Editorial

La difusión de actividades de investigación en universidades, congresos, talleres, etc., es una tarea importante para los investigadores de cualquier país. Para aquellos que pertenecemos al Sistema Nacional de Investigadores (SNI) es un requisito presentar los resultados de nuestros proyectos en alguno de estos foros para poder conservar esta distinción. En este sentido, el Taller Chile-México  ha promovido las actividades de investigación, enseñanza, difusión y divulgación de las propiedades físicas de los sistemas nanoscópicos y sus aplicaciones.

El primer taller se realizó en el 2009 en la ciudad de Temuco (Chile), el segundo en el 2010 en Cocoyoc, Morelos, el tercero en 2011, en Termas del Corazón, Santiago de Chile, el cuarto en la Ciudad de México y el quinto en Santiago Chile. Para esto, es importante decir que esto no podría ser posible sin el financiamiento por parte de CONACYT, la Universidad Autónoma de México y la sociedad Mexicana de Física, mientras que por parte de Chile ha sido subsidiado por la Universidad de la Frontera, la Universidad de Chile, el Centro para el Desarrollo de la Nanociencia y la Nanotecnología y la Iniciativa Científica del Milenio.

Con esto se ha creado una red de colaboración binacional donde se ha promovido la colaboración entre científicos mexicanos y chilenos. Esto ha traido consigo grandes beneficios para los participantes de ambos países, como lo es la creación, desarrollo y conclusión de proyectos de investigación con las publicación de los resultados en revistas científicas de prestigio internacional como Physical Review B, ACS Nano, Journal of Nanoparticle Research, entre otros.

Para mi es un orgullo ser parte de esta red de investigadores, ya que me ha permitido colaborar con científicos de talla internacional como José Luís Morán López de la UNAM y Miguel Kiwi de la Universidad de Chile, conocer lugares como Santiago de Chile y participar en la publicación de trabajos de investigación en revistas importantes.

Este tipo de foros da la posibilidad de que un investigador se desarrolle en un ambiente de hermandad entre científicos de diversas nacionalidades. Donde los participantes tienen la oportunidad de difundir los conocimientos generados entre especialistas de temas específicos. Así pues, este ejercicio contribuye al crecimiento de los participantes y de las instituciones que estos representan, donde se retribuye el esfuerzo que realizan las instancias financiadoras y donde se da fuerza a las redes que coadyuvan a la proyección internacional de las instituciones participantes.



Dr. Sinhué López Moreno
Presidente del comité editorial del boletín científico INgenio y CONciencia