Una mirada al Altiplano Potosino

Resumen

Este trabajo pretende de dar varios significados a los movimientos históricos sucedidos desde el siglo XVI al XXI en el área geográfica conocida como El Salado, considerando su historia entre los distintos polos, una historia análoga a muchos de los pueblos y haciendas que se fueron fundando en este periodo cronológico, que comenzaban siendo pequeñas concentraciones de individuos que se dedicaban en este caso a la agricultura, a la minería y al comercio debido a la naturaleza de un territorio que actualmente tiene problemas de agua y que forma parte de lo que se conoce como bajío wirikuta, o Altiplano Potosino.


Palabras clave: Movimientos históricos, Altiplano Potosino, Problemas locales.

Abstract

This work intends to give several meanings to the historical movements that happened from the 16th to 21st century in the geographical area known as El Salado, considering their history between the different poles, an analogous history to many of the towns and big houses that were founded in this chronological period, which began as small concentrations of individuals engaged in agriculture, mining and commerce, in this case because the nature of a territory that currently has water problems and which is part of what is known like bajio wirikuta, or Altiplano Potosino.


Keywords: Historical movements, Altiplano Potosino, local problems

Introducción

Desde el punto de vista de los historiadores tradicionales y dogmáticos, la historia del tipo regional y microhistoria, que si bien son parecidas no son lo mismo, propuestas por Luis González y González y Carlos Martínez Assad, como otro punto de ver la vida, ya no desde los anaqueles y la hegemónica presencia de la historia patria, más bien una invitación a ese pasado Matrio y olvidado, el terruño, como en el caso de Luis González, tratando de darle varias significaciones a los movimientos sociales en su zona, aunque estos se contradigan con lo que dice la historia oficial, o se encuentren causas muy diversas a un conflicto social de magnitudes nacionales, como la revolución, que fue muy diferente en Yucatán y Veracruz que en Sonora o Chihuahua, dándole un punto de vista, una significación aún más explícita y exacta sobre los patrones de cambio ocurridos en una región ya que no es igual en todos los territorios pero que si afecta de manera importante el desarrollo de los polos de acción de los movimientos sociales.

Consideramos que estas formas de hacer historia resultan más útiles en una realidad como la mexicana, donde algunos de los pueblos evangelizados tienen sus archivos históricos, pero la mayoría de los pueblos en la magnitud del país, sobreviven en la memoria oral de diferentes personas desde el abuelo común de los habitantes de un lugar determinado hasta las fuentes de tipo arqueológico tangibles, los lugares, los objetos, pero siempre en combinación con los relatos de la gente y lo que ya está escrito en la historiografía aceptada.

Durante el periodo comprendido de la década de 1880 a 1910, México estuvo gobernado por un grupo  de pseudo aristócratas de un pensamiento positivista no en el sentido amplio de la evolución si no en el estricto de crear leyes y  orden imperante en la comunidad, progreso ante todo, sin importar las consecuencias, una sociedad de corte francés que se vio reabastecida de insumos y tecnología en la minería y la agroindustria del México que se hundía en la miseria, para abastecer a unos pocos porque la mayoría del capital se escapaba al extranjero, a las zonas desérticas o serranías dónde es difícil la agricultura a como la practican los europeos.

La minería tuvo gran auge, que ya había tenido desde la colonia, pero con la guerra de independencia y la de reforma estaba en el abandono, durante esos años, como está ocurriendo ahora, compañías mineras transnacionales se apoderaron de las abandonadas minas el Real del Monte, Real de Santa Fe, y Real de Álamos las prepararon para que entraran en función, es en esta zona desértica del país dónde se centra el presente trabajo.

Desarrollo

Ubicación espacial y Cronológica.

El altiplano central potosino una zona endorreica, dónde sobresalen tres serranías la Sierra de la Cuchilla atravesada en las inmediaciones de San Luis, la Capital y el Huizache,  la Sierra de Álamos o de Catorce, entre Matehuala y el Tanque de Dolores y la Sierra Azul, entre Santa María y San Tiburcio, estas tres islas boscosas en el mar de yucas y espinas, han sido lugares de desarrollo humano durante milenios, incluso antes de la primeras creaciones Olmecas en el sur de México, reflejada en los petroglifos y santuarios megalíticos de más de 10, 000  años de antigüedad  encontrados en la sierra y que aún están en uso.

Un lugar habitado originalmente por los Guachichiles, un grupo de  filiación chichimeca una de las cuatro grandes naciones que junto con los Guamare1 ocupaban la meseta central,  lo que ahora es San Felipe Torres Mochas hasta el actual Saltillo y los Guamare del norte de la actual Salamanca hasta la Sierra de Lobos, lugar sacralizado para muchas culturas ya que en los bajíos de estas serranías crece el sagrado Hikuri o Peyote2, zona dónde el colonizador llego desde finales del siglo XVI y comenzó el empuje minero aunque ya se había establecido la mina de Charcas en la Sierra de la Cuchilla Atravesada, en los tiempos de la creación del camino de tierra adentro que tenía por destino Nuevo México y Arizona.

Los grupos Guachichiles y  los negritos eran los principales asentados, entre tiempo y tiempo se movían en su territorio que era realmente vasto desde el Valle de San Francisco, la actual Villa de Reyes, hasta el Valle de Matehuala donde  el robo del poco ganado, llevó a la búsqueda de una pacificación de la zona que se dio en la década de 1580-1600 cuando después de un intenso intercambio cultural por parte de los indígenas que habían sido traído de otros lugares como los tlaxcaltecas, otros deciden coexistir con todos los actores como el caso de los negritos.

Don Pedro de la Puebla escribe al Virrey comentarios y está informando que al tiempo “se han asentado en paz en la frontera de Venado (que fue fundado en 1591), una nación de indios chichimecas llamados negritos, de estos mismos que se asentaron en las dos rancherías que llaman Matehuala e Ypoa, que se encuentran delante de Charcas camino del Mazapil, que quedaron sujetos al capitán protector de la frontera de Venado como indios de frontera y que de este modo se conservarían muchos años” (Nava 1997, pag.12).

De 1600 a 1724, se desarrolló una pacificación entre los diversos ordenes de poder que estaban como actores ya sea espirituales como en el caso de la orden de San Francisco de Asís que fue la encargada de evangelizar esta zona, con sus diferentes misiones como las de Mexquitic, Charcas y la Misión de Matehuala, aun así, los españoles continuaban abusando de los indígenas y mucho más cuando descubrieron que en la sierra de catorce se encontraban yacimientos argentíferos.  Los negritos que ocupan esta sierra se defendieron con documentos oficiales que poseían y para 1778 ya estaba funcionando el Real de Guadalupe de Álamos , que después de un tiempo se cambió el nombre a “Real de Concepción de Guadalupe de Catorce” y se empezó a talar la sierra que llevaba ese nombre, de los cuales quedan solo pocos en 28 km a la redonda la actividad minera, los devasto en solo dos siglos.

En el momento de la entrada en vigor de las Reformas Borbónicas se incluían requisas y remarcaciones territoriales, como la creación de la Intendencia de San Luis Potosí. Al parecer los Borbones traían buenas ideas solo que no se podían aplicar en tan poco tiempo en territorios tres veces más extensos que su pequeña casa hogar Francia, y eso como mínimo porque en lugares como Rio de la Plata o Nueva España los superaban ampliamente, además de la rica amalgama de población que se había logrado a través de la dominación española y sus interminables deseos de metales preciosos para financiar guerras absurdas.  Fueron estos factores determinantes para la aplicación de las Reformas Borbónicas, para el establecimiento de las Diputaciones Provinciales, dos por partido y las Diputaciones de Minería, Comercio y etc., que modificaban bastante el panorama de los intereses en todo el Virreinato de la Nueva España, que se veían como una medida para cambiar los patrones de intercambio comercial y acaparamiento, que seguramente dos siglos del mismo control colonial habían amañado y desaceitado el aparato, estaban ante una nueva realidad que habría por terminar en el desmembramiento de parte de las antiguas alcaldías mayores.

En la Región que se está revisando en este momento que pertenece a la zona de Charcas y Real de Catorce se llevaron a cabo  todos estos cambios con muchos problemas desde el establecimiento de la intendencia de San Luis Potosí en el año 1786, hasta el establecimiento de los departamentos en 1826, después de haber pasado por la organización de los partidos, las disputas de ayuntamiento y subdelegados que se enfrentan en una franca “guerra” diplomáticamente dicho, de insultos, arbitrariedades, y una especie de desacreditación continua que tienen los pueblos de Real de Catorce, que ya para 1813 su población ascendía a 12 mil personas se celebraban elecciones para ver quien eran electos alcaldes regidores y síndicos desde estos tiempos el futuro gobernador de San Luis Potosí, Idelfonso Díaz de León, resulta electo, desde este momento se estaba en decadencia la zona del Mineral de Charcas que aunque fue establecido desde el año de 1574 como centro minero pero que fue abandonado al poco tiempo por los constantes ataques de los nómadas chichimecas, durante la mayor parte del tiempo que estuvo activa su alcaldía mayor hasta el establecimiento del sistema de intendencias en 1786, se caracterizó por la fundación de ranchos dispersos y de haciendas que concentraban gran parte de la población, dejando el mineral más solo que con el tiempo se fue estancado y eclipsando con el sol de Real de Catorce. En 1790 el Partido de Charcas llegaba a 15 688 almas, un poco después de la fundación y descubrimiento de las vetas argentíferas y auríferas de Real de Catorce, y 6114 almas en 1813 debido a la entrada en vigor de la Constitución de Cádiz y la nueva igualdad entre los ayuntamientos. A Catorce se estaban tratando de trasladar los asuntos principales de la región, no solamente los de la minería si no de tipo facultativo para la administración de más recursos a pesar de que un decreto ampliaba las facultades de las diputaciones mineras para solucionar conflictos entre minas colindantes y sus dueños, para juntar estas minas vecinas, avíos, rescates, arbitrar denuncias y pleitos, por ende para interferir más en asuntos de su competencia que era lo que querían, en 1822 después de que el jefe político de la provincia de San Luis Potosí, Juan María de Azcarate, integrara una comisión dirigida por el capitán Francisco Aguirre para que evaluara la situación:

“Ellos Argumentaron que Charcas se hallaba en plena decadencia mientras que Catorce ya contaba con aduana, estanco de tabacos y pólvora, y diputación de Minería; además de que desde hacía años el subdelegado de Charcas había fijado su residencia en este lugar”

En 1824 después de que se firmara la constitución y la Nueva España pasara a ser una república representativa y federal y la conversión de las antiguas intendencias a estados de la federación, los conflictos se agudizaron y no fue sino hasta 1826 que el antiguo alcalde de Real de Catorce tomara la posesión de la gubernatura del estado libre y soberano de San Luis Potosí, el señor Ildefonso Díaz de León.

En este mismo año se emitió un decreto por parte de la legislatura del estado se hace la escisión del partido de Charcas y Catorce, quedando Catorce con la Jurisdicción de Matehuala, San Francisco y  Cedral, eliminando la de Charcas, por una anexión entre Ramos, Salinas y Peñón Blanco, y adicionando la antigua alcaldía mayor de Charcas a la de Venado, así termina esta relación tirante entre el Real de Catorce y Charcas por el control político de la zona minera, se extrapolo la situación original y los catorceños se entronaron en la cima de la elite potosina.

Cedral era una de las haciendas que pertenecían a la antigua Hacienda de San Juan Vanegas, pero para 1812 ya contaba con 4500 habitantes, se presentaba este ayuntamiento alegando que muchas de su tierras pertenecían a la hacienda de San Juan Vanegas y que debía pagar una cuota anual, además de su amplio vecindario, y a pesar de ser reconocido como pueblo no contaba con fondo legal y ejidos. Matehuala que para 1812 ya tenía en su vecindario a 12040 habitantes, tenía su ayuntamiento por dos alcaldes, ocho regidores y dos procuradores, para el periodo de cuando la carta gaditana se volvió a instalar como rectora de las posesiones españolas de ultramar, se redujo el número de habitantes por lo tanto el número de regidores, un caso muy particular como el de charcas es San Francisco, un pueblito que se tiene noticia fue ocupado por indios negritos y guachichiles alrededor de principio del siglo XVI, pero no fue fundado como republica de indios hasta 1682, este pueblo más antiguo que Matehuala, que fue ocupada por los españoles y mestizos en los finales del siglo XVIII el Valle de Matehuala debido al auge minero de Catorce siempre busco la autonomía y que se le diera un ayuntamiento propio, mantuvo una serie de disputas con el ayuntamiento de Matehuala, que hicieron fracasar cualquier intento de establecimiento de ayuntamiento como comenta  Juan Carlos Sánchez Montiel:

“Lo interesante de este caso es que, a pesar de la fuerte invasión de colonos que recibió este pueblo en sus inmediaciones, haya mantenido su identidad frente al asentamiento español de Valle de Matehuala.”

En el caso de San Luis Potosí se suscitaron una serie de acusaciones en la capital y de temores por parte de los ciudadanos que recién se adecuaban estas operaciones de cambio de gobierno de la monarquía española, se hablaba mucho sobre la lealtad que se juraba en estos territorios, cuando el estado mexicano estuvo en el inter entre estar en los tratados de Córdoba y tener su propia constitución, mientras tanto se adecuaron a la Constitución de Cádiz generando una serie de confusiones político-administrativas mientras no contradijera los tratados de Córdoba,  es entonces cuando se da una especie de hispanofobia, con la cual se comienza a tener desconfianza y ampliamente reconocida porque también los españoles no se adecuaban al nuevo gobierno ni juraban la lealtad a la Independencia. Juan María de Azcarate, comandante militar de San Luis Potosí, en una carta al gobierno de la capital del país denunciaba ciertos españoles que se negaban a jurar la Independencia y que alentaban a la población para que hicieran lo mismo. De acuerdo a Bernal “Las personas a quienes se refería Azcarate eran Cayetano Díaz Bracamonte, Fernando del Valle, Juan Zalavardo y Martín Muriel, a cuya lista después se agregó José Ramón de Esnarriaga” (Bernal,2011p.68).

Esta petición falló en una orden de jurar la independencia o que se fueran del territorio con sus pertenencias, el plazo se haría efectivo un mes, Cayetano Díaz, se enfrasco en un proceso legal en el cual termino por jurar la independencia pero se agarró de donde pudo del Plan de Iguala, de la Constitución de Cádiz, esto resumía un poco la situación de muchos españoles al acabarse la colonia y la insostenibilidad jurídica de la nueva nación en sus primeros años, según la ayuda del párroco de la ciudad, el comandante informo un mes después que Francisco del Valle, optó por salir del país, Martin Muriel había jurado la independencia sin muchas dificultades y Juan Zalavardo terminaría por hacer lo mismo, un mes más tarde José Esnarriaga hizo lo propio, debido a que Cayetano Díaz era comerciante y había ocupado algunos cargos en el ayuntamiento su proceso se alargò, y terminó jurando, él decía que obligado.

Este episodio de jura de la independencia servía para dar legitimidad, ya que estas juras se hacían enfrente de toda la población y con el mayor escándalo posible para que se legitimara su poder ante los ojos del pueblo. En 1827 con la ley de expulsión de españoles Cayetano Díaz y algunos de sus compañeros serán expulsados sin importar sus creencias o juramentos.

Una mirada actual. La situación de la década de los sesenta hasta la actualidad.

Desde la construcción del ferrocarril nuevo que pasa por las zonas del bajío y la carretera 57 , que junta México con Laredo, y la carretera estatal número 54, la zona cobro importancia turística aparte del hermosos paisajes que ofrece , por un nuevo tipo de turismo que buscaba experiencias extra-sensoriales y el desierto y su mágico hikuri los ofrecían, esto provocó una ola de depredadores de vida silvestre y gente de diversas ocupaciones,  muchos se quedaron a vivir ahí constituyendo el tercer núcleo de la población en el Altiplano Potosino, los Jippis, como los denomina la gente de ahí, los pobladores originales en este caso que siguen siendo fuentes de historia orales, comenzaron a levantar el pueblo viviendo todos agrupados alrededor de la casa patriarcal y la escuela, donde los casi 40 primos que son ahora todos hombres y mujeres de familia, a excepción del más joven, Florencio que tiene 30 años, se formaron ahí, a veces con maestros de otros lugares, “peyoteros”, como le nombran a los que vienen buscando la planta, sus tías y primas, a veces entre  ellos dándose clases, pero muchos  terminaron por emigrar a Monterrey, buscando un estilo de vida diferente al de sus antepasados, solo nueve de los primos se quedaron con sus familias que fueron agrandándose con el tiempo.

Los extranjeros huyeron cuando se acabó el oro, se terminaron los esclavos y el control que tenían de la población, dejando el pueblo de Real de Catorce casi fantasma; hubo momento en los que vivieron solo 200 personas en un pueblo para casi 12,000 personas, solo el culto a San Francisco de Asís, santo venerado en la iglesia principal de Real, mantuvo fluyendo la economía, llegando en épocas actuales a dimensiones inimaginables como el día 4 de octubre que se cierra la ciudad para contener a casi medio millón de visitantes que dejan sentir su apoyo monetario, en este pueblito fantasma.

En la actualidad existe un problema parecido en la zona  a los que se presentaron durante las diferentes periodos históricos, solo que ahora son los canadienses y la compañía First Majestic Silver Co. entre muchas otras y filiales y prestanombres que quieren demoler y desertificar aún más  el altiplano en su búsqueda de plata, que si bien esta industria trae sustento a la población de la manera en la que la practican los nuevos consorcios no dejan ya nada para la posteridad solo usan su tiempo de contrato y sacan lo más que pueden convirtiéndola en una actividad francamente devastadora en comparación con los años del auge de las minera tradicional en los últimos tiempos de la colonia, donde la minería significaba prosperidad, en los atisbos de la modernidad porfiriana, otro empuje y la construcción del túnel Ogarrio en 1881 pero se empezaba a ver la falta de agua por la tala de árboles en la sierra, y el panorama actual de devastación, envenenamiento de mantos acuíferos y tierras y la creación de enormes campos de monocultivo del tomate que alteran más el equilibrio de esta zona, al igual que la utilización de cañones anti lluvia para impedir la siembra de temporal y el desarrollo de una población autosustentable, ya no solo disponiendo de los recursos naturales y esenciales para la vida si no también de los recursos mentales de usos y costumbres que se pierden entre la cerveza , la metanfetamina y los narco corridos, que corroen hasta a los niños que dejan de respetar sus espacios naturales y a los adultos porque están vendiendo las tierras ejidales y pensando que esta solución de corto plazo de cigarros , alcohol y mujerzuelas acabara con sus problemas. No todo es malo como el agua potable y la electricidad, aunque curiosamente los caminos y redes eléctricas llegan a donde está el agua, no a donde realmente la ocupan las comunidades solo por donde se puede pasar el agua, coincidencia o deliberación, que pese a que es Patrimonio Natural de la Humanidad, nombrado por la UNESCO junto con otros 12 sitios en el planeta, está siendo destruido desde hace ya casi 10 años pero solo hasta ahora se ha hecho difusión al asunto a través de la lucha del pueblo Wixarika.

Conclusiones

Hacer una investigación histórica de corte regional sobre el Altiplano Potosino permite reconocer que este lugar tan feroz a su colonización, con especies tan endémicas y curativas no debería de cambiar su régimen de uso de suelo, debería ser preservado como una reserva de la biosfera, generar el cuidado y el uso del agua, ser una área natural protegida y llegar a convertirse en  parque nacional.

Agradecimientos

Este trabajo fue realizado con el soporte financiero del fondo de proyectos de desarrollo científico para atender Problemas Nacionales CONACYT a través del proyecto denominado “Propuesta de un modelo de innovación basado en la economía nacional del conocimiento”.

Bibliografía

Aguirre  C.A. (2009). Contra historia de la Revolución Mexicana: pista de una agenda abierta. Facultad de Historia Universidad Michoacana. México 2009.

Benítez, F. (1968). Los indios de México Tomo II: Los Huicholes. Biblioteca Era Serie Mayor Primera edición 1968.México, D.F.

Bernal R. Graciela (2015). Del consenso a la disidencia: EL Juramento de la independencia de México en la ciudad de San Luis Potosí,  Pag.68

Fernando B.  (1977). Lázaro Cárdenas y La revolución mexicana. 1 El Porfirismo. Fondo de Cultura Económica 1977. México Df.

Fuentes M. J. (1987). Historia Ilustrada de México. De Hernán Cortes a Miguel de La Madrid. Ed. Océano Barcelona, España.

González y González L. (1997).  Otra Invitación a la Microhistoria. Fondo de Cultura Económica 2000. México, DF. Primera impresión 1997.

Laurrete Sejourne (1988). Pensamiento y Religión en el México Antiguo.  Fondo de Cultura Económica. 1957 primera edición, 1988 Octava edición, Impreso en México.

Monroy C. MI., Hira de G. R.  (2010). “La Invención de un territorio Siglos XVI-XIX”. San Luis Potosí.

Nava M. María C. (1997). Matehuala Una ciudad que Agoniza” “Su Historia” Primera Ed.1997, Pág. 12,

Nava Muñiz (1997). Matehuala. Una ciudad que agoniza”, Primera edición 1997 CONACULTA Pag 21.

Philip W. Powell, (1550-1600) La Guerra Chichimeca. “Los Guerreros del Norte” F.C.E.  México, D.F. 1972 Pág. 48-49.

Rojas, G. Jesús (2016). Investigación de Campo en la Zona del Altiplano potosino desde hace ya 8 Años con la última visita en el Mes de febrero 2017.

Sánchez M. Juan C. (2010). Cambios en el orden político y la organización territorial del Partido de Charcas. El Colegio de San Luis 2010, Pág. 166

Soustelle, J. (1992). La vida cotidiana de los aztecas en vísperas de la conquista” FCE, primera edición 1953, decima reimpresión 1992 pág. 157-158.

Urenda Q. Navarro S. Luévano, G. (2011). Doscientos Años de Historia en San Luis Potosí: actores, practicas e instituciones Coordinadores U.A.S.L.P Aguascalientes. Ags. México 

Valadez José C.  y Roefer J.  (1978). La revolución Mexicana y sus Antecedentes. Editorial del Valle de México, S.A., 1978. Impreso en México

Weston La Barre (1987). El Culto al peyote. Premia editora de Libros, La red de Jonás, segunda edición 1987. Tlahuapan Puebla, México.

 

1La confederación Guamare llamada Pechichitane Altepetlatskostli por los pueblos nahuas, fue una liga o alianza tribal que apareció en lo que ahora es el estado de Guanajuato en México a finales del período postclasico mesoamericano

2Una deformación del náhuatl “peyotl”, que significa cosa peluda, tan ocupado en los rituales de sanación de diversas etnias de todo Norteamérica


[a] Estudiante de la Licenciatura en Historia, Universidad de Guanajuato. Becado por CONACYT

[b] Doctora en Administración. Adscrita a la UAEH-ESTe