pieza de pan para alimentar a sus sobrinos y, el resto por intentos fallidos de fuga. Al salir de la cárcel encuentra al Obispo Myrel, un hombre lleno de compasión y amor al prójimo quien le da una lección de vida y cambia las expectativas que sobre si mismo tiene Valjean, quien después de este encuentro e intentando enterrar su pasado se establece en una población a la que lleva a la prosperidad por lo que es nombrado alcalde del lugar.
En esta población, conoce a Fantina, una joven mujer que fue abandonada por el padre de su hija a la cual deja  con los dueños de una posada en otra población  enviándoles dinero para su manutención, dinero que gana trabajando en el taller de Valjean, sin embargo es descubierto el secreto de su hija y es despedida sin el conocimiento de Valjean para ese momento ya Alcalde del lugar. Fantina, sola, sin trabajo y con la necesidad de enviar dinero a su hija vende cuanto tiene: su cabello, dientes y finalmente sin salida, entra en la prostitución y se alcoholiza en el intento de olvidar su pena, en esta situación es encontrada por Valjean quien la libra de las manos de Javert, el inspector de policía quien por una disputa callejera la intenta encarcelar; Valjean la salva, la hospitaliza y promete traerle a su hija, sin embargo la enfermedad gana la batalla y Fantina muere sin verla.
Valjean decide, después de una profunda batalla en su interior, dar a conocer su condición de ex presidiario después de que Javert hiciera oficiales sus sospechas sobre el verdadero origen del Alcalde.
En esta huida busca y encuentra a Cosette, la hija de Fantina, la rescata de los posaderos y la hace vivir como su hija otorgándole una vida de comodidad y esperanza a pesar de la sombra que representa la persecución que sobre él mantiene Javert, una persecución que me parece no es originada por la maldad pero si por la dureza del inspector, dureza que le lleva a su trágico final.
Cosette crece y se enamora de Marius, un joven adinerado a quien impulsan sus ideales por una sociedad más justa sobre todo con los más pobres. Ante la posibilidad de separarse se juran amor y fidelidad, sin embargo Valjean va en busca del joven enamorado a quien salva en medio de la batalla y le permite una vida junto a su amada, para después alejarse y tiempo más tarde ser encontrado por la misma Cosette a quien revela su condición de ex reo así como la vida de Fantina, finalmente Jean Valjean encuentra la paz verdadera para su alma y el premio a una vida donde sus decisiones fueron orientadas por el deseo de hacer el bien.

La profundidad de la novela, que pertenece al periodo del Romanticismo, no ha perdido actualidad aun cuando fue escrita por Víctor Hugo en 1862, treinta y un años después de haber creado otra gran novela “Nuestra señora de París”. Víctor Hugo escribe “Los miserables” durante sus años de exilio en Guernsey es por eso seguramente que la obra contiene una condena a la injusticia social de Francia en aquellos años.
Al igual que “Nuestra Señora de Paris”, “Los miserables” ha sido adaptada al cine y al teatro, la versión más reciente la encontramos en la película “Los miserables” del director Tom Hooper estrenada en nuestro país en diciembre de 2012. La película está basada en el musical de Alain Boublil y Claude-Michel Schönberg que a su vez está basado en la novela de Víctor Hugo, este musical ha sido  visto por más de 60 millones de espectadores en 42 países.
Aunque seguramente existirá entre algunos de nuestros lectores la idea de que una gran novela es difícilmente bien llevada al cine, la película definitivamente si muestra el mensaje central de la novela, claro está que por aspectos de formato se limitan elementos que me parecen de gran trascendencia para entender mejor la historia, un ejemplo de ello es la historia del Obispo Myrel ya que en la película solo se muestra brevemente su encuentro con Jean Valjean siendo necesario conocer quién es el Obispo Myrel y así tener más claro por qué ayuda al protagonista y el peso de sus palabras en él; pero a pesar de ello, la película es una gran adaptación, con una producción, piezas musicales y actuaciones dignas según mi opinión de todos los premios que obtuvo tales como: Globo de Oro a la mejor película, Globo de Oro al mejor actor (Hugh Jackman), Globo de Oro a la mejor actriz de reparto (Anne Hathaway), cuatro premios BAFTA, Premios de la Academia a Mejor mezcla de sonido, Mejor maquillaje y Mejor actriz de reparto.
En papel podemos encontrar distintas versiones, de entre ellas resalto una que llego a mis manos en las últimas semanas y que está pensada como ayuda para aquellos docentes que desean estimular la lectura en su alumnos por lo que incluye reactivos de autoevaluación con los que se pretende según se cita en dicha sección de reactivos: aprender a localizar información específica de lo que se narra en la obra literaria, ayudar a comprender de lo que está hablando el autor, auxiliar a formar un propio criterio y propiciar la integración del grupo a través de la discusión.

“Los miserables”, una historia que en prosa o en verso es recomendable disfrutar y reflexionar con ella. Finalizo reafirmando mi convicción sobre la actualidad de esta obra para soñar en una sociedad mejor, para imaginarnos como mejores personas sin importar lo profundo que hayamos caído, pues como lo dice Víctor Hugo en el mismo poema del que se toman las palabras con que inicia esta reseña:

“porque todo recobra nueva vida, con la luz y el amor”

Referencia

Victor Hugo (2011). Título orginal de la obra: Los miserables (1862). México: Grupo editorial Éxodo.


[a]Profesor de Tiempo Completo de la Universidad Autónoma del Estado de Hidalgo