“El Docente de Educación Superior Como Promotor De La Toma de Decisiones.”

Resumen

La investigación en el área de las ciencias administrativas y educativas, siguiendo la línea del comportamiento organizacional, han llevado a tomar como fin principal de este análisis la identificación del docente como promotor del desarrollo de habilidades en los alumnos de la educación superior en la toma de decisiones. El actual interés por el tema Docente de Educación Superior como promotor de la Toma de Decisiones, es en parte originado por las nuevas orientaciones psicopedagógicas, en investigaciones realizadas sobre el tema, en donde se ha cuestionado que los estudiantes con éxito difieren de los estudiantes con menos éxito en que conocen y usan estrategias de aprendizaje más sofisticadas que la pura repetición mecánica, donde el profesor de educación superior debe conocer y promover en el aula de clases estrategias de aprendizaje más efectivas para desarrollar la toma de decisiones en los estudiantes. Es opinión común que la inversión en la mejora de estas estrategias, es más rentable académicamente, que la mejora de las técnicas instruccionales o los materiales de enseñanza.


Palabras clave: Educación Superior, Docente, Toma de decisiones.

Abstract

Research in the area of administrative and educational sciences, following the line of organizational behavior, have been taken as the main purpose of this analysis to identify the teacher as an engine for development of skills in students of higher education in making decisions. The current interest in the subject of Higher Education Teaching as a promoter of Decision Making, is partly caused by new psychoeducational guidelines, research on the subject, which has been questioned successful students differ from students less successful they know and use learning strategies more sophisticated than pure mechanical repetition, where professor of higher education should meet and promote classroom learning more effective strategies to develop decision making on students. It is common opinion that investment in improving these strategies is more profitable academically, that improving instructional techniques or teaching materials.


Keywords: Higher Education, Teaching , Decision Making

Introducción

Las decisiones marcaran la diferencia. En la cotidianeidad encontraremos acciones que nos someterán a elegir una u otra opción: dormir “cinco minutos más” o levantarte para hacer las cosas con tiempo, llevar suéter o no, peinarte o solo usar una gorra… que haya dos o más opciones supondrá un conflicto.

En la administración el tomar decisiones es lo más común, pero ante esto hay que estar consciente de los componentes y herramientas que te ayudaran a decidir con mayor eficacia, pues al estar en un contexto más formal te exigirá que en lo posible no existan errores que afecten a la organización.

El sistema educativo debe afrontar el desafío de que la orientación académica y profesional contribuya a la educación del alumnado, aumente su conocimiento de sí mismo, mejore su toma de decisiones y le ayude a hacer una planificación racional de los distintos itinerarios de formación para alcanzar sus metas profesionales. Una adecuada respuesta requiere aunar puntos de vista diversos y el trabajo colaborativo de todos los agentes responsables de la educación y la orientación de los alumnos. Pero, ¿cómo abordar la orientación de los jóvenes? Las opciones en cuanto a qué hacer y cómo hacerlo son diversas:

Las distintas alternativas sobre el «qué» y el «cómo» no pueden ser diseñadas en el vacío. Los contextos sociales, políticos, económicos y educativos van a estar modulando la respuesta. Asimismo, no debemos olvidar la deontología profesional. Una cosa hay que dejar clara de una vez: ningún asesoramiento al alumnado ha de ser «prescriptivo» para la toma de decisiones futuras. Suplantar la decisión de los alumnos supone hacer incursiones ni medianamente razonable, ya que obstaculiza la construcción del proyecto personal de vida, que ha de ser autoconstruido desde la autonomía y la madurez de criterio. El ensayo trata cuestiones relacionadas con la importancia de promover en el alumno por parte del docente de la educación superior la toma de decisiones, lo que permite mejorar su rendimiento y su futuro académico-laboral.

Desarrollo

La toma de decisiones es esencial para las organizaciones, ya que constantemente se requiere de su ocupación en varios aspectos de distinta índole: operativos, administrativos, legales, etc, definiéndose como el proceso de identificar y seleccionar un curso de acción para resolver un problema específico (Stoner, Freeman y Gilbert , 1996), porque al presentarse una situación que no está prevista, ocasiona una pérdida de tiempo o una desventaja, en ese momento se dice que hay un problema. Una vez que se evalúan las casusas se deben disponer de todas las alternativas de solución que se puedan idear, y es necesario decidir cuál es la opción más pertinente para dar solución al problema o en su defecto la que proporcionara más tiempo para reflexionar y dar una enmienda más concienzuda a la situación.

Para muchas personas, tomar decisiones importantes en la vida les supone un cierto temor o al menos incertidumbre, por si se elige incorrectamente. Cuando se trata de decidir una ocupación o unos estudios, éste proceso está cargado de inseguridad, porque sabemos que esta elección va a marcar nuestro estilo de vida y porque somos conscientes que estamos decidiendo nuestro futuro profesional y vital.

Tomar una buena decisión de acuerdo a Martínez (2008), consiste en trazar el objetivo que se quiere conseguir, reunir toda la información relevante y tener en cuenta las preferencias del que tiene que tomar dicha decisión. Si queremos hacerlo correctamente, debemos ser conscientes de que una buena decisión es un proceso que necesita tiempo y planificación.

Por ello la única manera de tomar una buena decisión es a través de la aplicación de un procedimiento o modelo de toma de decisiones, permitiendo ahorrar tiempo, esfuerzo y energía. La mayoría de autores coinciden en señalar seis criterios para tomar una decisión eficaz y que destacamos como:

La educación ha avanzado mucho en los últimos años, aún sigue habiendo una brecha importante entre lo que se enseña en las escuelas y universidades, y las aptitudes necesarias en el mundo real. Una de esas carencias es la falta de formación para la toma de decisiones. Muchos estudiantes nunca se han enfrentado a un proceso de toma de decisiones más allá de lo que van a hacer el fin de semana o en verano y se encuentran indefensos al unirse al feroz mundo profesional. Por ello, es importante que desde edades tempranas los educadores fomenten la toma de decisiones en clase. A fin de cuentas, enseñar a tomar decisiones es enseñar a pensar.

Una cuestión fundamental a la hora de abordar la toma de decisiones es trasmitir a los estudiantes la importancia que sus elecciones pueden tener en el mundo real. Toda decisión acarrea unas consecuencias y el que toma una decisión debe ser consciente de ello. En este punto deben entrar en juego factores como la moral y la ética, valores que también han de ser trasmitidos a los estudiantes.

Entre uno de los retos que se aborda es una dimensión más flexible, más integradora, más espiritual y sobre todo humana, con relación al ser, al saber, al hacer, al convivir y al decidir del docente, quien debe tomar conciencia acerca de la necesidad de formarse como un verdadero líder centrado en principios por convicción y no por coacción.

Para discernir situaciones donde se pudieran evidenciar debilidades desde estos estamentos valorativos, se debe inquirir sobre la actividad del docente en distintas facetas. De acuerdo a Atencio y Arrieta (2005), la acción de un académico universitario se enfocará trídimensionalmente:

La primera faceta se orienta a indagar el estilo de tomar decisiones con que resuelve el profesor en el aula y cuáles serían sus implicaciones, puesto que las decisiones benefician o perjudican, dependiendo de la óptica y la percepción del entorno que éste tenga. Por tanto, si el docente mantiene y supera la calidad en la transmisión de su conocimiento, obviamente se está en presencia de un profesional que se preocupa por mantener vigente las ideas; mientras que si ocurre lo contrario, es decir, si se está en presencia de un instructor cuyo retraso, comparativamente con los productos de las ciencias modernas, es evidente, entonces suele decirse que es un profesional quedado en el tiempo, y por tanto la calidad de su enseñanza en la toma decisiones estaría en entredicho, porque daría cabida a un comportamiento flácido al no contar con las fuerzas del conocimiento y la sabiduría suficiente para hacerle frente a los nuevos tiempos y a los ímpetus de la juventud a la cual está formando.

La segunda faceta es la de un docente evaluador, debido a la responsabilidad que tiene este experto en la toma de decisiones cuando sus alumnos presentan actividades que requieren apreciación numérica. La objetividad, subjetividad o equidad en este desempeño es determinante no sólo para la calificación que se le otorga al alumno, sino también para la calificación que el docente se adjudica a sí mismo. Cuando se evalúa una actividad, implícitamente se da una relación superior-subordinado, lógicamente pudiera creerse que, dada la posición del docente, éste tiene toda la potestad para colocar o registrar una calificación. Ahora bien, ¿cuáles son los principios y valores que respaldan la acción docente? ¿Utiliza el docente un estilo autocrático de liderazgo para decidir dicha calificación? ¿Está consciente que la apreciación cuantitativa debe realizarse desprendido de toda influencia personal?

La tercera faceta en los profesores universitarios es la de un docente investigador. Tradicionalmente el profesor era un simple transmisor de cosas aprendidas, hoy día, lo moderno es la construcción de explicaciones o interpretaciones de la realidad, surgidas de estudios que hacen entrar en una nueva relación con ese contexto, que lleva a la comprensión de la transformación de un nuevo orden de formas y unidades, que le dan al docente un rol preponderante, siempre y cuando sus decisiones estén basadas en la ética del ser; que su comportamiento sea el modelo, el patrón a seguir, porque influye en la transformación del joven universitario. Su papel como educador no estaría completo sin el reconocimiento de la necesidad de su propia transformación para aceptar e interpretar la esencia de su ser.

Considerando las facetas, a continuación se puntualizan algunas de las situaciones que enfrenta el docente como experto en la toma de decisiones, que pudieran ser catalogadas como debilidades y amenazas en sus decisiones como académico universitario:

Los docentes no siempre están enterados de los problemas que aquejan a los jóvenes para tomar decisiones asertivas sobre alguna actividad incumplida. Entre las variables que interfieren frecuentemente en la toma de decisiones del docente, están los problemas de grupo y de respeto por la individualidad del alumno.

A partir de estos escenarios, surge una diversidad de interrogantes referidas a la capacidad que tiene el docente universitario para sustituir el estado pasivo, tradicional, cotidiano, hacia uno más activo, trascendental y transformacional, que haga significativa la apertura de caminos para construir procesos o modelos fomenten la toma de decisiones.

Los alumnos deben entender que las decisiones se deben tomar teniendo en cuenta la evidencia o datos clave, y no según corazonadas o caprichos. Una toma de decisiones debe seguir lo que se conoce como el proceso de toma de decisiones.

Las propuestas que se conciban para los docentes universitarios deben estar acordes con los cambios acelerados que han conducido a la humanidad hacia un problema de identidad, que no es fortuito, sino producto de las interrelaciones con todos los aspectos del quehacer humano, incluyendo el educativo.

A la sociedad educadora y a la que está emergiendo en esa área del conocimiento, se le presenta el compromiso de asumir como prioridad el aprendizaje permanente, en una instrucción global que se identifique con una participación local, nacional e internacional, donde las organizaciones educativas, y muy especialmente las de educación superior, enfrentan desafíos y dificultades en cuanto a una mejor capacitación del docente quien está al frente de la actividad académica, y quien puede considerarse como centro de inspiración del alumno como persona humana, su conocer, su hacer, su creatividad y su toma de decisiones.

Al conceptuar el proceso toma de decisiones, la mayoría de los autores la refieren como una habilidad adquirida o innata presente en la persona por la cual se aprende a resolver conflictos y situaciones problemáticas, al mismo tiempo permite tomar decisiones prácticas, postactivas e interactivas, y ejecutar procedimientos de acuerdo con el grupo de personas (estudiantes, profesores, investigadores, personal administrativo, obrero) y al contexto educativo.

En ese contexto de ideas, debe señalarse que el docente de nivel superior debe contar con la facultad de analizar, seleccionar y decidir, al momento de transmitidas acciones que te permitan a los alumnos a mejorar su proceso de toma de decisiones. En este entorno, según Rheault (1997), expresa que el proceso de toma de decisiones consiste en "la escogencia consistente entre dos o más alternativas que conduzcan a la solución de un problema; lo cual indica que las decisiones deben estar sujetas a evaluaciones previas con el propósito de prever el resultado de la decisión tomada".

En ese sentido, la toma de decisiones se concibe como una forma de comprender y analizar la complejidad del proceso, de selección de alternativas para la solución de conflictos; a nivel gerencial, esta función está referida a analizar lo que ha acontecido con decisiones tomadas en el pasado, constatar los resultados esperados y los reales, así como explicarse cuál de los aspectos fue el más conveniente o no en el momento decisional, para así, evaluar los posibles riesgos de una decisión. Por tal motivo se recomiendas las Técnicas para Fomentar el Proceso de Toma de Decisiones en Clase:

  1. Simulaciones. Utilizar simuladores en clase puede acercar todo tipo de escenarios al aula y permitir a los estudiantes experimentar situaciones que, de otra manera, serían muy complicadas de recrear. Hoy en día existen aplicaciones informáticas que permiten simular la situación que queramos; desde pilotar un avión hasta construir un puente. Entre ellos, unos de las más populares y que favorecen el proceso de toma de decisiones entre los estudiantes son los simuladores del mercado de valores basados en datos reales.
  2. Método del caso. Otra de las técnicas más usadas para fomentar el proceso de toma de decisiones es el método del caso o design thinking, que utiliza casos reales de empresas. De esta manera, los alumnos se ponen en la posición de los gerentes de una empresa y obtienen toda la información que éstos tenían disponible en su momento para así tomar una decisión que solucione el reto planteado. Posteriormente, esta decisión es comparada en clase con lo que la empresa hizo realmente y se analizan las consecuencias de ambas situaciones.
  3. Autoaprendizaje: El autoaprendizaje es una técnica en alza que fomenta la curiosidad de los alumnos. Se basa en darles libertad para centrarse en el área que más les interese, para así explorarla y aprender sobre ella. De esta manera, las decisiones de los alumnos influyen directamente sobre su aprendizaje y su futuro. El papel del educador en este caso es el de orientador que guía a los alumnos por las diferentes opciones y pone los medios necesarios a su disposición. Si quieres saber más sobre ésta y otras técnicas de enseñanza innovadoras, no te pierdas este artículo.
  4. Liderazgo dentro del grupo. Otra alternativa que puede dar muy buenos resultados es establecer grupos de estudio, encargados de llevar a cabo un proyecto común o cualquier otra tarea, estableciendo un líder o responsable de manera rotatoria. Así, todos los miembros del grupo tendrán la posibilidad de tomar decisiones que afecten al mismo. La rotación de este líder puede ser cada determinado período de tiempo o por proyecto.

Sea cual sea la técnica que use, recuerde que es recomendable que cualquiera de estas cuatro prácticas o una combinación de ellas se lleve a cabo con regularidad. De esta manera se consigue que el proceso se convierta en algo natural para los estudiantes, preparándoles para ser capaces de tomar decisiones importantes en el futuro.

Conclusiones

En la Educación Superior no se puede subsistir al margen de las grandes transformaciones y expectativas que en todo momento se presentan en el campo de la Educación. Se hace necesario introducir innovaciones en el proceso de enseñanza con la finalidad de lograr que los alumnos desarrollen la habilidad de tomar decisiones, cuyo producto debe ser un mejor profesional, de elevado talento, capacidad y competitividad.

Las recién iniciada reformas educativas implementadas por el Estado a través de sus organismos de Educación Superior obedecen a la necesidad de un cambio profundo en aquellos factores que han incidido en el fracaso estudiantil, la deserción, y la exclusión social. En tal sentido, se deben considerar cambios en las estructuras de las Educación Superior, como en las prácticas pedagógicas del profesor.

El Docente de la Educación Superior debe adoptar nuevas concepciones que le permitan lograr mayores niveles de participación, compromiso en pro de la transformación educativa que se requiere para mejorar la calidad de la Educación Superior, comenzando por desarrollar la habilidad de la Toma de decisiones en sus alumnos. El Docente debe estar consciente de que a su cargo tiene un valioso recurso, el humano.

Los profesores e investigadores constituyen un conjunto de individuos cuyo objeto es desempeñarse desde la perspectiva académica -científica - técnica y administrativa para alcanzar las metas institucionales y los postulados de la educación del país. Cada profesor e investigador debe ser concebido como un individuo con experiencia propia o sin ella y con aspiraciones diferentes a los demás. Ello debe conllevar a los Docentes Educación Superior a propiciar estímulos, motivación y comprensión para que los alumnos desarrollen las habilidades de la toma de decisiones en un ambiente de armonía, civilización, producción, progreso y vanguardia.

Referencias bibliográficas

Atencio de Pérez L., Arrieta de Meza B. (2005). El Liderazgo y la Toma de Decisiones en las Organizaciones De Educación Superior. Recuperado el 04 febrero de 2016: http://www.redalyc.org/pdf/737/73711103.pdf

Colmenares Hernández G. G., y Villasmil Sánchez L. M. (2008). Toma De Decisiones y perfil De Competencias Del gerente De Las Instituciones De Educación Superior En Venezuela. Recuperado el 04 febrero de 2016: file:///C:/Users/Jos%C3%A8%20Luis/Downloads/Dialnet-TomaDeDecisionesYPerfilDeCompetenciasDelGerenteDeL-2737302%20(1).pdf

Martínez Clares Pilar (2008). La toma de decisiones La Importancia. Recuperado el 04 febrero de 2016: https://www.um.es/coie/guia-salidas/guia-salidas-08-toma-decisiones.pdf

Rheault, J. (1997). Introducción a la Teoría de las Decisiones. Editorial Limusa. México.

Stephen P. R., (2004). Comportamiento Organizacional. Pearson Educación México.

Stoner F., Freeman R. E., y Gilbert D. R. (2000). Administración. Pearson Educación México



[1] Profesor por asignatura de la Licenciatura en Administración de la Escuela Superior de Tlahuelilpan

[2] Profesor de Tiempo Completo de la Escuela Superior de Tlahuelilpan