La exacerbación corporal. Un distanciamiento tramposo
Resumen
Esta metodología de dirección se basa en un sistema de entrenamiento ocupado en que los actores se muevan de una manera precisa, amplia y sobre todo consciente. A través de calidades de movimiento, el “staccato” principalmente, los actores trabajan haciendo consciencia de su estado antes de focalizarse en el desarrollo de distintas capacidades como la fuerza, la limpieza y precisión del movimiento, y la profundidad de las imágenes. El entrenamiento es capital, la herramienta principal que les permitirá expresarse, y con ello renunciar a la tentación de imponer o ilustrar los gestos y las acciones con los movimientos. La estética se convierte en el resultado de una práctica metódica, ya que el entrenamiento genera una tendencia de movimientos. La puesta en escena se asemeja a una partitura musical, en la cual cada gesto, movimiento y sonido, forman parte de un engranaje preciso. Contrario a lo que pueda pensarse, la precisión no impone un ritmo, ya que este es un resultado del trabajo interior de los actores y aparece como consecuencia de la comunicación entre los mismos y su relación con el público.