Las actividades extracurriculares en la formación universitaria.

Resumen

Cuando se trata el tema de formación integral del alumno, en el ámbito educativo se aborda un tema polémico donde convergen diferentes puntos de vista y diferentes enfoques disciplinarios y multirreferenciales. Tema vinculado a cultura, a proceso enseñanza-aprendizaje, a filosofías pedagógicas y toda una serie de variables a considerar en la construcción conceptual de lo que implica la formación integral del alumno.

Bajo esta mirada, en la Universidad Autónoma Metropolitana se expone en su Plan de Desarrollo 2010-2013, lo siguiente: “La Universidad Autónoma Metropolitana en su compromiso social, se orienta a la formación de profesionistas e investigadores de alto nivel académico, ciudadanos responsables, capaces y con valores éticos y culturales; promueve la generación y difusión del conocimiento y la comprensión y solución de problemáticas contemporáneas, impactando en el desarrollo local, regional y nacional, en un contexto tendiente a lo global; atiende y promueve el cuidado y respeto del medio ambiente y la biodiversidad; contribuye en la mejora de la calidad de vida de las personas y a la realización de una sociedad más justa, tolerante, equitativa y solidaria”.

La formación integral implica entonces no sólo la adquisición de conocimientos, sino también todas aquellas experiencias, percepciones y vivencias que el alumno en su trayectoria estudiantil vaya acumulando, que aunado a los conocimientos formales que pudiera adquirir dentro de un salón de clase, lo enriquecerán y en un contexto económico, social, histórico, político y demás aspectos contemplados en un ambiente dinámico le permitirá aportar mejoras a la sociedad donde esté inmerso. Para lo cual, en la UAM, se ofrece una diversidad de actividades extracurriculares a las cuales el alumno de la licenciatura en Administración, puede acceder. Actividades que obedecen a un plan de desarrollo y a asignación presupuestal. Sin embargo, cabe reflexionar sobre este aspecto, al conocer ¿cuántos alumnos, de la matrícula total de alumnos acceden a estas actividades?, ¿cuáles actividades son las más demandadas y cuáles son las habilidades, conocimientos y actitudes que fomentan estas actividades? ¿Qué actividades extracurriculares enriquecen al alumno para su ejercicio profesional?

Reflexiones que en este trabajo se abordarán analizando datos cuantitativos y apreciaciones cualitativas de las autoras.


Palabras clave: Actividades curriculares, actividades extracurriculares, educación, enseñanza-aprendizaje y formación integral.

Abstract

When the subject is about the integral formation of the student, in educational topic we face a controversial issue where different views and different disciplinary and multireferential approaches converge. Topic related to culture, teaching-learning process, teaching philosophies and a number of variables to consider in the conceptual construction of the formation of the student.

Under this view, in the Universidad Autónoma Metropolitana is stated in its Development Plan 2010-2013, the following: "The Universidad Autónoma Metropolitanain its social commitment, aims at training professionals and researchers with high academic level, responsible citizens, capable with ethical and cultural values; promotes the generation and dissemination of knowledge and understanding and solving contemporary problems, impacting on the local, regional and national development in a context aimed at the global; serves and promotes the care and respect of the environment and biodiversity; contributes to improving people’s life quality and the realization of a more just, tolerant, equitable and inclusive society".

The integral formation then involves not only knowledge acquisition but also all those experiences, perceptions and living experiences that students in their career accumulates, which together with the formal knowledge that they could acquire in the classroom, they will enrich and in the economic, social, historical and political context and other aspects considered in a dynamic environment will allow them to make improvements to the society where they are immersed. For which, at UAM, it offers a variety of extracurricular subjects accessible to students of the Licenciatura en Administración. Activities that follow a development plan and a budget allocation. However, it should reflect on this aspect, knowing ¿How many students, of the total enrolment of students, access to these activities? ¿Which activities are the most demanded and what are the skills, knowledge and attitudes that promote these activities? ¿What extracurricular activities enrich the student for their professional practice?

Reflections in this work will be approached by analysing quantitative data and qualitative assessments of the authors.


Keywords: Curricular activities, extracurricular activities, education, teaching and learning and comprehensive training.

Introducción

En una sociedad globalizada caracterizada por crecientes asimetrías entre naciones y pueblos en los ámbitos económico, social, político y ambiental, las instituciones de educación superior, adquieren un significado y un papel fundamental en la creación de nuevos referentes, nuevas formas de entendernos y de entender el mundo, de vivir con él y con nosotros y de convivencia entre culturas. En este tenor ideas, la Universidad, por su vocación de conocimiento, por su valor crítico y de formación de profesionales, adquiere un significado y un papel fundamentales en esta empresa (Reyes Escutia, 2006).

La universidad se ha caracterizado por favorecer la transformación y el progreso de la sociedad en el devenir del tiempo. Desde sus orígenes, se ha distinguido por la búsqueda de la verdad, la generación y difusión del conocimiento, así como por la formación de profesionales en diversas disciplinas, acordes a los requerimientos y demandas de la sociedad. Su influencia se extiende más allá de sus fronteras físicas a través del ejercicio de su docencia, investigación y difusión y extensión de la cultura, impactando a la sociedad del presente, y sentando las bases para la sociedad del futuro (Casanova, 1995). Por su carácter eminentemente social, las instituciones de educación superior deben constituirse en agentes de cambio que atiendan los problemas y las demandas más apremiantes de la sociedad, ofreciendo respuestas pertinentes, estructuradas, coherentes y efectivas (Batllori, 2008).

Hoy en día, las instituciones de educación superior afrontan el reto de adaptarse a los nuevos requerimientos derivados de los cambios científico-tecnológicos que las obliga a transformar su misión y objetivos para poder cumplir responsablemente con la preparación, reclasificación y formación continua de recursos humanos que exige la sociedad de nuestro tiempo (Arana y Batista, 1999)

Sin embargo, la sociedad requiere de algo más que personas capacitadas para la función específica del mundo del trabajo. Necesita de profesionales con motivaciones y capacidades para la actividad creadora e independiente, tanto en el desempeño laboral como investigativo, ante los desafíos del conocimiento e información científico-técnica y de la realización de su ideal social y humano. El fortalecimiento de la formación integral de los futuros profesionistas es impostergable, porque la sociedad necesita de la ciencia y la tecnología como factores estratégicos del desarrollo (Arana y Batista, 1999, p.11)

De acuerdo con Arana y Batista (1999, p.11), la Educación Superior debe de retribuirle a la sociedad con la formación de hombres capaces de identificar, asimilar, utilizar, adaptar, mejorar y desarrollar tecnologías apropiadas, que brinden soluciones adecuadas en cada momento, formación que debe combinar la calificación técnica, social y humana.

Toda institución de educación superior contempla una misión, estrategias y diversas alternativas para lograr sus objetivos, mismos que se encuentran enmarcados en su estructura y Plan de Desarrollo; donde además de actividades curriculares se contemplan actividades extracurriculares que contribuyen a la formación integral de los alumnos.

Es por eso que en este trabajo, se tiene como objetivo iniciar la reflexión acerca del por qué de la escasa participación que tienen los alumnos, de la Licenciatura en Administración, de la Universidad Autónoma Metropolitana, Unidad Azcapotzalco en las actividades extracurriculares que ofrece la Unidad, a pesar de la importancia que tiene este tipo de actividades en su formación integral.

Para ello, se abordarán los temas de la formación integral, la formación profesional, retomando conceptos de diversos autores; para después analizar, de acuerdo al Plan de Desarrollo (2010-2013) de la Universidad Autónoma Metropolitana, Unidad Azcapotzalco, los principios articuladores que permiten alcanzar la visión Institucional y derivar los objetivos estratégicos institucionales. Aunado a éstos, se presentan las estrategias, acciones estratégicas, metas e indicadores relacionados a las actividades de extensión, vinculación y preservación de la cultura; rubro donde se ubican las actividades extracurriculares promovidas hacia los alumnos.

Posteriormente, se presenta información referente al tema de la Encuesta de Nuevo Ingreso 2012 de los estudiantes de la Licenciatura en Administración, referente a las Trayectorias educativas de los alumnos de licenciatura, realizada por la Coordinación General de Planeación. Con la información anterior se desarrollan algunas reflexiones acerca de la escasa participación de los alumnos en las actividades extracurriculares, aspecto importante en la formación integral del administrador.

I. Formación Integral

En el ejercicio de su vida profesional, todo especialista trata con problemas específicos que le demandan soluciones particulares. Para resolverlos, se requiere de la adquisición de determinados conocimientos, el desarrollo de ciertas habilidades, y la formación de actitudes que integren a un profesional competente (Gómez, 2011, p. 9). El formar profesionales eficientes y eficaces, es un reto constante en toda institución educativa. Para enfrentarlo, es necesario el diseño e implementación de diversas estrategias y procedimientos que deben ser sujetos a evaluación continúa.

El tránsito de un estudiante hacia el ajuste a un perfil profesional, implica también adquirir cierto grado de pericia en relación con la aplicación de conocimientos, habilidades y estrategias que demanda la profesión (García, 2009, p. 66). Para ello, y de acuerdo con Casarini (1997), un perfil profesional involucra al menos dos grupos de requerimientos: los de práctica, que incluyen los exigidos por el mercado laboral, y los académicos, definidos por la institución que ofrece la formación profesional.

A lo largo de la historia del pensamiento educativo, la pregunta de ¿Qué enseñar? se ha convertido en una constante. Al respecto, en el pasado se tenía la idea de que la instrucción debía de girar en torno a las habilidades, tales como las de pensamiento y razonamiento, entre otras; posteriormente, hasta incluso el siglo pasado, se proponía que las habilidades no podían enseñarse en abstracto, y se optó por un enfoque en el contenido, que especificaba que al enseñar conocimiento, se fomentaban habilidades de pensamiento; más recientemente, la orientación de infusión plantea que es necesario enseñar contenidos, pero con ayuda de habilidades, y que el fomento de ambas cosas conduce a un desarrollo cognitivo que hace al alumno más apto (Castañeda, 2004). Esto significa que es necesario fomentar el conocimiento organizado, pero al mismo tiempo hacer que el estudiante inicie la práctica de habilidades de aprendizaje autorregulado, y fomentar siempre ambos tipos de recursos (García; 2009, p. 74). Barrón (2003, p. 22) señala que el concepto de formación, está ligado al ámbito educativo y representa un punto de debate y polémica donde convergen distintos enfoques disciplinarios y multirreferenciales. Gadamer (1988), indica que la formación está vinculada a la adquisición de la cultura y la preparación personal. Todo ser humano requiere de la formación como un proceso básico para la construcción conceptual y la producción del conocimiento. Por su parte, Ferry (1990, p. 50) sostiene que el concepto de formación adquiere diversas connotaciones: en primer lugar, la formación es percibida como una función social de transmisión y saberes, en un sentido de reproducción de la cultura dominante. En otro sentido, es considerada como un proceso de desarrollo y estructuración de la persona que lleva a cabo, bajo el doble efecto de una moderación interna y de posibilidades de aprendizaje de reencuentros y experiencias.

Barrón (2003, p. 23) sostiene que las diversas acepciones sobre formación(Honoré, 1980; Ferry, 1990; Díaz, 1990) parten de una concepción humanista; sin embargo, hay que señalar que existe un debate en torno a privilegiar la formación que viene de fuera o la que pone de manifiesto el marco de referencia del sujeto. No se reconoce la formación de los sujetos como una totalidad: una interrelación entre lo subjetivo y lo objetivo en el hombre; es decir, cómo se interioriza lo objetivo y cómo se exterioriza lo subjetivo. En estas acciones, habrá que reconocer la intencionalidad de cada sujeto para elegir aquello que lo forma. Así pues, la formación denota, en los sujetos, un proyecto de vida en función de las elecciones que realicen.

Según Díaz (1993, p. 36) se pugna por una formación que permita a la persona, recibir una cultura general, amplia, y que complemente sus conocimientos académicos y especializados en su área de trabajo; para lo cual, en una institución educativa se contemplan actividades curriculares y extracurriculares, que conforman la formación integral de un estudiante.

En la formación universitaria, no sólo se adquieren contenidos temáticos dispuestos a su aplicabilidad inmediata, sino también se adquieren saberes de valor permanente que forman y no sólo conforman una educación, lo que pudiera hacer la diferencia entre una institución y otra.

En este sentido, las instituciones de educación superior, en especial las universidades públicas, se enfrentan a la necesidad de generar proyectos educativos tendientes a la formación integral de profesionales que garanticen, no sólo una alta capacitación y especialización técnico-científica en la disciplina de que se trate, sino también, la formación de ciudadanos responsables, críticos, éticos, respetuosos de las diferencias, tolerantes ante la diversidad, solidarios y creativos, capaces de aplicar sus conocimientos y habilidades profesionales en la resolución de problemas y a la búsqueda del desarrollo de la sociedad.

Es así, como la formación integral implica una perspectiva de aprendizaje intencionada, tendiente al fortalecimiento de una personalidad responsable, ética, crítica, participativa, creativa, solidaria y con capacidad de reconocerse e interactuar con su entorno para que construya su identidad cultural. Busca promover el crecimiento humano a través de un proceso que supone una visión multidimensional de la persona y tiende a desarrollar aspectos tales como la inteligencia emocional, intelectual, social, material y ética-valoral (Ruiz Lugo; 2007, p. 11).

II. Formación profesional

De acuerdo con Barrón (2003, p. 22), en una institución académica, la formación profesional se realiza en un marco educativo bajo prescripciones institucionales que regulan las actividades consideradas como necesarias y pertinentes, y que avalan la preparación ofrecida mediante la expedición de certificados y títulos profesionales.

Arana y Batista (1999, p. 22) sostienen que el proyecto educativo de una institución de educación superior debe de comprenderse como parte del diseño curricular y de los objetivos estratégicos de la Universidad, todo ello como un sistema que integre los siguientes componentes: la misión de la Universidad, el objetivo estratégico de formación profesional, el modelo de formación de valores del profesional, los modelos de formación profesional, el diseño curricular de las disciplinas y asignaturas, los proyectos educativos grupales e individuales de los estudiantes. Su estructura debe de estar conformada por dos aspectos: los componentes organizativos y el contenido educativo a alcanzar. Los componentes educativos son el curricular, la extensión universitaria y la vida universitaria.

En el transcurso de su vida universitaria, el futuro profesionista, es influenciado por distintas estrategias educativas que buscan su formación integral. De acuerdo con Fernández Oliva, Morales Suarez y Portal Pineda (2004: s/p), las acciones fundamentales se organizan durante la etapa formativa en tres dimensiones: la curricular, la extracurricular y de extensión universitaria. La dimensión curricular, mediante el plan de estudios y la función docente-educativa del profesor, además de garantizar la formación científico-técnica de los futuros egresados contribuye a su reafirmación profesional, la dimensión extracurricular y de extensión universitaria se organiza con la participación activa de los estudiantes en diferentes actividades: culturales y deportivas, encuentros de conocimientos, exámenes de premio, movimiento de alumnos ayudantes, cursos electivos y cátedras multidisciplinarias, las que contribuyen a su formación integral.

En la formación integral, el aprendizaje de las profesiones implica no sólo la adquisición de conocimientos y habilidades propios del ejercicio profesional, sino también, la internalización de valores, actitudes y comportamientos que le permitan al alumno participar y contribuir a la transformación y desarrollo social(Ruiz Lugo, 2007).

Las actividades extracurriculares comprenden una parte importante de la formación integral de los futuros profesionistas al complementar su desarrollo personal a través de actividades de orientación educativa, prácticas de vida saludable, actividades culturales y deportivas.

Cabe señalar, que existen estudios que han tratado de establecer una relación entre la asistencia a actividades extracurriculares y rendimiento académico del alumnado. En algunos de ellos, se han podido establecer diferencias significativas entre los grupos de estudiantes con una alta participación en las actividades extracurriculares, una baja participación y los que no participaban en dichas actividades (Varela, 2006 y Jabega, 2008). Otros trabajos como el de Moriana, et al. (2006) han demostrado la relación entre la asistencia a actividades extraescolares y el rendimiento académico. Los resultados destacan que los alumnos que desarrollan actividades mixtas, obtienen mejores resultados académicos.

El profesionista como un especialista que resuelve problemas y contribuye al desarrollo de la sociedad, debe poseer conocimientos adquiridos en el aula y nuevos saberes para no caer en la obsolescencia e incapacidad para resolver las dificultades que se le presenten. Por lo tanto, no sólo necesita aprender, sino aprender a aprender, lo cual se convertirá en una herramienta para desempeñarse exitosamente en el ámbito profesional, personal y social. En este proceso de aprender-aprender, dentro del ámbito educativo, los aspectos pedagógico-didácticos interesan, tanto al profesorado como a los estudiantes que se involucran en su aprendizaje, siendo éste más efectivo. Asimismo, se pretende desarrollar en el estudiante, la competencia del manejo de sí, como una herramienta que le permita responsabilizarse de sus propias decisiones (Gómez, 2011).

Al tener diferentes alternativas de desarrollo dentro de una institución educativa, se espera que el alumno opte por todas aquellas que le permitan ser un profesional eficaz y eficiente, no sólo accediendo a las actividades curriculares que obligatoriamente tendría que cubrir para cumplir con cierto número de créditos o para completar los requisitos de titulación, sino también, optando por todas aquellas actividades extracurriculares que le permitan lograr sus objetivos.

Un egresado de educación superior debería contar con un conjunto de saberes integrados con los que idealmente podría enfrentarse a la solución de problemas típicos en su especialidad. Sin embargo, para lograr conformar una estructura cognitiva que lo haga apto en estos contextos, los programas educativos deberían procurar el fomento de un complejo patrón de aptitudes que pueden agruparse en la noción de pericia adaptativa, vista como una forma permanente de orientación y ajuste del desempeño ante las demandas del entorno profesional, que implica la satisfacción constante de criterios variados de eficiencia e innovación durante la trayectoria profesional. El proceso de convertirse en experto, implica el fortalecimiento de modelos de apreciación de la realidad, la comprensión profunda del campo profesional y la deducción de soluciones de problemas de acuerdo con conocimientos, estrategias, habilidades y actitudes contextualizadas. Es preciso incluir en los programas curriculares espacios de aprendizaje situado, que permitan la construcción de conocimientos condicionales. Un programa educativo de este nivel, debería considerar también la preparación del estudiante en su carrera de aprendizaje de por vida. Constantemente, se discuten las condiciones para el desarrollo de este tipo de pericia y las posibles decisiones que para este efecto podrían recomendarse desde la formación superior (García; 2009, p. 61).

III. El caso de las actividades extracurriculares en la formación de los administradores en la UAM Azcapotzalco.

Como parte del proyecto educativo de la Universidad Autónoma Metropolitana, Unidad Azcapotzalco, el objetivo general de la Licenciatura en Administración es: formar profesionales de la Administración profundamente informados de las áreas fundamentales del conocimiento económico administrativo, acorde con los requerimientos de la realidad social imperante en México y de su sistema mixto de economía, capaces de influir en la transformación estructural de las organizaciones y preparados con especial énfasis en algún segmento de la actividad económica que la demanda nacional pueda incorporar al trabajo (UAM-A, 2014).

Para lograr este objetivo, el Plan de Estudios de la Licenciatura en Administración señala que el aspirante a ingresar a la Licenciatura en Administración, debe de poseer:

Este perfil de ingreso permite a los alumnos de la Licenciatura en Administración, una vez concluido el Plan de Estudios, un perfil de egreso que les permitirá ser capaces de:

Para lograr el objetivo general de la Licenciatura y el perfil de egreso de un profesional con los conocimientos, habilidades, aptitudes y valores requeridos por la sociedad y las organizaciones en un mundo competitivo y globalizado, es necesario, que los alumnos no solamente cumplan con los requisitos de naturaleza curricular, sino también se requiere de su participación en actividades extracurriculares que le permitan el desarrollo de competencias que van más allá del ejercicio profesional alcanzando una formación integral que les permita, como anteriormente se señaló, no sólo una alta capacitación y especialización técnico-científica en la disciplina de la Administración, sino también, la formación de ciudadanos responsables, críticos, éticos, respetuosos de las diferencias, tolerantes ante la diversidad, solidarios y creativos, capaces de aplicar sus conocimientos y habilidades profesionales en la resolución de problemas y a la búsqueda del desarrollo de la sociedad.

De acuerdo al Plan de Desarrollo (2010-2013, p. 7), aprobado en la Sesión 335 del Consejo Académico celebrada el 9 de noviembre de 2010, la Universidad Autónoma Metropolitana, Unidad Azcapotzalco, orienta su compromiso social, a la formación de profesionistas e investigadores de alto nivel académico, ciudadanos responsables, capaces y con valores éticos y culturales; promueve la generación y difusión del conocimiento y la comprensión y solución de problemáticas contemporáneas, impactando en el desarrollo local, regional y nacional, en un contexto tendiente a lo global; atiende y promueve el cuidado y respeto del medio ambiente y la biodiversidad; contribuye en la mejora de la calidad de vida de las personas y a la realización de una sociedad más justa, tolerante, equitativa y solidaria.

Como entidad orgánica, diversa y plural, interactúa con su entorno, al igual que lo condiciona. Al tener un carácter público y autónomo, lo anterior adquiere gran relevancia para la Institución y la sociedad.

Los principios articuladores que permitirán alcanzar esa visión son, entre otros:

A propósito del tema que aborda este trabajo, se menciona lo siguiente:

Respecto a Preservación y Difusión de la Cultura, en la Institución, se contemplan los siguientes objetivos estratégicos (Plan de Desarrollo, 2010-2013, p. 82):

P1 Concebir a la extensión, vinculación y preservación de la cultura como ámbitos necesarios que fortalezcan las funciones de investigación y docencia, y coadyuven a la formación integral de los alumnos.

P2 Extender los beneficios de la cultura, la ciencia, la tecnología, las humanidades y el arte hacia la sociedad, al tiempo que se genere una interacción que enriquezca la vida universitaria.

P3 Contribuir al desarrollo de los actores sociales generando soluciones basadas en el conocimiento y la creatividad, mediante la vinculación con el ámbito externo, que mantenga actualizados y pertinentes los programas docentes y de investigación.

P4 Transferir, renovar y socializar el conocimiento y la cultura, así como garantizar la preservación y difusión de los productos culturales en todas sus dimensiones, tanto interna como externamente.

P5 Definir y fortalecer la identidad universitaria y el sentido de pertenencia institucional.

A continuación, se presenta un cuadro, que ilustra los objetivos estratégicos y su desglose, así como la estrategia, e indicadores a seguir por la Institución al respecto.

Resaltando el Objetivo estratégico P1: “Concebir a la extensión, vinculación y preservación de la cultura como ámbitos necesarios que fortalezcan las funciones de investigación y docencia y coadyuven a la formación integral de los alumnos” (Plan de Desarrollo, 2010-2012, p. 82), y su estrategia se centra en re-valorar la importancia de la tercera función sustantiva en la formación integral de los alumnos, ello a través de una visión sistémica de las actividades y aprovechando la experiencia acumulada en la Unidad. Se requiere una mayor articulación entre los servicios que brindan la Rectoría, la Secretaría de Unidad y las divisiones en las actividades de extensión, vincu¬lación y preservación de la cultura, impulsando la participación de la comunidad universitaria en la construcción de un proyecto cultural adecuado a las aspiraciones y capaz de ser llevado al exterior. Así, la estrategia se compone de cinco grandes ejes: (Plan de Desarrollo, 2010-2013, p. 83)

 

 

En cuanto a su realización, se destacan las estructuras, instancias y procedimientos de la preservación y difusión de la cultura; actualmente las tres divisiones académicas (Ciencias y Artes para el Diseño, Ciencias Básicas e Ingeniería y Ciencias Sociales y Humanidades) han incluido como parte de su estructura, algunas coordinaciones o espacios específicos que se encargan de aspectos relacionados con la extensión, la vinculación y la preservación de la cultura (Plan de Desarrollo, 2010-2013, p. 40).

De acuerdo a la definición y reconocimiento institucional, las actividades de vinculación adquieren actualmente una gran relevancia en la relación de la Unidad con su entorno. Se han convertido en un espacio valioso para consolidar la vinculación de la docencia y la investigación, así como para ampliar las redes de relación entre académicos y alumnos (Plan de Desarrollo, 2010-2013, p. 40).

La extensión universitaria, entendida como la interacción con el exterior para generar intercambios que redunden en beneficios recíprocos entre la Universidad y los distintos sectores sociales, acercando las propuestas académicas, culturales y de servicios a diversos públicos, en muchos casos con proyectos de impacto social (Plan de Desarrollo, 2010-2013, p. 40).

La vinculación universitaria se ha convertido en una actividad transversal, que apoya el desarrollo de las funciones de docencia e investigación, así como de preservación y difusión de la cultura.

La Unidad ha desarrollado un sistema de gestión institucional para las actividades de vinculación articulado en torno a los objetivos de desarrollo académico (Plan de Desarrollo, 2010-2013, p. 43).

Todo lo anterior da cabida a la identidad institucional que ante la inminente necesidad de eficiencia y eficacia en los esfuerzos por difundir y preservar la cultura, por vincular con el entorno académico y social en general, y por consolidar una cultura del deporte y la salud en la comunidad, salta a la vista la importancia de reforzar la identidad y el sentido de pertenencia institucional (Plan de Desarrollo, 2010-2013, p. 44).

A continuación se presentan algunos puntos relevantes, mencionados en el informe de actividades del año 2012 de la Mtra. Gabriela Paloma Ibáñez Villalobos, rectora de la unidad Azcapotzalco, relacionados con la necesidad de proporcionar una formación integral a los alumnos.

Respecto a la preservación y difusión de la cultura, de acuerdo con el Informe de Actividades del año 2012 de la Mtra. Gabriela Paloma Ibáñez Villalobos, las Políticas Operativas de Docencia, en la Institución, establecen la necesidad de proporcionar formación integral a los alumnos. Las actividades de vinculación, preservación y difusión de la cultura constituyen un importante vehículo para garantizar esa formación integral.

Para lograr tal propósito, es imprescindible que los esfuerzos que se realizan en estas labores sean compatibles con las exigencias académicas que deben atender los alumnos, pero al mismo tiempo, habría que considerar el que, por ejemplo, para muchos alumnos, las actividades culturales sean poco atractivas por su carácter extracurricular. A pesar de que se cuenta con estudios sobre prácticas culturales de los alumnos, es necesario profundizar en el análisis de dicha información, así como realizar nuevas investigaciones al respecto con el fin de mejorar estas actividades a partir de un perfil claro de las identidades del estudiantado; así como de sus manifestaciones e intereses culturales. Es importante considerar dentro de ese análisis, que al interior de las divisiones no necesariamente existen espacios organizacionales de apoyo a estas tareas, lo que dificulta la coordinación de diversos proyectos.

El fortalecimiento de las funciones de preservación y difusión de la cultura requiere encontrar mecanismos idóneos que garanticen una mayor participación de alumnos y profesores. En este sentido, la interacción de los académicos que impulsen la participación de los alumnos en actividades culturales y deportivas resulta fundamental. Otro aspecto fundamental para lograr una formación integral de los alumnos son las actividades deportivas.

La Unidad cuenta con una oferta diversa, pero se requieren esfuerzos y una estrategia adicional para que, participen en ella. Se considera relevante identificar jóvenes talentos e impulsarlos en la participación de competencias dentro y fuera de la institución, así como fomentar y promover el deporte colectivo. Asimismo, es necesario reforzar y mejorar la organización de competencias internas, y dar impulso a eventos deportivos que, además de fomentar la disciplina y trabajo en equipo, transmitan valores y actitudes que favorezcan el desarrollo de la personalidad de los alumnos, la capacidad de adaptación y el sentido de responsabilidad y auto superación.

Donde la comunicación para la Difusión de la Cultura es de la mayor importancia, el mantener informada a la comunidad universitaria sobre los diversos eventos y acontecimientos que se desarrollan en esta casa de estudios. No obstante los esfuerzos para lograr una adecuada difusión, hay mucho por hacer debido, en parte, a la confusión que genera la sobresaturación de mensajes visuales.

Se ha descubierto que con frecuencia la comunidad universitaria no cuenta con la información oportuna para acudir a eventos culturales, artísticos o científicos, por lo que se requiere implantar nuevos mecanismos coherentes que faciliten a la comunidad la ubicación de los temas de su interés (Plan de Desarrollo, 2010-2013, p. 44).

Asimismo, al consultar información de la Encuesta de Nuevo Ingreso 2012 de los estudiantes de la Licenciatura en Administración recopilada por el Sistema de Información de Estudiantes, Egresados y Empleadores, sobre trayectorias estudiantiles.

Se resalta lo siguiente:

Información de la Encuesta de Nuevo Ingreso 2012 de los estudiantes de la Licenciatura en Administración.

 

 

 

 

 

De los resultados de las encuestas aplicadas a los alumnos de nuevo ingreso, se refleja que el 31.3% de los alumnos de la Licenciatura en Administración, trabajan, y que el 54% de los alumnos que trabajan, trabaja de 21 a 40 horas a la semana; que el 42.5%, se paga sus estudios y el 41% les gusta más el cine que otra actividad cultural.

Tal vez el trabajar para sostener sus estudios implique para el estudiante el no tener tiempo de realizar alguna actividad extracurricular que la Universidad ofrece, lo que le limita el poder desarrollar otro tipo de habilidades y competencias que adquiere al realizar actividades no curriculares. Pero también es de considerar que el 68% de alumnos que no trabajan, no muestran interés en participar en actividades extracurriculares que ofrece la Institución.

Algunas reflexiones

Existen diversos estudios sobre la relación entre rendimiento académico y participación en actividades extracurriculares, examinando en algunos estudios las diferencias significativas entre los grupos de alta participación, baja participación y los que no participaban en dichas actividades (Varela, 2006 y Jabega, 2008). Otros estudios como el de Moriana, et al. (2006) han demostrado la relación entre la asistencia a actividades extraescolares y el rendimiento académico. Los resultados destacan que los alumnos que desarrollan actividades mixtas, obtienen mejores resultados académicos. Estos estudios nos llevan a plantear una serie de preguntas que nos invitan a la reflexión respecto al tema.

A lo largo de este texto, se han descrito distintas perspectivas en torno al concepto de formación, formación integral, formación profesional y qué debe ser enseñado para formar profesionales eficaces y eficientes.

Si bien es cierto que la formación profesional supone que el ser humano adquiera un conjunto de habilidades, actitudes y conocimientos que le posibilite al futuro profesional desempeñarse acorde a los requerimientos del mercado laboral, también lo es el hecho, que las instituciones de educación superior deben de propugnar por la formación de futuros profesionales e investigadores de alto nivel académico, que sean responsables, éticos y que se encuentren profundamente comprometidos con la sociedad de su tiempo.

Es así que las instituciones de educación superior se enfrentan al reto de diseñar e implementar estrategias educativas orientadas a una formación integral, que les permita a sus estudiantes convertirse en actores sociales que contribuyan a la construcción de una sociedad más justa, equitativa y solidaria. Desde esta perspectiva, la formación de los alumnos debe de incluir, no sólo los conocimientos, habilidades y actitudes acordes a su campo laboral, sino también, aquellos que les posibilite adquirir un bagaje cultural. Para ello, es necesario que las instituciones de educación superior contemplen un conjunto de actividades de naturaleza extracurricular que coadyuven a la formación integral de sus estudiantes. En este sentido, las actividades extracurriculares deben de ser pensadas y organizadas previamente y acordes a la organización curricular.

Así, la Universidad Autónoma Metropolitana-Azcapotzalco, ha diseñado un programa de actividades extracurriculares tendientes a coadyuvar a la formación integral de sus alumnos; sin embargo, en la actualidad se ha podido observar que la participación del estudiantado en dicho programa dista mucho de lo deseado.

La poca participación de la comunidad estudiantil en las actividades de carácter extracurricular puede ser explicada a través de aspectos de distinta naturaleza que van, desde la falta de un hábito en el consumo de actividades culturales y deportivas, hasta los que se atribuyen a la escasez de tiempo libre, ya sea por la carga académica derivada de sus estudios o la laboral.

Derivadas de una serie de pláticas de carácter informal con distintos alumnos sobre la opinión que tienen acerca del programa de actividades extracurriculares, se ha podido observar que, más allá de los factores arriba señalados, se plantean una serie de inquietudes que deben de ser exploradas como posibles causas que explique la poca participación del sector estudiantil de la Licenciatura en Administración en este tipo de actividades.

Aspectos tales como la participación "inducida" en conferencias, seminarios o debates por parte de los profesores como parte de la calificación de la asignatura, la manera en que son diseñadas las actividades extracurriculares, los objetivos que se pretenden alcanzar, los intereses y preferencias de los estudiantes por el tipo de actividad extracurricular de que se trate, la percepción por parte del alumno de la importancia que tienen estas actividades como parte de su formación o los horarios en que son programadas, así como, la difusión que hace la Institución de éstas, son elementos que deben de ser considerados en el momento de diseñar el programa de actividades extracurriculares que la Universidad ofrece. Estos señalamientos, conjuntamente con los resultados obtenidos por los estudios de Varela (2006), Jabega (2008) o el de Moriana, et al. (2006) ofrecen elementos que permitan plantear una serie de preguntas que invitan a la reflexión y la generación de líneas respecto al tema.

A nivel institucional es necesario que el diseño y la puesta en práctica del programa de actividades extracurriculares debe de contemplar un continuo proceso de evaluación, a través del cual, se logre acercar, cada vez más, a los estudiantes a actividades, que en muchas ocasiones son consideradas como ajenas a su formación. Este proceso de evaluación debe de tomar en cuenta, no la cantidad de actividades que se realicen, sino cuál es su impacto en la formación del sector estudiantil.

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[1] Profesoras-investigadoras del Departamento de la Licenciatura en Administración, Universidad Autónoma Metropolitana, Unidad Azcapotzalco.

[2] Correo electrónico isabelfontplayan@gmail.com

[3] Correo electrónico lgmaricela@hotmail.com

[4] Correo electrónico sopr_57@hotmail.com