Legitimidad en los gobiernos latinoamericanos durante la primera década del siglo XXI. Un comparativo entre México, Argentina y Brasil.
Abstract
Desde hace más de tres décadas, los Estados que integran América Latina han optado por establecer formas institucionales para designar o renovar a sus gobernantes. Si descontamos la última intervención militar estadounidense en Panamá en 1989, al parecer y salvo algunas excepciones negativas en Honduras y Paraguay, las intentonas golpistas o la tentación revolucionaria han sido canceladas, solo ha quedado una vía posible para acceder al poder: el camino de las urnas. Con el advenimiento de los procesos electorales como forma predominante para gobernar, las organizaciones partidistas y sus líderes se esfuerzan por alcanzar triunfos que les permitan el acceso o la continuidad de su mandato enfrentando, no sólo a rivales de signo ideológico o programático contrario sino, más importante aún, el veredicto de los votantes que los eligieron. Así, las naciones latinoamericanas se debaten entre la esperanza generada por las promesas de candidatos y partidos y la decepción de los gobiernos que no cumplieron con las expectativas puestos en ellos. En el panorama latinoamericano podemos percibir dos tendencias para formar gobiernos: gobiernos de derecha y gobiernos de izquierda.